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Mapi León: «Me para gente por la calle para decirme que hacía tiempo que no disfrutaba tanto con el Barça»

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Decía David Gistau que si aparcamos dos motos japonesas de un mismo modelo y color solo podríamos distinguirlas por la matrícula. Es cierto que fijándose en el catálogo que supone una ruta de moteros con diez ejemplares en sucesión, no dejan entrever ni un solo matiz de la personalidad del que las monta, más allá de cualquier pequeño detalle, casi siempre expuesto en el casco. Pero Gistau, que solía tener razón cuando se fijaba en estas cosas, sostenía que la Harley era distinta. Cuando te haces con una no compras la moto sino el proyecto de la moto, aquello en lo que sabes que la puedes convertir sabiendo el potencial que tiene y a la que puedes trasladar tu propia alma pieza a pieza. Un pedazo de hierro sobre el que hay que ponerse a trabajar. Y que una Harley acabada -aunque sea imposible detectar cuándo una Harley está completamente acabada- da a conocer la forma de ser de su dueño. Debajo de un armazón distinto a lo que puedas encontrar en cualquier otra moto se esconde un motor de primer nivel, una sinfonía de sonidos únicos, una estructura impresionante y un alma incorrupta. Cuando el FC Barcelona fichó a María León (Zaragoza, 1995), en la temporada 2017/18, invirtió en una Harley. Hoy es la mejor central del mundo, y al verla se ve el alma de un equipo que quiere ganarlo todo.

Costó 50.000 euros, el primer traspaso de una jugadora española en el fútbol femenino ¿Pesa?

No es que pese, en parte me reforzó. Me ayudó a valorarme más. Estaba jugando en el Atleti, las cosas empezaban a ir bien, iba con la Selección… Al final, cuando empiezas a crecer es a lo que aspiras. Porque, antes, iba a las concentraciones de la Selección en las inferiores, pero a la hora de competir no me llamaban. De hecho, fui solo a una primera fase que era en Azerbaiyan, contra ellas y otros dos equipos flojitos, y solo jugué el peor de los tres. En aquella época me quitaban el puesto jugadoras que no eran ni de mi puesto.

Yo jugaba de lateral izquierdo, que estando en banda tienes más presión y es mejor que seas zurda, y jugadoras diestras salían antes que yo en esa posición. Y eran buenas, pero cuando tienes un nivel similar… que el entrenador decidiera escoger a una jugadora a pierna cambiada me creaba mucha inseguridad. Cuando llegó la oferta del FC Barcelona me reforzó. Durante mi carrera, hasta este nivel siempre me habían generado dudas de mi capacidad.

Con 7 años jugaba al voleibol, con ser una niña coordinada puedes hacer varios deportes porque más o menos con eso ya te sirve. Se me daba bien. Entiendo que la entrenadora o entrenador me hubiera dicho: «oye, eres muy buena, ¿por qué no te quedas con nosotros?». Con algo tan sencillo como esa confianza puedes hacer que cambie el futuro y la carrera de ese niño ¿Y si me hubiera decantado por el volei

Luego pasé a fútbol, ese último año iba a la selección aragonesa. Allí conocí a uno de los entrenadores de fútbol sala de chicas en Zaragoza. Se me presentó la oportunidad de probar con el Transportes Alcaline porque me encontré a David Magaña en un supermercado y sucedió aquella famosa anécdota de que me fichó ahí mismo. Por eso me decanté por el fútbol 11 viniendo de un equipo de fútbol sala. Me habría sido más fácil irme con el grupo de niñas que ya había conocido en la Selección Aragonesa de fútbol sala, pero pasé de todo eso que conocía para hacer algo que simplemente me apetecía.

Entonces, empezaron las dudas de mi entorno: no te veo en fútbol 11, eres buena en fútbol sala… Sin ninguna mala intención, pero otra vez intentaban condicionarme, siendo una niña. Tenía 13 años y todo el rato, la gente que estaba a cargo de mi formación me generaba dudas de la decisión que quería tomar.

Llegué a fútbol 11 y cuando me quería fichar el Espanyol, Alcaine también me sembraba dudas «a ver si juegas allí… a ver si cobras…»

Para que no te fueras

¡Claro! Pero eso se lo estás diciendo a una niña que va a cumplir 17 o 18 años ¿Eres consciente de cómo le puede condicionar? Que no me quería ir por otro motivo, lo que quería era seguir creciendo y mejorando.

Yo quería salir del Zaragoza porque veía que me estaba estancando. Llevaba cuatro años en el club, dos con ficha del tercer equipo y por una baja empecé después a jugar con el B e incluso con el A algún partido. Tuve la suerte de subir rápido porque hacía falta gente zurda, pasé de ficha C a ficha A. Quería mejorar. Y esto nunca lo he contado porque no se dan entrevistas en profundidad, pero yo en primera división en el Zaragoza, que entiendo que las cosas han cambiado mucho, cobraba 150 euros. Cuando tengo la oferta del Espanyol era mucho más que 150 euros y sí que me ofrecieron más dinero y se acercaron un poco a lo que me ofrecían allí.

Y entiéndeme, no tengo nada en contra de ellos y sé los tiempos que eran, y hay que destacar que en Zaragoza había un equipo de chicas, y sigue habiendo un equipo de chicas, a pesar de que el Real Zaragoza nunca lo ha apoyado, y esto tiene mucho valor. Si no hubiera sido por Alcaine, no habría habido equipo de fútbol femenino en Zaragoza, y eso es así. Habría algún otro, pero no a este nivel. Al final, lo que han hecho es algo muy grande.

En ningún momento quiero que parezca que no estoy agradecida, porque tuve un sitio donde crecer. Pero hay que tener mucho cuidado con lo que le dices a las personas y más cuando son tan jóvenes, por cómo las puedes influir, porque cuando has vivido todas estas cosas y constantemente te han generado dudas sobre tu nivel, el hecho de que un club como el FC Barcelona quiera pagar 50.000 euros para ficharme a mí me reforzó mucho como deportista.

Por fin alguien sabía el valor que tenías.

No pensé en eso. Yo le decía a Carlos (Rodriguez, su representante). «Tú estás flipao, no sé qué te has tomado antes de hablar conmigo, pero relaja».

Jamás pensé que fueran a pagar. No era la delantera que marca goles, y nadie había pagado en el fútbol español por un fichaje, ¿cómo iban a pagar 50.000 euros por una central?, que además llevaba un año solo jugando de central, y él me decía que confiara. Yo no me lo creía, y cuando se produjo fue como… hostia. Y claro, una vez allí, habían pagado y se lo tenía que devolver. Lo que habían invertido tenía que demostrar que lo valía.

Les salió barato.

¿Tú crees? En ningún momento fue una presión. Sí lo fue, pero buena. Es verdad que como soy tan competitiva siempre pensaba en: voy, pero a ganarme el puesto.

El primer tatuaje que se hizo dice «It’s possible», ¿era posible que una niña de Zaragoza que jugaba al volley se convirtiera en la mejor central del mundo, según FIFA?

No. A ver… era posible, porque se ha hecho. En ningún momento pensé que fuera a pasar. Igual que un niño de siete años que podía soñar con ser futbolista.

Pero no es ser futbolista, es ser la mejor central del mundo.

Bueno… eso lo dices tú.

No, lo dice FIFA. Tienes un premio que lo dice.

Ah, es verdad. Es que esta frase no me la digo yo a mí misma. Es que es fuerte, eh, estar ahí. A veces se me olvida. Son cosas en las que no pienso. Cada vez que voy a jugar un fin de semana pienso en que tengo que demostrar lo que me valoran, o lo que la gente me admira. A veces veo que llego mucho a la gente y todo eso se lo tengo que devolver y demostrarles que no se equivocan. Y eso tengo que demostrarlo cada día.

Me pasa muchas veces cuando voy a Champions a otro país. Al final aquí la gente que sigue el fútbol femenino me ve frecuentemente, pero cuando vamos a otros países a mi me tira muchísimo decir: le voy a demostrar a este país o a este club que seguramente no me han visto en su vida quién es Mapi León. Esa es la motivación que yo tengo.

Es un reto mío personal, a parte de hacerlo bien y de ganar. Sin que el partido vaya mal, porque entonces no serviría de nada, intentar ser una de las destacadas de mi equipo, que estamos hablando del Barça. Que a pesar de ser central pueda ser una de las mejores jugadoras en cada partido, ya sea porque he actuado bien en defensa, me he acercado más al área, dé una asistencia en un córner… son retos personales que yo tengo. Igual es eso lo que a mí me motiva, que la gente salga del campo y diga «qué bien ha jugado hoy Mapi León».

Si no llega a ser por Sara Sanaú, jugadora del Ultimate Móstoles en la Queens League, no debuta.

Si no me deja las botas, que me las había olvidado en casa, no llego a jugar. Bueno, espero que alguna de mis compañeras me las hubiera dejado.

Antes hablabas del Zaragoza y del Espanyol. Muchas de tus compañeras de entonces se quedaron por el camino, ¿hay alguna que eches de menos en la élite? Porque de este barco, por las condiciones, por lo difícil que es mantenerse, hay muchas que se han bajado.

No sé si podrían haber o no llegado, eso al final nadie lo sabe. Nadie sabía si yo iba a llegar, y seguramente más de uno habría apostado que no. Entre María León y la jugadora que le quitaba el puesto en inferiores, ¿quién habría dicho que María León iba a llegar a donde ha llegado? Es difícil saberlo.

Ahora las cosas han cambiado, pero en su momento era muy complicado apostar por el fútbol. Costaba y cuesta mantenerse. Hay que renunciar a demasiadas cosas. Recuerdo que yo volvía a Zaragoza cuando jugaba en el Atlético de Madrid, y mis amigas seguían estudiando. Yo solo jugaba al fútbol, y mis amigas estaban a punto de terminar una carrera, se hacían mayores, y yo lo veía en ellas, que iban avanzando en su vida y yo «solo» le pegaba patadas a un balón.

También hablabas antes de cuando jugabas de lateral izquierdo. En el Atleti probaste la posición de central, y ahí llevas desde entonces.

Vamos a darle el mérito que se merece a Villacampa en esto. Fue al que se le movió por la cabeza ponerme de central. Al principio era muy reacia. Era extremo, me bajaron al lateral porque era muy peleona, y ahí aún tenía ese recorrido para atacar, llegar a área, que era lo que me gustaba. Y de repente central. Qué divertido. Probamos, él confiaba en que iba a salir bien, y creo recordar que mi primer partido de central fue contra la Real Sociedad y le di un pase a la delantera rival buenísimo y nos metieron gol. Y dije, qué buen debut.

 ¿Villacampa qué dijo?

No recuerdo si al final ganamos o no, sé que no fue un error tan clamoroso pero pensé que menudo estreno. Él no le dio importancia, insistió en seguir probándome de central.

Así que empezaste de extremo, ¿por eso te gusta tanto subir?

Me gusta porque tengo que decir que me da mucha rabia cuando mis compañeras no chutan.

 ¿Y tienes que hacerlo tú?

Es que no chutan, me cago en la leche. Tanto toque… obviamente no hay que tirar cada vez que estás cerca, hay que elegir bien el momento, pero a veces me apetece probar yo a la portera.

Lo has ganado todo a nivel de clubes, ¿dolieron más las finales de la Champions perdidas o la derrota frente a Inglaterra?

Por cómo lo viví en ese momento, me dolieron más las finales de Champions.

¿Las dos?

La primera dolió mucho porque había mucha ilusión. Es tu primera final de Champions, a un partido, todo puede pasar… Semifinales contra el Bayern, eliminarlas era algo brutal, ir a una final en aquel momento… había tanta ilusión que fue mucha decepción, pero nos ayudó mucho en los días siguientes, fue el punto de inflexión.

La otra final duele mucho también por todos los aficionados que se habían desplazado. Tuvimos la sensación de haber decepcionado a muchas personas, no poder darle a los fans lo que crees que se merecen. Cada jugadora en su equipo querrá darle a los fans una victoria, pero fue tal el movimiento que se produjo en los aficionados culés, ¿cuánta gente fue a Turín?

15.000

Es que es muy fuerte. Tenemos a la mejor afición del mundo, así lo sentimos por cómo responden cada vez que les necesitamos, y es un orgullo saber que siempre están ahí. Entonces sentimos que habíamos decepcionado a muchas personas. No solo porque pierdes, es como que se cerraba el ciclo. Todo empezó con el Lyon, nos volvíamos a encontrar, era mágico poder ganar un par de años después.

¿Qué le dices al césped antes de jugar?

Es un secreto.

Venga ya…

La verdad, le saludo. Le digo hola. Pensarás que estoy loca, pero es un ser vivo, así que le digo hola. Depende de cómo esté le digo una cosa u otra. Yo le trato como a una persona, si está bien cuidado le digo, oye qué bien cuidado estás, a ver si nos ayudas un poco. Soy central, lo que más pánico me puede dar es resbalar en el momento menos indicado, entonces le digo que si alguien se tiene que resbalar que sea la delantera cuando va a chutar. Es como: eres importante para nosotras, no sé para ellas, pero para mí sí.

La primera vez que te vi en vivo fue en Riazor y me llamó mucho esa imagen tuya, sola, agachada en el círculo central hablando con el césped.

Cualquiera diría que estoy enferma. Cuando juego en casa no lo hago, pero cuando voy a otros estadios y tengo tiempo, me presento. Le saludo, es educación, cuando llegas a un sitio nuevo y conoces por primera vez a una persona la saludas, ¿no? Depende del partido, si vamos un poco justas de tiempo no salgo, pero solo por eso. Antes de un partido necesito estar tranquila, prepararme, y a veces priorizo quedarme y calentar bien con los fisios que salir a ver el estadio, pero es un ritual que me gusta hacer.

Sobre los fisios: las lesiones, quitando ese problema en las cervicales, te han respetado hasta la fecha, y esperamos que así siga siendo. ¿Cuánto hay de trabajo invisible en esa preparación física?

Esto no se va a leer pero quiero que pongas que estoy tocando madera.

Hay una parte muy importante que es la genética. Lo creo de verdad. Hoy en día tienes muchas herramientas y una mejor economía para poder cuidarte bien, antes no. Cuando cobraba 150 euros no podía controlar tanto ni lo que comía, ni la preparación, ni las botas que te ayudan a recuperar las piernas…

Carlos me dice muchas veces algo que tal vez no pienso o no valoro como él, y es que yo me cuido. Es decir, a mi por ejemplo no me gusta la fiesta. Y aunque suene que es poca cosa, no creo que lo sea cuando igual tienes dos días libres y en vez de irte de fiesta, que es lo más normal porque todo el mundo sale un ratito, no hace falta ni emborracharse ni nada, pero yo no lo hago. No me gusta. Puedo salir un día si estoy mentalizada de que ese día voy a salir y que voy a tener que estar allí, y que voy a dormir menos. No es que esté obsesionada, pero por ejemplo no me agrada mucho el sabor del alcohol, y aunque parezca una tontería, son cosas que cambian. Descanso más, el alcohol no me deshidrata los músculos, y  son pequeños detalles del día a día.

Por ejemplo, me gusta el dulce, y me encanta la comida, pero si el entrenamiento ha sido muy duro soy consciente de que durante el resto del día tengo que alimentarme bien. No significa que me cuide milimétricamente en cada comida, significa que si he cenado un poco mal, al día siguiente me tengo que cuidar. No es que sea estricta, es que intento cuidarme. Y si siento que llevo varios días cuidándome bien y me apetece comer algo puntual, lo como. Y si me apetece un poco de chocolate después de la cena, pues lo como. Pero claro, un poco, no me como una tableta.

Eso en el tema de la alimentación, pero luego además soy una persona muy tranquila. Me gusta estar en mi casa, con mi gato, mis autodefinidos, o mi libro, o miro fútbol, o si no tenis, o si no pádel o si no golf ¿Soy una aburrida? Bueno, pues seré una aburrida. Pero también me gusta salir a tomar un café o a pasear. Pero no soy una persona que no tiene ningún problema con estar descansando en casa, hay gente a la que le estresa más.

Y a nivel muscular sí que es verdad que me tomo mis vitaminas, la proteína después de entrenar si el entrenamiento ha sido duro, cosas que no son grandes pero que nos preparan los fisios, nutricionistas y demás que están muy encima de nosotros en el día a día para que no nos falte de nada.

Decías hace meses en una entrevista a María Tikas que el juego de equipo del FC Barcelona es hacer música. ¿Cuanto cuesta afinar esa orquesta semana a semana?

Eso habrá que preguntarle a Jonatan (Giraldez) y todo el staff. No sé si cuesta, pero seguro que sí. Al final el estilo Barça cuesta, llevamos años a un nivel en el que se ha visto que algunas jugadoras no han triunfado en el club, y son muy buenas, pero por lo que sea no han terminado de encajar, o les ha coincidido con unos años malos a nivel de lesiones.

Instrumentos nuevos que entran en la orquesta y no acaban de encajar.

Y que suenan de maravilla, pero a lo mejor el tipo de música no es el mismo.

Pedisteis entrenar el doble para llegar a este nivel, ¿mereció la pena?

Sí. Sin ninguna duda. Yo no estoy en el grupo de capitanas y no sé cómo se trasladó esto al final, pero nosotras nos dimos cuenta de que aún seguíamos muy lejos. Ya lo dije en su momento, en aquella final contra el Lyon me sentí como si fuera prebenjamín. Me venían hostias por todos los lados y no era capaz de reaccionar. En ese momento te das cuenta de que te falta físico, te faltaba fuerza, vivencias, saber reaccionar a la situación… entrenamientos.

Es un poco lo que le pasa a algunas rivales con vosotras.

No sé cómo lo viven ellas. Puede que sea similar. Cuando en su día nosotras nos sentimos así, que recuperabas la pelota y la volvías a perder, que te estaban acosando en tu campo, esa sensación de angustia, de ahogo, de no saber qué hacer, que si le daba un balón en largo a mi delantera había dos personas de las que no había manera de irse… es un poco lo que tú le quieres trasladar también al rival, que no es fácil de hacer. Y ahora estamos en este punto en el que hemos mejorado nosotras, se está mejorando el staff, se ha mejorado como club, y esto lo vemos también en otros clubes aquí en la liga española, que cada vez nos cuesta más.

Pues en Inglaterra llaman a la liga española «liga de granjeras», una competición sin atractivo porque el ganador está claro año a año. ¿Te molesta?

Pero eso no lo entiendo, ¿por qué?

Dicen que aquí no hay futbolistas, que hay un equipo y el resto son granjeras.

¿Por eso la llaman así? Mira… ¿tú sabes esto que dicen de con España me meto yo que soy española pero tú no? Pues que no hablen mal de España. Al final, cuando han jugado equipos ingleses contra equipos españoles, el equipo que ha ganado es el español. Pero no me gusta meterme en peleas de aficionados, ni mucho menos con las jugadoras ni con la liga inglesa. Eso sí, no entiendo la necesidad de criticar. ¿Por qué? ¿Por qué tienes que criticar a una liga en la que no estás?

¿Cuál es el secreto para mostrarse competitivas cuando los números dan para ganar la liga en Marzo?

Pues hay un trozo hasta junio… pero no hay ningún secreto. El secreto es el de todas: queremos ganar siempre. Es la ambición. Yo voy a jugar contra cualquier equipo y pienso que quiero ganar, que entreno mucho para ello. Llega un momento en el que piensas: no sé cuánto entrena la gente, pero nosotras entrenamos muchas horas. He venido aquí a las 10 de la mañana y me voy a mi casa tarde. Sé lo que me esfuerzo y sé lo que me exigen entrenando, y sé que si no llego a lo que ellos han considerado que tengo que hacer, te meten un extra antes de acabar el entreno para llegar al objetivo. Tienen controlados los valores de todas las jugadoras en cada entrenamiento y saben cuánto hemos dado en él.

Es que tenéis un staff muy amplio. Siempre se habla de la diferencia de las jugadoras del Barça, pero es que lo diferencial es vuestro staff técnico también.

No es fácil encontrar el staff que tenemos. Es el colectivo, la calidad, todo lo que saben de fútbol, el nivel de preparación, el darnos recursos para que en cada situación del partido tengamos recursos por si cambia, por si te presionan de otra manera. Todo eso hay que saberlo, no es la preparación física, también es la táctica. Y que las jugadoras quieren. Porque a mí me pueden decir «María, corre más», pero si a María no le apetece correr más, no corre. Y te lo podrán meter a la fuerza, pero la predisposición a hacer las cosas también ayuda.

Respiran fútbol. He coincidido con tu entrenador, con Markel y con otros miembros del staff en el desayuno en hoteles a las 8 de la mañana y estaban ya hablando de fútbol.

Es que, con todo mi respeto, son unos frikis del fútbol. Son unos enfermos para bien. Para mí es maravilloso. Soy feliz porque salgo de entrenar con la sensación de que he hecho cosas que tienen sentido. Lo paso mal si estoy haciendo un ejercicio que para mí no tiene sentido. Yo necesito eso, no que me pongan ejercicios por poner o que no me los sepan explicar. Con sentido me refiero a que estamos entrenando cosas que queremos que en el día de mañana salgan en un partido. Cuando están viendo que hacemos ejercicios de forma automática, nos paran y nos explican esa aplicación en el partido, y entonces lo ves de forma distinta, y eso a mí como jugadora también me sirve para ponerme las pilas.

Al entrenador no le vale con que yo lo haga y siga, tengo que hacerlo bien, tengo que vivir la jugada aunque no tenga a nadie conmigo en ese entrenamiento. Y esa es la diferencia entre hacer fútbol y entender fútbol. Hacer un desmarque a un 100% no es lo mismo que a un 70% , y el día de mañana todos esos ejercicios buscando la excelencia y ese nivel de intensidad, hace que cada fin de semana haya una diferencia entre un equipo y otro.

El día que Alexia se lesionó, tu imagen escoltándola hasta la furgoneta que la llevaba al hospital dio la vuelta al mundo. ¿Cómo viviste este año?

En ese momento lo último que quieres es agobiarla. Todo el mundo iba a estar muy pendiente, iba a tener mil mensajes, todo el mundo iba a querer hablar con ella, y lo último que quieres, conociendo a Ale, es que se agobie.

Fui a su habitación para ver si necesitaba algo, obviamente como compañera. Era una baja muy dura para el equipo, es verdad que suena feo y lo he dicho en alguna entrevista, pero en aquel momento pensé «tío, Alexia no». Suena fatal y lo sé. Pero conoces a Ale y sabes todo lo que se desvive por el fútbol, todo lo que disfruta jugando, cómo lo vive. Realmente es muy creepy, como el staff, no sé si querrá ser entrenadora en un futuro pero es ese tipo de enferma del fútbol que lo vive de una forma distinta, 24/7 fútbol. O al menos era así, ahora puede que haya cambiado, porque una lesión de este tipo hace que valores mucho más otras cosas.

Cuando te falta lo que más amas empiezas a valorar mucho más otras cosas, por ejemplo cuando estás bien. El día que me lesioné del cuello fue un punto de inflexión para mi en esto. El día que ya llevas otros horarios, que no coincides con tus compañeras, que llevan otra rutina, que no estás en el equipo, que el equipo sigue entrenando y tú no estás y parece que nadie lo nota, porque al final el día a día sigue, y esto es así, es la putada de las lesiones, y cuando son de tanto tiempo la vida de la gente, su día a día, la competición, siguen y tú te quedas parada. Siguen sin ti. Y esto es lo que al final viven las personas que han tenido lesiones graves, que toco madera porque no lo he vivido, pero sé lo que sienten. Al final estás acostumbrado a que el equipo te necesite, a sentirte parte de una familia, y de repente no estoy y el equipo sigue ganando, dejas de sentirte imprescindible.

¿Y cómo lo he vivido yo? Yo no tenía ninguna duda de que Alexia iba a volver. Venía de un nivel muy alto, le generó dudas de «y si vuelvo pero no cómo antes», «y si no vuelvo a ser la Alexia que era», «y si me frustro conmigo misma», pero a día de hoy ya estamos viendo cositas que dices, esta ya está. Entrenando el otro día me hizo una de las suyas y pensé me cago en la leche… ya está aquí.

¿Sabes qué pasa? En el momento en el que pasó, con la Selección, fue muy duro. Y todavía más porque la Selección al final no es un equipo con el que entrenas cada día. Yo con mis compañeras entreno cada día la mayor parte del año, en la Selección en un mes tienes que hacer que personas de equipos diferentes que durante todo el año trabajan de formas diferentes jueguen a lo mismo, y claro, si no lo haces bien en el poco tiempo que tienes, es difícil tener resultados.

La jugadora del Real Madrid no presiona igual que la del Barça, porque no le presionan de la misma manera a su equipo, y así pasa con la del Levante, la del Valencia, la del Athletic… cada equipo trabaja de una manera, entiende el fútbol de una manera, le han explicado cómo hacer o cómo defender una pared de una manera distinta, son detalles que marcan la forma de jugar. Por ejemplo yo sé dónde quiere Frido el balón, sé dónde les tengo que dar el balón a Patri o a Alexia, sé dónde se va a colocar más o menos Aitana, sé dónde seguramente va a chutar Aitana.

Pero no sabes dónde hay que ponerle un balón a Alba Redondo.

Exacto. No sé dónde va a estar más cómoda recibiendo un balón, dónde me va a hacer el desmarque, y no hablo de Alba, hablo en general. En ese momento en el que Alexia se lesiona, era un engranaje muy importante para nosotras, era el centro del campo, y para mí, siendo interior izquierda, era una de las personas a las que más paso el balón.

Ale lo tiene todo, la seguridad que te transmite en el campo, el que a pesar de ser interior tiene mucha llegada y mucho gol, que tiene metido en la cabeza que tiene que asistir y marcar… en su momento fue muy duro, y por suerte en el Barça, Patri es una todoterreno y se ha adaptado de maravilla a su posición y ha cumplido con el papel que estaba haciendo Alexia.

No es Alexia, pero fue un buen parche.

Para que nos entendamos: no he perdido la sensación de que iba a saber guardar el balón después de un pase. No he sentido miedo. Tenía la seguridad de que había una jugadora buenísima que lo estaba haciendo bien, que también tenía llegada, que puede dar un montón de asistencias.

Vamos a hablar de lo personal. Se crea mucha expectación por todo lo que haces, desde tu peinado hasta tus nuevos tatuajes, pasando por tu vida sentimental, ¿te afecta?

Lo llevo fatal, gracias. No lo llevo del todo bien pero porque soy una persona muy tranquila, muy reservada en cuanto a mis planes y creo que hay cosas que hago que no sé el impacto que llevan. A veces me da la sensación de que algunas de las fotos que me he hecho son más para decir «he visto a Mapi en este sitio» que para tener un recuerdo conmigo. 

Como tampoco he tenido nunca un ídolo, no he sido fan, no sé lo que se siente cuando tienes delante a alguien a quien admiras tanto… creo recordar que solo he pedido una foto y ha sido a Messi. Prou. Y con una es suficiente, tampoco quiero molestar porque estará harto de hacerse fotos. Y puedo entender que hay gente que sí tenga esas ganas, pero no soy consciente de que yo puedo generar el mismo sentimiento que genera un ídolo en ese aspecto. Es algo difícil de aceptar y de lo que no soy consciente. A veces me cuesta entender que con una simple foto puedo hacer feliz a una persona. ¿Una foto con Mapi León? Sí, pero y qué, es que soy solo Mapi León.

 Ya no es solo el tema de pedir una foto, es el querer saber todo de ti.

Ya… eso es pasarse un poco, ¿no? Creo que tiene que haber un punto en el que sea hasta aquí. Te voy a poner un ejemplo: no sé si a ti te es agradable que si alguien te viene a pedir una foto la persona de al lado te esté grabando también, y con el móvil a veinte centímetros de tu cara

¿Para tiktok?

No lo sé, pero es la nueva moda. Me ha llegado a pasar de estar cenando en un restaurante y que me pase esto. No lo llevemos a lo negativo, me encanta la relación que tenemos con los aficionados y todo lo que se vuelcan con nosotras y el cariño que nos dan, pero a veces te encuentras a alguien que parece que te exige esa foto en vez de pedirla, y es incómodo. 

Pero hay otra parte, y es la del apoyo que te da la gente, que a mí personalmente me da mucha energía. Por ejemplo, en diferentes ocasiones me han parado por la calle para decirme: gracias, hacía tiempo que no disfrutaba tanto viendo al Barça jugar, sois un orgullo. Y curiosamente es gente que después no te pide la foto, solo quiere que sepamos que están ahí, dar ánimos, mostrar ese cariño. Y para mí es un subidón de energía, de saber que estamos haciendo las cosas bien y que la afición se identifica con nosotras. Hemos encontrado una comunión con la afición que es muy difícil que se dé en el fútbol femenino, que no se había visto antes, y queremos devolverles todo lo que nos dan. 

Eso te quería preguntar, ¿crees que podríamos terminar esta entrevista en una terraza sin que tengas que levantarte para hacerte fotos?

No lo sé, porque en esta zona precisamente me han pedido bastantes fotos.

Te han pedido una cuando estábamos hablando fuera.

Y estuvimos dos minutos… Pero quiero que esto no se malinterprete: las deportistas nos debemos por y para los fans. El fútbol mueve todo lo que mueve por ellos, y que yo pueda vivir del fútbol es gracias a ellos. Les debemos muchísimo. Entreno cada día por este club, por esta camiseta, por estos colores, doy el 200% cada día y quiero cada partido ser la mejor versión de mí, y por supuesto esto lo hago por ellos también. 

También es cierto que yo lo llevo peor que otras compañeras. Si estoy con unos amigos, o estoy paseando tranquilamente en mi día libre, cuando te interrumpen para pedir una foto siento que me están invadiendo, que me rompen mi momento de relax. Sabes que lo tienes que hacer, yo no me voy a negar a una foto, que no me cuesta nada hacérmela, pero te provoca también como una intrusión a ese momento más privado que estabas teniendo. Siempre y cuando me lo pidan con educación, me sale. Pero a veces también te la piden de forma obligada, «te haces una foto», y les da igual lo que estés haciendo en ese momento, te ponen el móvil, no esperan a que termines lo que estés haciendo. Y te la haces, pero incómoda.

Yo te hago la pregunta, y si quieres la saltamos: ¿Y cómo estás viviendo el interés por tu relación sentimental?

En realidad lo llevo bien porque es muy natural. Tampoco lo hemos confirmado por así decirlo.

Hombre, por favor…

Pero yo no he salido a decir nunca que es mi novia. Se puede intuir. A lo mejor es mi amiga, eh.

Bueno, de hecho lo dijiste en una entrevista con unos peques.

No, me preguntó quién es mi mejor amiga dentro del equipo, y es que es la verdad. Todos mis pensamientos y todas las cosas que me pasan, ella las sabe la primera. Además soy una persona que hago mucho la pregunta de ¿sabes qué estoy pensando?, cómo lo vas a saber, ¿no? Pues esa pregunta se la hago muchas veces al día, porque le cuento todo lo que pienso. Pero bueno, que bien, lo llevo bien, sé que hay un interés ahí en redes sociales…

Engenmapismo.

¿Qué?

 Que se llama Engenmapismo ese interés.

Ah, que tiene nombre y todo. Eso no lo sabía, pero sí que hay un fanatismo que es muy habitual, tú miras las redes sociales y a la gente le encantan las parejas.

Yo lo vivo de manera natural, como si no fuera nada raro, porque de hecho no es nada raro, es lo más normal del mundo. Mientras que no inventen, todo bien. Porque ese es el problema, que a veces imaginan cosas o se las inventan, y escucha, no se dan cuenta de que te pueden molestar esas cosas. Que te estás inventando mi vida y no sabes a dónde va a llegar lo que dices.

A veces bromeamos con esto, le digo «si algún día tú y yo lo dejamos a más de uno le da un parraque». Porque tenemos que ser conscientes de que si algún día rompemos y lo dejamos es público, porque yo también lo he hecho público.

Tendrás que hacer una rueda de prensa.

No tanto, pero no puedo decir que me moleste que la gente se meta en mi vida, claro, porque llevo equis años poniendo cosas.

Es que estás naturalizando la relación a un nivel común, como lo podríamos hacer cualquier otra persona con su pareja en su Instagram.

Es que me sale. A parte de que es por la relación que es, no es por dar contenido, me sale solo, me apetece, y si me apetece por qué no voy a subir una foto de la persona que tengo al lado, de la cual estoy orgullosísima.

Entiendo que hay cosas que no tengo que subir cada dos por tres, por ejemplo un beso. Hay una realidad y es que compartimos equipo, compartimos vestuario, y tenemos que ser profesionales. En un día puntual, un cumpleaños, o estoy de vacaciones, o porque es algo especial para nosotras, puedo permitirme subirlo, pero entiendo que en el día a día no debo subirlo por cómo entiendo yo mi trabajo

Y también forma parte de esa naturalidad, no es una imagen forzada.

No, para nada. Si lo hago es porque realmente me apetece mucho, si no, no lo haría. No tendría sentido estar subiendo cosas porque sí. Es que esto de las redes sociales es un mundo, pero si tú supieras cómo me hice yo Instagram…

Mira, yo no quería Instagram porque me costaba mucho hacerme fotos, pero una amiga de Zaragoza me decía que lo tenía para cotillear a la gente. Y dije, pues yo también. Me hice una cuenta falsa, con un nombre en plan «Pepita82», y claro… se me vinculó al Facebook. María León Cebrián se ha hecho una cuenta en Instagram.

Estaba comprando con mis padres y me entró el pánico porque no sabía cómo se quitaba eso, en mi vida había usado redes sociales para nada. Y de repente todo el mundo veía que María León Cebrián se había hecho una cuenta con nombre falso… me empezaron a llegar capturas, y digo bueno, como no hay manera de cerrar esa cuenta, ya me lo cambié a @Maríaleonn16 y ahí está. Bienvenido Instagram.

Pero no eres muy de redes tú tampoco

No subo mucho contenido.

¿Pero lo miras?

No mucho, pero sí lo miro. Lo bicheo. Igual me meto un poco para ver si se mueve algo, pero no estoy súper pendiente. Es más depende del momento, hay días que me cuesta más dormir y sé que esto es un error, pero veo vídeos o leo cosas, sin tener que pensar, y al final me entra el sueño. No puedo estar simplemente mirando el techo y pensando que me voy a relajar.

Y con todas las guerras tóxicas que hay ahora mismo en Twitter, ¿te aparta cada vez más de mirarlo?

Es que Twitter es un sitio donde cualquier persona puede tener doce cuentas diferentes con doce nombres falsos y puede influenciar la vida de muchas personas, o criticar, o hatear. No es algo que me mole mucho, el concepto es muy ruin.

Tengo mi Twitter porque soy un personaje público, con mi nombre, mi cara, y todo el mundo sabe quién soy. Y me llegan un montón de tweets, para bien o para mal, de gente que ni siquiera tiene foto, que no sé quién son. No me llama la atención. Estaría bien que esto se pudiera regular y que se verificara cada cuenta de forma real, tal vez así recuperara el interés. 

¿Y cómo vive todas estas movidas, las que se forman en Twitter y las que hay en el fútbol femenino en España alguien que solo quiere jugar al fútbol?

Yo lo vivo con un poco de tristeza. Me da mucha pena que algo que debería ser tan bonito y de lo que la gente disfrutara, y nosotras disfrutáramos las primeras sin tener que estar preocupadas por, por ejemplo, si se hace un convenio o te dicen que se va a profesionalizar la liga, pero… siempre hay un pero, siempre hay algo que sale mal, siempre hay letra pequeña. Es como que siempre parece que sí, pero al final siempre hay algo que es que no.

¿De verdad cuesta tanto hacer algo bien? Al menos yo tengo la sensación de que no te dejan avanzar, que lo que se vende es que sí, que quieren ayudar y que quieren apostar, pero la sensación es que todo el mundo quiere hacer pero nadie hace. Esa es la sensación que te queda como jugadora. Y hablo desde el privilegio, que es estar en el Barça, que llevan años invirtiendo en este proyecto. Es verdad que cuando estás en esta situación se ve todo muy diferente, pero hay demasiados problemas para lo que debería ser.

¿Te da la sensación de que tenemos una liga profesional?

No, claro que no. Considero que faltan muchísimas cosas para que sea profesional. Por ejemplo, hay instalaciones que no son profesionales. Y entiendo que no es fácil encontrar una instalación adecuada que puedas pagar, pero es que esto es Primera División.

Y yo no sé lo que es crear un club y vivir todas las dificultades que tiene crearlo, hacerlo crecer y mantenerlo, pero es que no puedes pretender jugar en primera división cuando no tienes un club preparado para jugar en primera división. Estar a este nivel y competir a este nivel requiere unos mínimos, y las jugadoras tienen que recibir un mínimo de salario porque si no, no pueden dedicarse a esto.

Es una rueda, porque cuanto mejor estemos nosotras, cuantos más recursos tengamos, más nos podremos dedicar por y para el equipo, por y para estar bien, así rendiré mejor, el equipo rendirá mejor porque colectivamente estaremos mejor preparadas, haremos mejor juego, correremos más, seremos más rápidas, generaremos más problemas al rival… es mejor para el espectador. Y lo que queremos es que este deporte crezca, ¿no?

Pues lo que sientes es que hay mucha gente que quiere ayudar en esto, pero no lo hace. Y ya no es que no lo haga, es que hay personas que quieren tanto: yo lo llevo, yo lo hago, yo lo muevo, y dame esto, y quiero este puesto… ¿Para qué? ¿porque quieres ayudar y hacer algo o porque está de moda? Se pelean por tener el caramelo nuevo, pero solo por tenerlo, no porque vayan a hacer nada con él. La sensación no es agradable. A veces te hace incluso plantearte que estás cansada de muchas cosas que pasan aquí en España, de que no se lo tomen en serio.

Son detalles en los que yo no me debería meter, mi trabajo es jugar al fútbol y quienes tienen que organizar estas cosas son otras personas, pero parece que lo hacen más complicado de lo que es. No estamos inventando un deporte nuevo, esto ya existe desde hace muchos años y tenemos el ejemplo del fútbol masculino para saber cómo lo hacen, cómo está montado, y no digo que tenga que ser igual, pero que ya tenemos esas bases.

Y tanto yo, como tú, como todo el mundo, estamos hartos de escuchar lo de «el fútbol femenino no vende», ¿que no vende? ¿o no lo vendes?. Yo no puedo pretender coger una piedra y que la gente me quiera comprar esa piedra. Voy a tener que invertir, poner la piedra bonita, la limaré, le daré forma, será la hostia la piedra y entonces la gente querrá comprarme la piedra. Pero habré invertido mucho tiempo y dinero en que la piedra merezca la pena, en que la gente llegue y diga «oye qué piedra, dónde la has encontrado», no perdona, no la he encontrado, he invertido en que sea la hostia, porque tenía mucho potencial. Y esto es así, el fútbol femenino tiene muchísimo potencial cuando tú inviertes, por ejemplo, como ha invertido el Barça.

 

40 Comentarios

  1. Es que como no amar a esta señorita un profesional y un ser humano ejemplar L. Mejor central del. Mundo

  2. Espectacular como persona, como jugadora y como cualquier cosa que se propusiera. Natural, honesta, humilde…

  3. Ha sido un placer leer este artículo, la forma de expresar las ideas opiniones y valores de Mapi León es sencillamente asombrosa, gracias.
    El mensaje es claro, un ser humano en toda regla, ahora la admiración es mayor

  4. Mis respetos. Una persona admirable. Me quedo sin saber lo del NO a la selección. Y, sinceramente, dado el resultado final, estoy mosca con las que han cedido. Qué pasaría en la masculina si 15 habituales se plantasen ante el seleccionador. Lo de Rubiales es machismo cobarde. Y lo de Vilda, de vergüenza ajena. Un beso Mapi.

  5. De las entrevistas más bonitas y profesionales que he leído.
    Y es que como no amar a doña María pilar, es admirable lo que hace y lo que transmite con sus palabras que siempre son muy acertadas es increíble.
    Te amo leona ❤️‍🔥

  6. Quien es esa León?tiene que respetar al seleccionador y si no le gusta que jugue al parchis

    • Esa Leon ha ganado varias ligas, supercopas, copa de la reina y dos champions. Vilda qué ha ganado? Un respeto por el trabajo de lls demás, niño

      • Esta entrevista me gustó muchísimo, pocas veces he visto que entrevistando a una jugadora de fútbol fem realmente se le haga preguntas pertinentes que profundizan sobre temas importantes. Estoy segura que en cualquier otro periodico la mitad de las preguntas hubieran sido sobre su relación con Ingrid y encuentro que aquí se trató el tema pero la cantidad justa. (cuidado que soy la mayor fan de la pareja porque me parecen geniales pero aprecio que se haya sabido ver a Mapi como individuo y no sólo como persona que está saliendo con su compañera de equipo).

      • Si, qué nivelazo (el mismo de su club) y qué elegancia.

      • Sí, que nivelazo (el mismo de su club), y que elegancia.

    • Sí, que nivelazo (el mismo de su club), y que elegancia.

  7. Jon Grados Munduate

    Siempre es un verdadero placer escuchar a Doña María Pilar León Cebrián hablar porque es una persona super agradable y humilde. Siempre en su barco porque todo lo que dice y transmite es con total naturalidad y es muy abierta a todo tipo de personas y yendo de cara y contando la realidad pura y dura del fútbol femenino que yo la sé de este modo porque tengo primas que juegan a fútbol y he jugado con chicas. Me encanta escucharla y verla jugar a fútbol.
    Siempre contigo leona!!

  8. Siempre es un placer escuchar/leer a Mapi, enamorada de la naturalidad con la que siempre habla de las cosas. Siempre será mi gran referente en el fútbol femenino.
    Quién iba a decir que una entrevista de 15 páginas se me iba a hacer corta. Enhorabuena Andrea por la maravilla de entrevista que has hecho, de las mejores que he tenido el placer de leer.

  9. Cristina Oliver i Atar

    Me ha gustado mucho leer una entrevista tan extensa a una mujer deportista de élite. Por fin!
    Mapi, com a culer estic súper orgullosa del Barça femení. La meva filla (que es tatua al mateix lloc que tu) i jo us hem anat a veure ja vàries vegades. La vostra entrega, professional i personal, és admirable. L’afició ens sentim molt a prop vostre. Gràcies, mil gràcies per la vostra feina i dedicació. Sou un exemple. Visca el Barça i Visca Catalunya!

  10. GRACIAS GRACIAS Y GRACIAS. Maravillosa entrevista, profunda, sincera y real. Todo el esfuerzo que hay detrás de su trabajo se ve reflejado en el campo. Mapi, eres una gran profesional❤️ Visca el Barça💙❤️

  11. Tu te lo pierdes si no vas al mundial, que te jode como tu dices mucho, pues arreando jeje que viene jerundio jeje bye bye

  12. Espectacular! Gracias por esta entrevista. Ojalá más personas como Mapi en el deporte y en el mundo en general.

  13. Qué grande es Mapi, j****! Es un gusto «escuchar» (leer) a esta mujer, sobre todo siendo entrevistada por alguien que quiere tanto y tan bien al fútbol femenino. Sois las dos un referente, gracias por vuestra labor! <3 la apreciamos muchísimo.

  14. Hace tiempo que me impactaste como jugadora y sabía que lo harías como persona
    Un saludo Mapi 😊

  15. Vaya esperpento, luego dicen que el deporte es saludable.

  16. Entiendo que solo se publican los comentarios haciendo la pelota. Buena censura, mis diez.

  17. La millor!! Gràcies per l’entrevista 🔥👏🏼

  18. Es preciosa, super guapa, inteligente, la mejor atleta de todos los tiempos, viste con muchísima clase y se merece el Nobel de la Paz.

  19. Francisco Javier Blanco García

    Que lujo de entrevista, que personaje, que personalidad. Noes sólo la mejor central, posiblemente del mundo, es una chica diez…como se expresa, me encanta. Toda la suerte del mundo para ésta crack y gracias por mostrarte al publico con ésta entrevista.👏👏❤️

  20. Muy buen artículo! Siempre en tu equipo MAPI!!

  21. Mapi que orgullo para cualquier mañico, eres muy grande, un besazo desde tú ciudad natal.

  22. Yessica Olivares Lázaro

    Leyendo el articulo a las 5.30am en Perú
    Vale toda pena del mundo, siempre me a gustado el fútbol, pero con Mapi aprendí amarlo mucho más y ser mucho mejor persona.
    El the best no basta ella va más haya.
    Vaya crack de ser humano.
    Muy buena entrevista, esperemos y vengan muchas más.
    Saludos

  23. Es simplemente increíble. También soy futbolista y central y eso que soy joven todo un ejemplo y modelo de vida Mapi León, siempre la admiré y ahora mis admiraciones por ella son mayor. Más motivos para levantarme más fuerte de mi lesión.
    María león Cebrian es simplemente genial, como deportista y como persona.

  24. Es increíble, siempre admiré a Mapi y mis admiraciones por ella son más aún.
    Esta entrevista me ha ayudado a conocerme más, inclusive he llegado al punto de identificarme con el tema de las inseguridades que me están provocando en mi equipo, que como toda joven aspirante a ser profesional unos comentarios nos generan dudas.
    María león Cebrian es simplemente maravillosa como profesional y como persona. ¡Qué grande!

  25. Pingback: Somos Campeonas del puto Mundo

  26. Pingback: La lección es que el fútbol también es nuestro

  27. Esta entrevista es magnífica, enhorabuena a las dos, a Mapi León y a Andrea Ménendez…. aunque coincido con algún comentario en que cabía tratar el tema de la selección.
    Mapi, eres un ejemplo, y un orgullo para todos. Para quien tiene ojos en la cara, eres también campeona del mundo, un mundo que estáis revolucionando, particularmente este país, paradigma del cutrerío y el cuñaísmo, que no para de insultaros en los medios. Hoy día nuestras niñas, pero también nuestros hijos, sí, también los niños, quieren jugar al fútbol como vosotras, pero no menos ser valientes como vosotras, como Mapi, como las Mapis del fútbol, y del deporte femenino. Los fubolistas se han retratado, por si había alguna duda, este último mes. No os convirtáis en lo que ellos son.
    Rompe el corazón, después del esperpento de la convocatoria del RFEF de Montse Tomé y del cónclave en Oliva, verlas, y sobre todo a Mapi León y Patri Guijarro, maltratadas de nuevo. Y no solo por el Rubialismo en la RFEF; el propio Secretario de Estado, Francos, las amenazaba el día anterior con la pérdida de licencia si no se presentaban. ¿Se lo han hecho a Nadal, Piqué y mil estrellas del deporte masculino más que han pedido no ser convocados? Que les den morcillas, estamos con vosotras!

  28. Uuuufff. He leído rápidamente y con interés.
    Yo no creo la humildad ni los valores de est@s futbolist@s, todo lo contrarío. Aunque conocieran toda la ‘ciencia’ del fútbol y jugasen como los ángeles.
    Ciertamente hay que tener estómago para trabajar y para convivir con estas jugadoras, ni siquiera un día.
    Estamos hasta el moño de todas nosotras.
    Respeto, respeto y respeto.

    Derecho, verdad y juicio

  29. Uuuufff. He leído rápidamente y con interés.
    Yo no me creo la humildad ni los valores de est@s futbolist@s, al contrario, aunque conocieran toda la ‘ciencia’ del fútbol y jugasen como los ángeles.
    Verdaderamente hay que tener estómago para trabajar y para convivir con estas jugadoras, ni siquiera un día.

    Respeto respeto y respeto

  30. Uuuufff. He leído rápidamente y con interés.
    Yo no creo en la humildad ni en los valores que proclaman est@s futbolist@s. A los hechos me remito. Aunque conocieran toda la ‘ciencia’ del fútbol y jugasen como los ángeles.
    Hay que tener estómago . . .

  31. Hay que tener estómago . . .

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