Tenis

Nick Kyrgios: «Carlos Alcaraz tiene un poco de Novak Djokovic, un poco de Rafa Nadal y un poco de Roger Federer»

Es noticia
Nick Kyrgios en Saved by the Bell
Nick Kyrgios en Saved by the Bell

En su ambiente, en Australia, Nick Kyrgios ha dado una entrevista a Saved by the bell, donde se ha sincerado sobre salud mental, especialmente después del infierno que ha padecido por las lesiones. Pero también ha hablado de las grandes figuras, Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic, con especial atención a Carlos Alcaraz, al que ha descrito como el gran tenista del futuro: «Tiene un poco de Novak Djokovic, un poco de Rafa Nadal y un poco de Roger Federer, es un chico joven que prácticamente lo hace todo».

Sobre Novak Djokovic, Kyrgios no duda en ponerlo en el lugar más alto de la historia: «El más grande de todos los tiempos es Novak». Sin embargo, aclara que eso no lo convierte en el rival más complicado que se ha encontrado. Explica que Djokovic es un jugador que «te estudia un poco», te deja jugar, y luego «te disecciona poco a poco». Describe su estilo como una especie de tortura progresiva: «Te da esperanza y luego te la quita». También destaca su longevidad y profesionalismo extremo: «Ha vencido al tiempo», «es meticuloso con todo» y «no falla ni un detalle».

Pero el rival más duro ha sido Federer, explica. Lo afirma sin dudar: «Mi oponente más difícil probablemente fue Federer». Detalla cómo el suizo imponía su juego: «Federer te hacía sentir realmente mediocre a veces» y «casi que encogía la pista». También lo caracteriza con una presencia que resultaba provocadora: «Tenía una arrogancia que te molestaba… sabía lo bueno que era» y concluye diciendo: «Probablemente ha sido el jugador con más talento que haya cogido una raqueta».

Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)
Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)

En cuanto a Rafael Nadal, aunque no se extiende demasiado sobre él, Kyrgios lo menciona cuando compara a Alcaraz con los grandes, diciendo, como se ha señalado, que tiene «un poco de Nadal» y luego alude a la desgracia de tener que competir en su época con ellos: «estos eran, posiblemente, los tres atletas más grandes que cualquier deporte haya visto».

Kyrgios también ha mencionado a Jannik Sinner, reconoce su nivel de juego y lo incluye entre los mejores del momento junto a Alcaraz: «Es difícil no mencionar a Sinner también con toda la controversia que lo rodea, pero es un jugador increíble y creo que tiene buenas posibilidades de ganar un Grand Slam». Para Kyrgios, Sinner y Alcaraz están actualmente «en un nivel diferente», lo que los convierte en los principales referentes de la nueva generación, como ha quedado demostrado en el último Roland Garros.

Y a la hora de definir su propio juego, no ahorra tampoco en calificativos. Se define como un jugador atípico y explosivo, moldeado por su físico y personalidad desde temprana edad. «Siempre fui bastante impredecible. Cuando recibías un informe sobre mí en mis mejores años, básicamente decía que no había plan posible. Podía jugar increíble o autodestruirme». Explica que su agresividad nació por necesidad: «De niño tenía sobrepeso, no me movía bien, así que tenía que ser súper agresivo. Y eso marcó mi estilo».

También admite que su enfoque emocional le resta estabilidad, pero forma parte de su esencia competitiva: «Mi enfoque no es el mejor. Desde chico siempre fui emocional en la pista, lloraba si perdía, tiraba cosas. Y eso sigue estando ahí, aunque intento canalizarlo mejor ahora».

Amigos y enemigos ATP

Entre sus amigos del circuito, cita a Bernard Tomic. Recuerda que «éramos realmente buenos amigos» y que Tomic «me enseñó muchas cosas sobre el circuito cuando yo era nuevo». Se conocieron en el equipo australiano de Copa Davis, donde también compartían tiempo con Lleyton Hewitt. Kyrgios explica que Tomic «era como un hermano mayor» y que «jugábamos a la PlayStation juntos en la habitación» durante los viajes. Si bien la prensa australiana alimentó rumores de rivalidad, él insiste en que «para mí nunca hubo una rivalidad». Hoy, lo ve compitiendo en torneos Challenger y comenta: «Se le ve feliz, y mientras esté feliz, eso es lo importante».

Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)
Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)

Respecto a Lleyton Hewitt, Kyrgios desmiente cualquier enemistad real entre ellos. Aunque admite que hubo tensiones en el equipo, aclara: «Era amigo de Bernard y también era amigo de Lleyton, y sabía que ellos no se llevaban del todo bien». Sobre los titulares de prensa que hablaban una mala relación entre ellos, añade: «La prensa australiana tiende a exagerar cualquier cosa», y como ejemplo cita: «Comenté una foto del hijo de Lleyton y dijeron que lo estaba acosando».

Por otro lado, cuando reflexiona sobre la ambición y la mentalidad de los grandes atletas, menciona a Naomi Osaka y Aryna Sabalenka como ejemplos de profesionalismo extremo. Hablando de Osaka, dice: «Ha ganado cuatro Grand Slams, es una de las jugadoras más icónicas de la historia, y aún así dice que siente que no ha hecho suficiente». Esa actitud, según Kyrgios, marca la diferencia entre los buenos y los mejores. Sobre Sabalenka, la cita en una lista de deportistas con hambre constante de éxito: «Nunca están contentos, siempre están buscando más», en referencia a ese impulso competitivo que, según él, los impulsa a seguir creciendo incluso después de haberlo ganado todo.

Ese tipo de mentalidades le fascinan, porque él ha pasado por graves problemas de salud mental. A los 19 años, no estaba preparado para asumir el rol de figura pública. Lo dice sinceramente: «Creo que en el fondo, no estaba listo para estar en esta posición con 19 años. Mi vida cambió dramáticamente. Yo acababa de terminar el colegio y estábamos simplemente pasándolo bien, éramos unos críos. No estaba preparado para ser un modelo a seguir, y de repente todo el mundo tenía expectativas sobre mí».

Las redes sociales fueron, durante mucho tiempo, una fuente constante de angustia. Kyrgios reconoce que la crítica constante que recibía a diario lo afectó de manera directa en su autoestima: «Me despertaba todos los días y lo primero que leía era: ‘¿Es Nick Kyrgios el mayor desperdicio de talento en la historia del tenis?’ Y eso me lo decían cuando yo tenía 20 años y recién empezaba a competir contra los que considero tres de los mejores atletas que cualquier deporte haya tenido. Me lo tomaba muy personal. No sabía cómo manejarlo y llegó un punto en que casi empiezo a creerlo».

Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)
Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)

Tanta presión le hizo hundirse en etapas profundamente oscuras, cercanas a la depresión clínica. Sufrió de insomnio, de ansiedad y de una pérdida profunda de la confianza en sí mismo. «Me afectó mucho mi salud mental. Entré en lugares muy oscuros. No dormía. Me quedaba despierto pensando en lo que la gente decía, en todo lo que se esperaba de mí. Empecé a pensar que a lo mejor tenían razón, que tal vez yo no era suficiente».

Ahora, aunque sigue leyendo lo que se dice de él en las redes, intenta compensar con lo que le transmite su entorno: «Ahora hablo con mi familia todo el tiempo. Mi mamá, mi papá, mis amigos… les escribo todos los días. Aprendí que no puedo hacerlo todo solo. Antes quería aislarme, enfrentar todo por mi cuenta. Ahora sé que necesito apoyo. Y aunque todavía veo cosas negativas, ya no me afectan igual. Tengo una vida increíble, estoy rodeado de buena gente, y eso es lo que cuenta».

La pesadilla de la lesión de Nick Kyrgios

La parte más cruda de la entrevista es cuando relata con detalle su grave lesión de muñeca, una situación límite que lo obligó a considerar seriamente el final de su carrera. Tras una caída en 2015, ignoró la recomendación quirúrgica hasta que, años después, el daño fue irreversible: «Tenía los tres ligamentos de la muñeca completamente rotos. No podía moverla, ni siquiera podía llevar las bolsas del supermercado».

Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)
Nick Kyrgios (Foto: Cordon Press)

Consultó a cuatro cirujanos, y todos coincidieron en que su carrera estaba acabada. Finalmente, se sometió a una cirugía experimental con el Dr. Sandow, en Adelaida, un procedimiento realizado menos de cincuenta veces en el mundo: «Me perforaron tres agujeros en la mano, uno en el brazo, pasaron un cable que simula los tendones y lo engraparon. Nunca se había hecho en un tenista profesional». A pesar del riesgo, la intervención fue un éxito y hoy afirma: «No está como antes, pero es lo suficientemente buena como para jugar».

El problema viene del ritmo que impone el circuito. Kyrgios detesta el calendario: «Nuestra temporada dura once meses. Es una locura. Debería terminar después del US Open y centrarse solo en los Grand Slams, Masters y algunos torneos 500». También propone reformar el sistema de partidos en los Grand Slams: «Hasta cuartos de final, los hombres deberían jugar al mejor de tres sets, no de cinco. Hay partidos que terminan a las tres de la mañana, como me pasó a mí en Nueva York. Gané el partido, pero no pude recuperarme bien para el siguiente. No tiene sentido».

Algo que no ocurre solo en el tenis. Todos se están afrontando cada vez calendarios más saturados con la presencia exigida de las figuras permanentemente. Lo que conduce a lesiones, como le pasó a él, o a incidentes como el Caso Sinner.

2 Comentarios

  1. MUY sincero y directo !!! Buenas apreciaciones para con los mejores tenistas!!!!

  2. Que bueno es kirgios describiendo a los Big 3 ,a Carlos y a el mismo , de verdad lo felicito por esa acertada opinión.le deseo éxitos a ese rebelde del tenis .

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*