Entrevistas Kings League

Pablo Beguer: «Jugamos un partido a aguantar, pero Piqué dijo que no le gustaba y cambió las normas de la Kings League a más tipo balonmano»

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El bombazo que es la Kings League en España puede abordarse desde distintas perspectivas, pero no se me ocurre ninguna en la que no deba figurar Pablo Beguer (Barcelona, 1995) Fue el futbolista más caro del mercado en el campeonato y uno de los primeros campeones de esta incipiente modalidad deportiva a medio camino entre el fútbol 7 y el show televisivo. Beguer se crío en el fútbol aficionado pero, como tantos otros, se ha subido al barco de la Kings League buscando notoriedad y aire fresco; buscando sentirse futbolista de nuevo. Si alguien puede explicar lo que supone la llegada de este formato al fútbol es él y para conocerlo nos sentamos a repasar su trayectoria desde el principio.

Naces en 1995 en Barcelona ¿A qué se dedicaba tu familia?

Yo me crie en Barcelona pero toda mi familia viene de Aragón. Mi hermano y yo somos la primera generación de la familia que nació en Cataluña. La parte de mi padre es de Huesca y la de mi madre de Zaragoza. Empezaron a salir juntos cuando mi padre se fue a estudiar a la facultad de Zaragoza, allí conocieron a un contacto por el que se pudieron meter en el negocio de las fotocopiadoras y montaron un local. Abrieron primero en Lleida y después lo acabaron llevando a Barcelona. Se quedaron a vivir y allí nos hemos criado.

Si eres del 95 en Barcelona, en esto del fútbol a ti te tocó vivir toda la fiebre por Ronaldinho ¿Verdad?

Exacto, exacto… pero no solo como aficionado. Yo empecé jugando a fútbol sala en mi colegio y como despuntaba, muy pronto me fichó el Barça. Desde entonces, siempre he estado muy relacionado con el Barcelona, porque estuve ochos años en la cantera de fútbol sala. De niño agarré la época de Ronaldinho que dices, pero lo que más recuerdo, porque ya era un poquito más mayor, es cuando empezaron a destacar Iniesta y Xavi, cuando estaba Deco… Toda esa generación es la que me marca al principio. Además, nosotros los del sala entrenábamos en La Masía, justo al lado del primer equipo, y después nos acercábamos a verlos. Alguna vez hablabas con ellos incluso.

¿Cómo es la vida en una cantera de tanto nivel como la del Barcelona?

A ver, yo no llegué a estar viviendo en La Masía porque mis padres vivían a cinco minutos del Camp Nou, pero muchos compañeros míos que venían de fuera sí estaban allí. La Masía es un ambiente en el que conoces a mucha gente, pero en el que siempre hay mucha competencia. Allí todos están peleando por un futuro, todos saben lo buenos que son, etc. Entonces, claro que hay amistad, respeto y buen rollo pero siempre con ese punto de competencia por querer ser el mejor.

Luego también pasa que la metodología del Barça, sobre todo para la cantera, era fichar a todos los jugadores buenos de cualquier equipo. Si destacabas te fichaban y formaban equipos con figuras, entre comillas. Nosotros durante muchos años ganamos el campeonato de Cataluña y el de España siempre. Estábamos en lo máximo y yo ya buscaba nuevos retos y crecer a nivel futbolístico. Entonces consideré que el paso al fútbol 11 era un paso que me venía bien.

¿Te cansaste del fútbol sala por alguna razón o viste que podías ganarte la vida mejor en el fútbol tradicional?

A mi lo que me pasó es que me encantaba el fútbol sala cuando era niño porque era anárquico, pero más tarde dejó de gustarme tanto. Al principio era fácil: dos defendían, dos atacaban y todo lo hacíamos con mucha movilidad. Eso me encantaba, pero cuando vas subiendo etapas ya te piden centrarte más en los movimientos, en fijar a tu hombre… Te van pidiendo otros conceptos y se pierde el uno contra uno que es el fútbol que a mi me gusta.

La presión que tiene un crío desde que toca un balón es tremenda…

No era tanto la presión que nos metíamos nosotros a la mochila como la presión que nos ponían los padres. A nosotros y a los entrenadores. Yo he tenido la suerte de que mis padres siempre me han inculcado otros valores. Siempre me han dicho: «oye, mira: es mejor estudiar y labrarte un futuro porque en el fútbol nunca se sabe. Pásatelo bien y disfruta». Nunca he notado esa exigencia de más por su parte, pero había otros padres que estaban convencidos de que sus hijos podían llegar a algo y ponían muchísima presión. El ambiente para algunos compañeros era el de «ostras, lo tengo que hacer bien porque en casa me están apretando», ¿sabes?

No parece muy sano.

Ten en cuenta que el Barcelona es un club que tiene unos valores muy definidos y un estilo de juego muy estricto también… A nivel general hay buen rollo y te forman como persona. Quieren que seas un buen compañero y eso lo llevan a rajatabla. Pero los chavales que son más anárquicos o no siguen esas directrices lo pasan mal. Los que no llevan bien la presión o sufren porque no están rindiendo al nivel que deberían rendir… Hay muchos niños que todo eso lo padecen por dentro.

¿Cuando te vas tú del Barcelona?

Sucede que mi familia es amiga de la familia Neeskens. John Neeskens, que ahora está jugando en el Terrassa de Segunda RFEF, había jugado con mi hermano en el Barça de fútbol sala. Luego él pasó a la DAMM y fui a probar con ellos. Aquél era un ambiente también muy competitivo. Después de estar un tiempo con la DAMM me fui al Horta, que no tenía un nivel futbolístico tan alto pero sí era un club mucho más sano. Estuve allí unos años jugando, acabé mi carrera juvenil, pasé por El Prat y después ya me quedé. Subimos a Tercera División con Xavi Molist de entrenador y justo ese año que estaba despuntando, que estaba bien, que incluso me salió la opción de irme a L’ Hospitalet con él me rompí los ligamentos.

¿Qué edad tenías ahí?

21 años. Otra persona se lo podría haber tomado fatal porque se le acaba la carrera, pero para lo bueno y para lo malo hay que ser un poco happy flower. Me sentó como un jarro de agua fría, pero tenía muchas ganas de salir más fuerte. Al año, más o menos, debuté en Tercera División con Nacho Castro, que actualmente también está en Ultimate Móstoles de la Kings League. Del Horta me fui a Primera catalana, al Sant Cugat, y después a mi club actual, al Sarriá. Cuando estás en un momento de tu vida en el que quieres seguir jugando, pero ya te anteponen otras cosas al fútbol… Porque el fútbol desde fuera parece muy bonito, pero ostras, yo he pasado muchos veranos estando en Barcelona cuando todos mis amigos están de vacaciones. Es un deporte en el que te tienes que sacrificar mucho y durante muchos años está bien, pero ya llega un punto que empiezas a poner otras cosas por delante.

En Segunda catalana, en el Sarriá, es donde he conseguido encontrar la fórmula perfecta entre fútbol y competir.

Está bien que lo digas porque hay mucha gente que no sabe que el fútbol amateur es cada vez más profesional y exigente ¿Cómo es la dinámica a ese nivel?

Cuando estaba en el Horta, en Primera Catalana, eran tres días o cuatro días a la semana de entreno más el partido, más vídeos, más estar con el fisio, más preparación física, más control rutinario de peso. De todo. Literalmente te tratan como un profesional, pero en una categoría que es amateur y es tremendo la constancia que tienes que tener.

Entonces aparece la Kings League a pescar en ese caladero. ¿Cómo te enteras de que existe y te presentas?

Justo cuando anunciaron la liga recuerdo que estábamos comiendo en mi casa y mi hermano mayor me dijo que me apuntase. Yo no acababa de verlo muy claro y se quedó ahí el tema, pero más tarde, entrenando un día con mi equipo, veo que un compañero se apunta y ya me pica la curiosidad. El tema es que justo cuando me decido, veo que al día siguiente se acababa el plazo para hacer todo el papeleo. Le pasé un par de vídeos a mi compañero, los juntó y los enviamos.

Estaba bastante convencido de que me iban a escoger en el draft, pero entonces me entero de que las pruebas para entrar caen justo en un fin de semana, que había puente, y yo ya lo tenía cerrado para ir con mi novia a París. En el fútbol todos los que tienen novia saben que los findes que no hay fútbol es obligatorio un plan ella, pero entonces me surgía esto con todos los billetes y el hotel reservado.

Intenté mover cielo y tierra para cambiarlo, pero nada. Me dice que o me presento ese día a las pruebas o que me quedo fuera de la Kings League ¿Qué hice? Ostras, es que yo le veía un potencial tremendo a la liga y sabía que estaba hecha para mi, así que me calenté y me puse a reservar vuelos… El mismo domingo, que ya llevábamos tres días en París, cogí un vuelo a las 11 de la mañana para Barcelona, hice las pruebas a las 14:30. a las 17 de vuelta a París y a las 9 estaba cenando con mi novia.

Fue una corazonada, me la jugué y ha salido muy bien. Porque la Kings League tenía buena pinta, pero nadie sabía exactamente hacia dónde iba a ir el proyecto. Ni ellos mismos, los creadores, sabían la repercusión mediática que podía llegar a tener.

Oye, ¿es para tanto? ¿Te paran por la calle?

Pues me paran hasta por Costa Rica, imagínate. He estado ahora tres semanas de vacaciones por allí y me he encontrado con gente que me conocía. Alucinante. Por Europa me he encontrado a mucha gente que no conocía el proyecto pero en Latinoamérica y Centroamérica es impresionante. Luego a los que no lo conocen les digo que había jugado en el Camp Nou delante de 90.000 personas y con dos millones de visualizaciones el mismo día y me dicen ¿pero esto qué es?

¿Cómo es el proceso de adaptación tanto al fútbol 7 como al ambiente de la Kings League?

Lo bueno es que todos los que jugamos a fútbol once hemos jugado alguna vez a fútbol siete, ya sean en entrenamientos o en pachangas. Yo me sentía bastante cómodo jugando a fútbol 7. Sí que es verdad que al principio hay que adaptarse un poco al estilo de juego, a moverse con los compañeros, a saber leer los espacios…

Y el resto pues al principio yo no sabía ni quién era Adri Contreras, el presidente de El Barrio, porque no consumo mucho TikTok, pero me sonaban muchos compañeros del fútbol catalán y sabía que había buen equipo. Hemos hecho un grupo muy positivo y eso nos ha ayudado a levantar el título.

Lo que yo he visto que teníais sobre todo un equipo muy amplio. Entraba gente de refresco y el nivel se mantenía.

El fondo de plantilla ha sido fundamental, porque ir con siete jugadores todo el día es muy complicado. Acabas cansado y es importante poder rotar para que todos estén frescos en todo momento. Y luego poder contar con Mantovani y Nico Pareja detrás, como jugador 12, te da una solvencia defensiva enorme. Porque al final los del draft son gente que nos vamos todos para arriba y estos dos te hacen la cobertura perfecta.

¿Qué tal es la relación con exfutbolistas como Martín Mantovani o incluso con leyendas como Ronaldinho?

Lo que más me gusta de la Kings League es la cercanía que hay con todos los presidentes y con todos los jugadores. Llegas con la idea de que los futbolistas que han jugado en Primera División o que tienen cuatro Europa League van a estar mucho más alejados de ti y que van a ser fríos y tal, pero es al contrario. Estamos todo el día de cachondeo, haciendo bromas todo el día y comentándola.

Tú vas por los pasillos del Cupra Arena y ves a DJ Mario saludando y te paras a hablar con él y lo mismo con Ibai o con el Kun. Hacen que te sientas como en casa y esa es la clave del éxito.

Pero algún pique habrás tenido. Si los hay en las pachangas entre empresas cómo no va a haber aquí…

A estas cosas en el fútbol amateur estamos muy acostumbrados, pero en el único partido que vi roce de verdad fue en el Aniquiladores contra Porcinos. Se ve que se tenían ganas de antes porque hacía dos findes habían jugado, hubo declaraciones y saltaron chispas. Ahí se ha creado una bonita rivalidad ¡Hay mucho tráfico ahí en los partidos!

¿Os cortáis mucho en ese sentido teniendo en cuenta toda la difusión que tiene la liga? Especialmente en redes sociales…

A mí la experiencia me dice otra cosa. Yo he visto más peleas y altercados en el fútbol profesional, el de máximo nivel, que no en mis categorías. No es lo mismo picarse cuando tienes que defender un contrato, ahí yo he visto ya situaciones complejas.

¿Cómo fue la adaptación táctica?

Desde los primeros partidos hasta los últimos hay muchísima evolución. Pero tanto de nosotros como de todos los equipos. Lo bueno del fútbol 7 es que puedes jugar de diferentes maneras, con diferentes estilos, y nosotros hemos ido buscando cual nos venía mejor. Empezamos con el 3-2-1, después nos pasamos al 2-3-1, al 4-2…la idea es adaptarse a lo que propone el rival y ahí Juan Arroita ha estudiado muy bien a todos los equipos.

Para desmentir esa idea de que esto es una pachanga. ¿Cómo es una semana de entrenamientos?

Pues durita, al menos en mi caso. Y ya estaba a tope con el fútbol porque, en paralelo entrenaba tres días a la semana con mi equipo y otros dos o incluso tres con la Kings League. En muchas ocasiones he doblado entrenamientos en el mismo día y te puedo decir que los de El Barrio eran más serios que los de mi equipo amateur. Te pongo un ejemplo: en la Kings nos pasan el informe de lo que vamos a hacer en el entreno unas cinco horas antes. Y los entrenos, muy completos. Entrenamos en el mismo Cupra y trabajamos la parte ofensiv y la defensiva por separado, estrategia, juegos posicionales y partidos con situaciones de juego. Acabamos siempre practicando los penalty shootout.

Háblame de esos penaltis, porque en el fútbol tradicional no estamos acostumbrados a ellos y son un espectáculo ¿Cómo se afrontan?

Es mucho más difícil que un penalti normal y te lo puedo decir yo que en entrenamientos meto todo y he fallado los dos que he tirado (se ríe). Tienes que recorrer bastante distancia hasta encarar al portero, ver si lanzas o regateas, si tiras hacia dónde tiras…

Dónde se equivocaron fue en el Camp Nou. No calcularon que al hacer el campo más grande tendrían que haber dado más segundos y tanto en mi shootout como en el de Aniquiladores contra Troncos pasó que nos quedamos sin tiempo. Ahí se trata de tener la mente fría y la calma para definir bien y los cinco segundos que te dan duran demasiado poco.

Llegamos al meollo de la cuestión. Las cartas.

La verdad es que no entrenas todas las situaciones pero sí esas cartas de expulsión de un minuto, por ejemplo, en las que tienes que apretar un poco más. Algunas cartas las entrenamos y otras no, porque al ser tan impredecibles simplemente tratamos de afrontar la situación lo mejor posible. Yo creo que este tipo de cosas son el éxito de la Kings League. Si eres una persona que no tienes demasiado tiempo para ver el fútbol con esto te distraes fácilmente. Te pones el partido y los primeros 20 minutos ya son muy divertidos y más desde que cambiaron la regla del pasivo.

¿Cómo es eso? ¿Cómo en el balonmano?

Pues sí y además la cambiaron por culpa nuestra, por jugar un poco a que no pasase nada. Eso ahora ha mejorado. Después llegan esos momentos en la segunda parte en los que empiezan a aparecer cartas, el penalti del presidente… En cada partido suceden tantas cosas que se te pasa volando. Y si además acaba en empate encima te vas a unos shootouts. Han buscado una fórmula que entretiene muchísimo.

Me llama mucho la atención el nivel de intensidad que manejáis. Es algo que sorprende a los profanos.

La gente pensaba que esto era un rollo de gente amateur pero no. Además ocurre que el fútbol 7 iguala mucho las fuerzas. En el fútbol 11 hay mucha brecha de nivel entre un jugador y otro, pero aquí se acota todo. Y lo que destaca en la Kings League es que hay mucho ritmo competitivo. Todos vamos a tope, damos el máximo y ahí con la técnica futbolística que tenemos esa brecha se reduce mucho.

En la King seas quien seas o tengas el nombre que tengas o pones el 100% o te van a pasar por encima. La gente que viene de nuevas alucina con el ritmo al que se juega e incluso los exfutbolistas. O estás bien preparado físicamente o es que no aguantas. Lo notan incluso los ex que juegan de centrales, imagínate si juegas arriba… Es que se ha visto en casos como el de Chicharrito que no dio el nivel o Ronaldinho. Es verdad que vino más que nada a aportar el espectáculo, pero ojo. Muchos jugadores de primer nivel no lo han hecho bien porque creían estar preparados y no.

Y ahora suenan mitos como Joaquín…

Y yo creo que va a haber muchos grandes jugadores que quieran venir a la KL. Ahora ya la conocen y va a haber sorpresas. Primero eso hará que suba el nivel de base e incluso pueden venir jugadores en activo y hacerlo todo más mediático.

¿Cómo viviste lo de jugar y ganar el título en el Camp Nou?

Aún se lo intento explicar a mis amigos o a mi familia y me cuesta transmitirlo. Ya desde el viernes contra Utimate Móstoles que habían quedado primeros y les ganamos entrando a la Final Four de octavos, imagínate. Hicimos un partidazo y ya pasó todo a coger un ritmo brutal. Al día siguiente hubo concentración en el hotel, a las instalaciones deportivas del Barça a entrenar todos juntos y después el recibimiento con el autocar en el Camp Nou. Aquello parecía un partido de Champions. La gente con bengalas animando, una locura. Y después llegar al estadio, empezar a firmar fotos, ¿eh?

Tengo tres momentos que los guardaré siempre siempre en la retina. El primero en el túnel de vestuarios antes de salir a calentar, todo el mundo mirando, tú con toda la presión. La primera vez que pisas el estadio y cuando sales todo el mundo empieza a animar, eso es una locura. Después el pase que doy en el último minuto para ganar el partido y también cuando marqué en el dos contra dos. Decir, ¡ostras que has marcado en el Camp Nou! Es el típico sueño que tienes siempre de pequeño y que logran muy pocos.

Por aquello de haber jugado en el Barça en mi casa yo siempre había levantado cierta esperanza de que podía llegar, pero a medida que iban pasando los años esa expectativa iba bajando. Entonces tener ese momento a los 27 años y que tu familia venga a verte al Camp Nou es la leche.

Ahora se está debatiendo mucho si reemplazará a otros deportes

Yo soy de la generación que ha mamado fútbol toda la vida. A mí sacarme el concepto de ver fútbol por otra cosa me es muy complicado. Pero para la gente joven a la que les gustan los entretenimientos más cortos… El fútbol tiene cosas muy buenas, pero desgraciadamente también tiene cosas malas. La pérdida de tiempo, que hay pocas ocasiones hace que haya muchos partidos aburridos… Aquí es justo lo contrario y notamos que cada vez hay más gente joven que solo ve Kings League. Que son de El Barrio o de Ultimate Móstoles y ya. Desterrar al fútbol son palabras mayores, pero que esto ha venido para quedarse es así.

¿En qué apartados crees que puede crecer? Yo le escuchaba Piqué decir que en sus planes está hacer giras por España o una Champions.

Más que en plan regional quieren crear franquicias a nivel internacional. La siguiente liga que van a montar será en Brasil, donde Neymar y Ronaldinho ya tienen equipos, y van a mover el modelo de franquiciado por el mundo. Celebridades de esos países llevarán sus propias ligas o incluso que los propios creadores de contenido de España tengan también un equipo fuera. Que Porcinos también tenga un equipo en Brasil, por ejemplo.

¿Crees que algunas de las normas pueden tener buen uso en el fútbol?

Todos los que llevamos muchos años viendo al fútbol, somos conscientes que hay cosas que tienen que cambiar. Puede ser que no dure tanto el partido o las pérdidas de tiempo, por ejemplo. Quizá un entretenimiento puro y duro como en el de la KL sea demasiado para los puristas, pero una mezcla puede funcionar. Lo que sería un éxito seguro en el fútbol es la norma del shootout. Me parece una gran norma. Que si te sacan una amarilla te sancionen durante 5 o 10 minutos solo, pues también. Ya se hace en rugby… Que hubiera valor doble de goles en un periodo determinado, por ejemplo.

En los 70 en Estados Unidos había un sistema de puntuación diferente. Te daban puntos por ganar y empatar, pero también por goles. A veces se daba el caso que la liga no la ganaba el que más partidos había ganado, sino el que más bonus de gol había conseguido sumar por partido. Había muchos goles y funcionaba.

Pues un poco lo que sucede en fútbol sala, que hay muchos goles y para el espectador es entretenimiento. Un espectador siempre quiere ver goles y en el fútbol pesa demasiado el resultado. Un equipo prefiere ganar 1-0 y haber tenido una ocasión en todo el partido porque ganar y disfrutar durante los 90 minutos es complicado.

A vosotros ahora os pagan 70 euros por partido. ¿Si llegas a profesionalizar más se volverían más conservadores los encuentros?

Fijo. Porque piensa que, cobrando lo que cobramos ya existe. Ya hay el concepto de ganar a toda costa aunque haya que colgarse larguero. Lo bueno es que la propia liga lo ha corregido con normas sobre la marcha. Nosotros (El Barrio) contra Ultimate Móstoles, no te voy a mentir, jugamos al límite de la ley. La guarrería de aguantar, aguantar, aguantar hasta el final y marcar. Entonces vino Piqué y dijo: «oye, esto no me gusta y a partir de ahora como en el balonmano. Si a los 10 segundos no atacas, cambio de posición».

Lo bueno que tiene la Kings League es que por mucho que tú quieras jugar amarrategui no puedes. La Liga te impone que des espectáculo y te tienes que subir a ese tren. Es un concepto muy nuevo que la Liga puede cambiar algo sobre la marcha

Porque a vosotros… ¿os dan muchas indicaciones? ¿Tenéis que hacer determinado show para el público?

No, no. Ellos te dan las cartas del juego y tu juegas como quieras. Kunis es un equipo muy defensivo y les funcionó; 1K eran muy ofensivos y estuvieron abajo… La liga no te fuerza a jugar de ninguna manera.

¿Has notado a nivel personal y profesional crecimiento solo por estar aquí?

Total, total… Lo que menos he notado es que crezca mi cuenta corriente (ríe) pero lo que sí que vemos mucho es la atención por redes sociales y sobre todo por la gente joven. Ahora nos conocen muchas marcas que quieren vincularse a nosotros. Yo me fui a Costa Rica de viaje y la gente me conocía. No somos conscientes de lo mediática que es esta liga y el altavoz que que ha supuesto para todos nosotros. Mañana mismo voy a jugar en el campo del Leganés y no sé si va a llenar el estadio…

¿Cómo viviste la locura del mercado?

La historia fue divertida. Yo estaba en el Parque Nacional de Corcovado y me quedé a dormir en casa de una gente de allí. Les había explicado un poco mi historia y tal… y justo era el día del cierre del mercado. Yo en principio no me iba a mover. Total, que me conecto al wifi y mensaje del Kun Agüero al Whatsapp: «Hey Pablo, qué tal cómo estás? Oye, me gustaría hablar contigo» y yo ostras, Kun, me pillas de vacaciones… Pero nada, me pone una nota de voz diciéndome que le gustaría ficharme, que iba a pagar el clausulazo, pero eso queda ahí sin más. Me voy al hotel super convencido de que nadie iba a pagar la cláusula y de repente me envía un mensaje la Kings League y me piden que me conecte al directo porque alguien había pagado mi cláusula.

Hablé con mis entrenadores y me dicen que no saben quién ha sido. Total, que me conecto desde Costa Rica, con las pintas que llevaba, con un gorrito y tal en plan vacaciones, y es cuando veo que han sido los XBuyer. Al principio fue un poco de shock porque había formado un vínculo muy grande con El Barrio, habíamos hecho una familia, pero toca adaptarse. Sabemos que estamos en este espectáculo por el show y si te ficha un equipo pues te vas al otro equipo.

Al día siguiente ya estuve hablando con los presis, dos tíos de puta madre, y desde entonces súper involucrado con ellos y con el entrenador. Hablando casi cada día de fichajes, de tácticas, de todo. A raíz de mi fichaje, que era totalmente inesperado pagar 72 millones, se abrió la veda y todos los equipos empezaron a negociar con jugadores fuerte. Empezaron a hacer sus plantillas rápido y corriendo.

¿Cuánto hay de real y cuánto hay de show?

La clave del éxito es que puede tener parte de show, como cuando ves a Gerard Romero hacer la jaca para tirar el penalti, pero la vinculación que tienen los presidentes y lo metidos que están… Yo no había visto nada así en mi vida. Adri por ejemplo estaba hundidísimo, pero hundidísimo porque tenía unos planes deportivos, habían hecho unos esquemas y mi marcha se los trastocaba. Habíamos acabado de ganar la Kings League y allí es cuando vimos la realidad de todos los equipos de que nos iban a desmontar a todos.

Ahora empieza la Queens League…

Es una oportunidad de oro para darle la visibilidad y el reconocimiento que se merece al fútbol femenino. Creo que es una gran oportunidad y que el formato se puede adaptar muy bien al fútbol femenino porque, como comentábamos antes, al ser fútbol 7, gana mucha importancia la técnica que la fuerza. Es un proyecto súperilusionante. Además se están formando buenas familias entre los equipos masculino y femenino y eso solo es positivo. Eso va a hacer que crezca.

Por cierto, Pablo no te he preguntado a qué te dedicas profesionalmente y cómo ves el futuro de este deporte.

Pues mira, yo soy periodista de formación pero lo dejé pronto. Ahora justo estaba montando un software tecnológico para el videojuego League of Legends y ahora estamos mirando de vender la empresa. Ahora mismo me encuentro en un oasis de trabajo, pero ya tengo un par de alternativas interesantes. Y en la Kings League mi deseo es conseguir la segunda corona. Eso sería un sueño, pero sé que es complicado. La clave es intentar formar un buen equipo, que nos lo pasemos bien en el día a día. En lo personal quiero intentar destacar incluso un poco más de lo que he destacado este primer split e intentar ser más goleador, más resistente, ser más figura importante en el equipo. Con muchas ganas de lograr cosas grandes.

8 Comentarios

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  2. O sea, que Ibai y Piqué ganan mucha pasta con patrocinios y hay un boom de la leche entre la chavalada pero a los currelas (los que juegan, se llevan golpes y se rompen cosas) le pagan cuatro duros. Nada nuevo bajo el sol…

    • ¿Y? Los que han puesto la pasta, los contactos para tener patrocinios y el riesgo de que no saliera bien fueron ellos. Que cuatro anónimos se hayan creído ahora lo del minuto de gloria y ya quieran cobrar pastizales está bien, por supuesto. Que lo pidan, que hay miles en la cola esperando formar parte de este panis et circenses, que lo mismo dura mucho o igual es otro entretenimiento tipo Operación Triunfo, que en cuanto pierde el frescor de la novedad deviene en otra cosa más.

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