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No tomarás el nombre de Enríquez Negreira en vano

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De Burgos Bengoechea

Aunque no lo parezca, el videoarbitraje lleva ya cinco temporadas animando LaLiga. Si no lo parece es principalmente porque el tiempo pasa volando pero también porque muchos comentaristas —sobre todo exjugadores, como De Lucas o Vicente— aún no conocen el dichoso protocolo. Un lustro después, seguimos oyendo: «No sé por qué no va a mirarlo a la pantalla». Si no sabes eso, mejor que te rescindan el contrato.

El pasado fin de semana, además, algunos opinadores comenzaron a cuestionar las líneas que los árbitros del VAR trazan para juzgar el fuera de juego. Podían haberlo hecho en algún momento de los cuatro años y medio anteriores, o con la reciente queja de Osasuna, pero casualmente fueron a hacerlo el domingo, poco antes de las once de la noche, cuando De Burgos Bengoechea anuló un gol a Marco Asensio en el Camp Nou. La foto finish ocupó al día siguiente la portada de Marca: «A un milímetro de la Liga», tituló el diario, tal vez porque «A un milímetro de haber podido ponerse a seis puntos del líder» se iba a demasiadas líneas.

«El VAR sólo mostró una imagen, con una perspectiva que puede engañar al no enseñar ninguna otra toma», denunció en As un escéptico Tomás Roncero, como si en el resto de goles anulados se adjuntara un reportaje fotográfico. Más sutil estuvo en El golazo de Gol su compañero Joaquín Maroto: «Las líneas del VAR las pegan con mocos». Pero no todo resultó así de agradable. También se pronunciaron contra el punto de fuga analistas de guante blanco como Álvaro Benito, esta vez más blanco que guante: «Hasta que no implanten un método infalible… con la perspectiva da la impresión de que sí [está en fuera de juego], pero como al final los frames los siguen parando personas… La verdad es que las líneas que nos muestran son de aquella manera. […] Se ha demostrado en algunos [casos] que las líneas estaban mal tiradas. No me atrevo a hacer una valoración de los fueras de juego, porque engaña la perspectiva de la televisión».

Por lo dicho hasta ahora, podría deducirse que el VAR ha sufrido una repentina pérdida de adeptos en los últimos días. Sin embargo, la desbandada se compensa con las gallinas que, de forma simultánea, pelean ahora por entrar al corral de la tecnología. En algunos casos, se trata de los mismos que renegaban de ella en 2020, cuando el Real Madrid entrenado por Zinedine Zidane se llevó la Liga postpandemia. Santi Nolla, director de Mundo Deportivo, señala que el fuera de juego de Asensio no tiene discusión «porque ahí se tiran las líneas, no hay interpretaciones». Tres años atrás, lamentaba lo «finito» que había hilado el VAR cuando Mateu Lahoz mandó repetir un penalti parado por Ter Stegen a Diego Costa. Entonces Nolla también usaba el comodín del frame: «Nunca había visto tanta finura. […] Hay que hilar también muy finito con el momento del golpeo, porque estamos hablando de décimas [de segundo]. ¿Cuándo coges el frame del golpeo? Como va de milímetros, es una revisión compleja», lloró en El transistor de Onda Cero. Joan Poquí lo consideró «el empujoncito de rigor al Real Madrid». «¡Vaya con el VAR!», exclamó en Sport Toni Frieros.

Durante aquellas semanas, proliferaron en ambos diarios los artículos para denunciar presuntos errores del videoarbitraje. Resultó especialmente llamativo uno de Sport, sin firma, inventándose que el VAR había pasado de chequear la posición de Benzema en un gol al Eibar, pese a que todos habíamos visto las líneas en la retransmisión. Lluís Flaquer, narrador de los partidos del Barça en la Cadena Ser, se sacó un chistecito de la manga en Twitter: «VARdebebas». Como explicó luego, le sorprendía la eficacia con la que la tecnología había acudido a socorrer al Real Madrid. Pasada ya la sorpresa, este domingo no le chirrió nada.

«En cuanto entró el VAR, estaba seguro de que lo anulaba», lamentó Tomás Guasch en El partidazo de Cope. En realidad, para él y otros muchos el fuera de juego de Asensio no es más que una excusa para cobrarse una pieza mayor: «Es que no me creo el sistema», añadió justo después. En esa línea se expresó José Luis Sánchez (La Sexta) en La tribu de A diario, en Radio Marca: «Llevamos un mes hablando del caso Negreira, con una falta de credibilidad terrible en el fútbol español, que está en su punto más bajo de la historia. Los aficionados desconfían de todo y yo ayer veo un partido en el que desde la sala VAR ponen un frame en el que el balón no ha sido golpeado por Carvajal. ¿Y yo me tengo que creer esta competición?»

Quienes llevan años dudando del sistema arbitral al completo se han cargado de razones en el último mes, gracias a las investigaciones de la Agencia Tributaria y la Fiscalía de Barcelona. No obstante, no deberían tomar el nombre de Enríquez Negreira en vano. Recurrir a ese comodín a la menor adversidad no sólo es facilón sino que puede resultar contraproducente. Hasta el momento, la única defensa del FC Barcelona ha consistido en callar y denunciar una presunta campaña de los habituales poderes fácticos madridistas. Es muy burdo, como diría Ferreras, pero ahí tienen a muchos de esos periodistas que presumen de ser tan críticos, pintando al Barça como una víctima y quitando hierro —e incluso silenciando— las novedades que ponen sobre la mesa otros medios, de cuya independencia dudan abiertamente. Achacar ahora a Enríquez Negreira un gol anulado en 2023 es una manera fantástica de darles la razón, de alimentar esa conspiranoia que no se traga ni Jota Jordi.

Bueno, Jota quizá sí.

7 Comentarios

  1. Es absolutamente descorazonador el brutal forofismo de quienes se supone que son periodistas.

  2. Señor Miguel, tengo un par de preguntas.

    ¿No le parece cuanto menos conflictivo que Roures (Mediapro) sea el productor del contenido audiovisual completo de LaLiga impuesto por Javier Tebas a los operadores (el que proporciona las imágenes a la sala VOR, repeticiones, etc) y que al mismo tiempo avale con 30 millones de patrimonio personal a la junta de Laporta y tenga invertido 100M€ en el Barça?

    Dígame, ¿no le parece un flagrante conflicto de intereses? ¿No le parece que es un hecho digno de mención en un artículo como el suyo?

    ¿No le parece raro que se designe para este partido a De Burgos Bengoechea, un árbitro de escaso prestigio internacional sin experiencia fuera de la Liga, con el que casualmente el Barça tiene el mejor ratio de victorias (90%, este año 100%) y el Madrid uno de los peores (70%)?

    En fin, seré un forofo, claro, un conspiranoico, etc. La culpa es nuestra.

    No dudo de su honorabilidad, don Miguel; pero sí se agradecería que los (pocos) medios que no han sido untados por el FC Barcelona para lavar su imagen (o «asegurar neutralidad»), fuesen un poco más incisivos y críticos con la infamia culé, en vez de llamarnos locos y forofos a todos por señalar hechos irrefutables

    • no soy miguel pero como buen gallego voy a intentar contestar con otra pregunta ¿ que opinamos del esa información que dice que un tal florentino perez se cargó a un director de marca llamado Oscar Campillo? o de ese otro llamesmole rumor de que quien manda en la sexta realmente es florentino perez, o que se cargó un programa en rtve llamado el rondo porque no le gustaba la linea editorial…

      Aqui el problema es que el real madrid no busca ninguna limpieza en el futbol, busca poder hacer lo que dice que hace el otro.

    • Hace 4 años que Mediapro no presta el servicio del VAR y lo hace la empresa Hawk-eye

      • Todo el contenido audiovisual depende de Mediapro. Varios ejemplos recientes de cómo impacta esto directamente en varios frentes

        El hecho de no mostrar ni una sola imagen de la protesta en San Mamés por el caso Negreira

        Las repeticiones (no mostrar ni una sola imagen de la agresión de Gavi a Ceballos, por ejemplo)

        Las imágenes del VAR. Sí, las imágenes del VAR, señor J Jordi. Hawk-eye pone la tecnología (las líneas de fuera de juego) pero la imagen, el frame, depende de Mediapro

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