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Xabi Alonso y el entrenador vasco: la última Denominación de origen de Euskadi

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Xabi Alonso
Xabi Alonso (Foto: Cordon Press)

Existe una melodía que recorre el viejo continente. Nacida en el litoral vasco y alimentada entre los riscos y valles que cruzan del Urumea al Gorbea, de Urdaibai a la Sierra de Aralar. La armonía la pone el balón y la partitura la interpretan una nueva hornada de entrenadores vascos que han llevado el legado de la tradición más allá de los confines de Euskadi.  Ya no queda ni rastro de aquel fútbol de barro y juego aéreo, de salto y pierna dura, pero la esencia del pueblo vasco todavía pervive en su juego.

Más que un orfeón, los Xabi Alonso, Mikel Arteta, Unai Emery, Lopetegui, Iraola, Mendilibar, Alguacil o Arrasate representan a esos bertsolaris tan apreciados en la cultura popular vasca que se encargan de recitar versos improvisados en euskera.

No hay improvisación entre los entrenadores pero sí un libreto particular e intransferible, con el que cada uno interpreta sus propias rimas en los banquillos de media Europa. Atraídos por esa cantinela acudimos a maestros y a sabios, a otros que ya transitaron ese camino o algunos testigos de excepción de esta aventura apasionante, con el fin de entender la partitura y apreciar todas las notas que les hacen únicos.

La esencia del entrenador vasco

Pocos territorios concentran tan alto grado de entrenadores en la élite como el País Vasco. En apenas 7.500 km2 y con una población de poco más de 2,2 millones encontramos hasta una decena de entrenadores repartidos por los banquillos europeos. En un radio de 80 kilómetros nacieron y se criaron la mayoría de ellos, en un entorno y un fútbol común, pero hasta ahí llegan las similitudes. «No creo que se pueda hablar de una escuela vasca o un estilo, creo que es algo circunstancial, y que cada uno hace su camino», sentencia Xabier Azkargorta uno de los entrenadores vascos más veteranos.

En la misma línea se expresa el ganador de dos ligas con el Athletic Club, Javier Clemente: «Hay una manera común de ver el fútbol, pero no todos juegan a lo mismo. Quizá antes estaba más condicionado por el tipo de clima, por el estado de los campos, pero todo eso se ha diluido mucho y ahora todos los entrenadores se parecen mucho».

Otra biblia del fútbol de Euskadi es Mikel Etxarri. Ligado históricamente a la Real Sociedad y profesor en la Escuela de Entrenadores de la Federación Guipuzcoana remite a componentes sociales para entender la figura del entrenador vasco. «Somos un pueblo educado en el trabajo. El sentido cooperativo de las industrias es guipuzcoano, nació en la Cooperativa de Mondragón, y ahí se desarrolló un espíritu de solidaridad, de compañerismo, de tener que trabajar por un bien común y económico. Eso también tiene su reflejo en el fútbol».

Pako Ayestarán hoy segundo entrenador de Unai Emery señala a la educación: «Muchos de nosotros fuimos a colegios de jesuitas y los pilares de aquella educación enseñaban un tipo de liderazgo basado en lo teórico, en ser curiosos, tener autoconocimiento, en estimular el ingenio», algo que conecta según el preparador con los diferentes libretos de los entrenadores vascos «cada uno de ellos tiene su propio método, su manera de entender el juego, más que en seguir partituras ya escritas, crean sus propias partituras».

José Mari Amorrortu, desde la vertiente vizcaína, añade el sentimiento de pertenencia alimentado desde la más tierna infancia. «Hay un celo por formar y mejorar las capacidades de los jugadores y los entrenadores, hay mucho rigor y una cultura de fútbol base donde realmente el sentirse parte de una identidad va desarrollando estas personalidades».

Xabier Azkargorta (Foto: Cordon Press)

Hay todo un legado a través de esa cultura de cantera que conecta a las diferentes generaciones de técnicos vascos «y esa cultura formativa que hay en los clubes vascos es el cordón umbilical que nutre de conocimiento a estos entrenadores». Para el ex director deportivo del Athletic, Atlético y Rácing de Santander, no existe un estilo futbolístico común, pero estas características sí determinan el procedimiento o la forma de entender el juego de todos ellos.

Hay también toda una tradición en el deporte en Euskadi que conecta el trabajo, el esfuerzo y la economía. «El levantamiento de piedras, el juego de la pelota o cortar troncos se practican con herramientas de trabajo. Las regatas de traineras que surgieron, por ejemplo, cuando los trabajadores se iban a pescar. Pues todo eso incluye también un componente deportivo y de competitividad que canalizan hacia otros deportes», explica Etxarri.

Esa competitividad se cultiva también desde la infancia: «Cuando éramos niños estábamos todo el día retándonos: ‘a que no puedes…’ ‘a que no te atreves…’ y eso termina derivando en que se apuesta mucho por todo», reflexiona Ayestarán. El refranero tampoco engaña: Dile a un vasco que no puede hacer algo y a ver qué pasa.

Y todos estos ingredientes tienen un reflejo en el césped. «Creo que todos ellos tienen un gran sentido del juego colectivo, eso es algo que les distingue. Todos dotan a sus equipos de una estructura, de un orden, que los termina convirtiendo en equipos muy sólidos. Crean un soporte para que los jugadores individualmente puedan desarrollarse. Eso es algo que se ha trabajado mucho aquí en el País Vasco», reflexiona Amorrortu. El Vasco Azkargorta encuentra otro patrón común, símbolo de los tiempos, «querer tener la pelota en su poder ya sea para generar desde la posesión o para recuperarla lo más arriba posible y atacar rápido».

Jagoba Arrasate es para varios de ellos el entrenador vasco por antonomasia. El que más respeta y admira el juego por bandas y centros al área, ese estilo de fútbol directo y ritmo alto que siempre se ha asociado con el norte de España. «Jagoba me insistía en que se comenten muchos fallos en el área cuando cuelgas balones y él intenta sacar ventaja de eso, de recoger la segunda jugada, de cargar el área con varios rematadores… hasta en la forma de hablar y de expresarse es el más vasco junto con Mendilibar», confiesa Etxarri.

Los pilares de un banquillo

Una vez conocido el entorno y el contexto que marca el carácter y la idiosincrasia del entrenador vasco cabe preguntarse cuáles son los pilares fundamentales que todo técnico debe tener no solo para llegar a la élite, sino para permanecer.

Joseba Arrasate y José Luis Mendilibar (Foto: Cordon Press)

Xabier Azkargorta, se labró una carrera como entrenador en el fútbol español desde muy joven. Con 29 años ya estaba dirigiendo al RCD Espanyol y durante la década de los 80 fue un habitual de los banquillos españoles (Valladolid, Sevilla y Tenerife). El Bigotón, licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Barcelona, dejó muestras de sus conocimientos futbolísticos convirtiéndose en uno de los primeros comentaristas televisivos con un tono didáctico y explicativo.

Poco después dio el salto a América del Sur para guiar a Bolivia al Mundial de EE.UU.’94 y posteriormente se convirtió en Seleccionador de Chile. Japón, México o Bolivia, donde tiene categoría de mito, han sido otros de sus estaciones de paso en los banquillos. Y Azkargorta lo tiene claro: «Es clave que los jugadores respeten al entrenador, incluso que lo teman, pero sin que lleguen a odiarlo».

Pako Ayestarán también ha vivido en sus propias carnes ser un trotamundos del fútbol. Ha pasado por todos los puestos de un banquillo y ha tenido experiencias en el fútbol español, británico, portugués, mexicano o israelí.

Ahora como segundo entrenador del Aston Villa de Unai Emery advierte los continuos upgrade que necesitan los entrenadores: «Para mantenerse al más alto nivel tantos años tienes que evolucionar y aprender constantemente. Los principios básicos están ahí: el trabajo, el esfuerzo, los estándares altos, pero necesitas esa capacidad de evolución». Lo dice alguien que coincidió con Emery en 2009 en Mestalla y lo ha vuelto a hacer ahora en Villa Park, «No tiene nada que ver ese Emery con este. Hay mucho más conocimiento del juego, más respuestas a situaciones diferentes, ha crecido de manera exponencial».

José Mari Amorrortu (Foto: Cordon Press)

«En este fútbol tan estudiado al milímetro, en el que hay tantos datos y tanta información, si no evolucionas te quedas atrás muy rápido. Los Xabi Alonso, Arteta, Iraola, Lopetegui, Imanol… están constantemente evolucionando, buscando respuestas a los problemas que te plantea el rival. Y eso lo hago extensible a otros más veteranos como Mendilibar o Valverde que siguen estando vigentes», reconoce Amorrortu.

«Lo que debe hacer un buen entrenador es mandar en su vestuario, que esa sea su parcela y no dejarse gobernar por presidentes, ni directores deportivos, ni gaitas» responde sin ambages Javier Clemente. Mikel Etxarri por su parte pone el foco en esos directores de orquesta que hacen lucir a sus músicos por encima de sí mismos: «Creo que para ser buen entrenador lo que no se puede ser es egoísta».

Veteranía frente a juventud

La irrupción fulgurante de Xabi Alonso (42 años), Mikel Arteta (41) o Andoni Iraola (41), con el foco mediático que otorga la Bundesliga o la Premier League ha abierto un debate para el que no existen respuestas correctas. Su juventud y su escasa experiencia en los banquillos, contrasta con una carrera dilatada que se desarrolló incluso en diferentes países.  Los tres colgaron las botas antes de ayer y en su primera gran oportunidad en la élite están obteniendo grandes resultados.

«Antes para llegar a Primera División tenías que estar seis o siete años entrenando en categorías inferiores o proyectos menores. Ahora hay jugadores que se retiran y al día siguiente les ponen a entrenar en primera división. Quizá sea más barato y también usan el nombre y no reparan tanto en las condiciones o los conocimientos que pueden tener», comenta el ex Seleccionador Nacional, Javier Clemente. Desde la otra orilla de la ría de Bilbao contesta Amorrortu: «La experiencia es un valor, pero a veces lo valoramos demasiado.

De hecho, experiencia y conocimiento no tiene porqué ir de la mano. El conocimiento se tiene y la experiencia se va adquiriendo, y como es lógico hay que dar oportunidades para ir ganándola. Lo fundamental para mí es estar preparado cuando te llega la oportunidad. Mira Xabi Alonso, lleva poco tiempo, pero está demostrando sus capacidades y seguro que sigue evolucionando».

Desde Bolivia, Azkargorta zanja el tema con sorna «el principal cambio que ha habido entre los entrenadores de mi generación y estos son los representantes, que los mueven bien». Pero Clemente insiste en la poca valoración que últimamente tienen los técnicos veteranos y deja una pregunta en el aire. «Te dicen que eres mayor. Da igual que conozcas más sistemas de juego, que las hayas visto de todos los colores en un vestuario o que lleves 40 o 45 años viendo fútbol. ¿No son los directores de los bancos gente mayor? ¿No son los mejores ingenieros gente experta? ¿Los escritores o los novelistas no son más valorados a medida que escriben más? Pues en el fútbol es al revés».

Mikel Arteta (Foto: Cordon Press)

Para Mikel Etxarri no solo es cuestión de conocimiento y comprensión del juego, también hay que saberlo transmitir. «Hay que tener esa metodología para que los jugadores te entiendan, para llegar a ellos. ¿Sabes quién era muy explicativo ya como jugador? Xabi Alonso. Tú le transmitías cuatro ideas rápidas para cambiar algo dentro de los partidos y él era el que mejor lo interpretaba y lo hacía saber a sus compañeros. Era muy explicativo».

Etxarri define a Xabi Alonso con una frase genial que bien podría aplicarse a su etapa de entrenador: ‘Era un jugador de ver mucho y mirar poco’. Porque cuando el juego iba por la derecha ya estaba pensando en cambiarla a la izquierda porque había detectado los huecos. Y al revés igual. Siempre tuvo esa visión panorámica».

En cambio, un tipo como Andoni Iraola explica con total normalidad que no tiene un sistema de juego definido, ha reconocido en varias ocasiones que prefiere adaptarse al rival, buscar sus puntos débiles y atacarlos. Por encima de todo, busca que sus jugadores jueguen sin miedo al error. Y ese mensaje cala en los suyos. «Se trata de palpar, de tocar con mis dedos lo que estoy transmitiendo, y eso lo hace muy bien Iraola», reconoce Etxarri.

En Bilbao tienen otro ejemplo más a mano. Se trata del Txingurri Valverde, un extremeño criado y educado futbolísticamente en el Botxo. «De todos los Ernesto Valverde que han entrenado al Athletic estamos ante su mejor versión. Sin duda las experiencias que ha vivido en otros banquillos le han otorgado nuevos recursos, nuevas respuestas, sin perder la esencia del estilo que ha tenido siempre. El haber tenido contactos con otras culturas, otros campeonatos, con jugadores que proceden de diferentes partes del mundo le ha enriquecido», confiesa Amorrortu, quien ve a un Valverde con más seguridad en sí mismo en esta etapa.

«Credibilidad» es el término utilizado por Ayestarán para reflejar la segunda etapa de Emery en la Premier League. «Le avalan los resultados y los títulos cosechados estos años, pero luego tienes que corroborar todo ese trabajo en el día a día. Eso se dio desde el día 1 en Birmingham y a partir de ahí ha habido confianza, credibilidad de los propietarios del club y todo ha ido hacia arriba. El Aston Villa está siendo un lienzo en el que le están dejando pintar».

Y luego están las decisiones y el camino elegido por cada uno. A Mikel Arteta el aficionado común no lo tenía muy ubicado, porque realizó prácticamente toda su carrera en Inglaterra, pero eso le valió para granjearse un nombre allí, sobre todo en el Emirates.

Sus primeros pasos en un banquillo, pese a todo, fueron de la mano de Guardiola: «Esas temporadas con Pep deben de haber sido un máster. Ahí adquirió unos recursos que no tenía, vio en primera fila como se gestiona un gran equipo y toda la presión que eso lleva aparejada. Creo que los pasos que ha ido dando han sido muy acertados y hoy es un entrenador muy contrastado a pesar de su juventud», reflexiona Amorrortu. Su Arsenal está peleando la Premier a dos colosos como son Klopp y Guardiola.

El poder del mensaje

Otra de las barreras saltadas por esta nueva generación de entrenadores es la del idioma. Algo fundamental a la hora de trasmitir los conceptos y las ideas futbolísticas a sus pupilos, pero también algo necesario para expresarse ante los medios de comunicación y entender mejor la cultura del lugar. Un hándicap que tuvieron que sortear pioneros como Emery. «Donde peor lo pasó fue en Rusia. Una persona que se vale tanto de lo que comunica, de cómo llega al jugador, no tenía esa herramienta allí, pero seguro que le valió como experiencia», recuerda Extxarri.

Unai Emery (Foto: Cordon Press)

Después llegó el PSG y el Arsenal, donde las dificultades con el francés o el inglés se repitieron. Pako Ayestararán llegó a Birmingham con el cometido (entre otras funciones) de ayudar a Emery con la lengua de Shakespeare. «Había mejorado mucho, pero al principio intentaba corregirle cosas, errores gramaticales leves, alguna palabra que fuera más apropiada… Al poco tiempo me di cuenta de que solo con la pasión que ponía, con el lenguaje corporal que utilizaba se hacía entender. Porque el mensaje visual era muy potente».

Ante ese reto se enfrenta ahora José Luis Mendilibar, en su primera experiencia en el extranjero. Llegó al Olympiacos a principios de febrero y ha devuelto a los del Pireo a la pelea por la liga con seis victorias en siete partidos de Liga. «Comunicativamente es un animal. Llega a los jugadores y al aficionado, porque es un tipo sin dobleces, que va de cara y que transmite hasta con sus gestos. Es un fenómeno y por eso sigue entrenando. Ojalá le vaya bien en su etapa en Grecia», explica Etxarri.

Esos obstáculos han sido mucho menores para la nueva generación de técnicos. «Es que seguramente ellos ya anticiparon esto en su etapa como jugador. Iraola se fue a Estados Unidos, Mikel Arteta desarrolló su carrera en Inglaterra y Francia y Xabi Alonso jugó en la Premier y la Bundesliga. Estudiaron y aprendieron el idioma y ese camino lo llevan ahora avanzado. Poderse expresar en otra lengua adaptando tus conceptos a la forma de comunicar es un valor añadido y facilita mucho tu adaptación al país», concluye Amorrortu.

La influencia vasca se extiende incluso a los cuerpos técnicos de varios banquillos. Le ocurre a Emery con Ayestarán, pero también a Guardiola con Juanma Lillo. El de Tolosa ha estado en 2 etapas al costado de Pep en Manchester. En ambas llegó a la final de Champions, conquistando la última edición: «Con Lillo tengo unas peloteras importantes. Me dice una y otra vez que el fútbol consiste en meter goles y yo le matizo que es meter goles sin que te metan. Atacar y defender, y yo le achaco a veces esas cosas. Poco a poco le vamos convenciendo. Pero si Pep le quiere a su lado es por todo lo que aporta», cuenta Etxarri.

«Lo más importante es saber cuál es tu lugar. Intentamos llegar donde no llega el entrenador y cultivas una cercanía con el jugador, tejer esa confianza, siempre manteniendo los valores y la exigencia que instaura el Mister. Esos valores son innegociables y tú no puedes fomentar lo contrario en el grupo», desvela Pako Ayestarán sobre su rol en el Aston Villa.

Javier Clemente (Foto: Cordon Press)

Lo cierto es que la cosecha de entrenadores vascos nunca fue tan buena y tan numerosa. Y toda Europa observa admirada la última denominación de origen con sello de Euskal Herria. Esa que ha aunado tradición, pasión, conocimiento y vanguardia en la figura del entrenador. Aunque todos ellos saben que la receta de este éxito solo tiene un camino: obtener resultados.

Mientras se consigan, estos Bertsolaris del balón tendrán aseguradas las rimas.

La lista de entrenadores vascos en la élite:

-Mikel Arteta (41 años) – Arsenal

-Andoni Iraola (41) – Bournemouth

-Xabi Alonso (42) – Bayer Leverkusen

-Jagoba Arrasate (45) – Osasuna

-Gaizka Garitano (48) – UD Almería

-Unai Emery (52) – Aston Villa

-Imanol Alguacil (52) – Real Sociedad

-Julen Lopetegui (57) – Wolverhampton Wanderers

-Ernesto Valverde* (60) – Athletic Club

-José Luis Mendilibar (62) – Olympiacos

-Juanma Lillo (58) – 2º entrenador Manchester City

-Pako Ayestarán (61) – 2º entrenador Aston Villa

*Nacido en Viandar de la Vera (Extremadura), pero criado en la cantera del Athletic Club. Ha sido jugador y entrenador en varias etapas del conjunto rojiblanco.

2 Comentarios

  1. Ernesto Valverde no es de la cantera del Athletic. Pasó del Alavés, al River, luego al Español. De ahí al Barça y, finalmente, llegó al Athletic

  2. Madridista de La Guindalera

    Xabi tiene que ser entrenador del Madrid. Cuanto antes.

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