Análisis táctico

Un PSG de autor; made by Luis Enrique

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Luis Enrique (Foto: Cordon Press)
Luis Enrique (Foto: Cordon Press)

Por segunda vez en su historia, el PSG es finalista de la Liga de Campeones. La eliminatoria ante el Arsenal apenas tuvo chicha, habida cuenta de que los ingleses acumulaban muchas ausencias y los de Luis Enrique llegaron plenos. En Múnich les espera el otro equipo que pudo disputar las semifinales sin la perversión de las bajas, el Inter de Barella y Lautaro. Esta edición hace justicia a la siguiente verdad: el fútbol es de los futbolistas. 

De tal modo, la alineación del PSG pasa por ser la más compensada de Europa, en el balance nivel-sintonía, y por ello es favorito para llevarse el trofeo.

Una portería imbatible

Lo de Donnarumma en Europa, este curso, va de apoteosis. Partido tras partido ha emulado a Courtois, el único que le supera como parador de balones imposibles. Fue determinante en las eliminatorias ante Liverpool y Villa y ha vuelto a serlo ante el Arsenal. El guante del italiano a la escuadra para desviar un chut de Saka no es para mortales.

Se lamentaba Arteta tras la eliminación: “Después de veinte minutos teníamos que ir 0-3. El portero les ha ganado la eliminatoria”. En realidad tenían que ir como iban porque el PSG sin Donnarumma no sería el PSG, como el Arsenal sin sus lesionados no ha podido ser el Arsenal.

El mejor lateral del mundo

Luis Enrique suele variar la zaga pero en Champions nunca duda de los mejores. Quedan fuera del ideal Beraldo, un Lucas al que en verano lo castigó una lesión y el experto Skriniar, quien salió en invierno para poder competir.

Achraf Hakimi (Foto: Cordon Press)
Achraf Hakimi (Foto: Cordon Press)

En la derecha juega Achraf, alma atacante que en otro tiempo impactó como carrilero. Es hoy el mejor lateral del mundo y su presencia permite que el PSG cierre un XI pleno de eficacia ofensiva por ambos costados.

Como miembro de una línea de cuatro, Luis Enrique le deja ser hacia delante desde lo posicional. El marroquí aparece como interior en fase de posesión porque tiene buen toque y desde él se obtiene superioridad numérica de calidad en la zona media.

Debido al tacticismo de Luis Enrique, el PSG juega con extremos pinchados, a la manera de su Selección española. Como Achraf es tan rico y vale para todo, que el extremo derecho demande mucho balón en la cal no resta incidencia a su fútbol. Achraf es importante en la fluidez del juego y en la presión adelantada. Luego llega al área en los desenlaces porque no le cuesta asistir o definir. De ahí que este curso haya hecho seis goles.

Una zaga compensada

Para compensar el sector defensivo a Achraf, por detrás se ha asentado Marquinhos. Es el veterano del equipo, quien da la jerarquía. También es la voz del técnico sobre el campo. Con su ejemplo hace ver a sus compañeros que “aquí todos tenemos que correr, presionar, defender y atacar. Da igual que sea un chico de 18 años u otro de 30, como yo. El que no se sacrifica no juega”.

Que Marquinhos sea el abuelo a los 30 años explica bien que el PSG muerda en el pressing tras pérdida: los pulmones y la ilusión de sus futbolistas están en el mejor momento.

El brasileño es central de esencia, pero durante su carrera ha jugado como volante, porque tiene cruce y pase, y también lo ha hecho como lateral. Sin la velocidad de antaño, bisagrea con soltura desde el central al lateral. Es buen socio para Achraf sin y con balón, algo importante en el modelo combinativo de este PSG.

Junto al capitán se estableció la dupla compuesta por Pacho y Nuno Mendes. El central ecuatoriano ha sido la revelación defensiva de la temporada. Aunque Marquinhos tiene potencia de salto, Pacho imprime centímetros y musculatura a la defensa de área. Asimismo, posee un pie izquierdo válido para conectar tanto con los volantes como directamente con el extremo.

Por su parte, Nuno Mendes es el más limitado con balón, un riesgo cuando participa en los inicios. Pero es potente y se impone en la marca. Atrás quedaron los inventos del sensible Zaire-Emery como lateral, ya que hasta el estilista Luis Enrique sabe que en partidos serios la virtud defensiva no se negocia.

Warren Zaire-Emery (Foto: Cordon Press)
Warren Zaire-Emery (Foto: Cordon Press)

Mientras Achraf escala, sus tres compañeros se mantienen en el fondo para dar solidez estructural a un equipo que destaca por su voluntad ofensiva. No obstante, en transiciones, Nuno es una bestia a la que no le cuesta llegar del área propia a la rival en repetidas ocasiones. Ha hecho goles como Achraf.

Un centro del campo total

Delante de ellos, el pivote es Vitinha y su escudero, acostado a la izquierda, es Fabián. El técnico establece que este sector sea el dominante con balón para que, metros arriba, reciba más Kvaratshkhelia, la estrella del equipo. De ahí que juegue el zurdo Fabián en lugar de priorizar la derecha con el diestro Zaire-Emery, otrora titular.

Vitinha y Fabián es una pareja con criterio para generar juego y sobresaliente en cuanto a inteligencia espacial. Se mueven con insistencia, se juntan en el sector para que Nuno reciba menos y el balón salga más. Además de que activan a Kvaratshkhelia permanentemente, desde ese costado asociativo hacen bascular el bloque rival y entonces llega la sorpresa por la derecha, donde irrumpe el físico de Achraf y Joao Neves. Destaca, en este sentido, el pase medio de Fabián para cambiar de frente.

Y si Nuno se mantiene a menudo retrasado para cubrir la espalda de Fabián, el menos físico de los volantes, en el sector derecho la compensación defensiva se da al contrario: de arriba abajo. Joao Neves está siendo el mejor centrocampista del equipo. Y ya es decir. De entre los de corte físico, solo Valverde y Rice le compiten como mejor del mundo. Con el matiz de que Neves apenas tiene 20 años. 

Roba balones como nadie y realiza desmarques de aclarado constantes para favorecer a sus delanteros. A través de su presión, evita que se filtren balones a la zona sensible por la movilidad de Achraf. No obstante, se trata de un físico privilegiado a quien también le responde el pie.

Joao es el interior que conecta con el frente de ataque desde el enganche. Arrebató el lugar al naciente Zaire-Emery como se lo arrebataría a cualquiera. 

Si bien no cuentan con la virtud creativa de Pedri o el empaque de Rodri, el centro del campo del PSG es el más completo de la actualidad.

Una delantera habilidosa

Por arriba, el 4-3-3 posicional acaba en un ataque que es pura habilidad. Kvaratshkhelia, Dembélé y Doué son amenazas al regate y al gol ante cualquier zaga. Condicionan los partidos porque se les respeta y ganan los partidos porque los definen. Es la mejor delantera del mundo, tras la del Madrid. Y además tiene un recambio del mismo corte, en la figura de Barcola, y otro de distinto perfil pero casi tan válido como los titulares: Gonçalo Ramos ha hecho diez goles con solo doce titularidades.

Ousmane Dembele (Foto: Cordon Press)
Ousmane Dembele (Foto: Cordon Press)

En la derecha del XI se alternan Barcola y el joven Doué, quien finalmente ganó la partida. La apuesta del técnico por Doué se debe a que su regate sale en menor espacio, algo importante cuando se vive en la mitad de campo rival o cuando se recibe con un marcador listo para saltar, circunstancias normales en este PSG.

Es una constante que, cuando Achraf se cierra dentro, Marquinhos trate de conectar directamente con Doué para que este gire en el acto, se deshaga de su par y precipite la jugada. En eso es mejor que Barcola, quien sin embargo le supera en el uso de ambas piernas, la potencia de arranque y el tacto de gol, de ahí que el ex del OL también incida en zona central y sea el segundo anotador del equipo.

Una reinvención milagrosa

Quien no se discute es Dembélé. Parecía un caso perdido, a sus 27 años. Pero Luis Enrique ha conseguido sacar lo mejor del extremo dándole un nuevo encaje posicional: ahora es delantero centro y se llega a hablar del Balón de Oro.

El problema central de Dembélé siempre fue su toma de decisiones, ya que para él todo es ir e ir una vez recibido el balón. Desde el extremo tenía mayor rango de acción y, al transitar, perdía demasiadas posesiones por decidir equivocadamente o ejecutar sin finura, generándose contragolpes. 

Ciñéndole al área, el técnico ha conseguido reducirle los manejos y potenciar su explosividad en pequeñas distancias. Como es ambidiestro y chuta muy bien, un Dembélé por fin libre de lesiones ha alcanzado los 30 goles este curso.

Un fichaje para ganar la Champions

Con su propuesta de juego combinativo inmutable y bien marcada, el PSG hizo una primera fase desastrosa y ahora es finalista de Champions. ¿Qué ha cambiado esencialmente? El fichaje de Kvaratskhelia en el mercado invernal.

Khvicha Kvaratskhelia (Foto: Cordon Press)
Khvicha Kvaratskhelia (Foto: Cordon Press)

Kvaratskhelia es un crack inmortal que, tanto en estático como en conducción, causa temor en los rivales. Atrae a varios en cada acción y así permite que Dembélé sea desatendido o que sus volantes lleguen para ver la portería con claridad.

Un día uno cree que una selección menor como Georgia hace su gran Eurocopa por la cosa táctica o porque ha tenido fortuna, pero pasan los años y se da cuenta de que Gales sólo fue una selección respetada durante la década en que jugó Bale. 

Como la clasificación conseguida por Georgia, fue gracias al rendimiento de Kvaratskhelia que el Napoli ganó un Scudetto tres décadas después. Y será por lo que el PSG levante la primera Champions de su historia. Y es que nadie es apodado Kvaradona por casualidad.

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