Entrevistas de tenis

Juan Martín del Potro: «La limitación de Rafael Nadal fue lo físico, su nivel de tenis estaba por encima de la mayoría»

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Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)
Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)

Ha atravesado un infierno, las lesiones le han retirado del tenis. Una lesión crónica en la rodilla derecha desde 2018 ha sido la responsable de que el argentino Juan Martín del Potro dijera adiós el año pasado después de relatar en los medios el dolor que ha sufrido, crucificado a base de pastillas, como cantaba Extremoduro. Finalmente, ha abandonado el circuito y ese ha sido el motivo para dar una entrevista en La Nación en la que ha repasado toda su carrera.

Lo más interesante para el público español han sido las menciones que ha hecho a Rafael Nadal. Para él, posiblemente el mejor tenista del mundo, aunque tuvo un hándicap que le impidió reinar de forma indiscutible: «De Rafa obviamente sabemos que su limitación fue lo físico, pero si no, en el nivel de tenis está por encima de la mayoría».

También ha señalado las diferencias que, desde su punto de vista, hay entre los tres últimos grandes del tenis y su forma de relacionarse con los demás jugadores: «Creo que está muy marcada la forma de ser de los tres. Todo el tiempo se compara o a ver quién fue el mejor, pero no, porque Roger es esto, el otro rompe raquetas, Rafa es más correcto… y son distintos los tres».

Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)
Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)

En este punto, el argentino ha destacado que Novak Djokovic es el más cercano con otros tenistas, aunque eso no quiere decir que los demás sean antipáticos: «Roger y Rafa son súper respetuosos, muy correctos, muy agradables con todos. Pero bueno, Novak tal vez se involucró de alguna otra manera más». Le parece un tipo natural al que no le importa el qué dirán: “Es un tipo muy espontáneo, que a él lo que se le viene a la cabeza lo lleva a cabo sin tal vez pensar si es correcto o no correcto hacerlo. Y creo que esa naturalidad que él tiene sobrepasa su personalidad».

De hecho, cree que el serbio actúa como si no fuera quien realmente es: «Yo creo que si pensara 24 horas quién es y lo que significa para el mundo del deporte, tal vez no tendría esa espontaneidad en un montón de actitudes. Pero yo creo que eso es lo que lo hace ser justamente Djokovic».

Del Potro ha reconocido su gran desgracia ha sido española. Si no fuera por haber coincidido con Nadal, podría haber ganado más títulos en torneos de Grand Slam, especialmente en Roland Garros: «Tal vez hubiera ganado dos o tres Roland Garros, pero estaba Rafa. Iba a decir: che, y si no estaba Rafa, ¿qué hubiera pasado? Pero estaba Rafa, y punto».

Lo gracioso es que el español ha sido su sombra desde hace muchos años. En una anécdota curiosa, ha recordado haber conocido a Nadal cuando ambos eran niños durante un viaje a Sudáfrica: «¡A Rafa lo conocí en un safari en Sudáfrica cuando teníamos 12 y 14 años!»

Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)
Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)

En cuanto a sus grandes partidos, ha ido recordando vuelapluma cuáles han podido ser: «En el de los Juegos Olímpicos, que me ganó Roger Federer. Pero la final del US Open la gané. El partido más importante que me tocó jugar contra Murray, la final de los Juegos Olímpicos. Pero la semi de la Copa Davis también la gané. Y con Novak me pasó lo mismo. Me quedó la espinita de no repetir el US Open, pero fui a Serbia y ganamos. Y los Juegos Olímpicos, a él no se le olvida jamás. Y ese partido también lo gané».

Lesiones, el gran revés de Juan Martín del Potro

Si hay algo que ha marcado la carrera del argentino ha sido su lucha contra las lesiones. Su cuerpo se lo puso difícil, le llevó al límite, más allá de lo que un deportista común puede soportar. Pasó por ocho cirugías, tratamientos de toda clase y una retirada que no fue como le hubiera gustado: «Tuve muchas cosas al mismo tiempo. Y bueno, sí, me creía una persona con personalidad y bien parada como para afrontar cualquier cosa que se me podía poner en el camino. Pero la verdad es que ahora, en este último tiempo, también aprendí que… ¿saben qué? No soy tan fuerte como yo creía o como ustedes me veían. Y, ¿saben qué? Sí, lloro y no duermo y tengo ansiedad. Y a veces estoy deprimido y hago mucha más terapia de la que tenía que hacer, porque no soy tan capaz de sobreponerme a ciertas situaciones de la vida que me están tocando».

Del Potro ha confesado que, aunque su imagen en la cancha siempre ha sido la de un guerrero indestructible, la realidad fuera del tenis era completamente diferente. Desde sus primeras operaciones en la muñeca hasta las interminables complicaciones con su rodilla derecha, el dolor se fue convirtiendo en un compañero constante en su vida: «Ocho veces me operé yo la rodilla. Públicamente se sabían de cuatro o cinco, pero en privado me operé tres veces más. Y hoy en día lo único que pido es subir una escalera sin dolor, poder ir a Tandil manejando sin tener que parar cada dos horas a estirar la pierna porque me duele. Eso es lo que pido para mi vida cotidiana».

Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)
Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)

A pesar de someterse a cirugías con los mejores especialistas del mundo y probar todo tipo de tratamientos -desde los más convencionales hasta los más experimentales- nunca encontró una solución definitiva para su problema. Probó cambios en la alimentación, en la suplementación, en el descanso, e incluso métodos poco convencionales, pero no hubo nada con lo que lograse una recuperación completa: «Vi los mejores médicos del mundo, hice miles de tratamientos, probé miles de dietas, de suplementación. Cosas que, si pruebas esta locura, la probé por dos, ya te lo puedo asegurar. Y es una lucha diaria que sigo teniendo, porque la verdad es que todavía esa calidad de vida no la logré».

Tener que aceptar que no iba a volver a competir fue, como es lógico, un revés del que no se recuperó fácilmente. Durante años, luchó con la esperanza de regresar, pero la realidad fue tozuda y su cuerpo no respondía. Su despedida en Buenos Aires, contra Federico Delbonis, fue un momento cargado de emoción, pero también de tristeza, ya que no se trató de un retiro planeado, sino de uno impuesto por las circunstancias: «Para mí el retiro fue forzado, no fue deseado, no fue buscado. A la semana previa al torneo, yo todavía tenía la ilusión de volver a jugar. Hasta que, dos días antes, hablé con mi equipo y les dije: ‘Yo no puedo volver a jugar al tenis porque no puedo correr’».

Sin embargo, aceptar su impotencia, comentarlo, admitirlo públicamente, le ayudó. Se sintió liberado: «Cuando hago esa conferencia de prensa, a la noche dormí, por primera vez en dos años, nueve horas de corrido. Sentí que me había quitado una gran mochila de encima, esa presión de ‘Delpo, ¿volvés? ¿Cómo estás? ¿Te vamos a ver en un torneo?’ Ese día fue: hasta acá llegué». Su partido de despedida en Buenos Aires fue más triste que feliz, un final que lo dejó con la sensación de que merecía algo diferente: «Fue una despedida muy emotiva, pero mucho más triste que feliz. Emotiva al fin, pero con otros condimentos».

Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)
Juan Martín del Potro (Foto: Cordon Press)

Por eso, con el tiempo, sintió la necesidad de un último partido en el que pudiera sonreír, disfrutar y despedirse del tenis con la cabeza en alto. Fue así como nació la idea de su partido contra Novak Djokovic, un homenaje que, más allá de lo deportivo, era para él un final en alto: «Tengo que darle un cierre a lo que fue el tenis o sentirme un poco activo. Vendrán otros capítulos con el tenis, pero este es el punto final a todo lo que padecí. Y tener mi foto final con la raqueta al lado de Novak es la foto que me va a quedar para toda la vida».

Seguir vinculado al tenis

Pero Del Potro no ha abandonado el tenis aún. Aunque su cuerpo le impide seguir compitiendo en persona, ha montado una academia en Miami en la que le gustaría formar a las nuevas generaciones: «Cada vez que recibimos alumnos, lo primero que me dicen es ‘quiero tener tu drive’. Lo que quieren aprender es mi derecha. Entonces nada, estamos ahí metiéndole energía a eso y a poder crear buenos campeones».

Esta academia es importante para él porque le sigue manteniendo vinculado al tenis, algo que se le hacía duro perderlo cuando dejó de competir: «Me han ofrecido, me han llamado. ‘Che, ¿me querés entrenar? ¿Te gustaría ser mi coach?’ Y la verdad es que tanto viaje, después de tantos años, es una de las cosas que no tengo muchas ganas de hacer. Prefiero compartir momentos con los más jóvenes, que todavía tienen esa capacidad de poder aprender, de poder escuchar, de que te miran con otros ojos. Creo que puedo ser mucho más útil por lo menos en este momento de mi vida a ese rango de jugadores que a los profesionales».

Juan Martín del Potro y Diego Armando Maradona (Foto: Cordon Press)
Juan Martín del Potro y Diego Armando Maradona (Foto: Cordon Press)

Además de la academia, también participa en el programa de Roland Garros Junior, donde se codea con los que serán los futuros talentos del tenis mundial, aquellos llamados a tomar el relevo de Federer, Nadal y Djokovic. Desde su punto de vista, los dos jugadores que marcarán los años venideros son Carlos Alcaraz y Jannik Sinner: «Se está armando una linda rivalidad. Yo creo que se puede convertir en lo que fue Sampras-Agassi. La gente por ahí los lleva más al Big Three, a ver si es como Federer, Nadal y Djokovic. Para mí falta muchísimo, pero son dos tipos que hoy están por encima de la mayoría».

Sobre su legado, ha reflexionado sobre lo que ha supuesto para él llevar el nombre de Tandil y Argentina por todo el mundo: «Soñaba con ganar el US Open con 11 o 12 años y no sabía ni dónde se jugaba. Y sin embargo lo soñaba. Ese es el mejor mensaje para mí, porque desde un lugar pequeño, en base a esfuerzo, trabajo y dedicación, se pueden lograr sueños impensados».

No obstante, todavía sigue en lucha contra el dolor. Le bastaría con poder subir una escalera sin sufrir molestias o poder conducir hasta su casa sin tener que parar para estirar la pierna: «Imaginate, de lo que venía haciendo y lo que venía luchando a diario, en una red automática contra Novak, contra Roger, contra Rafa, en Grand Slams, el top five, el número uno… a decir ‘cómo tengo que hacer para ir manejando hasta Tandil sin que me duela la pierna’. Pasé ocho cirugías, vi los mejores médicos del mundo, miles de tratamientos, miles de dietas, de suplementación. Y sigo en la lucha diaria».

Pues eso. La lucha sigue.

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