“Este juego pertenece a todos los pueblos y a todas las épocas y nadie puede saber de él qué divinidad lo regaló a la Tierra para matar el tedio, aguzar el espíritu y estimular el alma”.
(Stefan Zweig, escritor austriaco)
En la antesala de un mes de abril en el que se dará el acontecimiento del año cuando se enfrentarán por el título mundial el ruso Yan Nepómniaschsi y el chino Liren Ding para acceder al trono que dejó por propia decisión el noruego Magnus Carlsen, se dio una intensa actividad en la agenda ajedrecística con eventos en cuatro continentes distintos resaltando especialmente las competencias femeninas.
Lo más destacado sin dudas fue el match final por el Torneo de Candidatas, que finalizó a principios de abril, en el que la china Lei Tingjie se consagró como retadora de su compatriota Ju Wenjun, la campeona del mundo, quienes habrán de dirimir supremacías en encuentro a realizarse en mayo.
Los torneos europeos para ambos sexos, Zonales clasificatorios para el próximo ciclo mundial (2023/2024) en América y África, y la tercera etapa del Grand Prix de mujeres, hablan a las claras de que la rueda del ajedrez gira incesantemente, en todo lugar y circunstancia, desde aquel momento en que una divinidad se lo regaló a la Tierra como bien supo barruntar Stefan Zweig.
Para más, desde las profundidades del pasado, en decisión tan tardía como ubicua adoptada por la FIDE en reunión del 4 de abril realizada en México, se reconoció a Augusto de Muro como el segundo presidente de la entidad, una cuestión que había sido ignorada demasiado tiempo. El argentino había sido elegido como tal en 1939 en Buenos Aires, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, para luego borrarse ese episodio de los anales. Hasta que, solo ahora, fuera reivindicado en tal carácter.
Match final por el ciclo de candidatas por el título mundial de mujeres
Con pocos días de anticipación respecto de la fecha prevista para comenzar el match para definir la próxima aspirante al cetro mundial, se seleccionó como sede a la ciudad de Chongqing, una gran urbe china de más de treinta millones de habitantes la que provisoriamente fuera capital del país en tiempos de la segunda guerra sino-japonesa (1937-1946).
Esa designación era casi una obviedad habida cuenta de que a esta instancia habían arribado dos hijas de la urbe: Lei Tingjie y Tan Zhongyi, la excampeona del mundo (lo fue brevemente entre 2017 y 2018), sexta y octava en el último escalafón mundial FIDE.
El próximo encuentro, para el que espera Ju Wenjun, se hará en el mes de julio también en Chongqing, aunque, en ese caso, será sede en forma conjunta con Shanghái, lugar de nacimiento de la campeona. De ese modo, se reeditarán las locaciones utilizadas en el match ecuménico de mayo de 2018, oportunidad en la que Wenjun se impusiera ante Zhongyi.
Está visto que, a nivel de mujeres, siendo otra referente del país, Yifan Hou, la mejor ajedrecista de todas, y desde hace bastante tiempo, el ajedrez, al menos en lo que respecta a ese género, ya claramente se ha teñido de rojo.
Pues bien, en esta contienda a seis partidas prevaleció Lei, quien se impuso claramente por 3.5 a 1.5 sin necesidad de que se desarrolle el último encuentro. Y las cosas sin embargo se le habían presentado en forma desfavorable ya que Tan la comenzó venciendo, con las piezas blancas, en la ronda inaugural.
Pero, de inmediato, Lei alcanzó la paridad y, tras unas tablas en el tercer juego, volvió a salir airosa en los dos siguientes, por lo que al decantar por imponerse próximamente tendrá la oportunidad de proseguir su senda ascendente.
Como consecuencia de este resultado, en el ranquin ELO en vivo, Lei (que es GM desde el 2017), alcanzó a superar a la campeona. En efecto, al subir a los 2.553,50 puntos logra el quinto lugar en el listín mientras que Ju (titular del mundo desde 2018 y GM desde 2014) conserva los 2.550 puntos, pero baja al sexto lugar. Números cerrados que indican un signo de extrema paridad la que, muy probablemente, se dará en el curso del enfrentamiento que se avecina entre ambas, el que se presenta a priori con final abierto.
Tercer torneo del Grand Prix de Nueva Delhi
Ya nos hemos referido a las anteriores etapas (fueron dos) del torneo Grand Prix de mujeres, el que está conformado por cuatro instancias que acumulan puntaje para clasificar a dos jugadoras para el Torneo de Candidatas del ciclo mundial 2023/2024 (Segunda cita del Gran Prix por el nuevo ciclo mundial femenino en Münich con triunfo de Kosteniuk).
En esta oportunidad es el turno de registrar su tercer hito, el que se cumplió en Nueva Delhi, el que culminó el 5 de abril, dándose en definitiva un triple empate en la primera colocación entre las jóvenes jugadoras Jiner Zhu y Bibisara Assaubayeva (tienen veinte y diecinueve años, respectivamente) y la experimentada Aleksandra Goryachiyna. El orden definitivo, tras las partidas de desempate realizadas fue el siguiente: primero la rusa; segunda la kazaja; tercera la china quien, con esta actuación, termina por conseguir el título de GM.
Con este resultado, en el ranquin en vivo, Goryachkina recupera la segunda posición, desplazando a la india Humpy Koneru, quien si bien participó de este Grand Prix quedó rezagada al ubicarse sexta entre las diez participantes.
A falta de una prueba, que se hará en mayo en la capital chipriota de Nicosia, encabezan las posiciones Zhu y Goryachkina, siendo acechadas por la exjugadora rusa (ya representa oficialmente a Suiza) Aleksandra Kosteniuk, la exucraniana (desde hace un tiempo rusa) Kateryna Lagno (esposa del gran ajedrecista Alekdandr Grischuk) y las mencionadas Koneru y Assaubayeva.
Un hecho destacado es que a la capital india no concurrieron las hermanas ucranianas Mariya y Anna Muzychuk quienes, por la invasión de Rusia a su país, residen provisoriamente en Valencia, España. Ello ocurrió en protesta por la presencia de ajedrecistas rusas.
En ese sentido, puede verse que el conflicto está escalando en su impacto en el terreno ajedrecístico. Si los representantes de la Ucrania invadida no quieren cruzarse con ajedrecistas rusos en competencias, sin dudas que se generarán situaciones de difícil resolución para los organizadores y las autoridades de la FIDE. Por lo pronto, ya Rusia dejó de pertenecer a FIDE Europa para pasar a formar parte del FIDE Asia, lo que podría minimizar esa clase de controversias.
Campeonatos europeos
- Absoluto
Con regularidad anual, con la lógica excepción del 2020 en que se suspendió la prueba por la pandemia, la Unión de Ajedrez Europea ha venido organizando, desde el 2000, competencias para determinar los campeones del continente tanto a nivel absoluto como de mujeres.
Además de su intrínseca importancia, habida cuenta de la fuerza de los participantes, se trata de una instancia formidable al clasificar a etapas posteriores en el marco de los respectivos ciclos para determinar los campeones mundiales.
Por supuesto que, en otros tiempos, por caso durante el ominoso expansionismo de los partidarios de Hitler, se hizo en 1942 en Múnich un torneo en el que se impusiera el entonces campeón del mundo, el francés (de origen ruso) Aleksandr Alejin, quedando por detrás el estonio Paul Keres, al que se le sindicó un nivel continental.
En ediciones anteriores resultaron vencedores, entre otros, el ruso Yan Nepómniaschsi (2010), actual aspirante a la corona máxima; el ucraniano Vasili Ivanchuk (2004, quien fue segundo en 2006) y el rumano Liviu-Dieter Nisipeanu (2005), momento en el que fue subcampeón el azerí Teimour Radjabov. Otro que obtuvo la medalla de plata aquí fue el excampeón del mundo, el también ucraniano Ruslán Ponomariov (2001).
A la medalla de bronce accedieron varios jugadores notables, en particular el armenio (hoy norteamericano) Levón Aronián (2004 y 2005) y la húngara Judit Polgár (2011), una mujer que siempre se destacó, como ninguna otra de las referentes de su género, en competencias generales. En la última edición, la de 2022, el podio lo ocuparon el alemán Matthias Blübaum, el armenio Gabriel Sargissian y el croata Iván Šarić.
Este año fue su escenario el Hotel Zepter de Vrnjačka Banja, en Serbia. Se trata de una pequeña ciudad, de poco más de diez mil habitantes, que tiene un spa con aguas termales de propiedades terapéuticas, las que ya eran conocidas desde la época de los romanos. En una de sus salas se instaló, para evocar el evento, una gran estatuilla de una pieza de ajedrez a escala más que humana.
A la competencia una vez más se le dio la calidad de clasificatoria para la Copa del Mundo FIDE 2023, instancia a la que accedieron los 23 jugadores que ocuparon las posiciones de vanguardia. Para determinar esa extensa nómina, se debió aguardar la culminación del torneo disputado la modalidad de sistema suizo, a once rondas, que contó con la presencia de 497 jugadores (128 de los cuales son GM y 48 de ellos con un ranquin ELO superior a los 2.600 puntos) de cuarenta federaciones nacionales.
El principal preclasificado era Sargissian (tiene un puntaje ELO de 2.699), siendo además notorias las presencias de su compatriota Haik Martirosyan, el español David Antón Guijarro y el checo David Navara. Dentro de la nómina de candidatos se destacaban varios nombres, como los de Ivanchuk y Ponomariov, y el del israelí (nacido en Bielorrusia) Borís Gélfand, un reconocido aspirante de otrora al título del mundo.
Participaron, en una situación que podría creerse constituyó casi una despedida, varios jugadores rusos, comenzando por el joven (tiene veinte años) Andrey Esipenko. Es que ese país como dijimos antes habrá de emigrar de continente por lo que, en futuras ediciones de esta clase de prueba sus representantes ya no podrán estar presentes (salvo que, como ya ha comenzado a suceder, quienes así lo decidan pasen a formar parte de otras federaciones europeas).
En ese orden, la afición local posó la mirada en el ¿ex? ruso, Aleksandr Predke (2.684 puntos ELO), el quinto preclasificado quien, desde ahora, juega bajo la bandera serbia, haciendo uso de una opción que dio la FIDE a los rusos para poder seguir compitiendo en Europa. Es de esperar que Predke sea solo uno de una larga y seguramente impactante nómina, a la que ya se ha sumado la gran ajedrecista Aleksandra Kosteniuk asumida como referente de Suiza.
Bien sabemos que, en esta clase de competencias, son los varones quienes tallan; pero nada impide a que las mujeres puedan sumarse, lo que no suele suceder por razones de distancias competitivas. Sin embargo, algunas de ellas franquearon la tranquera, siendo ese especialmente el caso de la rusa Aleksandra Goryachkina, quien estaba preclasificada en la posición 62.
Al cabo de todo, arribaron al primer lugar tres jugadores con 8.5 en 11: el ascendente ajedrecista ruso Alexey Sarana (con mejor puntuación a la hora del desempate); el rumano Kirill Shevchenko y otro joven, el belga Daniel Dahrda (cuenta con apenas diecisiete años), evidenciando que se está dando un inexorable recambio generacional.
Con lo que, cabe insistir, por última vez veremos a un ajedrecista de Rusia consagrarse campeón europeo, lo que nos sigue resultando toda una rareza (producto de la geopolítica y de las consecuencias ante las desmedidas ambiciones hegemónicas de los políticos que dirigen la nación más extensa del mundo).
Se trata de un podio bastante inesperado. Si bien Sarana no era el favorito (de hecho era el undécimo preclasificado), lo suyo de todos modos puede interpretarse dentro del terreno de lo aguardable dado que está en una clara etapa de ascenso en su carrera. Pero sus acompañantes en el terceto son bastante más inesperados. Shevchenko estaba en la posición previa número doce y, en el caso de Dahrda, apenas aparecía en el 41° lugar.
A media unidad se ubicaron doce jugadores, entre ellos el francés Étienne Bacrot (que supo ser un niño prodigio y hoy es un “veterano” de cuarenta años), los españoles Jaime Santos Latasa y David Antón Guijarro, y dos sorprendentes apariciones (los únicos MI dentro de una constelación de GM), el griego Stamatis Kourkoulos-Arditis (por desempate queda en la cuarta colocación cuando estaba en el puesto 101 en la previa) y el turco Ediz Gurel, una figura a observar con detenimiento ya que el último 1° de enero recién cumplió los quince años de edad.
En el lote de quienes llegaron a los 7.5 se plantaron, entre otros, el ucraniano Anton Korobov (líder durante buena parte de la competencia), el ahora serbio Predke (ambos clasificados para la próxima instancia rumbo a la corona mundial), los incombustibles Gelfand e Ivanchuk (quienes ya franqueando la barrera de los cincuenta años), Ponomariov y el alemán Marius Fromm, que es apenas Maestro FIDE, ninguno de ellos sin pasar a la próxima instancia. Lo propio aconteció con los favoritos Sargiisian, Martirosyan y Navara (este estaba en el cuarto lugar en las expectativas) al solo cosechar siete puntos.
Para considerar la perspectiva de género acotemos que Goryachkyna acumuló seis unidades, aunque no fue la mejor mujer en la competencia ya que fue superada en media unidad por la polaca Jolanta Zawasdka y la rumana Irina Bulmaga.
2. De mujeres
Sabido es que Georgia es tierra de grandes campeonas de ajedrez. La primera GM mujer de la historia provino de esa tierra, la legendaria Nona Gaprindashvili, alguien que sigue registrando éxitos, ahora en el rubro de veteranas (China avanza ¿El ajedrez se tiñe de rojo?)
También es de ese origen quien le arrebató la corona, la asimismo prodigiosa Maia Ciburdanidze. Es que, en esos lares, la tradición vinculada con el juego es inmemorial asegurándose que en las dotes de los casamientos, desde fines de la Edad Media, se incluían sets del noble juego.
Siendo así, no habrá de sorprender que en la actual edición del campeonato europeo femenino sea otra representante de Georgia la vencedora, al cabo de la prueba disputada a once rondas en la ciudad montenegrina de Petrovac, en la que participaron 136 jugadoras de 34 federaciones. Es que la MI Meri Arabidze, que terminó igualada en la punta con 8.5 con la también MI, la polaca Oliwia Kiolbasa, se consagró campeona continental, gracias a la aplicación del sistema de desempate, primando en ello el triunfo de aquella sobre esta en el enfrentamiento individual que tuvieron en la octava ronda.
Es curioso que, a lo largo de la prueba Arabidze (quien finalizó invicta y estaba preclasificada en el noveno lugar) no tuvo que confrontar con ninguna de las GM presentes (en principio más candidatas que ella a alzarse con el premio mayor), en particular su compatriota Bella Khotenashvili, la rusa Valentina Gunina (número uno y dos en la consideración previa), la campeona saliente, la polaca Monika Socko, y la excampeona del mundo, Antoaneta Stefanova, todas ellas relegadas en las posiciones finales.
La triunfante fue de menor a mayor: en las primeras cuatro fechas hizo tres tablas por lo que, al venir desde abajo, solo en las últimas rondas debió exigirse ante rivales de mayor fuste, terminando por cubrir una actuación consagratoria.
Las dos primeras, y las siete jugadoras que las siguieron en la tabla de posiciones (que no fue el caso de ninguna de las GM presentes), accedieron a la próxima edición de la Copa del Mundo femenina.
Para darle un repaso histórico a este encuentro digamos que, de las veintidós ediciones registradas desde el año 2000 (tampoco en este caso se hizo en el 2020 dada la pandemia), en siete casos fueron ajedrecistas rusas las que se impusieron (algo que, bien ya lo sabemos, no se podrá seguir dando en el futuro) y en cinco lo hicieron representantes ucranianas.
También se han dado varias situaciones de vencedoras repetidas, comenzando por la rusa Valentina Gunina que se impuso tres veces mientras que, en dos ocasiones, se llevaron el oro las ucranianas Natalia Zhukova (la primera campeona europea) y Kateryna Lagno (que posteriormente de sus respectivos logros representando a su país natal, desde 2014, representa a Rusia), la rusa Tatiana Kosintseva y la legendaria jugadora sueca Pía Cramling.
Torneos zonales clasificatorios para los ciclos mundiales 2023/2024
Sendas competencias se hicieron este mes, en América del Sur y África, en calidad de Zonales mediante los cuales se van determinando qué ajedrecistas pasarán a la siguiente instancia en los respectivos ciclos por los campeonatos mundiales.
El primero se hizo en Asunción del Paraguay, formando parte ajedrecistas del cono sur americano (Argentina, Chile. Paraguay y Uruguay), siendo los principales preclasificados el chileno Cristóbal Henríquez Villagra (2.624) y el paraguayo Neuris Delgado (2.560), dentro de los 46 inscriptos (ocho de los cuales eran GM y con la estelar presencia de la múltiple excampeona argentina Claudia Amura) en la prueba absoluta. En la de las mujeres se perfilaba como ganadora Carolina Luján (2.309) entre las 18 anotadas.
Respondiendo a su favoritismo, y a pesar de perder su invicto en la última rueda, Henriquez Villagra se llevó el Zonal (ya se lo había asegurado con una ronda de anticipación) al alcanzar siete puntos en nueve, igual marcador que el alcanzado por los también GM Delgado Ramírez (quien derrotó a aquel en la despedida) y Leandro Krysa, y el MI Pablo Ismael Acosta (estos dos de la Argentina).
Pero fue este último, el más joven y el de menor titulación, quien quedó segundo, por contar con mejor puntaje para el desempate, con lo que ambos ajedrecistas trasandinos (cada uno lo es respecto del otro) estarán entre los 156 mejores ajedrecistas del planeta en su sueño mundial que comenzará a rodar el último día del mes de julio en Azerbaiyán.
En el caso de las mujeres, el podio se vistió de celeste y blanco ya que tres argentinas lo alcanzaron: María José Campos y la ascendente Candela Francisco Guacamburu (de dieciséis años) terminaron con siete puntos en nueve y, a solo media unidad, se ubicó Anapaola Borda Rodas.
Curiosamente Luján, la única MI de la prueba, compatriota de ellas, no integró ese sitial al quedar séptima tras una muy floja performance. Campos, en definitiva, por un ajustadísimo margen en el desempate, será la jugadora que represente a la región en la próxima instancia por el ciclo mundial.
El continente africano fue muy relevante, aunque suele olvidárselo, en el contexto de la evolución del ajedrez. Desde esos rincones el pueblo árabe hizo ingresar al juego (en la versión shatranj) tanto a las porciones meridionales de España y de Italia, con lo que se dará, desde esos momentos iniciáticos, su ulterior decisiva difusión en un continente europeo al cual había también ingresado por otras vías (los persas a través de Bizancio y de Rusia lo hicieron, en este caso siguiendo el curso del río Volga).
Pero, en la evolución histórica, esa tierra tantas veces postergada por la Humanidad (y que sin embargo fue cuna de la aparición del hombre y de civilizaciones extraordinarias como por ejemplo la egipcia), no ha dado ajedrecistas que se hubieran destacado en la escena mundial.
Con todo, no hay que perder las esperanzas de que esto pueda en algún momento revertirse. En tiempos recientes, procesos de auge de un ajedrez que parecía dormido, se están dando en territorios como Chima, India, Irán, Uzbekistán, entre otros, con lo que nunca hay que dejar de observar qué sucede en la geografía de África.
De hecho, actualmente un GM egipcio está en el top50: se trata de Bassem Amin quien cuenta con 2.691 puntos precediendo, para dar dimensión de lo que ello significa y teniendo a la vista el listado de la FIDE del mes de abril, a dos figuras mundiales: el español David Antón Guijarro y la joven promesa india Rameshbabu Praggnanandhaa.
Por lo pronto, y siempre en la perspectiva que el ajedrez está en todos los sitios y en todos los momentos, en Costa de Marfil se hizo un Zonal a partir de un torneo a sistema suizo a siete ruedas en donde se impuso Ortega Amarelle de las Islas de Cabo Verde (tiene una puntuación ELO de 2.472 y es MI desde 2012) quien, respondiendo al favoritismo se impuso en los nueve cotejos, dejando a su escolta, el nigeriano Abdulraheem Abdulrahman Akintoye (2.302 puntos ELO),
a una sideral distancia de dos puntos.
Nakamura regresó al TOP5 del ranking mundial tras adjudicarse la American Cup
Hikaru Nakamura es una de las figuras principales del mundo del ajedrez en tiempos recientes, no solo como jugador sino por sus aportes a la difusión a través de sus muy rentables y populares streamings. Tras su actuación en la American Cup, recuperando una senda ascendente que en cierto momento parecía desdibujarse, al desplazar al neerlandés Anish Giri pasa al quinto lugar del escalafón mundial en el mes de abril.
Pero, ni ese ranquin, ni esa posición, han sido las más relevantes a lo largo de su carrera. Es que supo contar con 2.816 puntos (superando esa barrera de los 2.800 que muy pocos lograron atravesar), lo que sucedió en el mes de octubre de 2015, cuando se había transformado en el segundo jugador del mundo, detrás de Magnus Carlsen, y por delante de los excampeones del mundo Vishy Anand y el búlgaro Veselin Topalov.
Ahora, Nakamura regresa al top5 tras su excepcional performance en la prueba organizada por el Club de Ajedrez de Saint Louis, EE. UU., en presencia de ocho jugadores de fuste que se enfrentaron en sucesivas rondas de eliminación en cotejos que se hicieron a noventa minutos para el juego más un incremento de treinta segundos por movida.
A la instancia final llegó Wesley So (a la sazón el subcampeón), a las semifinales lo hicieron Levon Aronián y Leinier Domínguez, a cuartos de final Fabiano Caruana y Sam Shankland, quedando eliminados en la primera instancia Ray Robson y Sam Sevian.
Dentro de la egregia nómina, solo se advierte la ausencia del ascendente, y por motivos controversiales polémico Hans Niemann, incurso en una batalla legal contra Magnus Carlsen quien lo acusó de haber hecho trampas en una partida de ajedrez en la que oportunamente se enfrentaron.
En la American Cup dedicada a mujeres se impuso la fuerte GM Irina Krush quien, en la etapa decisiva, batió a la jovencísima (tiene trece años) Angela Lee. Un nombre para recordar.
Una cuestión que no debe dejar de consignarse es cómo los EE. UU. se han convertido, con la fuerza de su economía y de su ajedrez, en un punto de atracción para talentos de todas partes del mundo. De los nombres consignados baste decir que Nakamura nació en Japón, So es filipino, Aronían armenio, Domínguez cubano y Krush ucraniana.
Por cierto, si bien Caruana nació en Nueva York, en cierta etapa de su vida representó a Italia. Y, dentro de las restantes ajedrecistas que participaron de la prueba en la división de mujeres, se hallan la también ucraniana Anna Zatonskih, la uzbeka Gulrukhbegim Tokhirjonova, la checa Katerina Nemcova, la georgiana Nazi Paikidze, la iraní Atousa Pourkashiyan y la armenia Tateev Abrahamyan. Con lo que, de las ocho finalistas en la prueba de mujeres, solo una, Lee (de indudable origen familiar oriental), nació en el país y apenas la mitad de los varones vieron a la luz en territorio norteamericano.
Podría decirse que, así como las Naciones Unidas tienen sede en Nueva York, los EE. UU., de alguna forma nada misteriosa (la fuerza de sus dólares, las situaciones poco propicias en otras geografías y el inmenso poder organizativo y financiero de la actividad ajedrecística local), viene transformándose en una virtual Naciones Unidas en lo que al milenario juego también respecta.
Historia que cobra actualidad: La FIDE reconoció al argentino Augusto de Muro como su segundo presidente
Habremos de terminar esta crónica con una cuestión que resulta personalmente muy cercana. En 2012, en un libro de mi coautoría editado por el Senado de la Nación Argentina gracias a la iniciativa parlamentaria del Senador Carlos Reutemann, hice referencia a las decisiones adoptadas en 1939 por la FIDE en Buenos Aires en el sentido de designar en forma provisoria al argentino Augusto de Muro como su Presidente y trasladar la sede de la entidad a Buenos Aires.
Estos hechos eran virtualmente ignorados en la bibliografía especializada (con algunas excepciones como su registro en un trabajo previo del historiador argentino José Copié) y, en todo caso, no estaban oficialmente reconocidos.
En una labor de investigación conjunta que emprendimos posteriormente a aquella publicación con otro colega compatriota, Juan Morgado, apoyándonos en documentación existente y reconstruyendo con los medios disponibles los hechos (mucha prueba se había perdido por debilidades en los registros tanto de la federación internacional como de la argentina), hicimos una investigación a partir de la cual se presentaron diversos trabajos que, luego de tomar forma pública, decantó en que la Federación Argentina de Ajedrez, a través de su Presidente Mario Petrucci, hiciera una presentación formal ante FIDE en el 2022 para que esta historia fuera tenida oficialmente en cuenta.
¿Qué sucedió en aquel momento lejano en el tiempo y por qué se diera ese virtual apagón informativo hasta prácticamente estos mismos días? Recapitulemos brevemente lo acontecido a los fines de contextualizar la situación.
Es bien sabido que en 1939 en el extremo sur del continente americano se hizo el Torneo de las Naciones (la virtual Olimpíada) y el campeonato mundial femenino de ajedrez, que fueron los primeros desarrollados fuera del dominante continente europeo. El 1° de septiembre, mientras se disputaban esas competencias en el pacífico sur, Hitler concreta la invasión a Varsovia dando por iniciada lo que luego se denominaría Segunda Guerra Mundial.
Los delegados para el Congreso y la Asamblea de la FIDE en Buenos Aires, con inédita presencia de representantes de países del continente americano, vistas las circunstancias, deciden que De Muro asuma como Presidente provisorio de la organización, que el anterior titular Alexander Rueb (el neerlandés lo era desde 1924) quedara como Presidente honorario y determinando que la sede se trasladara a Buenos Aires.
Fue una medida excepcional, tomada por los representantes de países presentes de dos continentes (sin mediar oposiciones, aunque hubo algunas abstenciones y la algo airada oposición del presidente desplazado), siendo ellos muy sensibles a la necesidad de no ser indiferentes a lo que comenzaba a suceder en el mundo como un todo ante el trágico escenario que por el momento solo se insinuaba.
Esta decisión podría haber bien sido vista como un acto de clarividencia y de procura de protección de los intereses federativos. En cualquier caso, desde un continente donde reinaba la paz, se extendía la mano a unos hermanos del planeta que ingresaban en una (nueva) fase de terror con consecuencias imprevisibles.
De hecho, los nazis ocuparon buena parte del continente, incluidos los Países Bajos, nación en donde residía Rueb y tenía asiento la FIDE. Este, en su escapatoria para salvarse, perdió toda la documentación de la entidad que estaba en su poder. No era para menos. Lo importante era preservar la vida y anhelar la paz.
Así las cosas De Muro, desde Buenos Aires, en su nuevo carácter asignado, poco pudo hacer. El vínculo comunicacional con Europa (no solo con Rueb sino con las federaciones nacionales del continente), quedó interrumpido. Solo pudo organizar o prohijar algunas pruebas en el sur, como los clásicos torneos de Mar del Plata (en presencia de figuras internacionales que quedaron en América ante la imposibilidad de regresar) y una gigantesca sesión de simultáneas a ciegas que dio el polaco, devenido prontamente en argentino, Miguel Najdorf, la que constituyó un récord mundial (luego no convalidado por la FIDE), que se hizo en la ciudad argentina de Rosario entre el 9 y el 10 de octubre de 1943.
Por motivos que escapan a este trabajo, y que desde luego pueden ser objeto de opiniones y de interpretaciones no necesariamente convergentes en cuanto a sus motivaciones y alcances, cuando termina la guerra, al retomar Rueb el control de la entidad en 1946, se desconoce todo lo actuado en 1939 y, en forma ulterior, estas decisiones que legítima y legalmente se tomaron en Buenos Aires fueron borradas de los anales.
También, y eso hay que decirlo, la Argentina esperó (demasiado) para realizar el respectivo proceso de reconocimiento mas, ya lo sabemos, nunca es tarde para descorrer los velos y hacer resurgir la verdad de los hechos.
Es por eso que la comunidad ajedrecística toda puede celebrar hoy que la FIDE, en reunión realizada el 4 de abril de 2023 en la ciudad de México, haya decidido incorporar oficialmente a Augusto de Muro como su segundo Presidente, basándose en las investigaciones realizadas (Negri & Morgado: 2022 y otros documentos anteriores), tras el minuciosos análisis fáctico y legal y propuesta del caso que hiciera el Comité de Historia de la entidad que preside Willy Iclicki.
En la respectiva propuesta elevada a consideración, la que en definitiva fue aceptada, al incluirse a De Muro como segundo Presidente de la entidad se formula la siguiente necesaria aclaración:
“El Dr. Augusto de Muro fue designado presidente por la Asamblea General de la FIDE de 1939 en Buenos Aires. Su nombramiento fue posteriormente impugnado por la administración anterior. La FIDE reconoce su nombramiento, pero señala que su trabajo se vio limitado durante la guerra”.
(Traducción propia del texto original en idioma inglés)
Consecuentemente, desde su fundación el 20 de julio de 1924, la entidad que está por cumplir sus 100 años de vida ha tenido ocho Presidentes, conforme la siguiente nómina:
Se observa un hiato de tiempo entre 1940 y 1946 en donde la FIDE no consigna quién la conducía, lo que en rigor responde a la lógica de la situación imperante ya que la guerra alteró su normal funcionamiento como lo hizo en casi todos los planos al impedirse el normal curso de los acontecimientos.
Hay mucho que investigar, aún, sobre esa oscura era. Desde un punto de vista general adelantemos que, en su transcurso, junto a una FIDE que perdió todo centro de gravedad en tanto entidad rectora (viéndose a los propios nazis organizar competencias, incluso en los países ocupados y devastados, como si nada estuviera ocurriendo), el eje de las competencias viró desde el corazón de Europa hacia el extremo este (en la cada vez más poderosa URSS) y al continente americano (tanto en el norte como en el sur, con cabecera en los EE. UU. y la Argentina).
Pero, lo más impactante y lamentable que ocurrió en el universo del ajedrez en el contexto de la guerra, es que numerosos referentes del juego (¡y tantos aficionados por siempre anónimos!), murieron o sufrieron condiciones horribles en campos de concentración, guetos, hechos bélicos o en circunstancias cotidianas.
También, otros muchos ajedrecistas debieron emigrar. De hecho, Miguel Najdorf, Erich Eliskases, Moshe Czerniak, Gideon Stahlberg y Sonja Graf fueron solo algunos de quienes permanecieron en continente americano en 1939, la mayor parte de ellos con ese ámbito de paz como destino definitivo. Ya previamente eso mismo había sucedido, entre otros, con el excampeón del mundo Emanuel Lasker, quien terminará sus días en los EE. UU. tras una breve estancia en la URSS.
Principalmente en Europa (aunque no solo en ese continente), las personas de buena voluntad, ajedrecistas o sin serlo, habrán de ver interrumpidas dramáticamente el curso normal de sus estilos de vida. En ese contexto, la mano que se tendió desde Buenos Aires en 1939 para que la FIDE pudiera seguir su marcha lo mejor posible (una gotita cristalina dentro de un océano por cierto de aguas que habían adquirido una densidad demasiado turbulenta), no podía seguir siendo objeto de indiferencia histórica.
Ahora, frente a lo decidido por la entidad mundial, estamos en presencia de un acto reivindicativo, justo y reparador. La realidad de los hechos deben reconocerse en toda su plenitud y, al cabo del tiempo (y en este caso transcurrieron más de ochenta años para que todo volviera a confluir), la verdad siempre terminará por salir a la luz.
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