Prensa

El aficionado no necesita la verdad

Es noticia
Imágenes que emitió TVE en el descanso de la Copa del Rey de 2009 supuestamente correspondientes al momento en el que habían sonado el himno de España antes del encuentro.

Xavi Hernández se declaró «sorprendido» y «entristecido» por la «hostilidad» con la que San Mamés recibió a su equipo el pasado domingo, pero no debió de ser el único confuso esa noche. Más de un aficionado, al leer o escuchar estas declaraciones, debió de preguntarse a qué se refería el entrenador del Barça. ¿Hostilidad? ¿Qué hostilidad? Porque en la tele lo único anormal que se vio es que a Gil Manzano no le había apetecido expulsar a nadie en todo el partido.

Si nos enteramos de lo que sucedió en Bilbao no fue porque LaLiga no tratara de impedirlo. Javier Tebas cuida la puesta en escena como nadie; al menos, como nadie fuera de Corea del Norte. En su día quiso incluso multar a los clubes que no fueran capaces de llenar la tribuna y los dos fondos, eso que llaman la ‘U televisiva’, porque el cemento da fatal en pantalla. A ver qué imagen del campeonato íbamos a proyectar al extranjero. Hasta podrían llegar a creer por ahí que la Premier League es mejor.

Pero sí: en el minuto 30, como estaba previsto, desde un fondo del estadio los aficionados del Athletic iniciaron una lluvia de dólares con los colores del Barça, su escudo y la palabra «mafia». El socio audiovisual de LaLiga, Mediapro, por supuesto ignoró la noticia y siguió a piñón con el plano master. La realización recordó a la de otro célebre Athletic-Barcelona: la final de la Copa del Rey 2008/09. Aquella noche, la interpretación del himno español fue emitida en diferido y previa manipulación, con el sonido ambiente al mínimo y sin abucheos. El director de Deportes de Televisión Española, Julián Reyes, fue destituido y no premiado, pese al mérito de localizar y mostrarnos en primer plano al que debía de ser el único aficionado del Athletic que escuchaba el himno nacional con la mano en el pecho.

El partido del domingo se emitió por DAZN, plataforma que, a diferencia de Movistar+ —que se ha desentendido del tema y se limita a pinchar la señal de LaLiga TV— ha decidido invertir en un equipo propio y mantiene cierta autonomía. Por suerte, tanto el narrador, Rubén Martín, como el reportero a pie de campo, Rafael Escrig, sí nos explicaron a los espectadores lo que estaba pasando, aunque en ese momento no pudiéramos verlo. Mientras el balón esta en juego, DAZN no puede personalizar las imágenes y sólo podemos ver lo que LaLiga desea. Lo explicó Miguel Quintana en el postpartido, libres ya de ese yugo: «El publico ha querido protestar por el caso Negreira-Barça. No lo hemos podido ver por la retransmisón, DAZN no produce la señal, la produce Mediapro… pero hemos cazado el momento con nuestra cámara».

Disculpen el momento Pantomima Full, pero no se me ocurre una forma mejor de explicarlo: LaLiga no quiere aficionados, quiere clientes. Sus retransmisiones se rigen por criterios estrictamente comerciales, no periodísticos. Tener a los medios a raya por contrato les permite controlar su producto al milímetro. No se puede esperar otra cosa de un tiburón como Tebas. Lo inconcebible es encontrar ese peculiar concepto de la libertad de información en boca de un periodista. Hace un par de días, Albert Lesan (Canal 4) reprochaba a Sique Rodríguez y a los miembros de su programa Què t’hi jugues (Ser Catalunya) haber desvelado la noticia de la década. «Gracias por vuestro gran barcelonismo con el tema Negreira entre otros. Os creéis los reyes del mundo, ¿verdad? Ya sabíais lo que iba a pasar. Habéis dado alas a la caverna».

Lo de «entre otros» quizá se deba a que, sólo unos días antes de lo de Enríquez Negreira, el propio Lesan había sido noticia en Què t’hi jugues por motivos similares. Quizá ignore que la investigación que destapó todo es de la Agencia Tributaria, y que la Ser fue sencillamente —que no es poco— el primer medio en conocerla y difundirla. Antes o después, nos habríamos enterado por cualquier otro periodista… salvo por Lesan, claro, y alguno más de su cuerda. No es casualidad, en efecto, que las noticias malas del Barça siempre aparezcan en determinados medios. ¿Quién las va a sacar? ¿Sport? ¿Mundo Deportivo? Su concepto del aficionado como un lelo altamente manipulable, al que conviene ocultar ciertos temas y narcotizar con otros, se solapa con el de Tebas. Su concepto del periodismo, o lo que sea eso, no hace falta explicarlo.

 

3 Comentarios

  1. Periodismo es publicar algo que molesta a alguien. Todo lo demás es relaciones públicas

  2. Te ha faltado comentar que muchos de estos medios manipuladores han estado a sueldo del FCB, lo cual explica la profundidad de garganta en según que temas en donde la imagen del FCB sale perjudicada. La verdad no importa, importa el bolsillo.

  3. Pingback: Laporta, los traidores, los chivatos y el escándalo Negreira que ensucia no sólo al Barça, sino al fútbol español

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