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¿Por qué se fallan los penaltis en las tandas de los Mundiales?

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Las tandas de penaltis son sin duda la fase más divertida del fútbol, sobre todo para los que no se juegan nada. Cuando hay una, es habitual que la gente delante del televisor analice los gestos, andares y actitud de los lanzadores. De su comportamiento y posturas salen las señales que pueden permitir anticipar que va a fallar. La sabiduría popular tiene claro que los que van nerviosos o con cara de poca fe, son los que no la meten.

En este aspecto, el pueblo es sabio. Los análisis científicos de las tandas de penaltis indican precisamente eso. Geir Jordet, de la Norwegian School of Sport Sciences, es el profesor que más ha estudiado estos lanzamientos y en sus sucesivos trabajos, si ha encontrado algo determinante, esa es la ansiedad.

En la Eurocopa 2004 hizo un trabajo de campo con entrevistas a los jugadores que participaron en tandas de penaltis y todos le reconocieron un sentimiento en común, ansiedad, a la hora de ponerse delante del balón. Este estado de nerviosismo no es solo una emoción debilitante, es algo más. Cuando el jugador duda de sí mismo y cree que no va a acertar, surge el pánico. La respuesta para contrarrestar esa situación, la autorregulación del estrés, es un exceso de control de los propios movimientos. Sin embargo, el fútbol es un deporte en el que las acciones se ejecutan de forma instintiva. El juego está interiorizado. De modo que, como expresó el psicólogo californiano Roy Baumeister: «Ese monitoreo interrumpe la natural ejecución de habilidades que de otro modo serían automáticas».

Al mismo tiempo, la ansiedad también hace precipitar la acción. Cuando un jugador es víctima de la ansiedad, se produce una asfixia emocional, la tendencia humana es a escapar cuanto antes de esa situación angustiosa. En un penalti, esto se traduce en lanzar cuanto antes para quitarse de encima esa situación. Imponerse velocidad a la hora de realizar una acción tan delicada solo puede repercutir reduciendo su eficacia.

Esa ansiedad viene causada por la responsabilidad. Fallar el penalti decisivo es algo que puede perseguir a un jugador el resto de su vida. Si se trata de un penalti en una Copa del Mundo, donde se representa a todo un país, estamos hablando de pasar a la historia nacional. No por casualidad, Jordet encontró que en las tandas de penaltis de las Copas del Mundo es donde menos goles se marcan.

En los números de este profesor, los jugadores que no miraban al portero, los que eludían los ojos del guardameta, los que le daban la espalda tras colocar el balón o los que no apartaban la vista del balón, tienen más posibilidades de fallar. Sería un comportamiento de evitación. Otro detalle que evidencia estrés era la colocación de la pelota. Si se hace rápido, indica que el jugador quiere acabar cuanto antes con la ansiedad que está sufriendo. A los golfistas se les recomienda golpear la bola expresando sus pensamientos en voz alta para descargar ese tipo de tensiones.

Baggio tras fallar su penalti en la tanda de la final de la Copa del Mundo de 1994

Las estrategias de disparo no ofrecen muchas variantes. Están los lanzadores que tratan de engañar al portero y los que intentan colocar el balón independientemente del guardameta. En las competiciones de la UEFA y de la FIFA entre 1982 y 2012, entre un 78% y un 85% tomaban la segunda opción. En este aspecto, se ha observado que la carrera que realizan los jugadores que no tratan de engañar al portero es más corta que la de los que lo hacen. Estos detalles pueden facilitar la respuesta del portero. De hecho, otro estudio demostró que los porteros más veteranos lanzaban más golpes de vista las extremidades inferiores del lanzador que los jóvenes  la hora de enfrentarse a un penalti.

El gran problema para los que lanzan las penas máximas es que la ansiedad es un fenómeno multifactorial. En los años 80 ya se investigó que el nivel de ansiedad crece a medida que avanzan los lanzamientos. La media de eficacia en los disparos del uno al seis acababa descendiendo: 77,8%, 80,6%, 86,1%, 65,7%, 72,0% y 50,0%. Otro dato que demuestra la tensión que se va incrementando y cómo se procesa es que, cuando un equipo muestra alegría por haber conseguido anotar su penalti, el jugador rival que lanza después tiene un 2,35% más de posibilidades de fallar.

Otra fuente de estrés puede ser el ego. Cuando el daño a la propia imagen puede ser mayor, la situación produce más ansiedad. En béisbol se investigó en los años 90 el fenómeno «depresión de segundo año». Cuando un jugador debutaba de forma destacada, al año siguiente su rendimiento disminuía de forma notable. Según el profesor de psicología y neurociencia, Mark R. Leary: «Generalmente, las personas reaccionan con ira o ansiedad a todas las situaciones que desafían seriamente su imagen mental de ellos mismos». En el fútbol, Jordet encontró que los jugadores que habían recibido premios FIFA perdían eficacia lanzando penaltis o incurrían en comportamientos de evitación detectables.

Un ejemplo que podría servir de prueba es que uno de los países con la prensa sensacionalista más agresiva es Inglaterra. Los lanzadores de este país son los que muestran el porcentaje más alto de evitación de la mirada. Un 57% de los jugadores ingleses le dieron la espalda al portero mientras retrocedían tras colocar el balón. Desde 1990, solo han sido capaces de imponerse en los penaltis a la España de Clemente y a Colombia en el 18. Está demostrado estadísticamente que hay más posibilidades de perder una tanda de penaltis si se ha perdido la anterior. Sería un caso de tendencia que acaba en determinismo. No obstante, recientemente, una investigación neerlandesa y belga ha descubierto que existe una correlación entre la efectividad de los pases realizados durante un partido por un equipo y las posibilidades de anotar los penaltis de la tanda. Lo que pondría de manifiesto que nada como el buen juego es capaz de aumentar el nivel de autoconfianza de un equipo.

ESTUDIOS CIENTÍFICOS SOBRE PENALTIS

2000: On winning the penalty shoot-out in soccer
2006: Kicks from the Penalty Mark in Soccer: The Roles of Stress, Skill, and Fatigue for Kick Outcomes
2006: The «Russian roulette» of soccer?: Perceived control and anxiety in a major tournament penalty shootout
2007: When Superstars Flop: Public Status and Choking Under Pressure in International Soccer Penalty Shootouts
2008: Avoidance Motivation and Choking under Pressure in Soccer Penalty Shootouts
2008: Emotions at the penalty mark: An analysis of elite players performing in an international penalty shootout
2009: Why do English players fail in soccer penalty shootouts? A study of team status, self-regulation, and choking under pressure
2009: Temporal links to performing under pressure in international soccer penalty shootouts
2010: Emotional contagion in soccer penalty shootouts: Celebration of individual success is associated with ultimate team success
2012: Team history and choking under pressure in major soccer penalty shootouts
2012: Stress, Coping, and Emotions on the World Stage: The Experience of Participating in a Major Soccer Tournament Penalty Shootout
2013: Taking the goalkeeper’s side in association football penalty kicks
2015: The development of a method for identifying penalty kick strategies in association football
2020: Investigating inter-league and inter-nation variations of key determinants for penalty success
2020: Almost a lottery: the influence of team strength on success in penalty shootouts
2021: Goalkeepers put their money where the coach’s mouth is: Knowing kickers’ preferences enhances anticipation of football goalkeepers
2021: Predicting football penalty directions using in-march performance indicators

9 Comentarios

  1. Falta un factor determinante, que es el % de acierto de los mismos jugadores en función del % de paradas de sus porteros. Los mismos jugadores no lanzan igual de nerviosos si su portero promedia un 30% de penaltis parados a si promedia casi un 0%.

  2. Inglaterra también ganó una tanda de penaltis en los octavos de final del mundial de Rusia 2018 contra Colombia

  3. Agustín Serrano

    En una tanda de penaltis yo siempre preferiría ser portero antes que lanzador. Normalmente, el que tira tiene más presión, y si falla se le recordará toda la vida, (Djukic, Baggio, Juanfran, etcétera… aunque el de Miroslav no fue en una tanda).

    Es casi como en las letras: mucho más cómodo ser lector, recibiendo lo bueno o lo malo que venga, que escritor, tirando la pluma o la tecla a ver qué sale, aunque lo segundo, con talento y buena suerte, conceda un éxito y quizá un placer mayor.

    Buen artículo, amigo Álvaro.

  4. Pingback: Un científico del Ajax logra alargar 40 cms las paradas de los porteros

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  6. Muy interesante. Hay penaltis fallados que quedan en la memoria para siempre.

    También hay penaltis marcados que quedan en la memoria para siempre. El de Cesc Fábregas en la Eurocopa 2008, cambiando para siempre la historia reciente de la selección, o la panenka de Ramos vs Portugal en 2012 (creo que un par de meses antes ño había tirado a las nubes en unas semis vs Bayern).

    Aunque para mí el penalti más bonito jamás tirado fue el de Zizou en la final de Alemania 2006 vs Italia. Una panenka sutil y perfecta que toca en el larguero, bota dentro y sale. El penalti más bonito del mundo.

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