Hace algunos años, cuando aún se debatía sobre la conveniencia de introducir el videoarbitraje en el fútbol, Jaume Roures se pronunció en contra con un argumento que, leído hoy, resulta surrealista. El entonces presidente de Mediapro pensaba que, al limitar las pifias arbitrales, el VAR terminaría también con la polémica; es decir, con «la salsa del fútbol», tal y como dijo.
Si algo ha añadido el VAR a estas seis últimas temporadas, más la presente, son ríos de salsa. Por la disparidad de criterio entre los árbitros. Por lo mal que lo hemos explicado los periodistas (es difícil explicar algo sin entenderlo antes). Porque los errores son menos pero más sangrantes. Y sobre todo porque el aficionado medio pensaba que, con ayuda de la tecnología, el árbitro vería al fin lo mismo que él.
Con todas sus pegas, existe cierto consenso a la hora de reconocerle un mérito al VAR: el de poner orden en lo que la jerga arbitral denomina «jugadas geográficas». Dentro o fuera. Delante o detrás. Es decir, aquellas en las que el criterio del árbitro no interviene. Desde esta temporada, además, la escuadra y el cartabón han sido reemplazados por el fuera de juego semiautomático, que limita el margen de error. Los principales damnificados son, precisamente, quienes viven en esos márgenes.
«Nos lo disfrazan de ciencia, cuando hay una intervención humana», lamentaba este martes en ‘La tribu’ de Radio Marca Paul Tenorio. Según nos contó, hay alguien que está amortizando la precisión del nuevo sistema. Se trata del Barça que, con su defensa adelantada del Barça, está dejando en fuera de juego a sus rivales con asombrosa eficacia. Al Espanyol, por ejemplo, la foto finish les echó abajo dos goles en el derbi del pasado domingo. Así que Tenorio ha aprovechado para rebautizar a Hansi Flick, que ahora según él es Hansi ‘Frame’.
Es posible que no hayan pillado la broma, porque es fina, fina. A mí me costó un poco, lo confieso. Un frame es cada una de las imágenes fijas que, al sucederse, conforman un vídeo, con su sensación de movimiento. La sospecha que desliza Tenorio es que, frame arriba o frame abajo, se puede elegir el que más le convenga. Y los árbitros, ya se sabe, siempre eligen lo que perjudica a nuestro equipo y favorece al rival.
No es el único lamento de este estilo que hemos escuchado o leído estos días. Hay uno aún más divertido, ya que carece del componente conspiranoico de Tenorio. En vísperas de la visita del Milan al Bernabéu, Tomás Roncero aprovechó para recordar los históricos duelos de finales de los ochenta. Lo de duelos se puede aplicar en toda la extensión del término, ya que aquellas dos eliminatorias traumatizaron al madridismo, que llevaba ya más de dos décadas sin conquistar la Copa de Europa.
«La maldita defensa adelantada de Sacchi, al igual que hace ahora Flick, fagocitaba cualquier intento de jugar combinando en ataque. Lo digo sin rencor», recordaba el subdirector de ‘As’. Lo mejor viene ahora: «Yo prohibiría esa táctica. Si eres valiente, espérame en tu guarida y veremos quién es más fuerte».
Según escribe Roncero, «lo de Sacchi y Flick es como si a Topuria le frenasen cada vez que va a tumbar con un puñetazo el mentón de sus rivales. Hay que favorecer el espectáculo y así no hay manera». El argumento es chistoso de por sí, pero aún más en boca de alguien que lleva años defendiendo que no hay una sola forma de jugar al fútbol y que cada uno juega con sus armas. Roncero ha vuelto a quedar fuera de juego pero a estas alturas, claro, tampoco vamos a pedir coherencia. Es más fácil pedir tecnología punta.
«En el fútbol de verdad, el Espanyol marcó tres goles. Anular a un equipo humilde y modesto demuestra que necesitáis ayuda».
Nueva norma: solo se pitarán fueras de juego a los cinco primeros clasificados. El resto pueden hacer lo que quieran.
Bufón.
pic.twitter.com/KsJQOOQlT5— Marc Tresens (@MarcTresens) November 5, 2024
Estos periodistas bronos se molestan hasta cuando los árbitros aciertan. Es decir, les molesta que el árbitro o el linier no se equivoquen. Es alucinante. Que pidan que se suprima el fuera de juego y volvamos a los tiempos de los chupagoles, el fútbol será completamente distinto a lo que conocen y entonces se quejaran de que esto no es fútbol.
la polemica, esa entelequia que te permite llenar horas de tertulia, incluso sin la necesidad de ver el partido, viendo un par o tres de jugadas ya te dá las herramientas para ser el mejor de los tertulianos. ¡viva el «periodismo»!
Hay a quien no le gusta el fútbol y sólo se lo pueden tragar bañándolo en salsa.
Enhorabuena, Jot Down: llevabais meses intentándolo y ya por fin podéis presumir de tener la publicidad más molesta de todo Internet.