Ciclismo Dopaje

Floyd Landis: «Decidí contar la verdad sobre el dopaje cuando Armstrong me usó como chivo expiatorio»

Es noticia
Floyd Landis
Floyd Landis (Foto: Cordon Press)

En un podcast de Sporting Intelligence, en el que ha contestado a las preguntas de los suscriptores, Floyd Landis, ganador del Tour de Francia de 2006 y despojado del título por dopaje, ha dejado una serie de declaraciones incendiarias con una sinceridad inusual en el gremio de ciclistas retirados.

Dice Landis que el dopaje era generalizado, una práctica común en los equipos en los que militó, incluyendo por supuesto el US Postal liderado por Lance Armstrong. El doping era una práctica normalizada y, desde el primer momento, Johan Bruyneel le dejó claro que recibiría toda la asistencia necesaria para que se dopase, que esa práctica era una parte integral del funcionamiento del US Postal. Era algo rutinario que se hacía  con la participación activa y consciente de todos los involucrados. Es más, Landis dice que la UCI lo sabía, que todo formaba parte del sistema, pero que nadie quería resolver el problema.

«Solo puedo hablar de los equipos en los que estuve o de las personas con las que hablé personalmente sobre eso en otros equipos. Pero creo que solo hay una conclusión que se puede sacar y es que, si había alguien que no participaba, seguro que lo sabía perfectamente. La UCI lo sabía, todo el mundo sabía lo que estaba pasando y no sé si querían solucionarlo o no. Sé que es un problema difícil de resolver. Y así termina siendo utilizado más políticamente que para crear algún tipo de competencia justa. Pero todo el mundo sí, cuando yo estaba allí, todo el mundo sabía lo que estaba pasando»

Esta dinámica se acentuó cuando Armstrong le escogió como uno de sus hombres de confianza, lo que le obligaba a cumplir con unas expectativas de dopaje establecidas por el equipo. En su primera visita a un apartamento de Michele Ferrari, se le extrajo medio litro de sangre que luego le fue inyectada la semana siguiente. También usaba parches de testosterona de ocho a diez horas por noche dos días de cada tres y Androgel, una forma ingerible de la sustancia. Por supuesto, también hubo hormona del crecimiento.

Floyd Landis
Landis, el primero por la izquierda (Foto: Cordon Press)

Sin embargo, no tiene preocupaciones sobre las implicaciones para su salud a largo plazo derivadas de las prácticas de dopaje en las que participó. Asegura que basándose en la investigación que pudo realizar él mismo y en las conversaciones que tuvo con el doctor, no cree que haya un riesgo significativo asociado con las dosis de testosterona, EPO, HGH y otras sustancias que consumió.

Cree, de hecho, que estas prácticas no estaban orientadas a aumentar la masa muscular de manera extrema, como en otros deportes, y que las cantidades usadas eran, según él, relativamente seguras. Incluso sugiere que, en su opinión, hasta podría ser más seguro que haya más oxígeno llegando al cerebro en ese tipo de competiciones. Al menos él, hasta el día de hoy, no tiene ninguna preocupación respecto a su salud relacionada con el dopaje que realizó.

Las pruebas antidopaje nunca les quitaron el sueño. Eran relativamente fáciles de eludir en aquellos años. De hecho, ni siquiera cree que sean capaces de detectar hoy la hormona del crecimiento. Él mismo fue la prueba, pasó por innumerables tests. Además, el equipo tenía capacidad para elegir quién se sometería a los controles descargando a los que tenían más posibilidades de ser detectados. Landis, cuanto más destacó, más pruebas le hicieron. En este punto, menciona España. Dice que en este país «los chicos de antidopaje simplemente llamaban al director del equipo y le preguntaban quién quería que fuese el ciclista elegido ese día».

Haberse pasado su carrera deportiva dopado, ha confesado, tuvo un fuerte impacto emocional en su vida. En no pocas ocasiones reflexionó sobre las implicaciones para la salud que tenía lo que estaba haciendo de forma sistemática, pero que él solo creía que no podría cambiar las cosas. Desafiar al sistema hubiera significado el final de su carrera. Se convenció a sí mismo de que cualquier intento de desafiar al sistema habría sido inútil y contraproducente. Sin embargo, esta lucha interna le mantuvo en un estado de insatisfacción permanente.

En su momento, trató de justificar lo que había hecho, pero con el tiempo, la carga de la mentira y la presión del entorno fue algo que le hizo mella en su autoestima. Por eso confesó en 2010 su culpabilidad, porque no podía soportar el peso que llevaba, ha explicado, prefería descargar aunque eso supusiera perder su carrera y su reputación.

Además, mantener una mentira constante sobre su supuesta inocencia le agotaba, ni siquiera se le daba bien mentir. Presentarse ante el mundo como inocente cuando sabía que no lo era le costó la salud mental. Y la «salida del armario» fue extremadamente dolorosa. Inmediatamente, tuvo que sufrir el acoso legal y mediático de Armstrong, que intentó desacreditarlo para minimizar el impacto de sus revelaciones. Por ejemplo, en el Tour de California de 2009, Armstrong dijo que si admitían a Landis, él no iría, por lo que fue excluido. Ahí se dio cuenta de que le estaban utilizando como un chivo expiatorio y decidió dar el paso de contar la verdad.

Se aisló de todo el mundo, no podía hablar con nadie que no estuviera dentro del mundo del ciclismo y que de alguna manera fuese cómplice. Acabó en una espiral de aislamiento social, porque se veía en una situación de la que no podía salir. Después de confesar, entró en la etapa más oscura de su vida. No solo sufrió el desgaste de las batallas legales, sino que perdió su identidad como ciclista y se sintió vacío. Fueron días de insomnio, ansiedad y desesperanza, porque creía que había destruido su vida por las decisiones que había tomado. Solo pudo seguir adelante con su vida proponiéndose a sí mismo ser honesto en lo sucesivo. Esa fue su redención. Tan complicada y tan sencilla.

Landis también reflexiona sobre cómo el ciclismo profesional está influenciado por la cultura del dopaje y cómo, a pesar de los avances en tecnología y entrenamiento, sigue existiendo una nube de sospecha sobre las actuaciones destacadas. Critica la falta de honestidad en el deporte y la gestión del ciclismo por organizaciones que, según él, no han hecho lo suficiente para erradicar el problema.

Floyd Landis
Landis en el Tour 2006 (Foto: Cordon Press)

Hoy, señala, se siguen viendo patrones similares al ciclismo que conoció. No se cree los argumentos que se dan para justificar las mejoras en el rendimiento (nutrición y tecnología) Aunque admite que las bicicletas y el equipo han mejorado, sostiene que esto no explica completamente las velocidades y tiempos actuales:

«La potencia que un ciclista puede generar es un valor absoluto, independiente de cualquier mejora tecnológica. Si dos ciclistas tienen la misma potencia de salida, y uno de ellos, como Pantani, era considerado sobrehumano por su rendimiento, entonces tendríamos que creer que el ciclista actual es un 15 o 20% mejor que cualquier otro. Dado el contexto, es difícil aceptar esa idea. Aunque disfruto viendo las carreras, si me preguntas mi opinión, creo que puedes imaginar cuál es».

Por eso, aunque sigue disfrutando de las carreras, lamenta los problemas de credibilidad que arrastra este deporte por la falta de transparencia en la gestión del dopaje y, especialmente, por la permanencia de los mismos nombres en posiciones de poder. Algo que, textualmente, también denunció Iban Mayo en Jot Down Sport.

Como relató Guillermo Ortíz, Landis, quien tenía una historia compleja y conflictiva con el ciclismo profesional, llegó al Tour de Francia de 2006 con grandes expectativas, especialmente después de la salida de figuras dominantes como Lance Armstrong y otros afectados por la Operación Puerto. A pesar de ello, tuvo un  desempeño irregular. Alternó momentos de gran brillantez, como su victoria en la etapa de Morzine tras una escapada épica, y momentos de colapso, como su rendimiento en la etapa de La Toussuire, donde perdió una gran cantidad de tiempo. Finalmente, logró la victoria, pero le quitaron el título al dar positivo por testosterona.

Inicialmente, negó las acusaciones, pero fue sancionado con dos años de suspensión. Su reputación quedó en ruinas, como su vida personal. Desesperado y sin opciones, Landis decidió confesar su dopaje, lo que llevó a la revelación de prácticas de dopaje generalizadas en el ciclismo, que involucraban a figuras como Lance Armstrong. Quedó marcado como uno de los grandes villanos del deporte.

En esta última entrevista, ha zanjado esa experiencia con una cuestión de principios. No va a servir de mucho decir la verdad a efectos prácticos, la verdad solo le sirve a uno mismo: «No puedo aconsejar a nadie sobre si vale la pena seguir adelante [con la confesión], ya sabes, la humillación de intentar decir la verdad y explicar realmente por qué… Simplemente, porque de alguna manera, espiritualmente, serás liberado. No sé si ese es el caso. Es más… Tiene que ser una decisión personal, porque no creo que a largo plazo o en el panorama general vaya a haber ninguna diferencia. Tiene que ser algo que necesites por ti mismo».

22 Comentarios

  1. Antonio Vidal Palau

    Se que no tiene ninguna importancia, si yo sigo o no sigo el ciclismo.
    Pero como gran aficionado que fui me da , no se encontrar la palabra adecuada, asco, frustración, engaño.
    Tanto costaría hacerlo bien?.

    • No se hacen 200km sólo con arroz y pollo, ni se anda a esas velocidades ni se recupera así por así. ¿ Tan difícil es entender esto?

  2. Mi opinión es que hoy día aún con los adelantos en materiales y nutrición no es creíble los tiempos en las vueltas, son demasiado estratoséricos y por encina de la gloriosa etapa de los dopaje, que creoque han existido desde tiempos muy pasados y para exigir cada vez más hay que recurrir a ayuda externa; tanto en ciclismo como en otras actividades.

  3. ANTONIO TORRALBO

    Garcia le pregunto a Indurain:Miguel contestame si querés,te has dopado alguna vez?…todavía está esperando la respuesta.LANDIS TIENE RAZON EL DOPAJE ERA ALGO GENERALIZADO

    • Landis podrá ser el tipo menos carismático en la historia del ciclismo, pero eso no le quita razón en que su cacería fué totalmente ventajista y con un propósito de chivo expiatorio. Por eso es que gente como Armstrong debe permanecer en la ignominia del ciclismo, no porque se dopara (ya que todos lo hacían), sino porque disfrutaba y se ensañaba al destruir a cualquiera que dijera algo contrario a sus intereses. Un auténtico sociopata

    • Y recuerdo el caso de Perico Delgado en 1988 con el probenecid del que salió positivo y por argucias del presidente de la UCI no fue expulsado del Tour…

      • No fue por eso. Simplemente, no era una sustancia prohibida en aquel momento según la normativa utilizada. Había otras normativas en esa época que sí la prohibían, de ahí el escándalo, pero no fue trato de favor.

    • No fue así exactamente. La respuesta de Indurain fue ofenderse, como dando a entender que él no haría jamás algo así.

  4. Miguel González

    Un viejo ciclista dijo «De burros nunca harás caballos» por ello pienso que los ciclistas tienen cualidades y capacidades físicas, pero con las ganancias monetarias, quieren ganar a cualquier precio, incluyendo su salud…

  5. Winna Celis

    Lamentable que el deporte vea esta sombra en su anuario. Hay personas con talento natural, digno de admirar… ahí el detalle. Muchos » héroes de hoy» no llenan el mérito

  6. Gonzalo Zuleta

    Si que tristeza, por eso deje ver el ciclismo, los dopajes en este deporte siempre han existido. Hoy en día siguen con lo mismo con ese tal Pogacar ya que es muy sospechoso su rendimiento en un Giro y luego en un Tour.

  7. Hoy el doping en el ciclismo es más «sofisticado» y los cuerpos técnicos(incluye los médicos), utilizan este ejercicio sucio y deshonesto en todos los ciclistas.
    Unos con más insidencia Pogacar, Vingegar y Evenepoel; otros como Nairo y López, en Colombia en menor escala, pero que son puercos, cochinos y deshonestos para ellos mismos, para con sus familias y para la afición en general que les alcahuetes y les aceptan está práctica.
    Que asco Nairo y López, no sean ratas; cochinos deshonestos

    • Esa lengua tan sucia que tienes, debes purgarte, antes de poner en tela de juicio problemas que puedas demostrar.
      Llevo en el ciclismo desde 1978, he sido Director Deportivo, desde Cadetes hasta la Vuelta a Burgos,por tres años consecutivos, y claro que ha existido el doping, pero no se puede meter a todos los deportistas en el mismo saco,yo te puedo garantizar de grandes figuras que no han tocado ni una sola vez esas sustancias y sin ellas han ganado infinidad de pruebas
      Hay que ser metódico en las calificaciones
      Este escrito va también para otros comentarios anteriores y posteriores a éste

  8. Jairo martinez

    Que lástima de este ciclista Landis, más lástima da que hayas quedado como un soplón o sapo del ciclismo, haz debido quedarte quieto como un varon, pero destapar la olla te pareció mejor; me das lástima, nadie te engaño sabias lo que hacías y tampoco te pusieron una pistola en la cabeza para que lo hicieras. Te considero un pobre atleta.

  9. A veces pienso, como aficionado, si no sería mejor hacer como en el fútbol, es decir, ni hablar de un programa de controles antidopaje mínimamente serio.

  10. Germán Alonso

    Cuando ves los ataques de Pocacar en una rampas del 11% saliendo a 30 kilómetros por hora o como el año pasado en el Tour Kuss en una rampa similar se tuvo que parar porque se le cruzó un peatón y arrancó sin ayuda de nadie de su equipo como si le persiguiese un oso, pues a cualquiera que haya andado un poquito en bici le genera dudas. Por muy buena bicicleta que tengas muy buena alimentación que te den y buenos entrenamientos que hagas tanta superioridad me parece un poco extraña. Todos queremos pensar que son muy buenos pero cuando ves a esta gente arrancar, que es que ni siquiera abren la boca para coger aire y a la grupeta detrás retorciéndose en la bicicleta pues te mosqueas un poquito.

    • Pues para mi, lo más mosqueante es como terminan las etapas. Después de esfuerzos brutales, a los 30 segundos de llegar ya están riendo y de charleta como si hubieran ido a comprar el pan. Vease hoy a Van Aert, sin bajarse de la bici, jugando con sus hijos, relajado como en la playa después de chuparse dos horas de fuga casi en solitario.

  11. El dinero lo corrompe todo no hay mas

  12. Antonio torralbo…tu comentario denota la clase de pajaro que es el Butanito …¿ante una pregunta estupida¿ Que respuesta espera?…ignorarla…
    El butanito…García.. ha vivido de hacer un peridismo basura…¡¡ Menudo Pajaro!!

  13. Desde Bamontes, Anquetil, Merkx… Los ciclistas siempre de han dopado, en aquella época con centraminas , efedrinas, ahora con métodos más complejos. Y no solo en ciclismo, en todos los deportes. Se acuerdan de Rusia, DDR, China….. Era una cuestión de estado y sucia política.

  14. Hola. Yo creo que las bicis y todo lo que rodea a la tecnología influye. La alimentación también. El entrenamiento. Harán cerca de 30 mil km al año. Las diferencias y cualidades de cada uno. Siempre hay un súper clase en cualquier deporte sin dopaje me refiero. En fin, quiero decir que en realidad no se en qué porcentaje mejora el dopaje. De esto depende. Creo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*