Historia del fútbol femenino

Nace el «Premio Marta», el nuestro: Por qué todos debemos aprender de su discurso

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Marta habla con Thierry Henry durante la entrega de The Best, cuando se anunció el Premio Marta (Foto: Cordon Press)
Marta habla con Thierry Henry durante la entrega de premios (Foto: Cordon Press)

Todavía siguen saliendo noticias sobre lo mal distribuidos que estuvieron los premios The Best (a pesar de que ganara la nuestra). Y no vamos a quitarles razón en este artículo. No. Todo lo contrario. Vamos a reforzarlo, pero vamos por partes.

Durante la última gala de los premios The Best (estos son los otorgados por la FIFA, que también organiza mundiales, como el del verano pasado, entre otras cosas), se entregó el Premio Especial a Marta, que reconoce la trayectoria de esta jugadora, retirada el pasado verano.

Pero no fue solo ese reconocimiento el que se llevó la jugadora brasileña, sino que, después de varios años, en el siglo 21, se comunicó que para el próximo año 2025 (para no perder la noción del tiempo), se entregará el «Premio Marta». El «Premio Marta» premiará el mejor gol de la temporada (viene a ser un Premio Puskas pero en fútbol femenino, para los que siguen con la noción perdida).

Es curioso que de todo de lo que se hable al día siguiente de estos premios es de que el XI de gala no es el indicado, ni el que de verdad debiera ser o que el señor de «tira pallá, bobo» volvió a ganar. En este deporte, como ya sabemos, no hay nada exacto, ni unos tienen razón ni otros se la quitan, es una ciencia tan inexacta que hasta hoy, el fútbol femenino sigue sin tener premios homónimos como los del masculino. Totalmente arbitraria esta ciencia, si es que acaso es ciencia, claro.

Cuando Marta se retiró del fútbol, lo hizo entre lágrimas y acordándose de las más pequeñas, las que sueñan con ser ella, que no pudo soñar, las que tienen sus botas, sus camisetas… Cuando Marta, hace unos días, ganó el Premio Especial a su trayectoria, recordó que ella ya había ganado el Premio a mejor jugadora alguna otra vez pero que este, sin duda, era el más especial que había recibido.

Y entonces, cuando todo englobaba al fútbol, cuando nadie nombraba ningún tema incómodo, Marta cogió el micrófono y una vez más, hizo que las niñas que querían ser como ella, siguieran queriéndolo con mayor orgullo.

«En este homenaje quiero que todas las mujeres puedan también conseguir un futuro prometedor, que no sólo concierna al fútbol o al deporte, sino a cualquier actividad, porque lo que la gente busca cada día a través de aquello que Dios nos destinó a hacer es hacer que el mundo sea un lugar mejor para todos». Alguien que ha sufrido, en cierto modo, sabe qué es lo que se necesita más allá del fútbol, trata de buscar un mundo mejor.

Por eso el discurso (o discursos) de Marta es tan importante, no debe quedarse en un simple artículo que busca el click fácil y nunca más se supo. Las palabras de Marta han trascendido a tantas generaciones que cualquiera de los que saben un poco de fútbol femenino, le hubiese dado no solo el Premio The Best a su trayectoria, sino que podríamos haberle dado ya casi el nobel de la Paz. De hecho, deberíamos agradecerle a Marta por darnos el Premio Marta.

«Es buscar igualdad, buscar respeto y dejo aquí este mensaje para todos aquellos y aquellas que tienen el poder de transmitir ese mensaje a través de lo que hacen, para que las próximas generaciones lo agradezcan».

Ese «dejo aquí» no es un drop the micro, sino que es un Aitana cógeme el testigo, Alexia, Earps…, a cualquiera de las que viene detrás y que ya están sentando las bases de la referencia, a cualquier conocido que estuviera viendo la gala por los premios masculinos y se tuvo que «tragar» los premios femeninos antes. Era una llamada a voces de que todo y nada sigue igual.

Por eso es tan importante escuchar y aprender de Marta. Porque sabe cómo es el camino y si se pone difícil, lo único que se puede hacer es seguir luchando y no rendirse, montar la revolución y agradecer a los que la han montado por el resto.

«Agradecer a Jenni por todo lo que está haciendo tanto dentro como fuera del campo, por su trabajo como ciudadana por el mundo». Una persona que ya ha hecho prácticamente todo lo que tenía que hacer en su época deportiva, sigue haciéndose eco de los grandes problemas que hay y que parecen enquistarse.

Por eso, para acabar, hasta el día de esa gala, las futbolistas no tenían un premio que galardonara el mejor gol de la temporada. Y por eso, como comentábamos al principio, que por qué todavía siguen saliendo artículos sobre cómo es posible que el XI de gala del ente más importante del fútbol no tenga en cuenta a las campeonas del mundo, entre otras, es porque como entredice Marta en sus palabras de las que hay que aprender, no existe la igualdad y parece que le cuesta llegar.

Y los primeros que deberían aprender de este discurso son todos esos señores que siguen moviendo hilos y entresijos de un deporte que podría evolucionar y ser referente y se está quedando oxidado, tanto que en el Once de gala dicen nombres -casi que parece- al azar.

 

 

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