Fútbol Femenino

Somos unas histéricas, o de cómo queremos cambiar tantas cosas que no podemos estar bien de la cabeza

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Tertulia del especial sobre Jenni Hermoso en Código 10 (Foto: Mediaset)

Cuando este fin de semana, terminada la jornada de la fase de grupos de la Queens Cup, llegué al hotel y me puse a revisar las crónicas de Liga F, tenía muy claro que el artículo de este martes -tras ver los correspondientes partidos polémicos- seguiría la línea editorial de todos los tuiteros y periodistas de fútbol femenino patrios y versaría, una vez más (porque ya lo hemos hablado) sobre la dantesca actuación de las árbitras que quería cobrar 21.000 euros por partido. Es un tema relativamente sencillo para el que tira palabras sobre fútbol, algo de lo que siempre se puede rascar: qué malas son las árbitras. Pero con la connotación de lo nuestro, qué innecesario es el patrocinio de Iberdrola que hace que solo tengamos árbitras. 

El plan era el siguiente: el martes me dispondría a ver los partidos y hablaríamos de fútbol, de faltas no pitadas, de penaltis fuera del área, de fueras de juego que no se ven. Var si o Var no, nevera sí o nevera no, reestructuración sí o reestructuración no. Pero, ¡ay de mí! No se puede ser tan necia. La actualidad iba a pegar un giro, y cuando volví al hotel después de los octavos de final de la Queens Cup, encendí el televisor para ambientar la fría habitación del hotel y me encontré a Jenni Hermoso declarando al lado de una bandera española y delante de una fiscal. 

No sé quién filtró ni a quién le pareció buena idea comprar esto. Sí sé que Nacho Abad, un personaje que me tiene bloqueada por intentar que pidiera perdón en Twitter a alguien a quien quiero tras mercadear con el asesinato de su familia durante meses, volvía a estar ahí, con ese regocijo interno que le embriaga cada vez que tiene a una víctima en sus manos. No se vayan a publicidad, que veremos cómo se derrumba, cómo llora, cómo cuenta lo que sufrió esas semanas y cómo le han jodido la vida con coacciones entre varios miembros del gabinete presidencial. 

La revictimización de Jenni Hermoso pasa por las palabras de las tertulianas que seguían señalándola pese a haber visto esa morbosa declaración que Abad prometía. Tan mal no estaba si se fue de fiesta. Y cómo sé yo que no era consentido. Solo tenía que perdonarle. ¿Perdonar a quién? ¿Al que no pidió perdón? ¿Al que salió en radio insultando a media España? ¿Al que no hacía más que mandarle perros a morder los tobillos hasta que se cruzara de bando? El discurso de ataque a la víctima forma parte de la cultura de la violación, incluso cuando de lo que se habla es de un beso forzado, y quienes lo legitiman desde un micrófono (aquí suelo decir de máxima audiencia, pero -y que se jodan- ese programa tuvo un mísero 7,9 de share), son tan responsables como el que lo justifica. Son parte del discurso de que somos unas histéricas y que ya no se puede hacer nada, no se puede decir nada, porque las mujeres están locas y saltan a la mínima. Sí, estamos locas, pero al menos no vamos amparando a agresores, les plantamos cara y les llevamos ante un juez. 

La filtración en la web de Cuatro.

Lo que se le está haciendo a Jenni es una cacería, y si ella, que tiene unas imágenes emitidas en todo el mundo, el testimonio de sus compañeras de selección, pruebas gráficas y mensajes, sigue siendo cuestionada, ¿qué le queda a la jugadora de un regional o nacional que denuncie a su entrenador o presidente? ¿Qué protección estamos dándoles a las víctimas? Cuando al día siguiente de ponernos la medalla de defensores sale una entrevista en un medio que prometía ser revolución justificando a Mondelo, con Xargay aún llorando a su padre y esperando a su hijo, ¿qué solución tenemos? Si sacamos en prime time unas declaraciones de Jenni Hermoso ante un juez y montamos una mesa debate poniendo en duda sus sentimientos, ¿cómo esperamos que reaccionen el resto de deportistas cuando esto les suceda? 

Las árbitras, muy mal. Hay que hacer algo, esto es una liga profesional y tienen que estar a la altura. El Var, me parece bien, pero no prioritario: tienen que saberse el reglamento. La nevera, por supuesto. Hay pitidos que te cuestan una temporada, así que a ellas también. Y reestructuren, por favor. Pero no solo esto, reestructuren todo. Ya hemos conseguido que se vayan los que se creían atados a la poltrona de Las Rozas, ahora, por favor, limpien todos los despachos. Los de los medios de comunicación, los primeros.

3 Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo, este hombre no me agrada su forma tan IMPOSITIVA. No entiendo porque lo han vuelto a traer a Tv5, sus formas me REPELEN ver sus apariciones.

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