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El ‘enemigo fantasma’, gran recurso para debates tontos

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Florentino Pérez. Foto Cordon. debate
Florentino Pérez. Foto: Cordon.

Comenzaré ganándome su compasión.

Hace algunos años, por motivos estrictamente profesionales, tenía que ver Real Madrid TV casi a diario durante algunas horas, no sabría precisar cuántas pero sin duda demasiadas. Por supuesto, lo que allí se cuece tiene poco que ver con el periodismo. No me refiero a la calidad del producto sino a la voluntad. Se trata de un canal que no trata de perseguir la verdad —los otros posiblemente tampoco, pero ese es otro tema— sino de trasladar a los aficionados el relato del club. Comunicación institucional con los formatos y el lenguaje de la prensa.

Por supuesto, y como es lógico, todos quienes intervenían en aquellos programas eran afines a la causa blanca, ya fueran profesionales del canal o periodistas de otros medios que colaboraban en sus espacios de opinión. Esa falta de voces discordantes acababa siendo un problema, porque todo drama necesita la gasolina del conflicto. ¿Verían ustedes una película sobre una familia que se ama y punto? ¿O una serie sobre una empresa papelera donde todo es rutina? Ningún productor consigue un taquillazo contando la historia de un profesor de arqueología que recorre el mundo recopilando piezas de museo; otra cosa es darle un sombrero y un látigo y meter en el lío a los nazis. Si metes a los extraterrestres, por lo que sea, funciona bastante peor.

Para salvar este escollo y procurarse la dosis justa de conflicto, en Real Madrid TV empleaban con maestría un recurso que podemos denominar “el enemigo fantasma”. El título es mejorable, lo admito. Consistía en mencionar cosas que se habían dicho -o que supuestamente se habían dicho, da igual- sin especificar cómo, cuándo ni por quién. Así, si ese día el Madrid ganaba 4-1, soltaban: “Y algunos decían que este equipo no tenía gol”. Si ganaba 2-0, presumían: “Otra portería a cero, para los que decían que este equipo era un coladero”. Y así continuamente, durante horas, la conversación fluía e iba alimentando todo tipo de programas, ya fueran tertulias, previas o postpartidos.

Escribo en tiempo pretérito porque llevo años sin ver Real Madrid TV. Como los responsables de la comunicación del club son los mismos, imagino que seguirá siendo así. Lo he recordado estos días, no por los vídeos arbitrales preventivos ni por el más reciente revival franquista, sino porque crece en mí la impresión de que esa fórmula, la del enemigo fantasma, se repite cada vez con mayor frecuencia en los otros medios, los presuntamente periodísticos. Las principales tertulias cada vez giran más en torno a individuos que no están allí, opinadores sin rostro y sin voz que no sabemos quiénes son pero a los que se replica como si en ese momento no hubiera nada más importante que decir.

Como temo que esta idea, que me ronda desde hace tiempo, me quede demasiado teórica, voy a tratar de aterrizarla, como se dice ahora en las reuniones de empresa. Todos los ejemplos corresponden a la última semana. Estoy seguro de que, si me propusiera renovarlos dentro de siete días, habría material de sobra. 

Miércoles por la noche. En El larguero de la Cadena Ser, Jordi Martí argumenta que el «carrusel de nombres» que han aparecido en los medios para el banquillo del Real Madrid durante las últimas semanas demuestra falta de confianza de Florentino Pérez en Carlo Ancelotti. Jesús Gallego abunda en ello: «Yo he escuchado que Tuchel estaba aprendiendo castellano porque ya tiene garantizado que el año que viene va al Madrid. Y a las dos semanas firma por el Bayern de Múnich. Eso se ha publicado, eh». «En la Ser eso no se ha dicho», le replica Antonio Romero. «Yo lo he leído por ahí», le insiste Gallego. “Por ahí” es en OK Diario y en todos aquellos medios que lo replicaron.

Jueves por la noche. En El partidazo de Cope, tras los aplausos del bernabéu a Fede Valverde días después de su puñetazo a Álex Baena, comenta David Sánchez: “Aquí hemos estado un mes y medio echándole en cara a la afición del Barcelona el hecho de que no se pronunció durante los partidos por el tema Negreira ante Laporta y ante la Junta Directiva”. Al director del programa no le constaba tal cosa. “¿Hemos reprochado eso?”, le preguntó Juanma Castaño. “No vosotros, digo. En Madrid se ha dicho que la afición del Barcelona no se queja, que está dormida, que no protesta…” Resulta que “aquí” no era aquí.

Viernes por la mañana. En A diario de Radio Marca comentan el Manchester United-Sevilla. “Qué poco calor y poco cariño le ha dado la prensa sevillana, la prensa en general y los aficionados a Mendilibar; qué recibimiento tan poco afectivo y cariñoso para la trayectoria y a la importancia de un técnico así”, lamentaba Roberto Gómez. Hasta citaba algunas etiquetas que presuntamente le habían colgado: ‘Desfasado’, ‘descatalogado’, ‘de la otra época’…” «¿Pero quién ha dicho eso», quiso saber el director del programa, Raúl Varela. «¿En Sevilla se ha recibido fríamente a Mendilibar?», dudó también el periodista sevillano Jorge Liaño; «No sé a qué viene esto pero no. Yo creo que es día para hablar de lo que hizo el Sevilla ayer en Old Trafford, Roberto, y es posible que lo haya dicho alguna persona, pero sinceramente no la conozco. Evidentemente a Mendilibar en Sevilla se la ha recibido con respeto». Y Roberto se calló.

Los tertulianos hoy no debaten contra el que tienen enfrente porque, en muchos casos, ni siquiera le escuchan. Prefieren enzarzarse con el enemigo fantasma, que no se va a defender. Los que tanto abominan del periodismo de periodistas se pasan la vida practicándolo, pero sin dar nombres y apellidos, ya sea para no hacer publicidad a la competencia, para hacer creer que la chorrada no procede de una persona sino de una ciudad, por pura cobardía… o por todas estas cosas a la vez.

3 Comentarios

  1. Enorme el artículo.
    A mi este mundo (el pseudodeporte prensirosa) me aburrió hace tiempo precisamente por eso, es mejor un cateto que genere conflicto y diga burradas, que una persona con conocimiento casi sobrehumano de la materia, cómo es nuestro querido Daimiel, y era el genial Montes, que le daba arte al deporte sin inventarse nada y apoyado en sabiduría y pasión.
    Felicidades Miguel

  2. Pido disculpas de antemano por mis errores, no estoy acostumbrado a escribir en español. Suelo leer más que escribir.

    Miguel, gracias por este artículo, tengo exactamente el mismo sentimiento desde hace mucho tiempo pero no se trata de Real Madrid TV y no sólo del Real Madrid, sino que como aficionado madridista y administrador de varias plataformas donde se reúnen aficionados madridistas, me es más fácil hablar por nosotros. Entonces,

    Los periodistas y los aficionados no sólo utilizan constantemente construcciones abstractas e impersonales que no se pueden refutar, ni confirmar, ni rebatir en detalle «dicen que…», «todo el mundo pensaba que…», sino que además eligen sólo las opiniones más radicales e inapropiadas del equipo contrario como verdadero oponente o ejemplo cuando lo tienen. Por ejemplo, si hay 10 seguidores del Barcelona bajo un post, cada uno de ellos habla sobre el tema, algunos escriben algo muy interesante y profundo, pero uno de ellos escribe un comentario cáustico, delirante y lleno de odio. ¿De quién crees que será el comentario que reciba más atención? ¿A qué comentario responderá la gente? ¿Verá más gente? ¿La opinión de quién se propagará después como la opinión de «todos los aficionados del Barcelona»?

    ¿No crea esto una imagen radical, estúpida e ignorante del adversario? Y funciona, me parece, en todos los ámbitos de la vida, no sólo en el fútbol. Y como periodista, por otro lado, pero sobre lo mismo – me da infinita pena que un buen artículo no se lea. Y uno provocativo se vende como un pastel. La buena prensa y el buen tono en televisión simplemente ya no se demandan.

    ¿Y a dónde nos llevará?

  3. El «enemigo fantasma» tiene nombre y es twitter, no descarto que sea la fuente del 100% del periodismo actual.

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