Gemma

El Barça ya le saca nueve puntos de ventaja al Madrid y el estilo les importa un pepino

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El empate del Real Madrid ante el Betis acerca un poco más la Liga al Barça, que no falló frente al Valencia en su casa. Son nueve puntos de ventaja y la sensación es que el campeonato será azulgrana salvo desastre total de última hora. Después de deslumbrar en Anfield en la Champions los de Ancelotti han empatado los dos partidos de Liga (Atlético y Betis) y perdieron en el Bernabéu en la ida de la Copa del Rey. Se les ha apagado la luz, les falta chispa, inspiración y, sobre todo, les falta Benzemá que sigue sin ser el jugador que maravilló a todo el mundo la temporada pasada. Si a eso se le une que Vinicius tampoco tenía la noche en Sevilla, el resultado es un empate a cero que no les sirve de nada.

Los blancos al menos esta vez sí que dispararon a puerta, pero no hubo manera y no hay que olvidar que Courtois, con dos paradas fantásticas, evitó que el pinchazo fuera aún más grave. La pifia del Barça en Almería se ha saldado sin consecuencias porque el Madrid no está para trotes y con una jornada menos en el calendario comienzan a desvanecerse sus opciones. Todavía queda un Clásico que se disputará el 19 de marzo, pero aún ganándolo el Madrid seguirá dependiendo de que al equipo de Xavi le dé un vahído. Y si algo está demostrando el Barça es ser capaz de competir y de sobrevivir aunque juegue una castaña.

Un solitario tanto de Rapinha en el 16’ fue suficiente para sumar otros tres puntos y es la octava vez que sucede en la Liga. Más tarde, en la segunda parte, un penalti fallado por Ferran después de una ridícula puja con Ansu Fati que también quería tirarlo, y un error de Koundé dejó vendido a Araujo que vio la roja y la última media hora de partido fue un sufrimiento para los aficionados culés que llenaron prácticamente el Camp Nou. El Barça terminó jugando con cuatro centrales: Koundé, Christensen, Marcos Alonso y Eric García, apalancado en su área y despejando balones. Aún así el Valencia, que está a dos puntos de la salvación, fue incapaz de tirar a puerta hasta el minuto 95’. Las estadísticas siguen siendo primorosas, los números salen y las bajas por lesión de Pedri, Dembélé, Lewandowski y la de Gavi por sanción se suplen con una estructura defensiva a prueba de bombas. Se han propuesto ganar el campeonato como sea y el debate sobre el estilo sirve para llenar horas de tertulias, pero no hace ni cosquillas en la moral de Xavi y sus futbolistas.

El partido del Barça fue infumable, espantoso. Incapaces de dar tres pases seguidos, sin ninguna continuidad en el juego, sin armonía, ideas, fluidez y absolutamente alejados de eso que llaman pomposamente ADN Barça del que su entrenador, Xavi Hernández, es el máximo defensor. Del dicho al hecho hay mucho trecho y el estilo no se ve por ningún lado. Las excusas son variadas; que si las bajas, que si los rivales también juegan, que si la fatiga o que si la abuela fuma, pero la realidad es que lo único que cuenta ahora son los puntos y el listón en el nivel de exigencia se está bajando tanto que terminará por no divisarse en absoluto. Mientras sigan primeros en la clasificación y el Madrid falle, todo vale. El posible penalti de Kessié a Fran Pérez en el 86 podría haber cambiado los análisis benevolentes, pero el árbitro no lo pitó y el VAR brilló por su ausencia. Es fútbol ficción.

Hace tan solo una semana, el Barça parecía asomarse al abismo después de la derrota en Almería justo antes de viajar a Madrid, pero ahí están: vivitos y coleando. Da lo mismo que a los paladares finos se les haga bola tener un 34% de posesión en el Bernabéu o terminar achicando balones contra un Valencia en ruinas porque las cuentas salen y si siguen así son hasta capaces de romper el récord de puntuación. No hay quien se lo explique viendo cómo juega el equipo, pero aquí estamos, presenciándolo día sí y día también. No enamoran, pero son un martillo pilón como demuestran los números.

De las salidas que les quedan, la del próximo domingo ante el Athletic es de las más comprometidas en teoría junto a la del derbi frente al Espanyol, pero el Barça está desesperando a un Madrid que tampoco cumple con lo suyo y que tendrá un calendario más cargado si continúa vivo en la Champions. El estilo importa un pepino si continúan sumando de tres en tres. No es estéticamente irreprochable, pero vamos que si vale.

4 Comentarios

  1. Si obviamos la corrupción arbitral, la liga será del Fraudulona Negreira, si se hiciera algo, véase la Juve este año en Italia, habría competición para los demás. No se puede hacer análisis deportivos, si se obvian agresiones como la que sufrió Camavinga o las entradas, a romper al jugador, que sufrió el Madrid

    • Ahora dilo sin llorar

      • Hernández

        Qué bien Deithi, vaya tajo, le has dejado fatal. Esto ya se parece más al AS, Marca o Twitter, justo lo que hace falta.

        Ahora en serio, es curioso que Gemma, que siempre menciona lo extra deportivo en sus crónicas, en esta brilla por su ausencia. ¿Ya nos hemos olvidado del caso Negreirs? ¿Tan pronto? La noticia de El País de que la Fiscalía entrará e oficio contra el Barca y Bartomeu por delito de corrupción deportiva, merecería al menos una mención. Como también lo merecería que Vini volvieran a llamarle mono. Curioso que siendo el jugador que más faltas recibe de la Liga de largo, sea también el más amonestado. Lo de la prensa «objetiva» es de traca

        • Hernández, a cada uno se le responde como merece. Tu lo haces con respeto, y lo hago de igual modo contigo. Miguel, en mi opinión, lo hace en tono As, Marca o twitter (tu descripción me parece perfecta para su comentario: «Fraudulona Negreira» sin ir más lejos) y mi respuesta anterior va acorde al nivel para señalar exactamente lo que tu dices.

          Explicado esto, ni que decir tiene que el fútbol profesional y semiprofesional está podrido. Ahora pillan al Barça, en otra ocasión es otro. Y sinceramente, me sorprendería mucho que tuviera algún tipo de consecuencia más allá del mero maquillaje para cubrir expediente.

          Respecto a Vini, dejando de lado el que obviamente los insultos racistas y no racistas, pero especialmente los primeros, no deberían tener cabida ni en el fútbol ni en ningún otro lugar, para ti recibe muchas tarjetas, para mi ha recibido menos de las que debería, incluida alguna doble amarilla por protestas airadas. Es un gran jugador, pero se está perdiendo en protestas que no le benefician. Repito, puede estar agradecido por no haber sido expulsado ya. Puede que aquí discrepemos por tema generacional, ya tengo una edad para recordar otro fútbol en el que al árbitro, si se le protestaba, era con otras formas…

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