Fútbol Femenino

Niñatas caprichosas por todas partes, o de un parón de selecciones para demostrar que hay Federaciones que siguen sin estar a la altura

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Me gustaría decirles que he pasado el parón de selecciones analizando uno por uno los combinados nacionales que estarán en el Mundial, o que podrían haber estado, pero les voy a ser sincera: no he podido. La vida, que a veces te hace elegir entre las obligaciones y las devociones, y que los horarios eran incompatibles con el buen hacer de una ama de casa autónoma. También hay que añadir a ese cocktail de responsabilidad y escasez de tiempo que el fútbol de selecciones me causa un desasosiego que solo se explica desde la azotea en la que se ve el compromiso de las Federaciones miembro de FIFA por el crecimiento de este deporte, quién aporta el mínimo, quién sigue aportando menos aún, quién cumple con lo estipulado y quién lo hace a regañadientes y por miedo a perder contratos y subvenciones.

Este parón tuvo dos nombres propios en cuanto a reivindicaciones, Canadá y Chile. Las Campeonas Olímpicas saltaron en rebeldía contra la Federación de su país y días después fueron obligadas a participar en la She Believes Cup, junto con EEUU, Brasil y Japón. Tres de estas selecciones saben lo que es tener que plantarse ante los altos ejecutivos del fútbol de su país para pedir que las miren a la cara y les den derechos. Japón, de momento, se libra. Año tras año, las futbolistas tienen que reclamar que se cumpla con los compromisos acordados, que se mejoren las condiciones de entrenamiento, viaje y competición, que se aumenten los sueldos o que, simplemente, las traten como profesionales.

La demanda de EEUU por el Equal Pay fue la más famosa, pero no la única. En esto mintió la Real Federación Española de Fútbol cuando dijo que las famosas 15 hacían algo que no se había producido jamás en la historia del deporte. Pasa, y mucho, y seguirá pasando, porque si las futbolistas no se plantan nadie cambiará jamás nada por ellas. No saldrá de la voluntad de ningún Presidente ni Directivo el dar un paso al frente por los derechos de las mujeres que juegan al fútbol, ni siquiera por su respeto. Y Rubiales, cuando se negó durante meses a cumplir el mandato UEFA de equiparar el reparto de las primas de la Eurocopa y a mejorar las condiciones de viaje, retrasando la estrambótica firma del acuerdo con el sindicato FutPro que le dio las gracias por cumplir con su deber, también lo sabía, aunque se vendiera como un aliado en la lucha.

De aquellos barros, estos lodos que hoy nos arrasan, y es que la realidad sigue siendo la misma que hace unos meses, y eso no lo cambia al ponerse unas gafas de colores para mirarla. Se puede viajar en primera clase o en cohete, se puede -¡por fin!- hacer rotaciones en los torneos, pero la sensación sigue siendo la de que un cambio generacional en el banquillo es la única solución para que se nos tome en serio cuando nos enfrentamos a entrenadores de verdad. Por cierto, desde aquí mi enhorabuena a Pedro López tras conseguir su primer trofeo con la selección mexicana, con apenas cinco meses de trabajo.

Canadá se intentó plantar y no la dejaron. EEUU la secundó, como habría secundado a la Selección Española en el Sadar si el silencio impuesto no hubiera sido la respuesta de la otra parte. Al final, son las que más han ganado con su batalla legal contra quienes las gobiernan. El acuerdo histórico, amparado en los éxitos a nivel deportivo y la relevancia social, se selló con 24 millones de dólares de indemnización y el mismo salario que la masculina. «Cuando nosotras ganamos, todo el mundo gana», tuiteó Rapinoe después, pero esto, a día de hoy, no pasa. Ellas marcaron un camino demasiado duro de recorrer en otros países y que en el nuestro fue impensable. Aquí cayó cruz. La estrategia de dividir el vestuario con reuniones individuales, a la prensa con filtraciones y al aficionado con la imagen de buenas y malas compañeras, fue impecable. Ni un céntimo del dinero que cobra el asesor político contratado para dinamitar esta crisis fue en balde. Sin unión es imposible alcanzar una lucha. Divide et impera, siglos después, sigue siendo la mejor frase a aplicar para ganar un conflicto.

Argentina, donde jugadoras como Banini o Bonsegundo se quedaron fuera de innumerables convocatorias al enfrentarse a un todopoderoso Borrello que hoy sigue en la sombra, ganó 3 de 3 en este parón sin él por fin en el banquillo, dos a Nueva Zelanda y una a Chile. Endler verá el Mundial desde casa, y dejó caer que no será solo este. Que si las cosas en Chile no cambian y la Federación no se toma en serio acortar la brecha que las separa del resto, se pensará renunciar. Y mientras tanto, pequeñas selecciones del ranking siguen disputando amistosos y oficiales en unas condiciones paupérrimas, impropias del crecimiento de este deporte y de los fondos que sus Federaciones están obligadas a repartirles desde 2015. Algunas, aún así, han conseguido clasificarse para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, que pondrá en evidencia a qué directivos les parece que esto es una pachanga veraniega y quiénes quieren dar un impulso definitivo al fútbol femenino de su país, aprovechando una ola de patrocinadores, televisiones y talento que tiene que ser respaldada con medios, formación y recursos para no acabar ahogándose en ella.

España ganó a Jamaica y a República Checa, y perdió con Australia aunque, como diría Vilda, tuvo buenas sensaciones, está en el camino correcto, pasó el test, e incluso ganó en la segunda parte. El conflicto sigue escondido debajo de la alfombra, resucitado en prensa cuando se le pregunta si volverá alguna de las 15 para el Mundial y silenciado cuando el bueno de Jorge tira de victimismo y pide respeto para sus jugadoras, a quienes nadie se lo ha faltado más que él cuando habla de ellas pidiendo paciencia, dice que no son las mejores pero son distintas, o se olvidaba de sus nombres en las convocatorias anteriores pese a dar, algunas, mejores sensaciones que también algunas de las seleccionadas de memoria. A ellas, como a las otras, les debemos el poner la cara por un escudo que se pisotea desde las instituciones, y eso no lo debemos olvidar cuando pinten bastos. Y si en algún momento se plantan, como las 15, como las de Canadá, como las de EEUU, como las de Argentina, como las de Chile, aquí estaremos para defenderlas. Porque serán ellas las únicas que podrán conseguir un cambio.

*Este artículo estaba escrito, finiquitado y entregado, pero tres horas después, Wendie Renard colgaba en redes un comunicado en el que también se bajaba de la Selección francesa reclamando mejora de condiciones. Sumen Francia a todo lo dicho. Esperen más países. O nos toman en serio, o el Mundial será de las ausencias. Del mismo modo que la Comisión de Reformas de la FIFA pidió cambios por presión de sus patrocinadores principales para el desarrollo del fútbol femenino entre 2015 y 2020, estos mismos socios comerciales deberán presionar a las Federaciones miembro para que el torneo de Australia no sea un desastre absoluto. Aunque, recuerden, uno de esos socios ahora mismo es Arabia Saudí.

17 Comentarios

  1. Tienes toda la razón. En estos tiempos de auge lógico del feminismo, no entiendo que las futbolistas internacionales no se planten en pleno. No les ayuda en nada quedarse al margen de las reivindicaciones

  2. Me parece vergonzoso lo que estan haciendo con estas chicas, si el futbol femenino, sigue con gentuza al cargo, nos lo cargamos. Animo a todas las mujeres y a seguir peleando.
    Gracias chicas.

  3. Víctor Sandoval Narvaez

    Que malo es confundir feminismo con profesionalidad, se debería de ser más coherentes en distinguir una cosa de la otra, una jugadora o un grupo de jugadoras no está por encima de su técnico ni de su federación, deben respetar jerarquías y como en el caso de las 15 si no ganaron en el campo será por qué ellas no pudieron o no quisieron, pero no pueden escudarse detrás de la figura del técnico a quien culpar se su desarrollo deportivo, parece que quieren que la federación y el entrenador se bajen los pantalones y hagan lo que las jugadoras quieran, cuando ellos no son los que están en el campo. Es un auténtico despropósito y se ve que lo que prima son los intereses y fama de las indispuestas psicológicamente mientras esté el actual entrenador.
    Si quieren ser profesionales aprendan a actuar como tal. Si ahora cede los encargados de la selección ,la jugadoras más adelante harán y desharan a su manera.

    • Víctor, hablas de esa manera porque son mayormente del Barça. Tenéis tiña, son las mejores jugadoras europea y mundiales, sabes por supuesto que el madrid.no ha dejado adherírse a las 15.

  4. ¿Qué ha hecho el fútbol femenino para equipararse con el fútbol masculino?… otros deportes tienen éxito tanto en clubes como en selecciones y a nadie se le ocurre equipararlo a deportes de masas como el fútbol o béisbol, fútbol americano y baloncesto de USA , solo es sentido común, pero con el feminismo es imposible, quieren lo mismo que los hombres, pero sin hacer lo mismo que ellos , ni generando ni compitiendo contra ellos. VERGÜENZA.

    • Que las mujeres quieren lo mismo que los hombres?? VERGÜENZA, sí señor! Si no se les da la oportunidad para jugar al fútbol como a los hombres, ni hay referentes femeninos para las niñas, ni se les da minutos en los medios, Cómo quiere usted, señoro, que el fútbol femenino llegue a ser igual que el de los hombres? Habrá que luchar por ello…aunque a hombres como usted, de los de «ni machismo ni feminismo», les moleste.

      • Quieres decir que si les pagan más van a generar más?
        El sueldo hay que ganárselo antes, y no con promesas de los mundos de yupi

        • Creo que hay mucha diferencia con las quejas de las selecciones, de Canadá,Estados Unidos,Chile, y alguna Francesa aquí todavía estamos esperando a que digan por qué su renuncia a jugar con la selección de su país,por qué no se negaron a jugar con sus equipos si querían mejoras creo que lo que buscaban era cambiar de entrenador y decir las que jugaban

  5. Muy buen escrito, pero ¿Porque no sale esto en las noticias? Alguien debería hacerse eco de la verdad que hay detrás de la autoexclusion de las jugadoras, la gente piensa que son desavenencias con el entrenador y eso no es justo. Esto es muy importante para la sociedad en general que se sepa la verdad. No estamos avanzando, es pantomima pues.

  6. Tenemos una FEF casposa, solo piensan en forrarse de pasta. No creen en el fútbol femenino además no reconocen que el Sr. Vilda no es el entrenador entrenador adecuado.
    Si siguen con esa línea despótica que se olviden de pasar de octavos o de cuartos con suerte.

  7. Francisco Fernández Valera

    Estoy de acuerdo y como no, con las reivindicaciónes de origen en este conflicto originado como no, por unos «señores «que lamentablemente son unos incompetentes ….desde aquí mi aliento y apoyo para «todas» las jugadoras federadas

    • Quieren que se les dispense tratamiento de profesionales cuando lo que generan por sí, sin el dopaje de los clubes históricos masculinos, no conseguirían ingresos ni para poder jugar en campos empedrados. Pero tienen que viajar como si fuesen la élite total y que les paguen como si lo mereciesen. Luego, coges al mejor club del mundo, lo pones a jugar contra los juveniles del barsa o Real Madrid B y se llevan una tunda.

  8. Mientras el fútbol femenino no tenga federación propia no properará.

  9. Lo de Niñas Caprichosas sobra,son personas tan humanos como los Jugadores Masculinos,que exigen sus derechos colo tal,simplemente se trata de quién las entrene sea el idóneo,y que mejor sería una Excelente Entrenadora,como por ejemplo,la Entrenadora de la Real Sociedad,no que las dirija gente que al menos hayan jugado alguna vez al Fútbol,,,,,,

    • Vamos a ver….

      ¿Cuánto generan las jugadoras para pedir?

      Los estadios están vacíos, sólo llenan si es gratis la entrada.

      Un partido gratis en la tele lo ven 4, y ni el tato pagaría por ver un partido femenino por TV.

      ¿Que van a pedir si no generan un duro?

      QUE EL FÚTBOL FEMENINO ES DEFICITARIO.

      No genera ingresos

  10. Esteban Nebot Vallespin

    Mi comentario es, que si queremos ganar títulos hay que dejarse de guerras nacionalistas y poner a las mejores, España actualmente tiene una de las mejores selecciones del mundo y lo que no puede ser es que las mejores jugadoras no esten en el mundial.
    Todo mi apoyo a las que han decidido que si no se las toman en serio no jugar el mundial.

  11. Pingback: Fe de erratas; o de cómo nos equivocamos al pensar que todas las Federaciones eran la nuestra y pedir cambios no serviría para nada

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