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Por qué la saga FIFA vende como churros si cada año nos ofrece el mismo juego

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Eran las navidades de 1993 cuando FIFA International Soccer apareció en las estanterías de medio mundo para poner patas arriba el mercado de los videojuegos de fútbol. Electronic Arts no lo tenía fácil ya que debía competir con dos pilares del balompié virtual: Sensible Soccer y Kick Off. Este primer juego sólo incluía los nombres y las banderas de más de 100 selecciones nacionales, pero ni rastro de estadios reales, nombres de jugadores ni otras licencias. Aún así, el éxito fue instantáneo y mucho mayor de lo que el propio estudio canadiense preveía, de forma que el juego se convirtió en saga y ya nos ha regalado 30 entregas principales junto a varios spin-offs de los Mundiales o del mítico fútbol callejero.

Aunque la saga ha tenido algunas entregas que han supuesto un salto importante respecto a lo visto en el pasado, la verdad es que la inmensa mayoría de los juegos son indistinguibles a simple vista, especialmente en los últimos 15 años. Incluso los fans de FIFA pasarían un mal rato tratando de explicarte qué diferenciaba FIFA 20 de FIFA 21, por ejemplo. Lo lógico sería pensar que esto de lanzar un juego casi idéntico todos los años iría medrando las cifras de ventas ante la falta de novedades, pero nada más lejos.

Las ediciones más vendidas de la historia son FIFA 18, con más de 26 millones de copias, FIFA 19, con más de 20 y FIFA 11, que colocó más de 16 millones de unidades. Después de unos años bajando, FIFA 23 -la última entrega de la franquicia- ya había vendido más de 14 millones de juegos a finales de octubre. Sin embargo, «poco» importan las cifras de ventas porque la saga cada vez hace más y más dinero gracias a… ¡los cromos!

En la actualidad, sólo el modo Ultimate Team produce más del doble de beneficios que las ventas del propio juego. En 2021, este modo en el que vamos obteniendo nuevos cromos con los que conformar nuestro equipo ideal, generó más de 1.600 millones de dólares. Sí, has leído bien, 1.600 millones de dólares vendiendo cromos virtuales.

El primer FIFA

Durante los últimos años hemos vivido fenómenos similares, juegos capaces de generar una tonelada de dinero simplemente mediante microtransacciones, pequeños pagos por chorradas como un cromo, un nuevo diseño para nuestras armas, un nuevo aspecto para nuestro personaje y hasta un nuevo peinado. Lo hacen otras franquicias deportivas como NBA 2K, pero también los juegos que hasta tu abuela conoce, como Fortnite.

Es un modelo de negocio que casi siempre está ligado a los juegos Free-to-play, juegos gratuitos que sólo consiguen monetizarse a través de estos pequeños pagos que desbloquean nuevas funciones del juego o que simplemente aceleran la obtención de nuevos objetos o habilidades. Un modelo tremendamente popular en el mercado móvil y que se ha ido asentando con más o menos fortuna en las videoconsolas.

Sin embargo, FIFA ha conseguido reunir lo mejor de los dos modelos: Por un lado sigue vendiendo millones de copias a precio normal y por otro hace mucho más dinero gracias a las microtransacciones que vemos en los juegos gratuitos. La mayoría de los que no están metidos de lleno en el mundillo se llevarán las manos a la cabeza todavía más al descubrir que FIFA hace borrón y cuenta nueva todos los años con Ultima Team. Así, cada vez que compramos una nueva edición del simulador de fútbol nos toca empezar de cero con la nueva colección de cromos y «perdemos» los cientos de horas que invertimos el año anterior para crear la escuadra definitiva.

Ultimate Team

La cosa parece aún más inexplicable si tenemos en cuenta que la saga FIFA cada año nos ofrece prácticamente el mismo juego. No es algo que podamos criticar a EA Sports, la realidad es que resulta completamente imposible desarrollar un nuevo juego en menos de 12 meses e incluir novedades lo suficientemente importantes o interesantes como para justificar que volvamos a pasar por caja desembolsando 70 euros de lanzamiento. Hay otras sagas como Call of Duty que siguen el mismo proceso, pero al menos Activision ha dividido la saga entre tres estudios diferentes que van rotando el desarrollo para lanzar un juego anual, de forma que cada equipo dispone de tres años para crear su siguiente juego.

Aunque las dos últimas entregas de la saga, FIFA 22 y FIFA 23, han supuesto un cambio visual destacable gracias al salto que posibilitan las nuevas consolas -PS5 y Xbox Series X|S-, la verdad es que a nivel jugable seguimos disfrutando de una experiencia muy similar desde hace años. Sí, se hacen retoques aquí y allá, se añaden algunas novedades que modifican el ritmo de los partidos o que aumentan ligeramente el realismo, pero poco más. En esencia, las sensaciones al mando son muy similares.

Entonces, ¿por qué narices la comunidad de jugadores sigue comprando y consumiendo FIFA de forma compulsiva? Si todos los años nos ofrecen lo mismo, si nos obligan a pagar por un juego repleto de microtransacciones y si todos los años debemos empezar de cero con la colección de cromos, ¿por qué millones de jugadores muerden el anzuelo? La respuesta sencilla es porque les gusta, pero la verdad, eso que quizás no quieras oír es que no lo entiendes porque te has hecho mayor.

La saga FIFA, lo mismo que sucede con Fortnite, Minecraft o Call of Duty, se ha convertido en una experiencia social, un ritual online que va mucho más allá de tu amor por el fútbol. Cuando tú jugabas a FIFA, a PES o a PC Fútbol quizás sólo te interesaba que tu pequeño equipo alcanzase la gloria, convertirlo en Campeón de la Champions y ganar tres ligas seguidas, aunque fuera poco creíble que el Albacete de Benito Floro fuera capaz de semejante hazaña.

Hoy en día los chavales utilizan FIFA como un lugar en el que quedar con los amigos, un sustituto virtual de estar comiendo pipas en un banco de la plaza de su barrio. Un lugar en el que, en vez de enseñar los nuevos cromos que te han tocado en el álbum de Panini de la Liga te dedicas a enseñarles los cromos que te han tocado para Ultimate Team. Un lugar en el que juegas partidos con ellos, os contáis que ha pasado en clase mientras haces un regate tremendo o comentáis qué chico o chica os gusta mientras ganáis un partido.

Mientras tanto, tú sigues empeñado en que Electronic Arts mejore el modo Carrera para seguir cumpliendo tu fantasía adolescente de convertirte en presidente y entrenador de tu equipo favorito, pero lo único que la mayoría de jugadores quiere es seguir echando el rato con los amigos. Entonces, ¿por qué compran el juego todos los años gastando una pasta que podrían ahorrarse jugando con sus amigos a aquel FIFA 19 que compraron hace unos años?

Aquí entra en juego el otro elemento más poderoso del éxito de FIFA: la comunidad. Si los jugadores se mudan al nuevo juego tú también debes hacerlo para no quedarte atrás, si tus amigos se mudan a una nueva plaza virtual donde quedar después de clase tú no querrás seguir yendo al parque donde iban hace años para verte allí solo y si tus Youtubers o streamers favoritos sólo hablan del nuevo FIFA tú también quieres estar allí con ellos porque FIFA, como muchos otros juegos online, se ha convertido en un espacio social, un patio de colegio virtual en el que todos los chavales quieren estar para no quedarse fuera de juego a nivel grupal.

10 Comentarios

  1. «Mientras tanto, tú sigues empeñado en que Electronic Arts mejore el modo Carrera para seguir cumpliendo tu fantasía adolescente de convertirte en presidente y entrenador de tu equipo favorito»
    Me siento personalmente atacado por esta frase.

  2. Qué buen artículo!

    Mi primer FIFA fue el del 98 de la Nintendo 64 y tengo unos recuerdos increíbles. Me acuerdo del campo tipo hockey sin fueras…

    La de horas que pasé con ese juego y el Fifa 99 y el 2000. Eran todos los años mi regalo de santo, siempre cerca del 29 de septiembre. Fingía ser entrenador e incluso daba entrevistas después de los partidos… Mucho tiempo jugando el modo carrera, y luego en la adolescencia quedabas a jugar los viernes con amigos (en sus casas, en persona) modo rey de la pista.

    En el modo carrera me cogía siempre uno de los recién ascendidos a Primera, el que más me gustara, y conseguía siempre 3-4 temporadas de hazañas increíbles y fichajes maravillosos. La diversión también estaba en contarlo luego en el recreo, comparar trofeos y descubrimientos de jugadores en el recreo.

    Reconozco que con la Play Statiom 2 me pasé al PES durante esos 3-4 años donde el FIFA dio un bajón o se estancó, y la jugabilidad de las ediciones de Konami era tan buena que compensaba la falta de licencias. También en parte por eso de la comunidad, y en parte por la novedad; tenía su gracia triunfar con los Castolo, Miranda y cía. Aunque nunca dejé de tirar con el círculo.

    Como me pasó con otros videojuegos, las dichosas microtransaciones me hicieron perder el interés y la paciencia. También el auge de los modos online. Nunca me atrajo Ultimate Team, como nunca me atrajo gastarme dinero en mejorar a mi base jugón del NBA 2K para que metiera alguna pvta canasta, ni en que me destrozara cualquier niño rata tramposo a los 20 segundos de aparecer en el online del Call of Duty.
    Los modo carrera / historia dejaron de interesar a las compañías, los amigos ahora quedan a jugar al golf y entre todo eso y las responsabilidades laborales, Netflix y demás, dejé de jugar a la play.

    Este maravilloso artículo me ha hecho recordar con cariño esos años donde uno era joven y sentía que tenía toda la vida por delante, pero que en realidad lo único que importaba era conseguir ganar al maldito Gonzalo

  3. Pues comparto bastante el punto del artículo. He echado cientos de horas tanto a FIFA como al PRO (más de Pro que de FIFA, hasta que el Pro empezo a ser una castaña), pero no he jugado en solitario en la vida porque me aburría muchisimo. Pero los diez años que estuve compartiendo piso, el pro/fifa era un ritual: partidita despues de cenar, cuando quedabamoa a ver la champions/Liga jugando en la previa y el post-partido, echando unas cervezas, etc.

    Fue vivir solo y no he vuelto a jugar, salvó estando de visita en casa de colegas.

    Lo único que como señor que empieza a ser viejuno que me cuesta entender es lo de jugar on-line, pudiendo juntarme en casa que siempre mola más… Pero lo dicho, soy un viejuno

  4. Yo sigo jugando al Fifa 14 desde hace mil años. Le pones mods de plantillas, graficos,jugabilidad y todo adaptado al 23 y arreando. En el portatil tengo el 16 que probablemente sea el último gran juego sacado por EA. Mucho mejor que cualquiera de los nuevos. Y con estos te echas tu modo carrera. Lo de los cromitos es para crios, youtubers o gente con poca faena. Si te gusta el fútbol juegas partidos o temporadas más similares a la realidad. Diferentes generaciones.

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  8. Yo sigo jugando al Manchester United Europe para Spectrum ZX, juegazo donde los haya.

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