Fútbol Femenino

El fútbol femenino es una ruina, y otras mentiras que se venden muy bien

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El Barça femenino, supercampeón en Butarque ante el Levante (Foto: Cordon Press)
El Barça femenino, supercampeón en Butarque ante el Levante (Foto: Cordon Press)

Decía mi padre que si en una mesa hablan un listo y diez tontos, se escucha a los diez tontos y el listo acaba callando. Tras la final de la Supercopa, habló Sánchez Vera, que es uno de los que realmente sabe lo que dice y cómo lo dice, para reflexionar sobre que «el club que quiere, puede. El femenino puede ser el 1-2-3% del club en general. Querer es poder» y luego hablaron los tontos de siempre, los que no tienen foto de perfil en twitter y nadie sabe su nombre, para decir las barbaridades de siempre.

Sánchez Vera dijo esto después de perder una final por 7 goles, pero lo dijo también después de ver al Consejero Delegado del Levante UD, Pepe Danvila, dar una rueda de prensa en la que hablaba de una deuda de 107 millones en el club por la que hay que apretarse el cinturón y reducir cuestiones como el presupuesto del femenino, que pasará de 3 millones a la mitad.

Lo dijo después de poner en el mercado a sus mejores jugadoras, una vez más, porque el Levante cada año se convierte en una suerte de cantera para el resto, en vez de retener talento lo vende. Y lo dijo después de sufrir las consecuencias de la total profesionalización de un club de fútbol femenino que presionaba en una salida de balón que contra otro habría sido efectiva y que corría para campo propio al mínimo error como son incapaces de hacer el resto.

12 millones es el presupuesto del FC Barcelona femenino, esa es la brecha insalvable entre ellas y las demás. No soy ni seré nunca de la opinión de que papá tenga que pagar los platos, y la mentira que ronda de que el Barça femení se mantiene gracias al masculino es de las que me sacan un gruñido.

La diferencia sustancial siempre está en las personas, no en el dinero: el FC Barcelona tiene un departamento de marketing propio para el femenino. Los éxitos deportivos ayudan a la hora de tirar puertas de grandes marcas que ponen buena pasta para anunciarse en lo que tenga que ver con una plantilla que gana todo y tiene 3 balones de oro.

Tres millones pagó Bimbo por la manga de la camiseta, cuando en el resto de equipos de la Liga F ese dinero no llega a 100.000 euros. La diferencia es a quién contactas para contratarlo: los clubes independientes apenas tienen personal en este área, y los demás tienen a un empleado del masculino que depende de varios jefes que siguen sin apostar por el fútbol jugador por mujeres.

Es la realidad, les guste o no: los mismos clubes que no invierten en staff y medios para sus futbolistas, tampoco invierten en áreas que creen muertas. El que lo hace, saca dinero. Aquí, y en otros países. Ya me duele, pero una vez más: miren a Inglaterra si no les gusta lo que ven aquí.

Aún así, compro la frase de Sánchez Vera. Hasta que una sección genere beneficios por sí misma, el club tradicional puede aportar parte de su presupuesto (un 1% sirve, como dice el entrenador del Levante) para crear un plan de viabilidad y un retorno. Se trata de entender que el femenino forma parte del club, y por tanto de su presupuesto.

Quienes están en contra de que la partida presupuestaria recaiga de manera ridícula en el femenino, no lo están de que sea igual con los filiales, las categorías inferiores y el fútbol formativo, en general porque creen que ese chaval del alevín D acabará en el primer equipo y podrá venderse más adelante y recuperar lo invertido en él. Que le pregunten al Betis, que deshizo el alevín e infantil femeninos por ser un gasto, pero mantuvo todos y cada uno de los masculinos.

Quienes están en contra, siguen viendo el fútbol femenino como un universo a parte, a pesar de entrenar (y jugar, lamentablemente) en las ciudades deportivas, de vestir su camiseta y tener una nómina del club. Quienes están en contra son los que repiten las mismas frases casposas de hace 20 años, los de que bastante les dejan jugar, los de que esto es una ruina subvencionada.

Ustedes son muy jóvenes, pero la columnista recuerda los años 90 y cómo se infló la burbuja del fútbol en este país. En los 90 el crecimiento desorbitado del fútbol venía de la mano de presupuestos ficticios, de vamos a ingresar esto o lo otro de televisiones o de venta de camisetas que nunca llegaban, de endeudar hasta el pozo y tener manga ancha con Hacienda y la Seguridad Social, con los ayuntamientos que firmaban contratos de cesión de campos municipales durante décadas a coste ridículo, y a recalificaciones de terrenos sobre recalificaciones de terrenos para salvar cuentas, dirigentes corruptos y clubes que habían subido en popularidad pero no en respaldo social.

Esos son los que nos vienen a dar lecciones: los que soplaron y soplaron para hinchar un globo que les estalló en la cara, y los que entraron después a consumirlo creyendo que el fútbol es un negocio rentable solo si lo juegan hombres, cuando no lo es en ningún caso.

En definitiva, en los 90 en este país se hizo aquello de lo que nos acusan y que nosotras no hacemos. El presupuesto de la Liga F es el que es, y se reparte de la forma deficitaria que se reparte entre los clubes que forman parte de ella, las ayudas millonarias del CSD con las que se ataca al fútbol femenino por más que le den vueltas son para rehabilitaciones estructurales de campos de juego y entrenamiento (de las que se benefician principalmente los equipos masculinos), los 25 millones de euros para el fútbol femenino -y no para un chalet- de los que presumía Rubiales nunca aparecieron en las cuentas de la RFEF, y los sueldos siguen en el salario mínimo en la mayoría de los casos.

Nosotras no hemos hinchado nada de forma artificial, ni hemos puesto más fútbol en el televisor del que el público demanda (nuestro producto es de pago, así que lo ve el que quiere pagar por verlo). Y sí, es una putada a nivel competitivo que un equipo apueste desde las oficinas y desde el campo por ser el mejor del mundo y que el resto de futbolistas tengan que competir en clubes donde no se entiende que el fútbol femenino necesita crecer desde ahí, desde la contratación de profesionales que quieran que crezca, ya sean entrenadores o jefes de marketing.

Pero entonces, cuando se pregunten por qué el Barça tiene 12 millones de presupuesto, ha retenido a la mejor hornada de talento formada en la casa y cuando hace una oferta a una jugadora extranjera a la que le ponen más pasta en Francia, Inglaterra o Alemania se la acaba llevando, no disparen al pianista. La diferencia entre el Barça y el resto está en las personas que hacen las cuentas, no en los números. En eso y en las palabras de Salma Paralluelo al descanso, yendo de 5 arriba en el marcador y pidiendo más intensidad en la segunda parte. Eso es competitividad. Cuando ellas se cansen de ganar así, perderemos todos.

15 Comentarios

  1. Sólo una palabra: AMÉN

  2. Doce millones. Claro. Si los demás no los ponen, es su culpa.

    Habría que ver qué diría la autora del artículo si el año que viene otro club pone 14 o 18 o 25, le quita jugadoras y fichajes al FCB y le gana la supercopa 7-0.

  3. Hace algunos años se decía que la culpa de la cochambre de fútbol femenino era de Florentino Pérez, que no le daba la gana de formar un equipo femenino, fomentar una rivalidad con el FCB y dar interés a la liga. Hace menos años, cuando finalmente el RMCF se animó a crear el equipo femenio, se culpaba a Florentino Pérez preventivamente de cargarse la competición porque pondría un montón de millones, se llevaría las mejores jugadoras y monopolizaría la competición. Desde hace algún tiempo, no solo no se le critica sino que se le alaba al FCB de hacer eso mismo: poner mucho dinero y balonmanizar la competición. Además, se le culpa a Florentino Pérez de la falta de competición por no poner el suficiente dinero para plantarle cara al FCB. Es curioso como al RMCF no solo se le acusa de una cosa y de su contraria, sino que también se le acusaba que que haría lo mismo que lleva años haciendo el FCB.

  4. Soy abonado de un club de futbol de primera división desde hace más de 40 años. El fútbol femenino es una ruina porque no interesa a NADIE. Por muchas horas artificiales que se le dediquen en televisión, nadie de mi entorno gastaría un sólo euro en ver a nuestro equipo femenino. Es más, me importa cero sus resultado. Y sí, efectivamente, los del filial si me importan.

    Esa es la realidad que no queréis entender.

  5. 1 MILLÓN de recaudación tuvo el Barça-Ral Madrid de esta liga
    1 MILLÓN de seguidores tiene el Barça Femení sólo en X (Twitter)
    1 MILLÓN de espectadores siguieron la entrega de la copa de la final de la Supercopa

    …pero el fútbol femenino no (quiero que) interesa(e) a NADIE.

  6. 😎 Gracias Andrea, Visca el FCB femenino, admiradora peruana que espera estar en Bilbao para ver a ese equipazo.

  7. ¿Por qué el fútbol femenino tiene sección fija en Jot Down?
    ¿Qué tiene el futbol femenino que hasta hace nada no existía para recibir semejante cobertura?
    Y lo curioso es que muchos de los artículos no tienen nada que ver con la vertiente deportiva, sino con los entresijos del negocio (escaso, por cierto)

    ¿Por qué, por poner un ejemplo, el baloncesto femenino no tiene sección fija en Jot Down?
    España tiene dos mundiales de Baloncesto Femenino, Cuatro copas de Europa.
    El Dorna Godella (Euroligas del 91 y 92), Sandra Gran Canaria (Ronchetti 99), Perfumerías Avenida (Euroliga 2011) y Ros Casares (2012) el Valencia BC campeón de la Eurocup Women 2021.

    Igual Jot Down debería poner 10 o 12 kilos para crear un club y así contribuir a su promoción. Tampoco entiendo que lo tengan que hacer los equipos de futbol masculinos. Es un negocio abierto y puede entrar cualquiera.

    No sé, debe ser la agenda woke.

  8. En masculino hasta la Premier es deficitaria, por no hablar de la liga saudí, que paga directamente con dinero del estado

  9. Pedro Pablo Parrado

    ¿Sigues sin entender que el Barça Femenino nunca tendría ese impacto de no ser la sección femenina de fútbol de un club polideportivo? ¿Tan difícil es? ¿Cuál es el éxito de alguna entidad del todo independiente respecto a un club masculino? ¿Cuántas hay en Primera siquiera? Por cierto, los sponsors no vienen al fútbol femenino porque recuperen esa inversión, lo hacen por algo más prosaico y que tú ejemplificas: capital social, política. Ir de la mano del fútbol femenino es garantía de «estar en el lado bueno de la historia» y todas esas pamplinas autoindulgentes, pero la realidad es que no interesa, no hay afluencia a los campos, no hay audiencia televisiva, no hay un producto que merezca un solo segundo de atención con un nivel de cadete masculino siendo generosos. Venga, a hacerse pajas mentales…

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