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Filippo Galli: «El Real Madrid era estratosférico, pero las ideas de Sacchi marcaron la diferencia»

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Filippo Galli

Filippo Galli jugó en el famoso Calcio de los ochenta, la liga más potente de Europa. Formó tándem con Baresi. Defendió a los mejores delanteros del mundo con la camiseta del AC Milan. Un Milan dirigido por Sacchi que, dicen, cambió el fútbol para siempre. Ganó tres Copas de Europa. En los 2000 pasó a formar parte del cuerpo técnico de Ancelotti en otro Milan legendario. También se ocupó de la cantera milanista durante muchos años. No hay nadie mejor que él para hablar de fútbol.

¿Cómo era el calcio de los años 80 y los 90?

Muchos afirman que el fútbol actual es más dinámico, más rápido que en los años ochenta y noventa. Y ciertamente estas afirmaciones están respaldadas por los datos.

Del mismo modo, los conocimientos metodológicos han mejorado, de manera que todos, según sus respectivas categorías, pueden responder a las exigencias del juego actual.

También se dice que los jugadores de entonces eran mejores técnicamente, pero no sé si esto es cierto, precisamente porque el aspecto técnico está ligado al contexto del juego yel contexto ha cambiado.

¿Qué se le pedía a un central en aquel calcio?

He jugado con entrenadores que me pedían marcar al atacante incluso cuando bajaba para recibir el balón. Otros, en cambio, pedían marcar en la zona de competencia. Con Arrigo Sacchi, a esta tarea se añadió el requisito de jugar con la línea y, por tanto, moverme al unísono con mis compañeros.

Desde el punto de vista de la posesión del balón no había muchas demandas: jugar con el centrocampista más cercano o, para nosotros los rossoneri, entregar el balón al capitán Baresi.

¿Cuáles fueron las características como jugador que le llevaron a ser titular del Milan?

Como no tenía una gran velocidad, tuve que desarrollar habilidades de anticipación, que me permitieron entender si debía anticipar al rival hacia delante o quitarle espacio en profundidad. Creo que las habilidades aéreas y una buena agresividad también me ayudaron.

Con qué central se entendió mejor y cómo se complementaban.

Con Franco Baresi cualquiera habría sido feliz. Defensivamente sabía suplir los más mínimos errores de sus compañeros y en la creación del juego era un maestro. Mi tarea era sobre todo defensiva. En años posteriores, sobre todo en Brescia, me dediqué más a lo que ahora llamamos construcción del juego.

Cuál fue el mejor delantero al que se enfrentó y por qué. O los mejores.

Sobre todo, Maradona. Y, luego, Zico. Eran jugadores difíciles de anticipar y que cuando te fijaban no era nada fácil pararlos. Entre los italianos, Paolo Rossi «Pablito», por su capacidad para esconderse, por su desmarque. Desaparecía de tu vista y ¡reaparecía de repente! Conseguí detenerlos en más de una ocasión, cuando pude acercarme a ellos y anticiparlos.

Filippo Galli

¿Fue Sacchi realmente un revolucionario?

En Italia creo que podemos decir que existe un fútbol pre-Sacchi y un fútbol post-Sacchi. Él quería que domináramos el juego incluso fuera de casa, sin defender muy abajo y saliendo al contraataque. Pero, sobre todo, intentaba que domináramos el espacio obligando a los rivales a jugar por las bandas y ganando luego el balón mediante la presión. También forzándoles a los envíos largos, que a menudo eran imprecisos porque se lanzaban bajo presión.

¿Cree que los métodos de Sacchi limitaban la creatividad de los futbolistas talentosos?

Es una discusión que anima a los que se dedican a diferentes facetas del fútbol en Italia. Yo creo que su organización del juego ayudó incluso a los jugadores con más talento. Quizá de algunos no consiguió sacar lo mejor, pero la anarquía en el campo no ayuda a nadie.

¿Fue más importante la táctica o el nivel de los futbolistas?

Para ganar, todos los componentes son importantes: jugadores, entrenadores, directivos, propiedad y aficionados. En aquellos años éramos los mejores en todo. Aquel Milan podría haber ganado de todas formas, pero cómo ganó se debió a las ideas innovadoras de Sacchi. Por cómo ganó pasó a la historia, no porque ganase.

¿Era muy distinto Sacchi a Liedholm en su filosofía futbolística?

Con Liedholm adquirimos los primeros conceptos de la zona. La suya era una línea defensiva más bien estática que Sacchi supo transformar en dinámica a base de ejercicios situacionales maniáticos y gracias a extraordinarios ejecutores.

¿Cómo funcionaba la táctica agresiva del fuera de juego desde la mirada de un central? Dicen que Baresi la lideraba desde su voz de mando.

Sí, Franco era el líder. Sobre todo al principio, era él quien dictaba los tiempos para acortar subir hacia delante, cuando estaba el balón cubierto, o ir hacia atrás, cuando estaba descubierto. Con el tiempo aprendimos a movernos al unísono, sin ninguna orden.

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Las eliminatorias de su Milan contra el Real Madrid se recuerdan en España como un abuso. Se dice que se daban dos tipos de fútbol: el moderno y táctico del Milan de Sacchi había dejado obsoleto al de marcación combinada y más dependiente de la inspiración de los futbolistas que usaba el Madrid de Beenhakker. ¿Lo ve usted así?

Aquel fue un Real Madrid estratosférico en todos los aspectos. Pero creo que las ideas de Sacchi marcaron la diferencia y llevó tiempo contrarrestarlas.

Con Sacchi usted perdió el puesto en favor de Costacurta.

Billy era un buen jugador que, como todos, creció. Por mi parte, algunas lesiones me frenaron y me pararon, pero él habría llegado de todos modos. Las decisiones, después de la primera lesión, fueron técnicas.

¿Qué distinguía a Capello de Sacchi?

Capello fue muy bueno porque mantuvo el trabajo de Sacchi. Mantuvo los aspectos organizativos pero liberó un poco a los delanteros de las tareas defensivas. Una figura importante fue Italo Galbiati, el segundo entrenador de ambos, que ayudó a mantener la impronta de aquel Milan ganador.

Usted fue titular en la final de Atenas, en ausencia de Baresi ¿Cómo consiguieron anular a Romario y al Barça?

También faltaba Costacurta. Los centrales fuimos Maldini y yo, el lateral derecho fue Tassotti y el lateral izquierdo, Panucci. La estrategia consistía en obligarlos a jugar hacia el exterior, creando una barrera central con Desailly, Albertini y Boban. Así, los balones que llegaban en la zona central fueronde Paolo y míos.

¿Cuál diría que fue el mejor Milan que integró?

El Milan que ganó al Steaua en el Camp Nou, en 1989.

Filippo Galli

También jugó en Inglaterra. ¿Qué diferencias vio con el calcio?

Jugué en la Championship, en el Watford. Fue en la temporada 2001-02 y con el legendario Vialli como entrenador. Esa una competición con más fisicidad e intensidad. Con delanteros que «pegaban» a los defensas. El fútbol inglés empezaba a contaminarse con el europeo. En general, había más balones largos. Pero el fútbol inglés es único por su ambiente.

¿Se atrevería a decir cuáles son los tres futbolistas más determinantes con los que jugó?

Baresi, Van Basten y Maldini. Y añadiría a Donadoni y Savicevic. Pero, ¡cuántos se me quedan fuera!

Una vez retirado, pasó a encargarse de equipos juveniles del AC Milan. Leí que en el Milan, la zaga lineal de cuatro futbolistas es cultural desde Sacchi. Algo que no se toca, en ninguno sus equipos.

Fui segundo entrenador durante cuatro años y entrenador en la sub-19 del AC Milan, antes de ser parte del cuerpo técnico de Ancelotti. Últimamente las cosas han cambiado. El fútbol también está cambiando: ya no hay roles, sino funciones. Aunque, sí, incluso en los equipos juveniles que dirigí durante 9 temporadas trabajábamos los principios del juego y si bien no había un sistema obligatorio, ¡la defensa de cuatro era imprescindible!

¿Qué tipo de entrenador es usted, más Sacchi o más Ancelotti?

Ambos fueron figuras fundamentales en mi crecimiento. Ciertamente, de Sacchi aprendí una idea dominante del fútbol, aunque se basaba más en el dominio del espacio que del balón. Hoy pagaría siempre la entrada por entrenadores como Guardiola, De Zerbi, Klopp y todos los que demuestran coraje.

¿Qué ha de tener un buen entrenador?

Es una pregunta demasiado genérica, pero intentaré responderla. Un entrenador ha de observar y escuchar para crear una relación con los jugadores. Especialmente en la cantera, el aprendizaje también proviene de las relaciones.

¿Qué priorizaba en sus equipos?

Siempre he creído que la formación del jugador pasa también por el estilo de juego del equipo. Una convicción que se ha visto reforzada durante mi etapa al mando de la cantera. Ser consciente de la complejidad del juego del fútbol es fundamental desde una edad temprana. La técnica no es un objetivo, sino un medio para resolver situaciones de juego.

Filippo Galli

¿Tiene el Milan desde la cantera lo que se llama un estilo propio?

Mi etapa en el Milan como responsable de la cantera terminó en 2018, así que solo puedo hablar del periodo 2009-2018. En 2011 empezamos a estudiar las canteras de los clubes competidores del AC Milan con muchos jugadores del primer equipo procedentes de canteras. Visitamos a Ajax, Barcelona, Anderlecht, Arsenal. Luego hicimos varios talleres durante torneos con clubes como Benfica y Manchester United. También conocimos a Guardiola y Estiarte, etc…

Salimos con una idea muy clara: para formar jugadores para el fútbol del futuro era necesario trabajar sobre principios y ser coherentes a lo largo del tiempo. Fuimos los primeros en Italia, hace 10 años, en la salida desde abajo, incluso con los equipos más jóvenes. No como un ejercicio de estilo, sino porque lo considerábamos una importante herramienta de formación.

Nos llamaron locos y se rieron de nosotros, pero entonces vimos el camino que había tomado el fútbol moderno. Volviendo a su pregunta: nuestros equipos no tenían una estructura compartida, sino que querían ser dominantes, proactivos, recuperar el balón en cuanto lo perdías. Jugadores proactivos, no reactivos, capaces de mantenerse dentro de la complejidad del juego.

¿Es fácil descubrir talento?

Ya el hecho de definir el talento no es fácil. A menudo nos detenemos a definir el talento motriz de un chico o una chica admirando sus habilidades condicionales. Si hablamos de fútbol, lo que nos llama la atención es el contacto con el balón, la habilidad para manejarlo. Pero también la capacidad para relacionarse mientras juega con sus compañeros.

¿Cree que se pueden fabricar grandes futbolistas con la metodología en las canteras?

Absolutamente. A través de una metodología común, una idea compartida de aprendizaje y la formación continua de los técnicos. Así se trabaja en un marco de pensamiento compartido. Hoy añadiría la capacidad de humanizar, es decir, de prestar atención a los aspectos humanos de nuestros niños y jóvenes, de hacerles conscientes de su recorrido, del contexto en el que viven entendido como comunidad, de las relaciones con su entorno. Pero no porque queramos ser buenos, sino porque creemos que eso ayuda a la expresión del talento.

Y añadiría la paciencia de saber esperar a los jugadores jóvenes, pero al mismo tiempo la valentía de los entrenadores para dejarles libres de jugar.

Filippo Galli

¿A qué talentos que actualmente sean grandes futbolistas tuvo en sus manos?

De entrada, diré que quienes tratan con jugadores jóvenes deberían tener el talento de dar un paso atrás a la hora de atribuirse méritos. Los méritos son en primer lugar del jugador que se consolida y después de todos aquellos encuentros que el jugador hace en su trayectoria profesional. Paradójicamente, incluso los encuentros negativos, si es capaz de entender que no son ejemplos a seguir.

Dicho esto, como entrenador tuve a Darmian, ahora en el Inter, y a Aubameyang, hoy en el Marsella. Y como responsable de la cantera: Cristante (Roma) y Petagna (Cagliari), De Sciglio y Locatelli (Juve), Donnarumma (PSG), Calabria y Pobega (Milan), Gabbia (Villareal), Bellanova (Torino), Maldini Daniel (Empoli), Colombo (Monza), Brescianini (Frosinone). Estos son sólo los que juegan en la Serie A.

Luego pasó al banquillo del primer equipo junto con Ancelotti. ¿Cuáles eran sus funciones en ese cuerpo técnico de élite?

Yo me encargaba de la primera parte del entrenamiento, generalmente en la activación técnica y luego en ejercicios defensivos.

Filippo Galli

En sus libros, dice Ancelotti que desde que conoció a Zidane dejó de tener una táctica predeterminada, el 4-4-2 zonal aprendido de Sacchi, para empezar a formarla a través de los futbolistas. ¿Cómo era aquel Ancelotti como técnico, en relación a Capello y Sacchi?

Ancelotti es un maestro en conocimientos y experiencia. Increíble capacidad para empatizar con los jugadores y sacar lo mejor de ellos.

¿Cómo recuerda el fútbol de la aquel Milan campeón de Europa en relación al que usted integró como futbolista?

Un Milan igual de agradable de ver, en el que los jugadores disfrutaron una locura por su calidad. Aquí también hay que repartir el mérito entre todos: plantilla, jugadores, directivos, propiedad y nuestros aficionados.

¿Por qué cree que el Milan dejó de ganar drásticamente tras la salida de Ancelotti y su staff?

La última victoria antes del Scudetto conquistado con Pioli se remonta a Allegri. Luego el club cambió las estrategias de inversión, el Milan vendió a Thiago Silva y a Ibrahimovic al PSG, y desaparecieron los llamados «jugones».

 

Ha sido futbolista, entrenador, y gestor. ¿Con qué se queda Galli?

Bueno, hoy preferiría un puesto de directivo, pero si tuviera la máquina del tiempo, ¡me gustaría volver a vestir la camiseta del Milan!

*La entrevista fue traducida del italiano por Marco Monteleone. Agradecimientos del autor.

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