Fútbol Femenino

La mirada al retrovisor, o de cómo Montse Tomé debería temer por su puesto

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Montse Tomé (Foto: Cordon Press)
Montse Tomé (Foto: Cordon Press)

La columnista, como saben, estudió periodismo pero no ejerce porque le resulta agotador, inservible y poco agradecida la labor de patear la calle cubriendo la noticia y prefiere quedarse en casa y abrir stream para comentarla cuando otros la encuentran. No obstante, cuando lo estudió era de las que tomaban apuntes de las asignaturas que le gustaban, y de la que se llevaba bien con algún profesor. Tenía uno en concreto, Eduardo García, periodista referente de La Nueva España, que fue de los que se tomó el reto (o la afrenta) de enseñarla a redactar y que cuando le revisaba eso en lo que patina —la ficción— siempre le daba el mismo consejo: miénteme, pero miénteme bien, que me lo crea. 

Tres mentiras, que sepamos, son las que le hemos cazado a Montse Tomé de manera flagrante: la de que llamó a Jenni Hermoso (desmentida por Jenni), la de que fue un error informático el envío de la convocatoria contra Suiza (desmentida por UEFA) y el de que Aitana avisó tarde de que se encontraba mal y por eso no estaban los cambios preparados (desmentido por Athenea y Aitana).

No parece el mejor de los inicios esta relación. De hecho, si esto fuera una relación de otro tipo, en la que estás quedando con una chavala para ir conociéndola poco a poco y ver si te vas a casar con ella, todas tendríamos una amiga que nos pondría banderines rojos en whatsapp cuando le pasásemos la conversación con Montse y algún sticker de AMIGA, DATE CUENTA. 

A la columnista le cayeron palos descafeinados cuando dijo que cómo va a salir Montse es una intriga, porque es sin duda la persona que más sabe de fútbol femenino de este país, la que más controla las categorías inferiores, la que más campos pisa y la que más libretas tiene con anotaciones de todo lo que puede hacer con las jugadoras a las que conoce desde crías, pero a su vez como entrenadora es una incógnita porque nunca ha entrenado, aunque todos sabemos que la que tenía la pizarra en el banquillo de la Selección Española era ella, mientras Jorge Vilda lucía traje y mirada intensa cada vez que se veía en el videomarcador.

A esa inexperiencia se pueden achacar los errores, sobre todo uno: el comunicacional. Montse disfruta en las ruedas de prensa en las que (¡por fin!) se habla de fútbol, pero cuando tiene que hablar de la gestión de vestuario se le ven las costuras. Y si corre el rumor de que hubo un enfrentamiento con Aitana del que surgió todo el desaguisado de la segunda parte contra Italia, decir «esto se queda en el vestuario», da alas a más teorías conspirativas. Lo de poner el foco en las jugadoras ya lo habíamos visto y no lo queríamos volver a ver. 

Mientras tanto, la vida sigue y se espera una Rosaleda llena. El lugar donde Aniquiladoras ganó la Queens Cup y Ariadna Sáez fue MVP (tenía que meterlo) será la prueba de fuego para un banquillo que viene de gazapo en gazapo y que debería mirar al retrovisor de vez en cuando. A 617 kilómetros de La Rosaleda, en el Ciutat de Valencia, sí que se prepara un polvorín: el Levante UD anuncia que, como su equipo masculino ha generado una deuda de 107 millones de euros difícil de salvar, se cargan secciones y recortan el presupuesto del equipo femenino.

Un presupuesto de 3 millones de euros que sufrirá un tajo para la próxima temporada, en la que los sueldos parece quedarán a ras de convenio, eliminando cualquier posibilidad de tener una plantilla competitiva. Un equipo que este año jugó Champions, que va tercero en liga, tiene a una Campeona del Mundo y al último entrenador que le quitó una liga al Barça, que sufre descalabros estructurales cada año y que aún así sigue teniendo el braserito de gloria de años pasados y un nombre temido en cada campo, va a reducir en un millón de euros su presupuesto, mientras el equipo que ha generado la deuda compite en segunda división, es décimo, y el Consejero Delegado lo presenta como una fábrica de telas en las que producir y vender, sin proyecto deportivo que lo sostenga. 

El entrenador del que hablo en el párrafo anterior, Sánchez Vera, era el nombre que más gustaba en la Real Federación Española de Fútbol para hacerse cargo de una Selección que es Campeona del Mundo y a la vez La casa de los líos. Tiene contrato hasta junio, salvo que, en un ejercicio de ahorro, se lo carguen para meter a alguien que no sea uno de los mejores entrenadores en activo de España.

Montse: mira al retrovisor. Y busca algún curso de liderazgo y de comunicación. A mi no me disgusta que estés al mando. Una oportunidad se le tiene que dar a cualquiera, y después de tantos años picando piedra considero que la mereces. Pero no la desaproveches.

2 Comentarios

  1. Es que Montse es una «mujer del fútbol», como De la Fuente, y esta gente es muy racial; De la F. es un españolazo y Montse pues es una señora que tampoco creo que lea a Pynchon en sus ratos libres, por decirlo de alguna manera… Es evidente que los futboleros tienen problemas para comunicar, al menos en España, no se salva ni uno: Clemente, Lucho, Aragonés, Lopetegui…, Montse no tenía por qué ser especial. A mí, personalmente, me gustaría que hubiera al frente de la selección alguien como Natalia Arroyo, que sí sabe hablar y da la impresión de entender bastante este deporte, pero, parece que, de momento, habrá que conformarse con lo que hay…

  2. Antes de criticar decisiones económicas, la columnista a lo mejor podría ver en youtube las gradas del último partido del UD Levante Femenino y las del masculino, y ver en cuál de los dos se está haciendo más caja con las entradas. Igual se lleva una sorpresa (o no).

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