¿Qué tal uno de esos análisis/predicciones que cuando son leídos a posteriori hacen sonrojar al autor porque no da ni una? Bueno, al menos habrá que intentar desentrañar bajo la fórmula de estratificar equipos qué puede pasar en la Copa del Mundo (la verdad es que prefiero llamarla Mundobasket, qué quieren que les diga). Japón, Filipinas e Indonesia serán los escenarios de un campeonato puede que más abierto a las sorpresas que los Juegos Olímpicos.
FAVORITOS
Estados Unidos
¿Es su selección C, D, H o Z? Da igual. A los yankees nunca les ha interesado demasiado este torneo: en todo el siglo XX solo mandaron una vez a jugadores de la NBA (el prepotente Dream Team II a Toronto) y en la última edición se quedaron tan panchos terminando en el séptimo puesto. Ahora, más que llevando a estrellas de segunda fila, lo que parecen haber apostado es por el colectivo, liderado por un entrenador de tantísima ascendencia como Steve Kerr. En el reciente torneo de Málaga demostraron estar en el buen camino, repartiendo mucho el balón, minimizando los egos.
España
El actual campeón defiende título con un grupo de jugadores aparentemente mejor que los que dieron la insospechada gloria de hace cuatro años en China. Vale, no están ni Marc Gasol ni Ricky Rubio (gracias por poner sobre la mesa el debate sobre la salud mental de los deportistas de élite), pero sí una camada en general joven, pero con kilómetros en las piernas. Los hermanos Hernangómez llegan con su habitual hambre veraniega, Santi Aldama se estrena en la absoluta con fuerza, Rudy y Llull nunca se cansan de ganar y Scariolo es un maestro en estas citas. ¿Los bases? Uy, uy, uy…
Serbia
Aunque solo sea para no molestar su legendario orgullo, a los serbios hay que incluirles en este escalón. El venerable y venerado Svetislav Pesic entrena a un grupo en el que indudablemente ha debido ser duro no haber podido contar con Nikola Jokic. Pero talento no les falta ni en la uña del pie izquierdo: Bogdan Bogdanovic las enchufa sin mirar si está solo, Filip Petrusev y Nikola Milutinov son enorme y duros como piedras, Stefan Jovic hace jugar a todos y Marko Guduric es el pegamento necesario.
Francia
Como es habitual, los franceses tienen de todo y todo bueno, pero está por ver que muestren ese punto competitivo que suele faltarles a la hora de la verdad. Es una lástima no poder ver a Victor Wembanyama tras su reciente número 1 del draft, pero sí estarán el intimidador Rudy Gobert, el también intimidador (en otro sentido) Guerschon Yabusele, dos ilustres veteranos como Nando de Colo y Nico Batum, un cañonero NBA como Evan Fournier y varios tipos más de físico tremendo que básicamente rezarán por no tener una camiseta roja delante.
OUTSIDERS
Canadá
Parece la típica selección que va a romperla de un momento a otro a base de acumular piezas de mayor o menor prestigio en la NBA, pero llevan siglos sin ser nada en el baloncesto FIBA. Es el trabajo que afronta un español como Jordi Fernández: aunar el enorme talento de Shai Gilgeous Alexander con la fuerza de trabajo de Dillon Brooks, Nickeil Alexander-Walker y Kelly Olynk. Algún día tendrá que ser, pero desde luego las ausencias de Kevin Pangos y sobre todo Jamal Murray les alejan de que sea este.
Australia
Ya no es el mejor momento de la carrera de Patty Mills y Joe Ingles, dos componentes de la vieja guardia «aussie» que tantas veces se quedó cerca del podio en competiciones internacionales, así es que les queda confiar en la nueva ola encabezada por Josh Giddey (gran temporada en los Thunder). A medio camino está Dante Exum tras su buen año en Belgrado y otros como Matisse Thybulle que se van haciendo un nombre en el basket FIBA.
Eslovenia
La decepción de Tokio-20 (en 2021) parece ya lejana, y eso que en Málaga no ofrecieron muy buenas sensaciones, sobre todo a nivel defensivo. Pero todo puede pasar cuando tienes al que muy probablemente es el mejor jugador del torneo, Luka Doncic, en sus filas. Ya se sabe que «Wonderboy» se suele hipermotivar (para lo bueno y lo malo) en las citas con su selección. Lo importante será que involucre a todos y, visto lo poco que hay en el juego interior, que encuentre bien situados tiradores como el impetuoso Klemen Prelepic.
Alemania
Dennis Schoeder lleva unos años rarunos en la NBA, pero con Alemania suele multiplicarse. Se trata de un baloncesto en expansión, con cada vez más facilidad para crear talentos propios más allá de generaciones espontáneas. Así es que el base encontrará a quién pasar el balón (otra cosa es que lo haga): Andreas Obst es un tirador fino, Franz Wagner no deja de mejorar, Maodo Lo es una pesadilla para el rival, Isaac Bonga parece recuperado físicamente… Por dentro quizás les va a faltar anotación, todo muy pendiente de Mo Wagner.
Lituania
Pocas veces una baja importantísima puede resultar tan positiva como la de Domantas Sabonis. Por una cuestión de galones, había cierta obligación de que coincidiese muchos minutos con Jonas Valanciunas. Y eso en China hace cuatro años no funcionó en absoluto. Ahora, con un ‘5’ claro e indiscutible, jugadores como Donatas Montiejunas y Eimantas Bendzius podrán ser más «ellos mismos». Interesante también si puede aspirar a liderar el equipo Rokas Jokubaitis, cuya progresión esta última temporada no ha sido tan rápida como la esperada.
CLASE MEDIA
Grecia
Estarían entre los favoritos si hubiese podido acudir Giannis Antetokounmpo, pero hacía tiempo que se sospechaba que finalmente se bajaría de la cuádriga (¿esta referencia era latina o griega? En fin). Tampoco estarán dos clásicos como Nick Calathes y Kostas Sloukas. La cosa es que tampoco les queda un mal equipo, por muy irritante que resulte Dimitrios Itoudis en el banquillo, sobre todo por el «fichaje» de Thomas Walkup. Los demás son por lo general lustrosos currantes.
Brasil
¿Conseguiremos completar el párrafo sin mencionar a Oscar Schmidt? Ya no. Debe resultar algo frustrante para el basket brasileiro no haber encontrado a ningún mesías como él en todos estos años, pese a estrellas como Leandrinho o Tiago Splitter. ¿Lo de ahora? Gran trío de bases Yago dos Santos-Neto-Marcelinho, tiradores bastante fiables como Guilherme Santos y el «español» Vitor Benite y un Bruno Caboclo por dentro que ha demostrado ser un jugador muy útil en la Eurocup.
Letonia
Faltando pocos días, una fascitis plantar dejó fuera a Kaspars Porzingis, ese letón con acento andaluz. Le hubiese venido muy bien jugar, ahora que volverá a aspirar la grandeza con los Celtics tras unos años fallidos en los Doncics de Dallas y la intrascendencia en Washington. Ahora todo girará alrededor de Davis Bertans, mientras que secundarios como Rolands Smits, Mareks Mejeris, Anzejs Pasecniks y Darius Bertans tendrán más balones de los esperados.
Italia
Parece haber pasado la época en la que Ia «azzurra» tuvo la oportunidad de volver por sus fueros y no la aprovechó. Sin Danilo Gallinari, el camino está expedito para que el liderazgo se lo reparta el triunvirato formado por Simone Fontecchio, Gigi Datome y Nicola Melli, quizás con Achile Polonara aspirando a meter cabeza ahí. El espectáculo de todos modos está garantizado en la banda con Gianmarco Pozzeco, uno de esos entrenadores pasionales que protestan todo desde el salto inicial.
República Dominicana
Interesante ver qué puede hacer un pívot importante en la NBA como Karl-Anthony Towns al frente de una selección que tiene un poco de todo, desde artilleros insaciables como Andrés Feliz (enorme progreso en Badalona) a «stoppers» odiados por todos menos por su propia afición como Sadiel Rojas. Otra de sus estrellas estará en el banquillo: Néstor «Ché» García, un hombre que suele sacar grandes resultados si consigue que su mensaje casi mesiánico cale en el vestuario.
Puerto Rico
Como sus vecinos los dominicanos, suele infundir respeto el estilo norteamericano de sus jugadores y pueden darle el susto a cualquiera si tienen el día en modo jugón, pero esta vez faltan grandes nombres en su plantilla (hubiese estado bien ver a José Alvarado y su peculiar modo de defender). Además es casi una tradición que acaben naufragando a la hora de la verdad. Quien podría darles algo de vida, el nacionalizado John Holland, viene de un año gris en el Estrella Roja.
Montenegro
Nikola Vucevic tiene fama en la NBA de atacar muy bien y defender poco. De cómo le complementen los demás dependerá la suerte montenegrina en los decisivos duelos ante México y Egipto en su grupo. Para acompañarle bajo aros no habrá problemas con gente como Bojan Dubljevic, Marko Simonovic y Nemanja Radovic, mientras que por fuera han sido conscientes de sus limitaciones con la nacionalización de Kendrick Perry, que lo ha hecho realmente bien en Unicaja.
CON PASAR LA PRIMERA FASE LES VALE
México
El basket cada vez pega más en tierras aztecas, pero eso no ha supuesto sacar a ningún jugador diferencial como podía ser Gustavo Ayón. Los mejores tiempos de otro ex NBA como Jorge Gutiérrez ya pasaron, mientras que otros como Gael Bonilla, canterano del Barça que jugará esta temporada en LEB Oro con el Cáceres, aún tienen que pagar el peaje de lograr experiencia.
China
¿Cómo es posible que un país de 1.200 millones de habitantes no logre sacar a una puñetera estrella desde que prácticamente fabricaron en un laboratorio a Yao Ming? Pues en eso andan todavía. Ahora se han echado en manos de Sasha Djordjevic como seleccionador, como si eso fuese a ser la panacea. De todos modos, no se les debe descartar para la segunda fase, que se jugarán con Puerto Rico.
Nueva Zelanda
Los «tall blacks» protagonizaron una de las mayores sorpresas de la historia de los Mundiales con su cuarto puesto en 2002. El líder de aquel equipo, Pero Cameron, es ahora su entrenador, aunque no parece que vaya a contar con nadie de su inmenso corazón. Aspiran a ello Corey Webster e Isaac Fotu. El segundo puesto del grupo no es imposible, ya que el otro aspirante es Grecia.
Filipinas
El baloncesto es uno de los deportes nacionales, con pabellones gigantescos repletos de público y marcadores altísimos. Han soltado la lana para tener allí el Mundobasket, como ocurrió en 1978, y también para que Jordan Clarkson, con una carrera NBA que no es estelar pero que tampoco está nada mal, vista su camiseta e ilumine al resto.
Finlandia
Es probablemente el equipo europeo más flojo de los que van, pero conviene no faltarles demasiado al respeto porque juegan siempre con mucho orden y espíritu y Lauri Markkanen se ha dejado de tonterías en Utah firmando un gran año. El problema es cómo aprovecharán los demás los espacios que generan. Y ahí Sasu Salin tendrá mucho que decir.
Venezuela
No demostraron demasiado en el amistoso disputado en Madrid ante España, pero se supone que lo harán algo mejor cuando esté todo en juego. A Michael Carrera se le conoce bien en España como dominador de la LEB Oro (e irrelevante en la Liga Endesa). El protagonismo estará bastante repartido para intentar superar a Georgia y Cabo Verde.
Sudán del Sur
Un éxito que un país tan joven y con tantos problemas internos haya conseguido clasificarse. Pero no parece que se quieran quedar ahí, con un grupo de baloncestistas quizás de no demasiado pedigrí, pero sí habituales en competiciones serias y con la clásica envergadura brutal del país donde nació Manute Bol. Pueden ser la gran sorpresa…
Georgia
…Y es que los georgianos están en el mismo grupo, el F, con sede en Okinawa. Aparentemente, tienen bastante más equipo entre los momentos de inspiración de Than McFadden y sobre todo la enorme capacidad para generar estadística de Gio Shermadini y Toko Shengeila. A ver qué hacen dos pívots con marchamo NBA como Goga Bitadze y Sandro Mamukelashvili.
Cabo Verde
El primer impulso es poner en el furgón de cola a Cabo Verde, que vive en su primera participación en un Mundial. Sin embargo, ¿cómo descartarles tan fácilmente cuando en sus filas tienen a un 2,20 de gran fortaleza y agilidad como Edy Tavares? Puede hacer de un partido lo que él quiera. Y Venezuela y Georgia no son ogros.
Costa de Marfil
El primer rival de España también ha apostado por un balcánico, Dejan Prokic, para dirigir el cotarro habitual: jugadores de enorme físico y experiencia sobre todo en Francia a los que les cuesta jugar como equipo. Mo Bamba fue útil en los Lakers tras ser traspasado desde Orlando y han perdido como nacionalizados tanto a Alex Poythress como a Matt Costello.
EL CARRO DEL PESCADO
Irán
Ahí sigue Hamed Haddidi con sus 38 años, sin ver ni de lejos a un posible sucesor. Si cuando era joven y poderoso no pasaban ronda, sería muy raro que lo hiciesen esta vez.
Japón
Rai Hachimura decidió no participar, lo que dejó las posibilidades de uno de los anfitriones bajo cero. Josh Hawkinson será el nacionalizado.
Angola
Pocas opciones y eso que están en un grupo muy abierto junto a Italia, Filipinas y República Dominicana. El trotamundos español Pep Clarós, seleccionador.
Jordania
Nada que ver con Michael Jordan. Su destino es ser abrasados por Estados Unidos y pelear en vano frente a Grecia y Nueva Zelanda.
Egipto
Otro de esos «rosters» lleno de nombres con nula experiencia en ligas competitivas. Sí están Adam Moussa y Omar El-Sheikh, que han pasado por la NCAA.
Líbano
Tres cuartos de lo mismo, aunque en su caso sí han pescado como refuerzo nacionalizado a Omari Spellman (95 partidos NBA en 2018 y 2020).
Artículo anémico, lleno de lugares comunes y con menos fondo que una lata de sardinas. Muy apropiado para JD.
El mundial de basket para EEUU es un poco como el mundial de clubes para los equipos europeos.
Serbia se encoge siempre cuando juegan contra los USA. Hoy han sellado su pase a la final tras un notable partido frente a la favorita y un tanto decepcionante (o decepcionante sin más) ,Canadá, verdugos de España.
En la final del Mundobasket de España en 2014 los norteamericanos les pasaron por encima. Casi llegan a los 130 puntos, ganaron (lástima no acordarme del resultado y mira que en mi gran disco duro recuerdo casi todos…) de más de 30 y pudieron batir ei récord de 45 puntos de diferencia logrados en Canadá en 1994 por el arrogante y antipático Dream Team II. en la final ante Rusia. Yo, viendo como los serbios bajaron los brazos de forma infame en cuanto se vieron 10 puntos abajo ( y eso que empezaron realmente bien, poniendo un 7-15 a su favor) quería que los estadounidenses batieran ese récord y llegasen a los 50 de ventaja.
Ahora en un rato veré el Alemania vs USA, la otra semifinal. Lo normal evidentemente es que ganen los norteamericanos , que además ya perdieron frente a Lituania y es casi imposible que cosechen otra derrota en el mismo torneo. Ganarán con facilidad o puede que con algunos problemas ( ojalá los alemanes les den guerra como ya se la dio la selección de Montenegro, curiosamente vecinos y ex compatriotas de los serbios) Ojalá den la gran campanada los germanos y entren en la gran final.
Con mucho menos talento que Serbia,,sus hermanos pobres , Montenegro hicieron sudar a los USA. Les ganaban 37-38 al descanso y al final perdieron 85-73 justo antes de la memorables victoria de Lituania ante los USA por 104-110 tras llegar a ir venciendo por 21 puntos de diferencia y 37-54 al descanso.
Que tomen los arrogantes serbios ejemplo de sus vecinos y ex compatriotas montenegrino.
Especial mención para la maravillosa revelación, Letonia. Interesantísimo duelo báltico frente a sus vecinos del sur, Lituania. Letonia que tb fue nuestro verdugo.