Si en el Barça empiezan con estas declaraciones incendiarias de Xavi no quiero pensar cómo va a terminar esto

A mediados de agosto, inmersos en una tercera ola de calor con temperaturas récord y sudando la gota gorda. Así ha empezado la nueva temporada de LaLiga y como en el Barça sigan así no sé si llegaremos al final para contarlo. El titular es que al Real Madrid le han echado mal de ojo y que el Barça tropezó en Getafe en un mal partido y Xavi entró en combustión, indignado con el árbitro, con Tebas y con todo. Esto acaba de empezar y es arriesgado sacar conclusiones a las primeras de cambio, pero no tengo ninguna duda de que habrá unanimidad en calificar de desastre el hecho de que el Madrid pierda a Courtois y a Militao posiblemente para lo que queda de campaña y que Xavi empieza calentito con una rajada de campeonato.

Por partes. En el doblete de hace dos años el portero belga y Benzema fueron la clave; ahora no están ninguno de los dos, no ha llegado Mbappé que ha sido readmitido por el PSG y encima se lesiona el central más resolutivo. Se mire por donde se mire, el sopapo es tremendo. Ya veremos qué consecuencias tienen las bajas. A Courtois lo suplirá Kepa que por bueno que sea no es Courtouis y aún no está definido si Florentino Pérez estará por la labor de rascarse el bolsillo y fichar un central, él que estaba guardándose todos los dineritos para Mbappé. Pese a todo, el Madrid ganó en Bilbao ante un Athletic que apenas opuso resistencia y con un gran debut de Bellingham, que tiene toda la pinta de poder convertirse en uno de los jugadores más divertidos del campeonato. Tiene desborde, velocidad, técnica y un morro que se lo pisa a sus 19 años; es de esos que se atreven a ejecutar lo que otros sólo imaginan.

Enorme cabreo de Xavi

Mientras, el Barça aterrizó en Getafe con casi todos los jugadores inscritos en el último momento salvo Iñaki Peña, el lesionado Iñigo Martínez y Marcos Alonso gracias a uno de esos tejemanejes de Laporta con fondos de inversión que a la mayoría de la gente por mucho que los periodistas se empeñen en explicárselo se le escapan. El presidente anda además tonteando con el fichaje de Neymar por mucho que Xavi le haya dicho que no le quiere ver ni en pintura porque después de estar dos años con él en el mismo vestuario sabe cómo se las gasta y no quiere problemas. En cuanto empezó el partido, eso sí, todo pasó a un segundo plano. Y en cuanto se terminó, con un empate a cero, más aún porque Xavi -que fue expulsado en el minuto 70’ después de dirigirse al cuarto árbitro con aspavientos-  decidió no morderse la lengua.

En un partido turbio, sucio, espeso, incómodo de ver, con constantes interrupciones de juego por las faltas y manotazos de jugadores del Getafe, Rapinha fue el primer expulsado en el 42’ por una agresión a Gastón, Mata fue el segundo en el 56’ por doble amonestación y Xavi el tercero por protestar. En la primera parte se añadieron 10 minutos, en la segunda 15 y encima en la última jugada el árbitro, Soto Grado, decidió que no había penalti a Araujo porque Gavi tocaba el balón con la mano justo antes después de revisar la jugada en el VAR. El técnico salió, minutos después, enfadadísimo a la sala de prensa y soltó: «Si este es el producto que vende LaLiga es una vergüenza. Normal que la gente no quiera ver el fútbol, porque esto no ha sido un partido. ¿Gavi? La mano se la inventa. Es así: la mano es inventada».

El cabreo de Xavi era mayúsculo y argumentó que no se iba a callar porque era una injusticia. Más tarde, Enric Masip, el asesor y sombra de Joan Laporta, tuiteaba: «Lo de hoy es una vergüenza. A los que nos gusta el buen fútbol y espectáculo hoy sentimos pena y rabia. El tiempo real es lamentable. Las faltas absurdas y provocadoras son constantes. Si esto sigue así, se cargaran el fútbol. El  jugador bueno lo tiene crudo, el leñero triunfa. Es así».

Para ser el primer partido el Barça pisa fuerte. Más allá de las decisiones polémicas de Soto Grado no se acaba de entender el enorme enfado y la subida de tono en las manifestaciones precisamente porque es el primer partido. Si empiezan así, no quiero ni pensar cómo va a terminar esto. Uno de los efectos del calor es que produce irritabilidad; está científicamente probado. Quiero pensar que cuando refresque se calmarán los ánimos. Porque si no, ésto no habrá quien lo soporte.