Análisis táctico

Bellingham gobernará Madrid y probablemente España

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Jude Bellingham (Foto: Cordon Press)

En la madrugada del 24 de julio, mientras que las izquierdas y las derechas estudian pactos para gobernar España, Ancelotti da directamente el Madrid a un futbolista: Jude Bellingham. «Un jugador fantástico. Un interior completo que tiene mucha intensidad y se mueve muy bien sin balón», en palabras del entrenador.

En su debut contra el Milan, el gran fichaje del mercado fue el epicentro del juego ofensivo y el mejor del equipo. Dijo Ancelotti hace unas semanas que, sin Benzema y con Bellingham, lógicamente algo hay que replantearse para aprovechar el nuevo centro del campo de su equipo, donde se acumula el nivel. Y que pasar del 4-3-3 al 4-4-2 en rombo no parece mala opción. Y así ha sido el estreno de la temporada 2023/24.

En el renovado Madrid, Valverde fue el box to box desde la derecha y Bellingham, que también destacó en ese rol tanto en el BVB como en Inglaterra, actuó de enganche. «Para el sistema que hemos usado hoy, él será el número diez; si jugamos con un 4-3-3, será interior por la derecha. Para él, lo mejor es ser un diez porque está cerca del área», explica Ancelotti.

Bellingham es tan bueno como interior que como enganche y el italiano está decidido a convertirlo en eje y acercarlo a zonas decisivas. «La posición de Bellingham ha sido buena y ha jugado un buen partido. El equipo debe acostumbrarse a su calidad», declaró el técnico en la rueda de prensa post partido.

Acompañados de otras novedades, casos de los retornados Brahim y Joselu, al equipo le costó fluir. El Milan se puso 2-0 en la primera mitad. Pero cuando entraron Modric, Vinicius y Rodrygo, el resto de muy buenos futbolistas de ataque, el Madrid empató el partido en un minuto y al final lo ganó Vinicius, el crack último.

Ha sido esta la primera victoria de Champions del curso. Porque la vida también hay que tomársela con humor.

La Champions del verano

Se juega la Soccer Champions Tour. «La Champions del verano», insistía Alberto desde la narración en Movistar+. Abrió el torneo un Madrid-Milan porque el grueso de futbolistas del Barça padeció gastroenteritis en el momento menos indicado. Llegaron los de Xavi a EEUU y no pudieron jugar ante la Juventus. Por lo que se juntaron veintiuna Copas de Europa para empezar.

(de izquierda a derecha) El Real Madrid en la primera parte, en la segunda y el Milan.

Esos cuatro equipos, Arsenal y United son el reparto de un torneo estival que da mucho dinero a los participantes y no menos alegrías a los norteamericanos, quienes abarrotan los estadios. Aunque sean amistosos, las gradas demuestran que esto no es el Inter de Miami sin Messi contra el Atlanta United. Estas líneas están escritas sin pretender faltar al respeto, aunque en los rótulos de la realización Vinicius es Paixao y Brahim, Abdelkader. En los años noventa, la globalización llegó desde Estados Unidos como el progreso técnico (que no espiritual), y hoy es de derecho universal disfrutar culturas lejanas, caso del fútbol para los yanquis. Sin ir más lejos, el estadio Rose Bowl, que acogió la cita en Los Ángeles, tiene la solera de haber vivido la final de USA ‘94 entre Brasil e Italia. Por suerte, en las gradas se vieron camisetas de Kaká, un claro respeto al fútbol en su vertiente histórica.

Un Madrid con problemas en la salida de balón

Pero vuélvase a lo futbolístico. Como se ha dicho, Ancelotti dispuso un rombo en el centro del campo. Kroos fue el mediocentro y Bellingham el enganche, con Camavinga y Valverde como interiores a pie dominante. Los costados estuvieron a cargo de Mendy y Lucas, laterales de recorrido. Mientras la delantera la formaron un delantero centro clásico como Joselu y Brahim, mediapunta que actuó a pie cambiado desde el perfil derecho.

«Brahim ha vuelto bien después de dos temporadas con el Milan. Tiene calidad para jugar en esta posición. Juega muy bien entre líneas. Se asocia muy bien con los otros», dice el italiano. En el minuto 13, Brahim se retrasó para recibir y a punto estuvo de encontrar a Joselu con una asistencia entre centrales. No hubo gol y en la reanudación ambos fueron al banquillo.

El equipo inicial estuvo pensado para la transición, tal como indican las características de los elegidos. Salir jugándola y acelerar en la mitad rival era el plan en fase de posesión; presión intensiva a los saques de fondo y posterior espera en bloque medio como estrategia defensiva.

Para Ancelotti, «tenemos que intentar presionar un poco más arriba. Con el rombo en el medio campo tenemos mucha presión central y menos presión lateral. Hay que bascular mejor y presionar con los laterales. A nivel defensivo, no es el mejor sistema, pero tengo que adaptar las características de los jugadores».

Los inicios de juego combinativo del Madrid se mostraron erráticos. No todos los titulares eran adecuados para enfrentar el nutrido 4-3-3 dispuesto por Pioli, que a menudo se mostró intenso en zonas adelantadas.

Nacho y Militao no son maestros del pase corto y el equipo sufre sin Alaba o Modric para gestionar las construcciones. «Me ha gustado el sistema. Hay cosas que tenemos que modificar un poco. Nos ha costado un poco la salida desde atrás», manifestó Ancelotti al acabar.

Cuando el balón salía por la izquierda, la asociación del central español con Mendy y Camavinga acababa en aventuras de este en la mitad rival que sólo mejoraron cuando Bellingham logró recibir. Por la derecha, el apoyo de Brahim metros adelante daba más sintonía. No obstante, el equipo únicamente rodaba si Kroos intervenía. Aunque es sabido que la zona central es sinónimo de riesgo asumido, como el partido demostró.

Valverde (Foto: Cordon Press)

Un fallo de Mendy y otro de Nacho, ambos tras intentar salir por dentro, supusieron ocasiones del Milan. La segunda de ellas fue el 2-0, cuando Krunic robó para que finalmente Romero pudiese chutar a la escuadra desde fuera del área.

Un Milan también muy renovado

Es Luka Romero una de las novedades delMilan este curso, llegada desde la Lazio. Viejo conocido de la afición española al convertirse en hombre record por debutar en Liga con 15 años y 219 días. Fue en 2020, cuando jugaba para el Mallorca. Este pasado mayo, en el Mundial sub-20 hizo un golazo de similares características al marcado a Lunin.

Romero ingresó mediada la primera parte para relevar a Messias, tocado en una acción del partido, situándose en la misma zona, de extremo derecho. Pioli montó un centro del campo físico con Pobega, Krunic y Loftus-Cheek, difícil recambio de Tonali llegado del Chelsea. El objetivo era aumentar la presión y, una vez recuperado, posibilitar que el balón llegase pronto a los costados del ataque, donde los extremos esperaban desenlazar la jugada con su buen regate corto. Sucedió.

Pulisic, ídolo norteamericano y principal incorporación del Milan, fue el extremo izquierdo y generó peligro. Se trataba, finalmente, de encontrar a Colombo en el área o a Loftus-Cheek en la llegada, ambos jugadores potentes, para dañar a un Madrid técnicamente superior. Así provocaron el córner que, en el minuto 24, dio origen al 1-0. Fue un remate de Tomori en el área pequeña. Se demostró que una de las potencias del equipo rossonero es el juego aéreo.

La relación de Kroos y Bellingham

Ante el bloqueo en la salida, el Madrid no quiso aprovechar la vía aérea directa que podían haber establecido Kroos, retrasándose a la zaga para actuar de lanzador, y Joselu como receptor. Las cualidades de ambos eran idóneas para ello. Con Brahim y Bellingham para aprovechar técnicamente la segunda jugada. Además, el ariete español fue marcado por Simic, una adolescente que forma parte del Primavera y aprovechó una parada del juego para que Vinicius le prometiera su camiseta.

Cada vez que Kroos recibió, trató de buscar a Bellingham a ras de césped. Y así, aunque a cuentagotas, surgió el fútbol madridista en la primera mitad. Situándose tras los volantes o apareciendo delante de ellos por sorpresa, el inglés pivoteó en apoyo, toda vez que Joselu y Brahim se encargaban de fijar a los centrales, evitando que salieran a encimarlo.

Si Bellingham tocaba de cara, Camavinga y Valverde recibían para incorporarse, o en su defecto el balón iba hacia una banda. Si lograba girarse, Joselu hundía a Simic o rompía al espacio, mientras que Brahim se le ofrecía en la zona de aceleración. Llegaron dos ocasiones de ese modo.

La primera de ellas, en el 22’, acabó con un chut del propio Bellingham tras conectar con Brahim. Ambos comparten sensibilidad y eso se nota. Pero, a la hora de la verdad, con los acompañantes de Bellingham faltaba verdadero nivel. Algo que cambió con el ingreso de Rodrygo, Vinicius y Modric en la segunda mitad.

Rodrygo mueve y Valverde concreta

Con el acceso de Alaba, Modric y Vinicius en el sector izquierdo, el Madrid ganó una vía segura de ataque, acorde a la propuesta de juego. Desde la derecha, Rodrygo se unió a Bellingham apareciendo por todo el frente, lo que descolocaba a los zagueros rivales.

Fran García y Modric (Foto: Cordon Press)

Uno de los ataques por ese costado acabó en un desmarque en aclarado profundo de Bellingham dentro del área que posibilitó el disparo de Rodrygo con el exterior, desviado por la buena intervención de Sportiello.

Al abandonar Rodrygo la ubicación primaria de delantero derecho, a su vez, Valverde aprovechaba el espacio para irrumpir. Así llegó el primer gol en el 56’, con la colaboración imprescindible del portero milanista, que no supo detener un chut lejano del uruguayo que salió centrado.

Valverde hizo los dos goles que supusieron su elección como man of the match. Fue antes de que Bellingham saliera del campo, ingresando en su lugar Nico Paz.

La oportunidad y el nivel de Nico Paz

A propósito de Paz, es conocido que Ancelotti no entiende de cantera o juventud, sino que se centra en el nivel. Ya cuando le ficharon a Ødegaard desde una liga menor dijo que le parecía muy bien, pero que esto es el Madrid y seguramente el noruego no jugaría. No jugó y se fue.

«Es extraño encontrar jugadores con ese tipo de calidad y 20 años», dice sin embargo sobre Bellingham. Por eso, por nivel, Paz es el único canterano de campo convocado para la gira de Estados Unidos. El argentino ingresó por delante de Güler, la esperanza atacante llegada de Turquía, que no debutó porque los medios madrileños dicen que estaba tocado y es de suponer que será cierto.

Exponía Ancelotti en la rueda de prensa que «Nico Paz puede jugar como número diez, pero en defensa se puede escorar más a la izquierda. También puede hacerlo Modric o Güler, pero el mejor para esa posición es Bellingham». Nuevamente, parece que todo el Madrid acabará en Bellingham.

El defecto estuvo en los laterales del Madrid

El Madrid mejoró con el acceso de los grandes atacantes pero el principal debe siguió en los laterales. Formar equipos sin hombres de banda fijos, caso del 4-4-2 en rombo, obliga a que los costados sean aprovechados por ellos. Véase la famosa diagonal brasileña. En fase de posesión han de dar amplitud de manera posicional y además influir en la jugada si el balón va hacia su zona. Pero los del Madrid ya no son Roberto Carlos o Marcelo y eso necesariamente ha de sentirse.

En la izquierda, el recuperado Fran Garcia mejoró a Mendy, favorecido por sus acompañantes. La derecha era aún más importante, puesto que allí se disponía el principal centrador, dado que Joselu, el rematador del equipo, ataca el área desde el otro sector. Lucas no pudo aprovechar su esencia de extremo principalmente porque la circulación del equipo fue lenta e imprecisa. Recibió casi siempre muy retrasado y sus centros, que de por sí no destacan, fueron fácilmente despejados por los zagueros del Milan.

Mejor futbolista, Carvajal es además el adecuado para el papel. Es un gran centrador y controla el tempo para llegar a las jugadas. Este curso su participación apunta a ser clave. Sin embargo, en el partido de anoche estuvo limitado porque Pioli ingresó en la segunda parte a Leao, la referencia de su equipo.

Leao pudo ganar el partido y al final lo perdió

Para el tramo final, Pioli hizo múltiples cambios. Leao partió desde la izquierda y realizó un par de buenas jugadas con el balón dominado. Pudo adelantar al Milan. Sin embargo, una conducción diagonal suya supuso la derrota.

Fue en el minuto 83. Con el Madrid pasando del bloque medio al bajo, donde tan bien se desenvuelve, Valverde recuperó un balón que recibió inmediatamente Modric. Entonces Vinicius atacó la espalda del veterano y lento Kjaer en un desmarque de ruptura. El croata lo encontró mediante su preciso pase medio.

El 3-2 cerró un partido donde, una vez más, el Madrid revertió una situación complicada. Fue debido al ingreso de sus mejores futbolistas, a Vinicius, Alaba, Modric, Rodrygo y Bellingham, por supuesto. No al novedoso sistema de juego, el 4-4-2 en rombo, que durante la temporada acaparará todos los titulares.

4 Comentarios

  1. «El argentino ingresó por delante de Güler, la esperanza atacante llegada de Turquía, que no debutó porque los medios madrileños dicen que estaba tocado y es de suponer que será cierto». ¿Y esa insidia gratuita y desinformada (hacía días que se sabía que el turco andaba tocado) a qué viene?

    • Lo mismo que he pensado yo. No se a que viene eso.

    • Resulta que el turco está lesionado de algo que, según la prensa madrileña, se llama «menisco» y que igual necesita un tratamiento que los periodistas de la capital llaman «cirugía». Seguro que se lo están inventando con la complicidad de Florentino Pérez.

  2. ¿También aquí hemos caído en la moda de repetir «costado» una y otra vez, en lugar de «banda», «lateral», «extremo «, «lado»…….? Estoy cansado de oír decir «saque de costado «, aberración de la lengua española tomada como un mantra por la mayoría de nuestros narradores futbolísticos

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