Baloncesto femenino

Vidas paralelas del baloncesto femenino: Céline Dumerc y Laia Palau

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Nunca es fácil elegir el momento adecuado para colgar las botas. Que se lo digan a Céline Dumerc (Tarbes, 1982) que hizo un amago en 2021 y volvió para retirarse definitivamente el pasado mes de mayo. A sus 40 años y con 23 temporadas como profesional a sus espaldas, la máxima anotadora absoluta de la Liga Francesa (competición que ha ganado en siete ocasiones) y eterna capitana de la selección gala —con la que fue internacional en 262 partidos e hizo historia al conseguir la primera medalla olímpica en su disciplina con una plata en los Juegos de Londres 2012—Dumerc está ahora inmersa en su nuevo cometido de team manager de la selección francesa.

«Cuando comencé la temporada empecé a notar dolor en mi cuerpo cada vez que me levantaba. Me cansaba y comenzaba a no disfrutar cuando iba a entrenar… Todo eran pequeños detalles pero que iban sumando. Al final tengo 40 años y me di cuenta de que he vivido todo lo que he podido con el baloncesto y decidí que, esta vez sí, era tiempo de parar. Tan pronto me decidí, estuve feliz con mi decisión porque pude finalizar mi carrera con el Basket Landes sabiendo que era la última temporada, pero sin pensar que era la última. Todavía no lo he asimilado porque tras terminar la liga me he incorporado al staff de la selección, llevo así dos años. Creo que cuando comience la próxima temporada y no esté atándome las deportivas al lado de mis compañeras en septiembre, ahí sí veré que se ha acabado», expone la exatleta.

Céline Dumerc (Foto: Cordon Press)

Hace dos años, cuando todavía era jugadora, la Federación gala le propuso el cargo de team manager con la mirada fija en los siguientes retos deportivos del baloncesto internacional. «Soy la conexión entre la Federación Francesa, el staff y las jugadoras. Mi trabajo consiste en hacer que todo el mundo esté cómodo y concentrado en su cometido. Las jugadoras en la pista, los técnicos en el juego y la Federación en lo suyo. Intento que todo vaya como la seda. También hablo con las jugadoras, he jugado con la mayoría de ellas, sé por lo que pasan. Pero no estoy en el cuerpo técnico. Si necesitan algo, estoy ahí, pero nada más. Yo no estoy ni en la pista ni en el banquillo, intento realmente estar fuera», cuenta la exatleta.

El suyo es un camino muy similar al de su amiga —y en muchos momentos su máxima rival— Laia Palau. La excapitana de la selección se retiró en mayo de 2022 (con 42 años) y ejerce de team manager con España, aunque ella sí pisa el banquillo y asume también tareas de análisis rival. Además de completar su transición hacia la retirada con cargos en sus selecciones, ambas jugadoras ejercen de directoras deportivas de sus respectivos clubes, el Spar Girona y el Basket Landes. Palau lleva un año en el cargo con su club y Dumerc debutará en septiembre. «Está trabajando más que yo en este Eurobasket (ríe). Creo que la nuestra es una transición natural porque como base siempre piensas en todo y en todos. Todo lo que pasa en la pista y no todo lo que pasa fuera… pero casi. Al final yo, personalmente, tengo una visión y creo que esto me formó para organizarme bien y detectar qué necesita la gente. Y eso también se aplica al cargo de directora deportiva, aunque yo ahí todavía no he comenzado», añade Dumerc.

Ambas coincidieron como compañeras en 2005 y 2006 vistiendo los colores del Bourges Basket francés. Allí Laia Palau llegó para ser la suplente de Dumerc, y además de rivalizar por el puesto, se forjó un respeto que siempre más las ha acompañado: «Yo llegué del Barça y pasé a ser su suplente. Jugaba los diez minutos que ella descansaba y también me ponían de alerito. Fue un placer aprender de ella porque es una tía que controlaba constantemente todo lo que pasaba: sabía dónde pasar el balón y tenía una constancia y una competitividad muy bestias. Éramos jóvenes cuando nos conocimos, y con los años el respeto ha crecido y ha sido mutuo», explica Palau (Barcelona, 1979).

A lo largo de sus trayectorias se han enfrentado en infinidad de ocasiones, aunque sus duelos más titánicos siempre han sido defendiendo sus banderas. Para Dumerc hay un partido que nunca podrá quitar de su retina: «Cuando perdimos los cuartos de final del Mundial de 2010 contra España creo que fue un momento muy complicado para mí personalmente. Me sentí responsable por la derrota porque perdí un balón que mató las opciones de mi equipo… Eso fue lo peor». Palau también le ganó la partida en las finales del Eurobasket de 2013, 2017 y 2019, aunque Dumerc se tomó la revancha en semifinales del europeo de 2015.

Laia Palau (Foto: Cordon Press)

Además de compartir experiencia laboral, comparten algo sagrado en el baloncesto: el número de dorsal. «Siempre he llevado el nueve. Nací un 9 de julio de 1982 y si sumas los números del año y del mes son dos nueves. Además,Michael Jordan llevaba el 9 en el Dream Team, y yo tenía 9 años cuando comencé. Son muchas pequeñas cosas que me llevan a gustar el nueve», explica la francesa. Para Palau, ese número responde a una necesidad de cambio: «Yo comencé mi carrera con el 6 pero necesitaba un cambio y decidí darle la vuelta a las cosas y comencé por el dorsal, así que del seis pasé a llevar el nueve, lo invertí. Creo que es el número que más me ha representado», expone Palau.

Dirigían en la pista y el baloncesto es su gran amor, por eso ambas —tras más de dos décadas trotando por los parqués de Europa— no se van a separar del todo del balón naranja. Y si de algo sabe un poco esta dupla de nueves, es de repartir: «Ser base nunca se trata de una misma, sino de encontrar el modo de que todas las piezas en la pista jueguen juntas como un equipo. Ella (Palau) lo tenía y creo que lo compartimos», concluye Dumerc.

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