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La «frustración» de Doncic y la locura de los Kings: La temporada regular de la NBA en su recta final

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Doncic

A estas alturas de la temporada, cuando falta una semana para que acabe la temporada regular, los equipos que ya están clasificados para playoffs dan descanso a sus figuras más relevantes y las registran como inactivas para los últimos encuentros. Los que no lo están también prescinden de sus mejores jugadores, pero con el objetivo de perder partidos para ganar puntos en la lotería del draft. Solo quedan por definir, entonces, aquellos que tienen la posibilidad de entrar en el play-in, ese nuevo formato que la NBA introdujo en 2020 y que ha funcionado muy bien para las audiencias. Precisamente, porque le aporta a emoción a un periodo que, por lo general, es poco competitivo.

El play-in se jugará entre el 11 y el 14 de abril. Pero, a diferencia de los años anteriores, ahora mismo  algunos equipos se están jugando la vida. Sí, literalmente, algunos equipos se están jugando su futuro, que es, en definitiva, asomarse al abismo de la reconstrucción. Y esto sucede, con especial intensidad, en la salvaje Conferencia Oeste, que está haciendo honor a su apelativo en el tramo final de la temporada.

Conferencia Oeste: los favoritos

La clasificación de la Conferencia Oeste está encabezada por los Nuggets. A finales de diciembre, tras un comienzo dubitativo, con problemas para hacer rendir a los jugadores de banquillo, se pusieron en la cima del podio y ya no lo volvieron a abandonar. Nikola Jokic, quien podría ganar su tercer MVP consecutivo, ha sido el termómetro perfecto de un equipo que no se ha dejado amedrentar por las lesiones, ni por los refuerzos de sus competidores. Como bien dice su entrenador, Michael Malone, los Nuggets están en la «búsqueda de la grandeza». Pero falta por ver si dan el paso adelante indispensable, que exige una mejor defensa y que los secundarios y el banquillo aumenten su contribución anotadora. La ventaja de campo—en Denver tienen un balance de treinta y dos victorias y siete derrotas— les puede dar un respiro para encontrar las claves durante las eliminatorias.

Nikola Jokic

En el momento de escribir este artículo, son dos equipos los favoritos para hacerse con el segundo puesto de la conferencia. El primero, los Grizzlies, tiene la mejor defensa del Oeste (con un rating de 111), pero afrontanvarios problemas debido a las lesiones: Steven Adams quizás llegue a playoffs—en cualquier caso lo hará fuera de forma— y Brandon Clarke, importantísimo desde el banquillo, está descartado debido a un desgarro en el tendón de Aquiles. Además, para pasar de ronda en un cruce probablemente difícil, necesitarán ser más regulares desde el triple. La aportación de un especialista como Luke Kennard, quien llegó vía traspaso en febrero, puede ser determinante en este sentido. La pregunta es si será suficiente.

En el tercer puesto, se encuentran los Kings. La franquicia de Sacramento es, sin duda, la gran sorpresa de la temporada. Y lo es no solo por la euforia del momento. No es algo menor clasificarse para playoffs por primera vez desde 2006, rompiendo así la sequía más prolongada de las grandes ligas americanas. Lo más llamativo es que el equipo, liderado por el eléctrico De’Aaron Fox y un espléndido Domantas Sabonis, lleva el camino de firmar el mejor rating ofensivo de la historia de la NBA (119.6). Y, por si fuera poco, tiene un récord fuera de casa por encima del 50%, el mejor de toda la conferencia. Sin embargo, su desempeño en las eliminatorias todavía es una incógnita, sobre todo porque flaquean en defensa.

El cuarto puesto todavía está por definir. Pero los Suns tienen todas las papeletas para hacerse con él. La presencia de Kevin Durant, fichado a través de un sonado traspaso en febrero, les ha hecho pasar de simples candidatos a la final de la conferencia a favoritos al anillo. A pesar de que se trata de un jugador diferencial, es difícil predecir su rendimiento en la franquicia de Arizona: las lesiones han definido su temporada desde el comienzo, cuando todavía vestía la camiseta de los Nets, y apenas ha podido jugar un puñado de partidos para su nuevo equipo. De su salud dependen las aspiraciones de los Suns. Y también, por cierto, las de sus competidores.

Domantas Sabonis

La lucha salvaje por el play-in en el Oeste

Basta con echar un vistazo a los nombres que uno encuentra a partir de la cuarta posición. En este lugar de la tabla, se encuentran las grandes decepciones. Los Warriors, que en octubre eran favoritos a repetir finales, no tendrán ventaja de campo en playoffs. Y será difícil que reviertan esta tendencia, porque llevan menos del 25 % de victorias a domicilio, la cuarta peor de toda la NBA. «Es inspirador y deprimente al mismo», declaró hace unos días Stephen Curry. «Sentimos que estamos adentro, porque lo estamos, que podemos jugar al máximo nivel en el momento indicado. Pero no quieres estar en una situación en la que te fijas en las posiciones por los últimos partidos para ver si estas o no en el play-in».

Los Clippers tampoco han llegado a este tramo de la temporada como se suponía que debían hacerlo. Hasta hace pocas semanas, el rendimiento de Kawhi Leonard había sido por debajo de lo esperado. Paul George es duda para llegar a la primera ronda de las eliminatorias por un esguince en la rodilla derecha. Sus vecinos, los Lakers, no lo han hecho mucho mejor. Se encuentran en la zona del play-in, aunque tienen una hipotética ventaja en los emparejamientos que les quedan. Las lesiones —primero, de Anthony Davis; luego, de LeBron James— los han lastrado. Pero se trataba, en realidad, de un problema estructural de la plantilla. En febrero, consiguieron reforzarse para conseguir un equipo más equilibrado. Solo falta ver si terminan de acoplarse, ya libres de lesiones, antes de las eliminatorias.

Sin embargo, de todas las debacles, ninguna es comparable a la de los Mavericks. En el último suspiro hacen cábalas para tener, aunque sea, la posibilidad de jugar el play-in. Y este «todo o nada» no depende solo de ellos: sus rivales posicionales, los Pelicans y los Thunder, también están obligados a ganar. A los Mavericks les ha pasado factura el traspaso que hicieron en febrero, cuando hicieron una apuesta demasiado elevada para conseguir a Kyrie Irving. La idea era que Luka Doncic tuviera más apoyo anotador y no asumiera tanto el balón, pero dieron demasiado a cambio y han perdido la pocapresencia defensiva que tenían antes. A excepción de sus dos estrellas, y algún invitado sorpresa que aparece de vez en cuando, no tienen más armas con las que competir. Como resultado, desde que debutaron juntas, su balance ha sido de seis victorias en veintiún partidos. «Definitivamente es frustrante», dijo Doncic tras la última derrota en Filadelfia. «Estábamos en posición de entrar a playoffs y ahora estamos tratando de entrar en el play-in, por lo que obviamente es frustrante».

Conferencia Este: los favoritos

Mientras la lucha por entrar a los playoffs está que arde en el Oeste, en la Conferencia Este está todo prácticamente definido, salvo algunas posiciones. Los dos mejores equipos de la temporada regular encabezan la clasificación: los Bucks y los Celtics. Estos últimos comenzaron con una eficiencia ofensiva histórica que se fue diluyendo a lo largo de los meses. Han sido más irregulares, incluso en determinados tramos de los partidos. Pero, al final, han terminado con el balance entre ataque y defensa más sólido de la liga, con un net rating de +6.5, y se han asegurado la ventaja de campo en caso de triple empate con sus rivales directos. Porque, detrás de Bucks y Celtics, amenazan los Sixers, quienes empezaron la temporada con un juego mediocre hasta encontrar la continuidad en el gran rendimiento de Joel Embiid. Para ellos, la clave del éxito está en la salud del camerunés, otro firme candidato al MVP de la temporada regular.

Joel Embiid

En cualquier deporte, el factor diferencial son las lesiones. Y, si bien es cierto que en la NBA cualquiera puede ganar al cualquiera, es difícil que los otros equipos de la Conferencia Este puedan salir victoriosos en una serie a siete partidos en Boston, Milwaukee o Filadelfia. Los Cavaliers, que tienen la mejor defensa de la liga (110.4), y los Knicks, dirigidos a la perfección por Jalen Brunson, han hecho temporadas estupendas, pero su talento parece insuficiente. Podríamos hablar también de Miami Heat, que todavía se encuentra en la zona del play-in. Al fin y al cabo, apelando a la épica, es un equipo capaz de superar cualquier cruce gracias al impacto estadístico de sus jugadores en el clutch. En cualquier caso, nada de esto es comparable a lo que está sucediendo en el otro lado del cuadro, en la Conferencia Oeste, donde algunos de los equipos que en octubre eran favoritos hoy luchan por mantenerse a flote y evitar una reconstrucción radical.

Se habla demasiado de la intrascendencia de la temporada regular.Ymuy poco de lo fundamental que es tener ventaja de campo las eliminatorias. Lo que queda por definir no es un asunto irrelevante. Pero nada de esto importa porque lo bueno vendrá después: un play-in apasionante, por lo menos en el Oeste, y unos playoffs quizás mejores. ¿Quién sabe? Crucemos los dedos para que las lesiones no desvirtúen la igualdad que se avecina.

2 Comentarios

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