Gemma

El Barça pasa de sentenciar la Liga con un partido vergonzoso y a la institución le entra el tembleque

Es noticia

El Barça es un club, y un equipo, especialista en pegarse un tiro en el pie. No le hace falta nadie, él solito se mete en los líos. En Almería tenía la oportunidad de dejar al Real Madrid a diez puntos después del empate el sábado ante el Atlético de los comunicados, pero nada. Firmó posiblemente uno de los peores partidos del año justo en el momento más inoportuno. Ni intensidad, ni ganas, ni táctica, ni fútbol. A hacer puñetas las estadísticas, con lo monas que les estaban quedando. Un cero patatero que deja a los culés el susto en el cuerpo cuatro días antes de visitar el Bernabéu.

El sopapo ha sido más grave por inesperado porque después de caer eliminados ante el Manchester United el discurso oficial fue, precisamente, que vendría bien para la Liga. Que era un mal menor, que no pasaba nada, que no era un fracaso sino una pequeña decepción, que lo importante estaba en casa y no fuera. Con el pinchazo en el derbi del Madrid se abría de par en par la posibilidad de dar un puñetazo definitivo en el campeonato, pero el Barça ni jugó, ni compitió. Dio vergüenza. El primer disparo a puerta fue en el minuto 81 y abundaron los centros al tuntún como si puntuaran para algo. Un desastre absoluto ante el que Xavi intentó no poner excusas, sin que sirva de precedente: «Hay que poner más ganas, más ilusión, era el día perfecto para no fallar. Me culpo a mí el primero, hemos fallado y por eso hay que pedir disculpas a la afición. Hay que hacer autocrítica».

El duelo copero ante el Real Madrid cobra ahora más importancia. El equipo sostenía al club y hacía de parapeto ante el escándalo Negreira. Todas las fichas están puestas en que entre la pelotita, dejar pasar los días y vender que no tiene importancia quedar, por segundo año consecutivo, fuera de Europa porque la Liga estaba ahí, a un paso. Se han complicado la vida en lo institucional y en lo deportivo. Porque ambos asuntos van unidos. Si hace una semana, con el jaleo ya de Negreira por todo lo alto, no hubo una reacción por parte de la afición azulgrana en el partido ante el Cádiz fue porque se ganó. Siete días después el emperador se pasea en pelota picada tras la eliminación en Europa y la vergonzosa derrota en Almería. Ahora, de repente, importa más todo. Y si caen en el Bernabéu el ruido será insoportable. El tembleque ya está aquí.

No debe ser una coincidencia que Pedri, igual que sucedió la temporada pasada, no esté cuando el equipo firma su peor partido. Pero la estabilidad de una institución no puede estar ligada a la salud física de un jugador. El muslo izquierdo de Pedri no sirve para tapar ni justificar nada. Y Xavi al principio de la temporada aseguró que tenía un plantillón después de que se ejecutaran todas las palancas habidas y por haber, así que ya puede espabilarse rapidito antes de que él tenga la culpa de todo porque el Barça anda huérfano de encontrar una cabeza de turco.

La suerte es que la eliminatoria ante el Real Madrid también puede servirles, a todos, de resguardo, de trinchera. Tan sencillo como que si eliminan a los blancos volverá no solo la calma, sino la euforia. Y si hay un rival ante el que el Madrid se achica ése es el Barça, pero la cosa pinta ahora interesante porque el Madrid es también experto en resucitar de sopetón y más cuando huele la sangre del contrario. De que el Barça sea un equipo herido de gravedad a las primeras de cambio tiene la culpa la institución, que lo fía todo a que entre o no la pelota y que sigue sin dar una sola explicación al hecho de que durante 17 años pagaran al vicepresidente del Comité Técnico de los árbitros. Apuntar únicamente a Javier Tebas, por muy goloso que sea, sirve solo para engordar a los fans acríticos con los que ya contaban mientras pierden al resto, que siguen preguntándose por qué y para qué, sin respuesta.

A la fiesta del ruido se ha unido también el Atlético de Madrid, que después de empatar en el Bernabéu y por una expulsión injusta toma la parte por el todo y se presenta como el adalid de la limpieza y la justicia en la competición. No son capaces de echar a los ultras de su casa, pero van a arreglar el barrio porque ellos son así, el bien con mayúsculas, un ejemplo a seguir, claro que sí.

Huele a podrido porque Florentino Pérez, ocupadísimo con su proyecto de la Superliga -con lo bien que le va en la Champions- ha preferido ponerse de perfil y no hacerle un feo firmando el comunicado por el escándalo Negreira, a su muy mejor amigo Laporta, pero ninguno tenía previsto que el Barça la pifiara en Almería. El fútbol es lo que tiene, que el plan previsto es que no hay plan.

2 Comentarios

  1. Porque yo lo valgo, dice Gemma

    ¿Expulsión injusta, Gemma? Claro, porque soltar el codo sin estar el balón en juego no es agresión. Además, como Correa solo le llega al pecho a Rudiger podemos aplicar el atenuante de falta de estatura. Por lo visto, si no te parten la cara no hay delito. Así nos va.

  2. Gran artículo Gemma, atizando que es gerundio. ¡No deja usted títere con cabeza!
    Eso es el periodismo: ser incómodo y señalar los pedazo de elefantes (casi mamuts) que hay en la habitación. Por mucho que moleste a unos y a otros. Para discutir de árbitros y de la moviola hay otros medios, mendrugos.

    Y los tres grandes elefantes del fútbol español, son ya tan obvios que no se pueden seguir pasando por alto.
    -El escándalo Negreira, del que no se esperan consecuencias ni repercusiones deportivas de ningún tipo. Increíble. No se me ocurren opciones, más allá de estúpidos y vacíos «comunicados». Las aficiones deberían levantarse, hacerse oír en cada partido que el Barça jugase como visitante; billetes falsos con la cara de Negreira lanzados al campo, tifos y cánticos recordando la ignominia de la que quieren que nos olvidemos cuanto antes

    – Los ultras violentos del Frente Atlético. «No son todos», «es que son los únicos que animan», y más excusas. Lo cierto es que más allá de que cuelguen o quemen muñecos de Vinicius, los cadáveres de Zabaleta o Jimmy duermen bajo tierra hace años y el neonazi y racista Frente Atlético sigue campando a sus anchas y dirigiendo el club (https://elpais.com/diario/2005/05/20/deportes/1116540002_850215.html), protegidos por el club y por el resto de aficionados. Bien Florentino y bien Laporta, que echaron a Ultra Sur y Boixos tuviendo que soportar lo indecible, incluyendo amenzas personales.
    Es muy duro ver cómo los aficionados atléticos soportan sin inmutarse que el señor Gil y Cerezo les robasen el club en sus caras, los mandasen a ver al Atleti donde Cristo perdió el botijo, les bauticen el estadio con el nombre de Cívitas, o les quiten el escudo.

    -Y el Madrid, blando como nunca lo habíamos visto, con un Florentino avejentado que ya sólo tiene fuerzas para defenderse a sí mismo (audios) pero no a la institución, no solo no mueve un dedo y «se pone de perfil», si no que además va de la mano de los dos clubes más corruptos de Europa en un proyecto mal planteado desde el inicio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*