Está teniendo un eco relativo en los medios, pero el ciclista estadounidense Greg LeMond, ganador del Tour de Francia en tres ocasiones -86, 89 y 90- está dando declaraciones de calado. Las más contundentes, en The Roadman Podcast este año, relativas al Tour de 1991, en el que quedó séptimo a trece minutos de Miguel Induráin:
«Estoy seguro de que si la EPO no hubiera existido, habría ganado cinco Tours. Cambió mi carrera por completo. Absolutamente. Estoy seguro de que habría ganado en 1991, sin la EPO. Creo que era mejor ciclista que Indurain, y mis resultados de rendimiento lo demuestran.
Es interesante porque escuchas diferentes historias. Escuché que Indurain tenía un VO2 max de 92 [medida de la capacidad aeróbica de un atleta, indica la cantidad máxima de oxígeno que una persona puede utilizar durante un ejercicio intenso], y luego oí que, bueno, que no, que tenía uno más bajo, pero de alguna manera lo cambiaron. Esto también va por Armstrong. Tenía un VO2 max de 70, 79, pero la potencia que estaba haciendo tenía más de cien mililitros de oxígeno, lo cual es imposible. Creo que muchos ciclistas fueron engañados en sus carreras».
LeMond denuncia algo conocido, que la EPO cambió las reglas del juego. Y aunque no acusa a Induráin directamente, sí cuestiona la autenticidad de las mediciones de rendimiento y sugiere que el dopaje fue un factor importante en las grandes vueltas de la época, justo a partir de ese año, lo que dificultó enormemente competir en igualdad de condiciones. Libre interpretación para los lectores sobre las acusaciones que se derivan directa o indirectamente.
Según explica, esta situación le hizo retirarse asqueado: «Es triste porque oscureció el final de mi carrera. Dejé el ciclismo con un mal sabor de boca. No me gustaba el deporte cuando terminé». Se encontró en una situación en la que ciclistas que antes estaban muy por detrás de él, podían superarle fácilmente.
«Los kilómetros intermedios se volvieron muy difíciles para mí. Un día había un pequeño grupo que se fue y nosotros estábamos a rueda. Y luego, el pelotón nos alcanzó. Y yo dije, ‘¡Oh, Dios! Estoy hecho polvo’. No podía acelerar. En el descenso, tuve que dejarme llevar y me sentía muy débil. Llegué a la cola del pelotón y el director me dijo, ‘Greg, ¿qué pasa? Estás en la parte trasera del grupo’
Estaba luchando con todo. Y luego, en la última parte de la etapa, recuerdo haber hecho algunos relevos, pero sentía que estaba forzando demasiado. No podía mantener el ritmo. Sentía que estaba haciendo demasiada fuerza para mantenerme a 50 kilómetros por hora. Así de difícil fue».
Menciona que otro de los grandes perjudicados de esta situación pudo ser Laurent Fignon. En un encuentro que tuvieron años después, sin mediar palabra antes sobre el tema, el francés le dijo a propósito del pelotón: «Van todos de EPO». En sus tiempos, cuando empezaron a notarse los efectos del dopaje con esa sustancia, ambos experimentaron fatiga extrema para seguir el ritmo. No podían ni levantar los brazos, no podían ni cambiar al plato grande.
Sobre la relación entre los que fueron dos grandes rivales de su tiempo, LeMond recuerda a Cyrille Guimard, director deportivo de Fignon, al que este describió en su autobiografía como «humanamente detestable». El estadounidense dice que el francés, años después, cada vez que se encuentran, todavía le seguía dando vueltas a cómo pudo perder el Tour de 1989 por ocho segundos.
En la actualidad, LeMond cree que fue porque Guimard no creía en el manillar de triatlón. Sin embargo, «la ironía es que Guimard fue un pionero en aerodinámica». Le explicaba a su colega francés que debieron adoptar las innovaciones tecnológicas, ellos no pararon de hacer pruebas de aerodinámica y piensa que, aunque ahora se usen materiales de carbono y él los llevara de aluminio, su equipamiento podría ser igual de rápido que muchos avances que se ven hoy.
Aunque su rival no solo perdió ese Tour por eso, considera el estadounidense, también recuerda cómo dio por ganada la carrera en el Alpe d’Huez tras un bajón que sufrió LeMond. «Brindó con champán como si ya lo hubiera ganado, quedaban solo unos días para la contrarreloj final de París y eso me pareció una enorme falta de respeto». No obstante, esa era la personalidad de Fignon, aclara, y fue su condena. «Cuando le iba bien en la carrera, se le subía a la cabeza y se volvía muy engreído, y cuando te vuelves engreído pierdes carreras, aquel Tour del 89 lo perdió porque se confió demasiado».
La prueba fue lo que le dijo justo antes de salir en aquella fatídica contrarreloj para el francés, que además le sirvió a LeMond para planear su estrategia: «El día antes, me dio una palmada en el hombro y me dijo: ‘felicidades por tu segundo lugar’, en ese momento supe que había perdido, porque si empezaba la contrarreloj demasiado confiado, lo más seguro era que empezase lento y yo sabía que tenía que ganar tiempo desde el primer kilómetro». Lo tenía calado: «Intentó juegos mentales para desestabilizarme psicológicamente, pero lo que se veía era su inseguridad».
Aun así, cuando ya no estuvo Fignon en 1990, LeMond se vio con más posibilidades de ganar. En tramos de la carrera no le importaba que, por ejemplo, Claudio Chiappucci le hubiese sacado diez minutos, no le preocupó porque sin su gran rival estaba más seguro de sus posibilidades. De hecho, le ha llegado a dar pena cómo Fignon se avinagró tras su derrota del 89 y la tomó con la prensa después de recibir tantas críticas.
Psicológicamente, cree que estaba tocado después de haber tenido unos años 85 y 96 complicados por las operaciones que tuvo que hacerse en el tendón de Aquiles, cuando se encontraba en su mejor momento profesional, tras haber sido imbatible en 83 y 84. Cuando se recuperó y regresó, lo hizo enfermo de ego: «se creía el mejor y eso le hacía estar enfadado con todo el mundo». Eso le afectó a su comportamiento y a la perspectiva que tenía de la realidad.
Aunque su personalidad no era menos conflictiva que la de Hinault. El estadounidense revela que en el 85, tuvo que ayudarle a ganar el Tour por un acuerdo dentro del equipo, aunque él era el líder, pero en el 86, cuando Hinault debió intentar ayudar a LeMond, lo que hizo fue volver a intentar ganar él, a pesar de lo que se había acordado: «Bernard era un ciclista increíble, no hay duda de eso. Pero también era difícil de tratar. En 1985, se suponía que yo debía ganar, pero el equipo me hizo ayudarlo a él. Luego, en 1986, prometió ayudarme a mí, pero seguía atacando. Fue frustrante, pero así era Hinault, un luchador hasta el final».
Con el que no tiene contemplaciones es con Lance Armstrong. Dice que en cuanto se relacionó con el doctor Ferrari, un «deal breaker», para él no volvió a ser digno de respeto como ciclista. Cuando luego LeMond cuestionó en 2001 la legitimidad de sus victorias, «podrían representar el mayor fraude en la historia del deporte», empezó a recibir amenazas de Armstrong que no solo se quedaron en lo verbal, pasaron a otros campos de su reputación. Por ejemplo, Armstrong presionó a bicicletas Trek, socio comercial de LeMond, para que rompieran con él o si no él cortaba su relación publicitaria con la marca, lo que supondría una pérdida financiera importante.
En su momento, trascendieron incluso las amenazas:
«Me dijo que iba a conseguir diez personas que atestiguaran que yo también había tomado EPO (…) No puedo decir quién es la persona que recibió la oferta, porque todavía trabaja en el medio. Pero el año pasado le ofrecieron 300.000 dólares para decir que yo había tomado EPO. Se negó, porque es mentira (…) Y es demencial cómo se sigue haciendo todo para mantener su historia con vida…
Hay pocos ciclistas contra los que haya habido tantas pruebas de doping como contra Armstrong. Si fuera un corredor común y no un sobreviviente al cáncer y no tuviera esa máquina de gente alrededor hace rato que ya estaría fuera (…) En el ciclismo pasa lo mismo, todos participan en el juego sucio, (Floyd) Landis acusó a Armstrong (de dóping). ¿Y qué hace la UCI? Lo declaran loco, le recomiendan un psiquiatra. Es ridículo».
En esta nueva entrevista añade que hubo intentos de grabar sus conversaciones y de crear «un ambiente de desconfianza y paranoia», que afectó a su vida y a la de su familia. Perdió su participación en muchos negocios, Trek incluido, y tuvo que enfrentarse a una campaña pública de difamación, lo que fue duro para sus hijos.
LeMond también tuvo un importante percance en 1987, cuando su cuñado le disparó accidentalmente mientras cazaban pavos. Perdió mucha sangre y los perdigones le perforaron partes del corazón, el hígado y los pulmones, todavía tiene dos de los proyectiles en el corazón. Pasó de pesar 67 a 53 kilos, «parecía un cadáver», pero cuando nadie pensó que iba a ser capaz de regresar, lo hizo y para obtener nada menos que la famosa victoria del 89.
Luego, la de 1990, considera que fue la victoria «más fácil» de su carrera, pero no solo por su estado de forma, sino por el equipo que le dio apoyo y le permitió recuperar la citada ventaja que le sacó Chiappucci. Fue un triunfo «realmente agotador», porque tuvo que ir remontando, pero al final lo que sintió fue «alivio». Y ahí se acabó todo. En 1991, comenzó lo que denomina «la era de alto octanaje», con los mencionados efectos de la EPO.
Sobre el futuro del ciclismo en su país, LeMond no las tiene todas consigo. Admite que la etapa de Lance Armstrong congregó más fans, pero que sin una infraestructura sólida al final todo se convierte en una moda pasajera. El problema de la centralización del ciclismo en Europa, explica que se podría haber solventado con el Tour de California, pero es evidente que falta un apoyo económico sostenible detrás y, además, es muy difícil organizar eventos en Estados Unidos por las múltiples regulaciones locales y falta de una audiencia masiva.
Para él, el caso curioso y paradójico es Bélgica. No ganan desde Eddiy Merckx, pero la tradición ciclista sigue intacta y hay numerosas carreras, con lo que al final la infraestructura tampoco te da los campeones. Eso sí, considera que entrenar a los jóvenes europeos como profesionales desde el primer día, les da una ventaja sobre los ciclistas de otros lugares que por falta de esa tradición tienen que empezar más tarde.
Su caso podría ser exportable, él empezó a montar en bicicleta para ponerse en forma para la temporada de esquí. La primera carrera de la que tuvo noticia no fue por los medios, sino porque un día se encontró una carretera cortada porque se estaba celebrando una. Cuando por fin logró participar en una, lo hizo en precario: «Llegué con unos pantalones rockys, una camiseta sin mangas y zapatillas deportivas, acabé segundo porque la llegada era en alto y todos se quedaron atrás. Ahí fue donde le dijeron a mi padre: oye, tu hijo tiene talento para esto».
Cuando luego se hizo profesional, aceptó la oferta de Renault, dirigido por Guimard, que le ofrecía 6.000 francos al mes. Aceptó, aunque Jean de Gribaldy le daba 20.000 si fichaba por Sem-France Loire-Campagnolo. Lo hizo por el respeto que sentía por la creación de campeones como Hinault a manos de Guimard y creyó que estar en sus filas le permitiría formarse y evolucionar para convertirse en un número uno a largo plazo, como así fue.
Sabía que el director del equipo era famoso por detectar y formar talento joven. Eso sí, con engaños. Guimard le dijo que era el ciclista mejor pagado que tenían y luego él se dio cuenta de que era mentira. Era algo que le decía a todos los corredores para motivarlos.
En otra entrevista más reciente en Sigma Sports, LeMond tiene tiempo para comentar aspectos deportivos más divertidos. Como cuando, en Irlanda, en una carrera en la que participó junto a Robert Millar, una joven le pidió un autógrafo y LeMond firmó como «Sean Kelly» sin que la chica se diese cuenta. Sin embargo, su novio sí que lo entendió y le agarró por el cuello. En el forcejeo, LeMond le rompió la nariz al chaval y, al final, para no tener que pasar por los juzgados, les regaló su maillot de campeón del mundo como compensación.
Otro detalle no tan gracioso es que AD Renting, cuando tuvo el accidente de caza, dejó de pagarle su salario. No se lo volvieron a dar hasta que ganó el Tour 89 y de qué manera. Le llamaron de madrugada y dos personas se plantaron en su habitación con el dinero, 135.000 dólares, en efectivo. Así era el ciclismo entonces, recuerda.
Aquí también reconoce que, sin duda, su momento más bajo fue el accidente de caza, pero no solo cuando estuvo a punto de morir, sino cuando regresó a las carreras, que tuvo que fingir pinchazos para retirarse y que no se viese lo mal que se encontraba físicamente. Al final, por perseverancia, dice, logró superar obstáculos que parecían insalvables, como la pérdida de masa muscular. Un problema que, bromea, hoy tiene completamente solventado, hasta el punto de que ha tenido que cambiar muchas cosas en su bicicleta para que soporte su peso actual. No es noticia, por tanto, cuando, también entre risas, reconozca que es capaz de engullir cerveza.
La Epo dice! simplemente eligió malla rueda a seguir. Gano dos tours pegado a la rueda de Perico Delgado y en ese tour se quedó marcando a Perico mientras Indurain se escapaba. Yo creo que es solo el enfado de alguien que equivocó su estrategía. Que lo asuma. El ciclimo es potencia, buenos compañeros em tu equipo y buen director.Por lo visto a élle faltaron los dos últimos.
Como se empeñan algunos en perder el respeto y prestigio que tenían. Puestos a hablar, Greg….. Pasaste de «ver las barbas a San Pedro» a ganar el tour, curioso cuando menos y a meterle en una crono, creo recordar más propicia para Laurent que para tí 2segundos por km (recuerdo vagamente), que comiste aquel día? Podríamos pensar…..
Un periquista!! Creía que estabais todo muertos , como los admiradores de Raúl.
No pasa nada, esperaremos
Lenond es un resentido y un chuparruedas. Nunca tuvo el talento de los grandes.
Los tres tours se los regalaron en una tómbola no? Cuanto indocumentado escribiendo.
Vamos a ver no vamos a discutir que fue un buen ciclista , pero acusar directamente a miguel indurain que le vencio por la EPO es de tener muy poca clase ya no como ciclista si no como persona, la soberbia Americana , solo hay que vee su estado fisico lo joven que se conserva para darse cuenta de que el competia a pan y agua . SOY ESPAÑOL A QUE QUIERES QUE TE GANE.
Eres un cuñado ágrafo.
Completamente de acuerdo, saludos desde Costa Rica!!
siendo español a lo maximo que puedes ganar es en idiotez
Eres yankee y la humildad no es una de tus virtudes
Sin duda fuiste un gran ciclista pero que ahora vengas con estas declaraciones creo que sobra
Indurain solo hay uno y es incomparable e irrepetible y no hablo solo de categoría deportiva si no de media docena de virtudes y cualidades humanas de las que usted carece
Pero si para matar su frustración necesita decir estas cosas incluso Miguel perdonará sus desvaríos
Un saludo señor Lemond
Iban todos con gasolina super…
Creo que lamentablemente dice la verdad
Que Induráin no ganó los 5 tours con agua y spaghettis está bastante claro, poner en marcha el ventilador de la mierda ahora…discutible.çç
«»Perico»» también era mejor q tú , no solo Indurain, y como personas ni te cuento. Más humildad por favor…….y menos soberbia.
Perico también tuvo sus historias con el doping y otras cositas. Pregúntaselo a Fabio Parra. Mejor no abrir demasiado la boca.
Totalmente de acuerdo
Muy cansino y pesado Letonia con su cantinela de yo soy el unido ciclista limpio de la historia
Lemond p…corrector ortográfico
Lemond tiene 3 tour por la pericada de Luxemburgo en el 89, y sin ese casi seguro que no gana en el 90.
Pensar que podría haber ganado a Indurain… Que por cierto, seguro que el tampoco iba solo con espaguetis en el cuerpo.
LeMond tiene 3 tours solo porque le regaló en del 85 a Hinault, no participó en el 87 y 88 por el accidente de caza, y no se ponía de EPO después de ganar cómodamente en el 90, batiendo entre otros a Indurain que por aquel entonces ya tenía 26 años y no había pasado de ser un buen ciclista a quien nadie veía como ganador de Tours.
Sus directores Chávarri y Unzué sí lo veían como ganador de Tours y lo dijeron. Pero ya se ve que tú es nombrarte a Lemond y ponerte a lubricar.
Jajajajajajaja!
Lo mismo lleva razón en lo de la epo, pero porque no habla de los ciclos de testosterona que se metían en su generación, se quedaron anticuados y les dolió.
Lemond ganó su último Tour en 1990, Indurain el primero en 1991, es decir, según Lemond de la noche a la mañana todos se pusieron hasta las trancas de EPO menos él? Anda ya que cuente otra…
En efecto eso es lo que lleva afirmando Greg Lenond y dando la tabarra desde hace años : que él es el único ciclista limpio.
Ha pasado de ser un ciclista respetable y hasta admirable a ser un coñazo de tío que siempre repite lo mismo.
Él se veía ganador de su cuarto Tour en 1991 tras vestirse el maillot amarillo después de la crono larga ganada por Induráin. Pero luego rl español y Chiapucci lo reventaron en ka mítica etapa de Val Louron en la que Lemond cedió más de 7 minutos.
Desde entonces está sonado y no pudo superarlo y ya van 33 años
Pero a ver señores opinadores:
Antes de acusar a Lemond de amargado o de yanki envidioso enrabietado deberían saber que la década de los 90 fue la de la barra libre de Epo, una hormona que podía poner los glóbulos rojos por las nubes.
Greg Lemond, como campeón de los 80, no había podido conocer todavía esta substancia y se vio superado por ciclistas muy inferiores a priori.
Espero que algún día sepan dejar a un lado sus preferencias patrióticas y reconocer que en la época del gran Indurain había barra libre de Epo (existía y era indetectable).
Y tú te crees que un ciclista de la primera potencia mundial iba limpio y un Español hasta las trancas? Cómo que no cuadran las cosas!! Éste tipo ESTADOUNIDENSE (americanos somos desde Alaska hasta tierra del Fuego) no es más que un resentido, una persona que como ser humano deja que desear! Saludos desde Costa Rica!
No entiendo tu lógica de que por ser Lemond campeón en los 80 no pudiese tener acceso a la barra libre de EPO de los 90.
Yo soy de la opinión de que todos, en mayor o menor medida, usaban EPO. Lemond e Indurain incluidos.
No sé si tenía acceso a la EPO, de lo que estoy seguro es de que no la utilizaba. Abandonó el equipo PDM en el 88 porque en el equipo surgió un caso de dopaje y no quería tener nada que ver con eso, marchándose a un equipo mucho más modesto como lo era el ADR.
Así es pero tu interpelado lubrica con Lemond cual perro de Pavlov y te negará la mayor
Ganaba el mejor siempre porque EPO tomaban todos. Pero tú crees que Lemond iba linpio como una patena. Debes creer esto en Papá Noel
Lemon desde su accidente de caza no volvió a ser el que era. Siguió siendo bueno pero da risa que quiera ponerse delante de indurain utilizando juego el juego sucio de desvalorar a indurain que jugo seguramente con menos armas y recursos de los que el tuvo el americano. Hay que tener más clase y aceptar que son los resultados y el palmares los que ponen a cada cual en su sitio.
Lemon desde su accidente de caza no volvió a ser el que era. Siguió siendo bueno pero da risa que quiera ponerse delante de indurain utilizando el juego sucio de desvalorar a indurain que contó seguramente con menos armas y recursos de los que el tuvo el americano. Hay que tener más clase y aceptar que son los resultados y el palmares los que ponen a cada cual en su sitio.
Bueno aludiendo a tu nacionalidad sobra cualquier comentario!
Por favor, lávese la boca para hablar de Don Miguel
Una época de grandes corredores y campeones,greg fue uno de tantos,pero la humildad te hace más grande y a el eso le faltó,..haría una lista de 20 de aquella época y no sé si estaría el….
Indurain tenía como médico al que en el mundillo llamaban Sabino «Pastillas», así que yo no pondría la mano en el fuego por él. Y España ha sido el paraíso del dopaje, pero aquí se perdona todo (operación Puerto) o se creen que hay filetes con clembuterol…
Cierto pero Padilla era el aprendiz de Ferrari y de Conconi. O es que ahora va a resultar que sólo estaba Sabino Padilla. Todos tenían sus médicos «especiales». O cuentas todo o no lo cuentas porque si sólo dices una parte faltas a la verdad y manipulas
Obvio que Induraín estaba hasta las orejas de EPo; esos fueron los tiempos en que tipos de 80 kilos que dos años antes se retiraban en las cumbres, empezaron a volar en ellas, relegando a los grandes escaladores de los 80. Por eso, muchos de los mejores ciclistas de los 80 optaron por un retiro tal vez prematuro, pues había empezado otra era, en la que esos «doctores» empezaron un sistema que se volvió la norma. Y el que crea que Induraín no iba dopado, es muy español y muy inocente. De hecho, desde el 91 (y tal vez desde el 88 con el recordado positivo de Perico con probenecid) los títulos del Tour de Francia deberían haberse borrado, como pasó con Armstrong…
Deberías ver qué puesto hizo Induráin en la Quebrantahuesos con 56 tacos y 90 kilos, seguro que sigue metiendose epo los fines de semana, a que si?
Dudo que eso sea un buen argumento. Yo tengo 46 años y en un evento organizado por mi empresa, subí con Miguel un puerto muy duro, no se guardó nada, y le saqué unos metros al final. No soy ninguna máquina, voy bien en bici pero en un triatlón de 200 hay 30 que me ganan en ese sector para que te hagas una idea.
Estoy de acuerdo con alguien más aquí, si se dopó o no, no se puede saber a estas alturas, lo que yo no haría es defenderlo sólo porque es español.
Que conste que lo admiré y sigo admirando a día de hoy
Parece que el ciclismo nos gusta a todos los que por aquí nos dejamos caer… Cualquier aficionado que haya montado minimamente sabe perfectamente cuál es el umbral del esfuerzo…. Miguel nos «regaló» a todos maravillosos momentos en lo deportivo y en lo plástico del rodar, lo que no quita que la crítica bien entendida empieza por uno mismo. Aferrarse a un orgullo Patrio como argumento es calumniar a la tierra y ser un absoluto ignorante… Aquí solo falta que algún día hable Miguel … Pero que momentos tan maravillosos ¿verdad?. A Miguel le exculpó su humildad…
Por qué no lo dijo en su momento? Mal perdedor y poco valor. Ganó sus tours y pasó su momento, todos los campeones dejaron de poder seguir el ritmo de los mejores en algún momento Es ley de vida, con y sin epo.
Si Indurain hubiera hecho algo ilegal ya le habrían quitado todos sus Tours como hicieron con Amstrong. Lemond se topó con el mejor ciclista de todos los tiempos, Indurain. Indurain fue el ciclista perfecto, seguro sobre la bici y siempre a su ritmo iba cazando poco a poco a todos los que le atacaban en montaña y como contrarelojista era de otro planeta. Además nunca se quejó de aquel Tour que pudo haber ganado pero su equipo se empeñó en que tenía que ayudar a Perico Delgado.
¿Todavía en este país no se puede admitir que Indurain estaba dopado hasta las cejas?Por dios…
Y el resto tb o te crees que Rominger Bugno Chiapucci Ugrumov y Riis no . Gana siempre el mejor es así de simple aunque parece que para ti es un problema de física cuántica
Lemond tiene un problema de ego fue un gran ciclista pero no se trata de quien es mejor o quién ganó más carreras, se trata de profesionalismo hay que tener clase modales y Indurain era una bestia de ciclista de grandes vueltas y una de las c o sa que lo engrandece es su humildad y su buena voluntad lo hacen extremadamente grande.
Me acuerdo que era penoso ver a Lemond en el Tour. Nunca atacaba, siempre estaba chupando la rueda de alguien y aprovechándose. Un chuparruedas que nunca le llegó ni a la suela de los zapatos a sus rivales Hinault o Fignon, que eran unos superclase.
Otro con la leyenda de que LeMond era un chuparruedas, leyenda que nació en el 89 cuando Perico no pudo ganarle. Repásate por favor la etapa de Luz Ardiden del 90, a ver quién es el que gana chupando rueda de LeMond toda la subida. Sí, en efecto, es Don Miguel Indurain.
Sí, tienes razón, en esa etapa de Luz Ardiden sí dió el do de pecho porque se jugaba el tour y ahí nadie le iba a hacer el trabajo. Todavía me acuerdo lo sorprendido que quedé yo, pensé «Lemond atacando, lo nunca visto».
Pero la historia sí le hizo justicia, y con Zoetemelk y Virenque forma el gran terceto de chuparruedas.
También podríamos otorgarle a Indurain el título de corredor más aburrido de la historia. Sus carreras se limitaban a aguantar en la montaña y a reventar (con la ayuda de la EPO) a todos los demás en las contrarrelojes. Tú decides a quién admirar más.
Eres muy pesado TODOS iban con EPO pero tú pareces empeñarte en que el único que la consumía era Induráin
Está claro que en el 90 y el 91 se vieron ciertos saltos de calidad un poco WTF, antes, Chiappucci no era nadie y Bugno era un buen clasicómano. Indurain, ya en el 89, de no ser por la contrarreloj por equipos habría rondado el top10. No digo que fuera a «paniagua», pero su salto de calidad del 89 al 90 es más creíble que el de los dos italianos.
Plantándonos ya en el Tour 91, parecía cosa de Lemond Y Breukink, hasta que llegó el abandono masivo del PDM y ya parecía que estaba todo visto para sentencia, incluso Pedro González decía que Lemond era el más fuerte hasta que se queda a 500 metros de la cima del Tourmalet. El resto es historia.
¿EPO? pues puede ser, pero también en aquella época los ciclistas entraban en declive a los 30, que era la edad que el bueno de Greg acababa de cumplir. ¿Habría ganado el Tour 91 sin EPO en el pelotón? Pues Fignon terminó un puesto por encima suyo, que menuda etapa se casca el parisino en Val Louron, etapa en la que por cierto, Lemond fue super ofensivo hasta que petó. Me niego a discutir con la gente que llama chuparruedas a Lemond.
En el 92 y en el 93 se empiezan a ver saltos de calidad WTF de corredores de menos quilates. En el 94…
Mucho resentimiento y mucha fantasmada por parte de LeMond. En el Tour del 91 el norteamericano queda séptimo, por detrás de ciclistas de su generación como Fignon o Charly Mottet…
A mi lo que me deja loco es que en la foto del principio salga Mark Knopfler… Jajajaja. Grande!