La desconocida Uzbekistan se presentó en los Juegos Olímpicos con una propuesta interesante ante la reconocible Selección española, pero la salida de Cubarsí en el descanso trastocó su plan y España mejoró las conexiones entre otros miembros de la Masía que finalmente dieron la primera victoria al combinado de Santi Denia.
Un modelo combinativo defectuoso y bien contrarrestado
Santi presentó una alineación con siete futbolistas salidos de la Masía, cuatro de ellos como parte de la zaga, siendo el punto fuerte de los tres defensores la salida de balón, no la capacidad defensiva. Con ello la propuesta de Santi estaba clara: todo al modelo combinativo.
Sabedor de la identidad española, Uzbekistan propuso una presión intensiva en la salida desde sus jóvenes futbolistas. Estuvo pensada para que España sacara el balón por el sector izquierdo, donde se ubicaba Cubarsí a pie cambiado. La doble punta del 4-4-2 se emparejaba con los centrales para no dejarlos pasar y cuando Tenas se sumaba para ofrecer superioridad numérica, los atacantes se perfilaban de manera que el pase hacia Eric quedaba cerrado.
Por su parte, Barrios actuó como pivote sin ser un jugador de virtud posicional, a diferencia de Turrientes, que fue titular durante mucho tiempo pero durante el estreno esperó en el banquillo. Barrios se limitó a moverse a izquierda y derecha para aclarar las subidas de los centrales. Nunca fue opción real de pase bajo presión y España también lo sufrió. Así Uzbekistan provocó las tarjetas de Pubill y el propio Cubarsí tras sendas recuperaciones de balón y ataques rápidos desde el sector izquierdo español.
Aunque más allá del buen hacer uzbeco, la salida española no surtió efecto porque el equipo titular no estuvo bien pensado. La derecha era el inicio de mayor nivel, con el pie dominante de Eric y Tenas, pero a la vez se trataba del sector más débil para progresar, con el potente Pubill, un vertical Fermín que jugó más de mediapunta que de interior y Aimar Oroz, desubicado en la derecha. Mientras el izquierdo era lo contrario: a Cubarsí le cuesta más iniciar dado su perfil, por lo que Miranda, Baena y Sergio Gómez metros adelante no pudieron beneficiarse de una salida limpia.
Para generar juego de otro modo, España tampoco estaba preparada. Sin atacantes profundos que pudieran amenazar la espalda de la adelantada defensa uzbeca, Eric y Cubarsí forzaron pases hacia los interiores, que acosados por los volantes rivales tampoco pudieron generar. Toda vez que Tenas lanzó varios balones hacia Abel, quien no consiguió ganar duelos de este tipo ante centrales que le superaban en talla y le perseguían hacia la caída del balón. Al principio, todo mal.
Ante la falta de juego, España se adelantó a la media hora en acción estrategia. Una falta botada por Sergio desde la izquierda la prolongó Abel en el primer palo y Pubill sorprendió en el segundo.
Sin embargo, Uzbekistan empató sobre la bocina, tras un penalti realizado por Cubarsí. El central del Barça ejecutó mal una acción defensiva, donde saltó sin tener en cuenta la posición del atacante, por lo que Khamraliev le ganó con el cuerpo y, forzado en la caída, Cubarsí cometió un penalti revisado por el VAR. Empató el ariete, Shomurodov.
Pacheco y cambio de posiciones: España varía la alineación y gana el partido
En la segunda parte, la selección española mejoró desde las variaciones. En lo defensivo, España pasó de la espera en bloque medio a una presión intensiva que permitió robar varios balones y dar caos ofensivo, que en ese momento era necesario. Uzbekistan no supo qué hacer con el balón cuando lo tuvo y la agresividad del nuevo plan español le hizo dudar de su propuesta. El fútbol también son las sensaciones que, con tu voluntad de juego, generas en el ánimo rival.
Pero la clave estuvo en la variación nominal, ya que aumentó el sentido de la alineación española. Pacheco ingresó por Cubarsí para dar un nuevo pie dominante en la salida y mejoraron en ese particular. Se activó Miranda. Mientras en la mediapunta, Aimar y Sergio habían cambiado su puesto antes del descanso y así aparecieron en la segunda mitad. Actuando a pie cambiado, la tendencia interior, que es connatural a ambos jugadores, hizo que España ganase una asociación interior de la que carecía con el explosivo Fermín y Baena jugando atrasado y falto de socios.
Conviene recordar que Sergio Gómez creció como enganche técnico con tendencia a salir desde la derecha y así fue la estrella de las inferiores del Barça y la Selección. Hace tres días, era creativo y determinante, luego su naturaleza fue pervertida por entrenadores que lo convirtieron en carrilero izquierdo para hacerlo jugar en grandes equipos potenciándole su precisa zurda y limitándole lo demás.
A nivel sub-23, naturalizar a Sergio en este partido hizo que el juego fluyera por dentro y, algo que resultó crucial, la complementariedad con los laterales aumentara. En un equipo sin capacidad de desborde individual, la influencia de los laterales se antoja fundamental. Y el tempo lo es todo para ello. La nueva sintonía hizo que los potentes Pubill y Miranda tuvieran varias llegadas peligrosas.
La conexión de la Masía da la victoria
Una de ellas conectó a Miranda con Aimar y provocó penalti a los cinco minutos de la reanudación, cuando el de Osasuna buscaba la portería en diagonal. La complementariedad en fútbol será perfecta o no será. Nematov despejó con el pie un chut de Sergio, que fue centrado y se mantuvo el empate. Pero con Miranda y Sergio nuevamente de protagonistas llegó 2-1 cinco minutos después.
La jugada progresó por la derecha y se desenlazó por la izquierda, como dicta el concepto. Abel centró para la incorporación de Miranda y este asistió atrás, a la llegada de un Sergio que definió al palo derecho. Lo que sí tuvo en cantidad la alineación de Santi fue buenos llegadores y este gol lo certificó.
En el desenlace del partido Uzbekistan asumió riesgos y Santi realizó numerosos cambios que trastocaron la alineación. Casi le cuesta caro. Los de Kapadze tuvieron varios acercamientos pero no lograron empatar debido a que su nivel no dio para ello.
Hay que sacar pecho por La Masía hasta cuando se le gana a la selección de un país que no sabe si una pelota es redonda o cuadrada? Jojojo. El resultado no deja precisamente en buen lugar a la mencionada cantera.
Cuando los elimine una selección mínimamente competitiva será «la roja» o «la selección», no «siete de la Masía».
Qué moda más atorrante (supongo que bien pagada) la de blanquear el régimen negreiril de bancarrota, escándalos, saltarse a la torera las reglas y fracasar deportivamente pese a controlar el VAR.
Ojalá se lleven el oro, aunque con este entrenador y algunos de estos jugadores (mi ídolo es el representante de Abel Ruiz) se me antoja una hazaña homérica.
Antes era el Madrid y su quinta del Buitre. Cruyff tomó nota y dio la importancia que no tenía a la Masía. A partir de ahí España se nutre del Barça. Y eso tuvo dos consecuencias, el madridista dejó de seguir a la selección, sobre todo cuando Luis con buen criterio se abstuvo de llamar a Raúl y Salgado. Y el seguimiento del culé a la selección española.
No creo que se pueda generalizar en este caso, y ejemplos son los goles de Puyol o Iniesta en Sudáfrica …
El problema es que cualquier jugador que sale de La Masía parece que tiene tres balones de oro sólo por ello, y han salido Puyoles o Xavis pero también Abelruices, Jeffrenes o Riquipuiges (muchos más de estos que de los primeros).
Se le hace un flaco favor a Cubarsí y cía comparándolos con Beckenbauer o Pelé cuando llevan dos partidos en primera, pero entre el barcelonismo fanático (sin generalizar, sólo el fanático) mola más vender humo y buscar fantasmas que afrontar la realidad. Ahí, y no en la meseta, es donde radica el problema.
Cubarsi tiene 17 años. y saca el balón mejor que muchos defensas de primera, españoles y extranjeros. El futuro es suyo. Flaco favor se hace denostando a jugadores solo por jugar en el Barça. ¿Por qué juegan en la selección? porque juegan en uno de los máximos aspirantes a ganar títulos y el otro aspirante no juega con cantera. Hay de otros equipos, sí, con la exigencia del Barça, no. Otra cosa es que a Cubarsi le quede aprender a defender mejor y que se le tenga el mismo baremo que a otros defensores.
Pues estamos de acuerdo, démosle el mérito que merezca juegue donde juegue. Entre Beckenbauer y Oleguer hay un océano, y ojalá esté chaval pueda desarrollar su talento sin caer a los infiernos o alcanzar el Olimpo cada partido.
Muy muy de acuerdo. La juventud es una ventaja y también un handicap. Lo mismo con Alcaraz para ser Nadal. La vida es tan larga cuando se trata de mantener una regularidad, desde lesiones, sentimientos, circunstancias, malas influencias…en fin, el tiempo.
Cristhian Mosquera es mejor que Cubarsi. Pero no tiene prensa. Ya os vale, todo no es Barça o Madrid.