La prensa deportiva

El ruido que «hay» con Vinícius

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Vinicius
Vinicius (Foto: Cordon Press)

A sus 79 años, Peter Weir, autor de un puñado de magníficas películas muy distintas entre sí —Master and Commander, El club de los poetas muertos, El año que vivimos peligrosamente…— ha confirmado que no volverá a dirigir. No sospecha este artista australiano que, en sus antípodas —geográficas y artísticas—, cuenta con un nutrido grupo de admiradores: todos esos medios de comunicación que convierten cada partido del Real Madrid en El show de Truman cambiando al personaje de Jim Carrey por otro rey de la mueca: Vinícius Junior.

El seguimiento de las cámaras a Vinícius es obsesivo y me atrevería a decir que irrita a todos los aficionados al fútbol en España, afectos o desafectos a la causa blanca. A unos porque les parece que los medios persiguen al brasileño para poner la lupa en el más mínimo detalle y poder así criminalizarlo; a otros, sencillamente, porque el personaje les saca de quicio y no soportan un vídeo más.

Vinícius vio ante Osasuna la quinta tarjeta amarilla y, como todo hijo de vecino, deberá cumplir un partido de sanción. Pero esto, así contado, no tiene gancho ninguno. Vinícius sólo se perderá un partido pero si le sumamos la ventana FIFA obtenemos un titular mucho mejor: «¡Martínez Munuera deja al Madrid sin Vinícius hasta el 9 de abril!», escribía, o más bien exclamaba, el diario As en su cuenta de Twitter. Si creen que es un enfoque victimista, lean el titular de Sport, porque es muy parecido: «El Real Madrid pierde a Vinícius casi un mes».

Al entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, le preguntaron en rueda de prensa por «todo este ruido que hay alrededor de Vinícius». Que «hay», como «hay» ríos, mesetas y atardeceres. Como si la prensa no lo fomentara sino que se limitara, muy a su pesar, a recogerlo y hasta a lamentarlo.

La respuesta de Arrasate, seguramente, no fue lo que el reportero esperaba: «Hay ruido porque vosotros preguntáis siempre, vosotros y todo el mundo pregunta. Nosotros nos centramos en Vinícius futbolista, que es un grandísimo futbolista, y en cómo frenarlo. Hoy no lo hemos podido hacer. […] Si hay ruido, seguro que no es por la gente que está en el fútbol».

Por ponerle un pero, a Arrasate le faltó felicitar al periodista por la pregunta, como hizo Luis Enrique hace unos días con otro que le formuló la enésima sobre Mbappé. El entrenador del PSG no concede ni medio titular, pero la prensa sigue a piñón, con ingeniosísimas fórmulas de camuflaje para que el personaje caiga en sus redes.

Una muy habitual consiste en hacer creer que no vas a preguntar algo, dorar la píldora al personaje y, justo ahí —maniobra de distracción perfecta, indetectable— preguntarle eso que no ibas a preguntar. El ruido siempre lo hacen otros.

«Quería preguntarle por Kylian pero no directamente. Usted que es un buen gestor y que sabe evitar polémicas [A Luis Enrique aquí ya se le nota la risita], sobre todo para que no afecten al vestuario, ¿cómo se gestiona que todo el mundo esté preguntando por Mbappé? Mbappé por aquí, Mbappé por allá, que si le cambia, que si no… [La pregunta se le está haciendo muy larga a Lucho ya] y si esto puede llegar a afectar en algún momento al equipo».

La respuesta, probablemente, tampoco satisfizo al plumilla, que ya debía de estar pensando que tenía a Luis Enrique comiendo de su mano: «Se gestiona de una forma muy fácil: tú tienes que aceptar que las preguntas son las que quieren los periodistas y tú contestas lo que te da la gana». Visto el nivel habitual, salimos ganando.

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