Suena rocanrol en un garaje grandón y destartalado de la avenida Marcelo Usera, la única medio adoquinada de un barrio periférico de Madrid. Corre el año 1963. Tocan Los Dayson y un macarra reta a su frontman, un joven llamado Camilo Sesto, a que se baje del escenario y baile. […]