Tiene, el bar, aire setentero. Abigarrado de cosas, carteles con helados a medio desteñir, mesas de madera, sillas que hacen ruido al mover, una barra y detrás botellas de licores que igual ya ni existen. Fuera jardín, praos, piscinas, pistas de tenis y fútbol. Ah, y el corro. Cuántas veces […]