Uno de los propósitos que me marqué al comenzar esta andadura en Jot Down Sport fue recuperar la primera parte del clásico tríptico «formar, informar y entretener», sin duda la más abandonada por nuestros medios de comunicación. Para llenar ese hueco, hoy les propongo diez historias inéditas que nunca han conseguido atraer la atención de la prensa. Podrán aprovechar estos tips para mejorar sus habilidades sociales impresionando a sus amigos y conocidos. Como diría Don Manuel, tomen buena nota.
1. Pablo Infante, el héroe del Mirándés en la Copa del Rey 2011/12 (¡vaya fiesta!), trabajaba en una sucursal de Cajacírculo en Quincoces de Yuso (Burgos). De hecho, era el director. No tenemos muchos más detalles, porque a ninguna televisión se le ocurrió nunca acercarse a la oficina para grabar un reportaje con el delantero encorbatado tramitando recibos o regalando una vajilla por domiciliar la nómina.
2. Esta les va a dejar con la boca abierta. Resulta que los hermanos Boateng, Jerome y Kevin-Prince, jugaban en selecciones distintas. Ambos nacieron en Berlín con poco más de un año de diferencia, pero mientras que el primero decidió jugar con Alemania, el segundo prefirió hacerlo con Ghana, país de origen de su padre. Y para colmo, se enfrentaron en dos Mundiales, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Si triunfa con esta historia, no dude en añadir acto seguido la de los hermanos Xhaka, Granit y Taulant, que juegan con Suiza y Albania, respectivamente.
3. Hablando de internacionales con Alemania… ¿recuerdan a Mario Gómez? Exacto, aquel tanque que jugó en el Bayern y cuyo nombre chirriaba entre Schweisteiger y Hitzlsperger. Él nació en Riedlingen pero resulta que sus abuelos eran… ¡de Granada! Sí, en serio: un delantero de La Mannschaft (cuidado al pronunciarlo) y del Bayern cuyos abuelos hablan con acento andaluz. No me negarán que es curiosísimo. Pues si además les digo que Veronique Fernández, la mujer de Zidane, es hija de emigrantes almerienses…
4. Jabo Irureta (evite el Iruretagoiena) entrenó al Deportivo de La Coruña durante siete temporadas, nada menos. Pues bien… ¿pueden creerse que pasó todos aquellos años viviendo en un hotel? Con su familia en el País Vasco, el hombre que hizo campeón de Liga al Dépor se convirtió en el cliente más célebre del Hotel María Pita, desde donde podía desplazarse a pie hasta el estadio de Riazor. Si quiere generar aún mayor engagement con su audiencia, pregunte: «¿Os imagináis cómo tiene que ser vivir en una habitación de hotel durante siete años?»
5. Sin duda habrán reparado en las grandes condiciones físicas de Salma Paralluelo, que hace unos días fue tercera en la votación del Balón de Oro. No en vano, la delantera aragonesa del Barça fue atleta —velocista, para más señas— en sus años aún más mozos, y llegado el momento tuvo que elegir entre el césped y el tartán. Remate con un: «Viendo el resultado, no puede decirse que eligiera mal».
6. Uno de los días más especiales en el ya de por sí especialísimo fútbol inglés es el 26 de diciembre, es decir, el Boxing Day. No, no, no tiene nada que ver con el boxeo. Verá, «box» significa caja, y por tanto «boxing day» significa «día de las cajas», en alusión al embalaje sobrante de los regalos de Navidad. Se trata de una fiesta para los aficionados. Mientras que en España el fútbol se detiene justo cuando más tiempo tenemos para ir a los estadios, en Inglaterra respetan esta bellísima tradición que permite a los niños visitar los campos. ¡Cuánto nos queda por aprender!
7. Esta incluye una cita literaria, por si en un momento dado tenemos que elevar el nivel o desmarcarnos del borreguismo que caracteriza al fútbol en determinados ámbitos. Albert Camus, premio Nobel de Literatura en 1957, jugó de portero en un equipo de Argel. Y en algún momento, por lo visto, dejó escrito lo siguiente: «Después de muchos años, donde el mundo me ha dado muchos espectáculos, lo que finalmente aprendí con mayor seguridad sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol». ¿Verdad que es bonito? ¿Verdad que uno, como aficionado al fútbol, se siente de repente menos bárbaro?
8. ¿Han oído hablar de «la maldición de Bela Guttman»? Parece una película de terror pero es real. Este señor era el entrenador con el que el Benfica ganó sus dos únicas Copas de Europa: una al Barcelona y otra al Real Madrid. Cuando el club le despidió, unos años después, no sospechaba que se estaba condenando: «Sin mí, el Benfica no volverá a ganar un título europeo en cien años», proclamó. Ha pasado poco más de la mitad del plazo y el Benfica ha perdido las ocho finales que ha disputado desde entonces. Si ve que ha atrapado el interés de su interlocutor, pruebe a esbozar algo también sobre los Boston Red Sox y «la maldición del Bambino».
9. En 2024 se celebrará el centenario de Eduardo Chillida. Si quiere hacer su pequeña aportación, no trate de intentar explicar el significado de alguna de sus esculturas; una cosa es impresionar con una historia futbolera y otra bien distinta, caer mal por pedante. En su lugar, comente que Chillida fue portero de la Real Sociedad. Y si quiere triunfar de verdad, ahí va un chiste de regalo: «Chillida: buen apellido para comunicarte con tus defensas».
10. Seguramente ya se le ha ocurrido mientras leía la anterior: otro español universal, Julio Iglesias, también fue en su día portero en la cantera del Real Madrid, allá por los años sesenta. Un accidente de tráfico le alejó de los campos. Si quiere poner un colofón perfecto a la charla, coja el móvil y reenvíe unos cuantos memes sobre conquistas y paternidades. Da igual cuál, todos son buenos. Y lo sabes.
De Infante recuerdo un reportaje rodado en su oficina de la Caja. ¿Informe semanal? No estoy seguro.
Sobre hermanos que juegan en selecciones de distintos países, tenemos un caso cercano, los Williams. En el último mundial, Nico jugó con España e Iñaki con Ghana
También los hermanos Alcántara, Thiago decidió jugar con España, mientras que Raphinha lo hizo con Brasil.