El pasado 6 de julio, el Real Madrid confirmaba el fichaje de Arda Güler. Considerado por los especialistas como uno de los talentos emergentes de mayor futuro en el planeta fútbol, comparado con figuras de la talla de Lionel Messi y pretendido también por el FC Barcelona, el futbolista turco de 18 años aterrizaba en el Santiago Bernabéu a cambio de más de veinte millones de euros.
Los videos de sus primeros entrenamientos con el equipo blanco se hicieron virales debido a sus detalles técnicos y compañeros como Toni Kroos no escatimaban en elogios cuando hablaban de sus cualidades: «Creo que es un fichaje bastante bueno e inteligente, sobre todo de cara al futuro». Sin embargo, una serie de reiterados problemas físicos de distinta índole han impedido que el talentoso centrocampista haya podido debutar con el equipo pese a que ya hace varios meses desde su incorporación, y todo apunta a que habrá que esperar a 2024.
El joven se enfrenta al desafío de triunfar en el Real Madrid, algo que todavía no ha logrado hacer ningún turco. Estuvo cerca el internacional alemán de ascendencia otomana, Mesut Özil, pero su excesiva displicencia, rendimiento irregular y el amor de su padre al dinero, terminaron conduciéndole al Arsenal apenas tres años después de llegar. Más de puntillas pasaron todavía Nuri Sahin, que pasó más tiempo en la enfermería que en el césped, y Hamit Altintop, de cuyo paso por Madrid tan solo se recordará el caño que le hizo a Andrés Iniesta en un Clásico ante el FC Barcelona.
Sin embargo, si echamos un vistazo por las hemerotecas o simplemente cotilleamos un poco por Google, podemos encontrar el curioso caso de un turco vinculado con el Real Madrid. ¿Su nombre? Mete Serdar Çoban. El 11 de junio de 2011, inmersos en plena vorágine del mercado de fichajes, el diario Marca señalaba que José Mourinho se había fijado en un «interior izquierdo» de 17 años al que se consideraba una de las joyas del fútbol europeo y que podría llegar a la capital de España con la carta de libertad bajo el brazo a fin de entrenar habitualmente con el primer equipo y jugar en el Castilla.
El jugador, del que se decía que era potente y con un gran talento técnico, era una petición expresa del propio técnico portugués, quien ya lo recomendó al Inter de Milán, en cuyo filial había estado jugado las últimas cuatro temporadas.
El diario, que también recogía unas palabras del propio protagonista en las que afirmaba que su única intención era jugar en el Real Madrid pese al interés de otros equipos importantes, y que incluso había sido visto haciendo el Tour del Bernabéu, pisando el césped y fotografiándose con las Copas de Europa.
Daba todavía más datos: «Si hubiera que compararle a un jugador se podría decir que es lo más parecido a Marcelo o Coentrao, otro de los futbolistas que quiere fichar el Madrid. Pero Mete Serdar Çoban es una clara apuesta de futuro, un futbolista por el que ya se han interesado otros equipos como el Atlético de Madrid, Chelsea y Galatasaray». «Su sueño es jugar en el Real Madrid y volver a encontrarse con Mourinho, al que tuvo en el Inter. Los contactos se han iniciado y en las próximas horas habrá novedades», cerraba la noticia.
Las informaciones sobre el talentoso «futbolista» comenzaron a extenderse como un reguero de pólvora y él no dudaba en alimentar las especulaciones hablando con todos los medios que se lo pedían. Creó perfiles en Twitter y Facebook, donde subió varias fotos en el Santiago Bernabéu o en la sala de prensa del Atlético de Madrid, y consultado por sus seguidores sobre su inminente fichaje por el Real Madrid se limitó a responder con un escueto «Tengo prohibido hablar del tema».
El turco también tuvo tiempo para colgar varios videos con sus mejores jugadas en Youtube, ser entrevistado por distintos medios en su país como Ajansspor o DHA («Quiero ser el mejor lateral izquierdo del mundo», afirmaba) y aparecer en la portada de la sección de deportes de Hürriyet.
Sus orígenes, desvelaba, habían estado en el Galatasaray, donde había sido portero cuando era apenas un niño antes de que en un partido se viera obligado a actuar en el carril zurdo por la ausencia de un compañero y dejara a todos sin palabras con su actuación.
Fue precisamente su rendimiento en el cuadro estambulita el que hizo que llamara la atención del Inter de Milán, donde se convirtió en una de las joyas de la cantera, le apodaron el «Maicon zurdo», tuvo un paso fugaz por Londres para jugar en el West Ham y el Atlético de Madrid se lanzó por su fichaje en 2009 cuando tenía quince años.
Tanto es así que incluso llegó a entrenar con las categorías inferiores de los madrileños. Sin embargo, el por aquel entonces entrenador interista, José Mourinho, se negó en rotundo a perder al jugador a manos rojiblancas, llamó al futbolista y le suplicó: «Por favor, no te vayas, cuento contigo». ¿Quién permitiría el adiós de una pieza de ese calibre?
La historia fue calando en cada vez más medios nacionales e internacionales hasta que por fin se destapó: Mete Serdar Çoban se había inventado todo. Fue el diario Fanatik el que se puso a investigar sobre el pasado de esa estrella a la que nadie conocía. Contactó con el Galatasaray y los de Estambul rechazaron que hubiera pasado por sus categorías inferiores.
Tampoco había ni rastro de él en la escuela del Inter de Milán y el Real Madrid no tenía ni idea de quién hablaban cuando le preguntaron por su nombre. El por aquel entonces seleccionador sub’17 de Turquía, Abdullah Ercan, también era claro: «Habríamos sabido de un chico turco que juega en el Inter si hubiera existido».
Según avanzaban los días, se fueron desvelando más detalles de la mentira. Los videos que Coban había colgado en Youtube en los que presuntamente estaba jugando con los juveniles del Inter de Milán, eran realmente de otros jugadores del equipo lombardo entre los que se encontraban Marko Arnautovic o Mattia Destro. Por allí aparecía, incluso, Mario Balotelli, que tenía cuatro años más y con el que hubiera sido imposible coincidir en divisiones inferiores.
También se encargó de descubrir el pastel Javier Ribalta, por aquel entonces scouting del Novara italiano, que ya había pasado por el AC Milan y posteriormente ha tenido puestos de importancia en Juventus, Manchester United, Zenit u Olympique de Marsella, donde fue director deportivo hasta el pasado mes de octubre.
Así, señaló en su cuenta de Twitter: «Lamentable la noticia que publica Marca sobre un tal Mete Serdar Çoban que interesa al Madrid. Este chico se ha ofrecido a todos los agentes y clubes de Europa. Dice que jugó en el Inter cuatro años y no es verdad. Además, estuvo a prueba en el Atlético de Madrid y rozó el ridículo».
Después, hablaba en La Media Inglesa para dar más datos: «Me indignó. Sobre todo tantas mentiras en un artículo que son fácilmente contrastables, ése es el problema. Un periodista no puede escribir eso y quedarse tan ancho. Encima en Marca decían que este Mete Serdar era un jugador parecido a Marcelo o Coentrao, y es un chico que apenas ha jugado a fútbol»
Y siguió: «Hizo las pruebas con el Atlético y rozó el ridículo. Cuando recibí su vídeo, llamé al Inter y me dijeron que el protagonista del vídeo era Siligardi, un jugador del Inter del año 88. También decían que llevaba 4 años en el equipo Primavera del Inter, algo que es imposible, pues un jugador no puede jugar más de 3 temporadas en un equipo Primavera».
Y fue así como se extinguió la posibilidad de ver a Mete Serdar Çoban con la elástica del Real Madrid. Como suele ser habitual cuando se habla de rumores en el mercado de fichajes, fue fugaz como un fuego artificial, aunque con un matiz: en esta ocasión lo más cerca que estuvo el turco de ser un futbolista profesional fueron unas pruebas en el Atlético de Madrid con catorce años.
Finalmente, el que sí terminó aterrizando en el Real Madrid ese verano bajo el manto de Jorge Mendes para ocupar el lateral izquierdo fue Fabio Coentrao. Demanda de José Mourinho, el portugués costó nada menos que 30 millones y alternó algunas actuaciones muy meritorias como la de las semifinales de Liga de Campeones ante el Bayern Múnich con otras hilarantes.
Pocos han olvidado cuando se vistió de corto y se sentó en el banquillo de Cornellà junto a Iker Casillas para enfrentarse al Espanyol en medio de las risas de sus compañeros… porque ni siquiera estaba convocado. Pero eso ya es otra historia.