Yo vivía allí, allí enfrente. De chaval, en la adolescencia, cuando no paraba mucho. Tres edificios muy grandes, color gris. Las Torres, les decíamos (aun decimos). Hasta la Severino Prieto… una recta con praos sin segar, callejas sin farolas, caminos sin asfalto. Pasaba de todo, en esa recta, y tampoco […]