Érase una vez un futbolista, allá por los años setenta, que, de haber nacido en Inglaterra, habría sido nombrado «Sir» por Su Majestad la Reina. Aquel señor, amable, cortés, educado y discreto, disparaba las ilusiones del alma cuando vestía calzones cortos. Llevaba bordado a mano, en el pecho, un oso y un madroño, […]