Una fina línea separa el axioma del topicazo. Creemos que tenemos algo trascendente que decir y, sin darnos cuenta, acabamos convertidos en Pantomima Full. No sé en qué lado de la raya quedará eso de «El periodista no debe ser protagonista», y más en el panorama actual, en el que los medios se ven obligados a alimentar sus propios personajes. Hoy más que nunca los medios son creadores de contenido, curiosamente una etiqueta creada para los que no son periodistas.
La forma que tienen muchos profesionales de seguir el axioma no es reducir su afán de protagonismo cuando agarran un micrófono, lo que sería muy saludable, sino denostar el llamado «periodismo de periodistas», con la excusa de que esas cosas, a la audiencia, ni le van ni le vienen. Después de casi veinte años haciendo La Libreta de Van Gaal en forma de blog, podcast, artículos y redes sociales, les puedo decir, créanme, que hay mucha gente a la que el periodismo de periodistas le interesa. Y mucho. La prueba es que está usted aquí leyendo esto, un miércoles más.
Por supuesto, renegar del periodismo de periodistas no es más que una forma burda de sacudirse la crítica. Como si el informador fuera un mero transmisor, que no deja huella en el mensaje ni por supuesto tiene el menor interés en dejarla.
En todo caso, requiere un notable cuajo quitarte de en medio en determinadas situaciones. Es el caso de los titulares con que distintos medios han recogido las palabras de Álex Baena, jugador del Villarreal, que este domingo fue entrevistado en el llamado «Carrusel canalla» de la Ser. Según precisó, era la primera vez que atendía a un periodista tras «lo» de Federico Valverde.
Recurro al eufemismo porque la justicia archivó la denuncia de Baena y no consideró probada la agresión. Y sin embargo, todos entendemos que el piñazo existió porque, para empezar, la versión del fútbolista uruguayo que hicieron circular muchos periodistas no sólo no lo negaba sino que hasta le proporcionaba contexto.
Baena se refirió en la Ser precisamente a la difusión de ese contexto: «Ya sabemos cómo es la prensa de allí, el club, el que manda…», lamentó el jugador, que tachó de mentira aquellas informaciones. En pocos minutos, sus palabras sobre esta supuesta connivencia entre el Real Madrid y el cuarto poder saltaron a los digitales. Y adivinen qué parte se quedó en el camino.
Aunque en el cuerpo de estas noticias se incluía la frase completa —sólo faltaría—, en los titulares el dardo de Baena tenía una sola trayectoria:
As: «Baena se ofrece al Barça y lanza un dardo al Madrid por lo de Valverde: ‘Sabemos cómo es el club y el que manda’».
Marca: «Baena sueña con el Barça y deja un recado al Madrid: ‘Ya sabemos los que mandan…’»
El desmarque: «Álex Baena se acuerda de Florentino al recordar lo de Fede Valverde: ‘Ya sabemos cómo es el que manda’».
Cadena Ser: «El mensaje de Álex Baena al Real Madrid y a Florentino Pérez: ‘Ya sabemos cómo son el club y el que manda’».
Resulta encomiable la humildad de la prensa para renunciar a su cuota de protagonismo y quitarse de en medio sin problema. Hace poco más de un mes sucedió algo similar. El Real Madrid publicó un comunicado lamentando los «cánticos vejatorios» contra Vinícius Junior, sin hablar en ningún momento de racismo. Varios medios, al hacerse eco, dijeron que el Real Madrid condenaba «cánticos racistas» en El Sadar, lo que llevó a Osasuna a publicar su propia nota, advirtiendo a esos medios de las posibles consecuencias legales. «¡Osasuna contradice al Real Madrid: ‘Los insultos en ningún caso tenían referencias racistas’!», publicaba As en Twitter como noticia de última hora. Está la cosa como para renunciar al periodismo de periodistas, sí.
🚨 ¡Osasuna contradice al Real Madrid: "los insultos en ningún caso tenían referencias racistas"! pic.twitter.com/xtu8wDAdd2
— Diario AS (@diarioas) March 19, 2024
Baena no se es más que un mentiroso, ideal para ir al robalona a jugar.
Muy ocurrente lo de Robalona.
Mira, ahí os dejo algunas ocurrencias más:
Mierdal Madrid
Descendido de la Coruña
Real Betis Chupameunpié
Real Suciedad
Malaquito de Memphis
Lo único cierto es que el Fraude Corrupción Sobornalona ha comprado el estamento arbitral durante 17 años (mínimo) el resto de nombres que pones tú son, Fermín, son nombres que encima crees que tienen su gracia, lo que he puesto yo por desgracia no la tiene y por desgracia se van a ir de rositas del mayor escándalo de corrupción del deporte español.
Tenemos el peor periodismo deportivo del mundo (con muy escasas excepciones): Mal formados, sectarios, mentirosos, manipuladores, parciales… unas joyitas que encima se creen el ombligo del mundo y ¡Ay! del que ose reprocharles nada.