Vuelve la Champions y Real Madrid, Atlético y Barça han preparado con tranquilidad sus respectivos partidos ante el Manchester City, Borussia y París Saint Germain gracias al parón de LaLiga por la final de Copa del Rey que, por fin, ganó el Athletic después de 40 años de sequía tras vencer en los penaltis al Mallorca. Llega al fin la hora de la verdad para los tres equipos que afrontan los cuartos como un examen que dictará sentencia, un antes y un después en la temporada, un momento crucial.
El primero en estrenarse será el Real Madrid que recibirá en el Bernabéu al City de Guardiola, el actual campeón de Europa y el equipo que ya le eliminó la pasada campaña con baño incluido. Muchos catalogan esta eliminatoria de final anticipada y hay motivos de sobra para ello. A Pep Guardiola se le respeta tanto como se le teme y es él quien acapara la atención mediática a pesar de que en su equipo haya estrellas mundiales como Haaland o De Bruyne.
El técnico lamentó el calendario enloquecido de la Premier en comparación con el descanso del que han disfrutado los blancos, pero el City no sólo no ha fallado, sino que le endosó cuatro goles al Aston Vila de Emery y otros cuatro al Crystal Palace, y aunque exista la sensación de que no es la apisonadora del año pasado, nadie se fía.
El Madrid, mientras, continua con paso firme en la competición nacional, con Rodrygo recuperado anímicamente tras su doblete ante el Athletic y con las esperanzas puestas en la calidad e inspiración de Bellingham y Vinicius, conscientes de que la eliminatoria -la mejor a priori de estos cuartos- será durísima y sin poder contar con la magia del Bernabéu para el partido de vuelta, que se disputará en Manchester.
Un Barça en racha
Desde que Xavi Hernández anunció su adiós a final de temporada después de perder por 3-5 ante el Villarreal en Montjuïc a finales de enero, el Barça no ha perdido. El balance en los nueve partidos de Liga es de siete victorias y dos empates ante el Granada y el Athletic de Bilbao -con los últimos cinco disputados manteniendo su portería a cero- y eliminó al Nápoles en octavos de final con un empate en la ida y 3-1 en la vuelta.
Futbolísticamente no ha habido un cambio brutal, pero el equipo se ha estabilizado, ha ganado en confianza, defensivamente está mucho más seguro y Lamine Yamal ha terminado de explotar y es considerado ya, a sus 16 años, un titular indiscutible. Las sensaciones son buenas, pero excepto el choque ante el Atlético de Madrid que ganaron cómodamente, no ha medido sus fuerzas con rivales de altura.
Y el PSG de Luis Enrique, Dembelé y Mbappé lo es. Líder destacado en la Ligue 1 con diez puntos de ventaja respecto al segundo clasificado, a pesar de pinchar en la última jornada frente al colista Clermont en un partido en el que el técnico reservó a la mayoría de titulares, disputará frente al Lyon la final de la Copa francesa y comienza a soñar con un posible triplete.
El regreso de Dembelé y Luis Enrique no infunde tanto temor como la eficacia y motivación de Mbappé, que aunque todavía no haya desvelado dónde jugará la próxima temporada -aunque todo apunte que será en el Madrid- se sobreentiende que querrá despedirse del PSG de la mejor manera posible y será una prueba muy exigente para la defensa azulgrana en la que Pau Cubarsí se ha hecho ya un hueco, pero nadie olvida que sólo tiene 17 años.
Además, el ambiente en París se presupone calentito después de que los ultras del PSG difundieran un comunicado este domingo con términos amenazantes: «Este vil Barcelona, tantas veces favorecido por el arbitraje, debe sentirse más que en un territorio hostil. Es nuestro deber hacer del Parque de los Príncipes una fortaleza aterradora para el rival y para que nuestro equipo sea inexpugnable».
El clavo ardiendo del Atlético
El Atlético, que recibe al Borussia el miércoles en el Metropolitano, está a nada menos que 17 puntos del Real Madrid en LaLiga: un desastre, vaya, y su temporada está siendo tan irregular como decepcionante. La Champions es el clavo ardiendo al que se agarran ahora los de Simeone después de eliminar al Inter en octavos y con un sorteo benigno.
El Borussia es quinto en la Bundesliga y su última derrota por la mínima ante el Stuttgart antes de viajar a Madrid le deja fuera de la zona Champions por el momento. No es, ni de lejos, el rival más complicado que había en el bombo, por lo que la exigencia ahora es mayor. No sería lo mismo caer ante el Borussia que frente al City o el PSG, por ejemplo, y aunque el entorno rojiblanco no es que sea precisamente uno de los que ejerzan mayor presión sobre el equipo, la sensación ahora es que prácticamente están obligados a pasar a las semifinales.
En la última eliminatoria, Arsenal-Bayern, el líder de la Premier parte como favorito frente a un Bayern en horas bajas y sumido en una crisis institucional y deportiva después de caer ante el modesto Heidenheim. «¡Me importa una mierda la búsqueda de un entrenador!», soltó el director deportivo de los muniqueses, Max Eberl, tras la sexta derrota esta temporada en la Bundesliga. El actual entrenador, Thomas Tuchel, ya ha anunciado que dejará el cargo a final de temporada por los malos resultados.