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El Barça no se atreve a hablar de crisis, pero Xavi pasará su primer examen mañana ante el Oporto

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Xavi Hernández (Foto: Cordon Press)
Xavi Hernández (Foto: Cordon Press)

En el Barça no se atreven a hablar de crisis porque en Vallecas el sábado se logró un empate, pero la imagen del equipo sigue dejando mucho que desear y el calendario aprieta. Los azulgrana están ya a cuatro puntos de un Real Madrid -líder provisional a la espera de lo que haga hoy el Girona- que despachó su partido ante el Cádiz en una tarde plácida y con Rodrygo como gran estrella marcando dos golazos dejando así atrás la cara mustia que venía presentando desde que empezó la temporada.

Bellingham fue el autor del tercero y ya lleva 14. Al Madrid parece que no le pesan las bajas (ocho en total), mientras que al Barça todo se le hace un mundo. La grave lesión de Gavi ha sido el último mazazo y se está viviendo como si fuera un funeral, pero la realidad es que no les queda más tiempo para lamentarse porque este martes llega el Oporto en Champions y será el primer examen serio para Xavi.

La derrota ante un Shakhtar exiliado en Hamburgo obliga al conjunto catalán a ganar a los portugueses si no quieren meterse en un lío y tener que jugarse el pase a la siguiente fase en el último encuentro en Amberes. Será la primera de las tres finales en dos semanas que afrontarán, porque después visitarán Montjuïc el Atlético de Madrid y el Girona, casi nada.

Al Barça le llega una cuesta cuando parece no tener fuelle y con un claro ruido a su alrededor. En el último encuentro disputado en su estadio ante el Alavés, Xavi ya escuchó silbidos de la afición y existe cierto runrún que ha crecido después de los gestos del domingo de Joan Laporta y Deco.

El presidente presenció en directo en Palamós el partido del filial y se fotografió después en el vestuario con Rafa Márquez, mientras que el director deportivo anuló la entrevista a la que se había comprometido en el programa de TV3 Gol a gol. No da la sensación de que el puesto de Xavi corra peligro por ahora, pero sí que existen dudas sobre su proyecto porque la evolución del equipo, después de dos años en el banquillo, no se ve por ninguna parte.

Los últimos cinco partidos preocupan: dos derrotas, dos victorias agónicas y un empate. Hay además voces desde dentro del club que filtran su desencanto con la labor del entrenador y el último desencuentro entre él y Deco ha sido evidente. Tras la lesión de Gavi, Xavi es partidario de fichar un centrocampista y el director deportivo dejó claro el sábado antes del partido del Rayo que de venir alguien, será el delantero Vitor Roque.

Un tropiezo ante el Oporto sería grave porque Xavi está en un momento de debilidad y en el Barça no quieren ni pensar en quedar eliminados por tercer año consecutivo en la fase de grupos en la Champions, tanto por cuestiones deportivas como económicas. La derrota ante el Shakthar, por ejemplo, ya sentó fatal en las oficinas porque supuso dejar de ingresar los 2,8 millones de euros que paga la UEFA por partido ganado. Incluso un directivo reaccionó asegurando que ni un solo jugador se borrará del amistoso en Dallas el próximo 21 de diciembre y por el que el club cobrará alrededor de cinco millones.

Las excusas recurrentes del técnico suenan ya vacías porque a su equipo le falta algo fundamental: buen fútbol. Si encima los resultados dejan de acompañarle no habrá forma de dejar de llamar a las cosas por su nombre y se abrirá una crisis que comienza a asomar peligrosamente la patita.

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