A pesar de vivir en una sociedad en la que cada vez se está haciendo más esfuerzos en la inclusión de las personas con discapacidad, Jairo Ruiz, atleta paralímpico, comenta que existe desigualdad en los premios de los Juegos Olímpicos. Los premios concedidos por cada medalla en Juegos Paralímpicos son fijados exclusivamente por el Comité Paralímpico Español (CPE). Debido a esta razón, un deportista olímpico no recibe la misma cuantía por alcanzar el pódium que un atleta con discapacidad. Se estima que existe una diferencia de un 26% entre ganar oro siendo olímpico, que paraolímpico.
Pero… ¿por qué valen menos las medallas paralímpicas? Diferentes atletas tienen clara la respuesta. Primero, porque los deportes que practican no son tan mediáticos y por tanto no atraen a las marcas y, la segunda, que acceden a un sistema de becas diferente que los olímpicos.
El plan ADOP (Apoyo al Deporte Objetivo Paralímpico), para muchos un gran desconocido, es la vía de financiación para los paralímpicos. A través de esta iniciativa, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con el Real Patronato sobre Discapacidad, el Ministerio de Hacienda, el Comité Paralímpico Español y la fundación ONCE, pretenden dotar a los deportistas con discapacidad la mejor preparación para participar en las próximas competiciones. Este proyecto no es sólo económico, sino que también dota de servicios médicos, fisioterapia, nutrición, psicología deportiva… Todas estas ayudas permiten mejorar las condiciones deportivas.
Sin embargo, este plan abarca a más beneficiarios. Pues, el Plan ADOP también incluye a los entrenadores y guías de estos atletas. Por tanto, el número de personas que se benefician de estas subvenciones es mayor.
El pasado año 2017, la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados propuso implementar las medidas oportunas con el fin de igualar las becas y ayudas que reciben los deportistas paralímpicos a través del Plan ADOP. Sin embargo, la iniciativa impulsada por el Grupo Parlamentario de Ciudadanos, representado por Rodrigo Gómez, fue rechazada. De hecho, a pesar de que el diputado criticó esta situación de desigualad, argumentando que los deportistas olímpicos y paralímpicos «han competido en los mismos escenarios y son los mejores del mundo en sus especialidades, por desgracia para España no valen lo mismo, sino tres veces menos», el proyecto fue apartado con 13 votos a favor, 14 en contra y 9 abstenciones.
La repuesta a esta proposición de Ciudadanos fue diferente entre los distintos partidos políticos. Mientras que el PSOE añadió una enmienda, con el objetivo de que fuera el Consejo Superior de Deportes quien asumiese un tercio del importe de los premios por cada medalla paralímpica obtenida. El PP apostó por alabar la labor realizada por el Comité Paralímpico. Por su parte, la diputada de Unidas Podemos, María Teresa Arévalo, denunció que la iniciativa no estaba ligada a ninguna enmienda en los Presupuestos Generales del Estado.
Debido a esa desigualdad en la cuantía de los premios paralímpicos, los deportistas tienen que recurrir a otras formas de financiación que suele proceder de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Federaciones Deportivas y sobre todo de patrocinadores. Esta dependencia a becas promovidas por otras administraciones también genera malestar. Como explica la yudoca Marta Arce «si has nacido en una provincia y vives en otra, estas fastidiado, ya que ya no cobras ayudas de ninguno de los dos lados, pues por una parte te piden años de padronamiento, en otro que hayas nacido, pues en general te quedas sin recurrir a ellas».
Cabe mencionar que el nuevo Plan ADOP para París 2024 es más selectivo con respecto al anterior (Tokio). Aunque en este ciclo el importe de becas a deportistas y deportistas de apoyo se mantiene, además de subir ligeramente a entrenadores, el nuevo Plan ADOP ha establecido unos criterios más estrechos y específicos por cada deporte. Para las modalidades individuales, las becas a deportistas y deportistas de apoyo que compiten en oro se fijan en 2.750 euros al mes, las de nivel plata, en 2.325 y las de bronce, en 2.050. La categoría correspondiente al cuarto puesto recibe 1.250 euros, y las del quinto al octavo, 300 euros mensuales. En el caso de los deportes de equipo, las cantidades globales por niveles se determinan en función de su número de miembros. Las ayudas a entrenadores, por último, oscilan entren los 1.150€ y 300 euros.
Las empresas son para los deportistas adaptados otra forma de obtener financiación. De hecho, el propio Rodrigo Gómez reclamaba al Ejecutivo que llevase a cabo «programas de difusión del deporte paralímpico para mejorar la captación de patrocinadores del Programa ADOP». No obstante, diferentes paralímpicos reconocen que la financiación por parte de marcas es escasa, pero que perciben una cierta mejoría en estos últimos años. Arce afirma «ahora comienza a haber patrocinio fuera de los planes ADOP, pero hasta ahora era inusual».
Los atletas admiten que hay un mayor interés mediático en ellos, y esto a su vez genera un aumento de empresas privadas interesadas en su financiación. Aun así, la gimnasta Desirée Vila afirma «los patrocinadores en deportistas, tanto olímpicos como paralímpicos es algo que cada uno busca por su cuenta o con la ayuda de su agencia. Es decir, el hecho que a mí me patrocine Adidas, Iberdrola… depende solamente de mí».
La importancia de acceder a diferentes fuentes de subvención está en que para practicar cualquier deporte adaptado se necesitan grandes recursos financieros. Por ejemplo, como explica Desirée «mi prótesis para correr cuesta 20.000 euros. Ni con una beca oro me lo podría pagar». De esta manera, ella misma explica «yo tengo que trabajar, aparte de dedicarme profesionalmente al deporte, buscar patrocinadores, dar charlas, hacer colaboraciones con marcas, etc. Porque con una beca de 300€ no vivo».
Jairo, Desirée y Marta coinciden en la problemática de que las becas ADOP solo otorgue ayudas económicas significativas a los cuatro mejores deportistas supone una traba en su proceso, pues a partir del quinto puesto la cuantía económica desciende. Los tres afirman que los requisitos de acceso al Plan son muy elevados. De esta manera, Desirée confiesa «al no haber obtenido resultados deportivos suficientes, la beca no me da para vivir», al igual que Jairo «por mis ejercicios en la temporada pasada, acabo de salir del Plan ADOP, así que pierdo mi principal fuente de ingresos».
El deporte adaptado es una vía de escape para muchas personas, aparte de ser un ejemplo de superación para la sociedad. Así, los tres deportistas consideran que las becas deberían ser mayores y no sólo económicas, sino también tendrían que recibir apoyo tanto en el ámbito de lo personal, de viajes, material, etc… Marta Arce comenta que las ayudas actuales son demasiado pequeñas para permitir su independencia absoluta, por lo tanto, limitan la capacidad de progresión.
Los tres deportistas coinciden en que las becas a paralímpicos tienen margen de mejora y, desde el Comité Paralímpico Español también son conscientes de ello. De hecho, su presidente, Miguel Carballeda, manifestó que esta entidad «sigue trabajando para prestar el mayor y mejor apoyo a los deportistas con discapacidad y agradece el tándem de lo público y lo privado para hacer realidad los sueños de los paralímpicos y sus logros deportivos».
Aún queda mucho por avanzar para conseguir la igualdad entre olímpicos y paraolímpicos. Para eliminar esta diferencia es relevante entender que, aunque estos últimos no logren obtener los beneficios económicos, ni la visibilidad mediática que promueve el mercado deportivo, sí que transmiten otro valioso mensaje: el superarse a uno mismo ante las adversidades. Por tanto, erradicar la diferencia entre olímpicos y paraolímpicos demostraría que se deja a un lado las redes económicas que dirigen el mundo deportivo, para así potenciar su faceta humana.
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