Las alineaciones. Esos once nombres, o apellidos, o apodos (a veces todo junto), que conforman los equipos de fútbol, que recitan de carrerilla los locutores de radio y televisión, que rellenan las páginas de los álbumes de cromos. Alineaciones para la historia, alineaciones para el olvido, alienaciones imposibles y alineaciones imborrables. Todas ellas formadas, normalmente, por el nombre artístico del jugador, con el que los elegidos alcanzan la gloria y la mayoría solo el recuerdo. Aún recuerdo a mi padre recitándome hace muchísimos años la mítica delantera del Athletic de los años 40: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza, que a mí me sonaba a jurásico ya en aquella época. En el siglo XXI, y con la economía del lenguaje, ya recurrimos a las iniciales: que si la BBC, que si la MSN, etc… Como dice el famoso grupo de Facebook, odio eterno al fútbol moderno.
Bien, el objetivo de este artículo es conformar alineaciones ad-hoc, recurriendo a la vasta base de datos de futbolistas que tenemos en la cabeza a fuerza de ver, oír y leer sobre el deporte rey. Así, he creado, en momentos de aburrimiento supino, varias alineaciones temáticas, formadas preferiblemente por jugadores nacionales, que tenemos más a mano, agrupando a futbolistas en torno a diversos motivos. Esto es como todo, cada uno tiene un seleccionador o alineador dentro y seguro que cualquiera de los lectores podrá formar diferentes alineaciones para las diferentes temáticas que hemos puesto sobre el tapete, incluso proponer y elaborar nuevos onces. Vamos allá.
Gentilicios
Dice la RAE que gentilicio es un término que denota relación con un lugar geográfico. Muchos gentilicios se convirtieron en apellidos, sin ningún tipo de compromiso. Es decir, uno puede apellidarse Catalán y haber nacido en Badajoz perfectamente. Vamos a montar una alineación, de marcada vocación ofensiva, basada en jugadores con apellidos gentilicios.
Volvemos a los ochenta para situar bajo los palos a un arquero de comienzos de la década, José Navarro, quien fuera portero del Atlético de Madrid, retirado prematuramente a causa de las lesiones.
Vamos a arriesgar con una defensa de tres, situando por la derecha a Ángel Castellanos, defensor barbudo mítico del Valencia de los ochenta, que lanzó el penalti decisivo que le dio la Recopa de 1980. En el centro, solo ante el peligro, jugará David Catalá, quien defendió la camiseta de Albacete y Xerez CD entre otros. Y por la izquierda, retrasaremos al maño rapado Fernando Soriano, que dio lo mejor de sí en el centro del campo del Almería, equipo con el que ascendió a Primera División en la temporada 2006-2007.
Los dos pivotes del centro del campo os van a gustar. Ricardo, «el soso» Gallego, se basta y se sobra para jugar de 5 y de 10, y, como fiel escudero, un infalible, el tarraconense Juan Vizcaíno, aunando garra y técnica.
Y muy mal se tiene que dar la cosa para que este equipo acabe con su casillero a cero, viendo la nómina de delanteros en la formación: Canario no es el apellido de Darcy Silveira dos Santos, pero como nombre artístico, que es lo que tomamos como referencia, sirve para completar el once. Jugó en el Real Madrid y en el Zaragoza de los 5 magníficos. Ya ha llovido. Manolo Toledano fue el rematador titular del Recreativo de Huelva, donde se convirtió en promesa. Luego pasó al Xerez y fue el delantero centro durante algunas temporadas. Toledano tendrá que entenderse bien con otro ariete nato, Iván Zamorano, matador del Real Madrid durante varias temporadas, dándolo todo en el campo. El tercer killer en discordia es Iván René Valenciano, durante un tiempo máximo goleador del fútbol colombiano, formando parte en su día de la Colombia más mediática, junto a Higuita, Freddy Rincón, Tren Valencia, Valderrama… Y, ¿quién mejor que Luis Aragonés Suárez para surtir de balones a este cuarteto de lobos? Además, al más puro estilo británico, podría compaginar las labores de 10 con las de entrenador, y el éxito estaría asegurado.
Nombres de colores/tonalidades
El otro día estuve en la presentación del último libro de Juan Diego Fernández (a.k.a. Perpetuo Fernández), quien, en un momento de la misma, dijo: «Todos conocemos a algún Antonio Moreno». Es un ejemplo palpable de apellido que indica una tonalidad, al igual que existen apellidos que indican colores. De eso va la siguiente alineación, para la cual tenemos hasta suplentes.
Colocaremos de portero a Pablo Blanco, ex jugador del Sevilla de la gloriosa época ochentera, junto con Montero, Francisco, Alvarez… Como lateral derecho vamos a retrasar al recientemente fallecido Txetxu Rojo, fino, elegante y soso a la vez. En el lado izquierdo no hay que recolocar a nadie, ya que tenemos a Francisco Javier Dorado, zurdo que se formó en la cantera del Real Madrid, con el flequillo rubio, o dorado (aceptamos también a Vivar Dorado para este puesto). En el eje de la zaga, un clásico transalpino, Paolo Negro, duro central que defendió durante 12 años la camiseta del Lazio, siendo internacional por su país. Le damos el número 4 por derecho. Como acompañante situaremos a Luis Verde, quien coincidió en el filial del Madrid con gente como Pardeza o Solana. Yo le vi jugando en el Xerez en la temporada 86-87.
La medular de este 4-3-3 nos queda muy apañada, empezando con Jose Luis Violeta, a quien no vi jugar, porque militó en el Zaragoza de los 5 Magníficos, y eso me suena a mí a algo muy antiguo. Sergio Castaño, a quien le vamos a dar la batuta del equipo, también pasó por las filas del Xerez CD, después de haber sido promesa sevillista. Como tercer centrocampista, alinearemos a Julian Rubio, quien, como futbolista, jugó en Albacete, Sevilla (en la época de Pablo Blanco, creo), y en el Barcelona de Schuster, y como entrenador, en un chorro de equipos, aunque ahora está disponible.
La delantera es el plato fuerte de este equipo, con un tridente nada desdeñable: por la derecha atacará Raúl Amarilla, el paraguayo que se nacionalizaría español. Pasó en la década de los ochenta por Zaragoza y Barcelona, donde ganó la Copa del 88. (También valdría Antonio Bermúdez Amarillo, del Cádiz de Irigoyen). Por el centro, un nueve puro: Iván Rosado, perla en su día del Recreativo de Huelva, que también pasó por el Xerez y tuvo su mejor época en Primera con el Osasuna. Y por la izquierda, con el 11 a la espalda, jugará Javi Moreno, delantero pícaro formado en La Masía, que llegó a jugar en el AC Milan en la 2001/2002 después de salirse en el Euro-Alavés de Mané.
Nombres comunes
No todos los futbolistas tienen un gran apellido como Beckenbauer, Amavisca, Landáburu, Botubot o Del Piero, o un nombre de pila como Romario o Endika, por no citar a Pier Luigi Querubino o Gianluca Pagliuca, que lo tienen todo. Muchos de ellos son conocidos simplemente por su nombre de pila normal y corriente (como el de la mayoría de nosotros), sin ninguna floritura. Así, me ha salido una alineación la mar de apañada, aunque puede haber muchas. Seguro que cada uno de vosotros tendréis la vuestra.
Bajo los palos vamos a colocar a Agustín, el portero del Real Madrid que jugó la final de la Copa de Europa de 1981 ante el Liverpool. Acabó sus días en el Tenerife. Un tipo sobrio y honesto. También podría servirnos como porteros Manolo, de Las Palmas, César, del Valladolid, Fernando del Sevilla….
La defensa nos ha salido leñera, como debe ser. Cristóbal, el solvente lateral formado en el Barcelona, pero que dio sus mejores días en el Español, ocupará la banda derecha. Y ahora viene lo bueno: vamos a escorar a la izquierda a Benito (aunque Benito es su apellido, aquí lo usamos como nombre, porque nosotros lo valemos). Un hacha, en lo literal y en lo figurado. Bueno, no es para tanto, pero siempre llevará el sambenito de jugador leñero, valga la redundancia. Y en el centro de la defensa, pondremos a Pepe, que, con este nombre, debe liderar la zaga de este equipo, al igual que hace actualmente en el Oporto, y a Juan, que fuera titular en la defensa de la canarinha, con la que jugó el Mundial del 2006 y el del 2010. No me negaréis que la pareja de centrales luso-brasileña Pepe y Juan no es de primer nivel.
El centro del campo mezclará el toque y la brega, siendo de total garantía. Por un lado, el periquito Sergio. Del Español al Deportivo, siempre jugó en la medular, siempre con buena llegada al área. Creo que fue internacional y todo, y ahora entrena al Cádiz. Por otro lado, el todoterreno Ángel. Antes que Míchel, había otro gran jugador en la banda derecha del Madrid. Y con el 10 a la espalda, repartiendo juego, otro brasileño, Diego, que fue pretendido por el Real Madrid y dio lo mejor de sí en el Werder Bremen.
La delantera os va a gustar. Con el 7, Raúl. ¿Quién si no? (Juanito hubiera valido, ahora que lo pienso. Aunque mejor lo reservo para la alineación de «Diminutivos»). Con el 9, Carlos, uno de los mejores arietes que ha dado el Oviedo. Con él logró las mejores cotas, llegando a disputar la UEFA, siendo eliminado por el Génova gracias a un cabezazo de Skuhravy. Con el 11, Manolo. Pedazo de nombre para un futbolista, internacional, goleador, pichichi y buena gente. Gran pareja para Butragueño en la España de finales de los ochenta.
Nombres con tres letras
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. O eso dicen. Este dicho se cumple en la siguiente formación, compuesta por jugadores conocidos por un nombre, apellido o apelativo con tres letras. Como veréis, sale una alineación 4-4-2 fácil de recitar, cortita en extensión pero de gran calidad y solvencia.
La portería va a estar bien defendida por un gran cristiano: Carlos Roa, quien, en lo mejor de su carrera, con 29 años, se retiró para seguir las enseñanzas de la Biblia, dejando al Mallorca FC compuesto y sin arquero. Al cabo de los años volvió, pero ya nada fue igual.
Juan Cruz Sol, el legendario defensa que defendió (ehhhh?) los blancos colores de Madrid y Valencia, tiene adjudicada la titularidad en el lateral derecho. Gil es el nombre artístico de Gilberto Ribeiro, internacional brasileño que llegó al Nástic de Tarragona en 2006. Aunque era delantero, no nos queda más remedio que reconvertirlo al lateral izquierdo. Jose Aurelio Gay fue jugador clave en la medular del mejor Zaragoza de los últimos años. Como a lo largo de su carrera fue retrasando su posición hasta encontrar su sitio como mediocentro, vamos a retrasarlo un poquito más al centro de la defensa, y seguro que lo hace bien. Su acompañante en el centro de la defensa se dejó la vida en el césped. Marc Vivien Foé se desplomó el 26 de junio de 2003 en el Estadio Gerland de Lyon mientras defendía a Camerún frente a la selección de Colombia. Jugaba en el Manchester City cuando sucedió lo peor.
Vamos con la media. En labores de contención pondremos, con el 6 a la espalda, a Ito, escolta que pasó por Betis, Español, Extremadura… (También nos valdría el Ito del Real Madrid de los 80, aunque más escorado a la banda). Acompañándole en la medular alineamos a Edu del Valencia (Eduardo Gaspar), en vez del Edú del Betis, porque nos hace falta reforzar el centro del campo. Corriendo la banda, quién mejor que Brian Roy, integrante de la Holanda que prometía mucho, con Bergkamp, Cocu, los De Boer, Overmars, Winter… pero que no se comió nada, si mal no recuerdo. Y repartiendo juego en la media punta, a la vez que ejecutando libres directos, a Rai, el hermanísimo de Sócrates, que dio buena cuenta del Real Madrid cuando militaba en el PSG.
La delantera promete batalla. Como ariete jugará Oli, el desgarbado delantero ovetense que pasó por el Betis y acabó siendo la estrella del Cádiz, y, acompañándole en punta, un clásico de la primera generación de oro francesa, Didier Six, uno de los delanteros de la espectacular Francia de Platini que nos quitó la Eurocopa en 1984. ¡Viva Arconada! En el banquillo vamos a dejar a Pepe Mel, por si hubiera que meter más dinamita en algún momento del partido.
Nombres de construcciones del hombre
El hombre le puso nombre a los animales, cantaba Bob Dylan bajo una cadencia sincopada. También le puso nombre a lo largo de la historia a sus construcciones, que no han sido pocas. Y, a su vez, estas construcciones han servido de apellido para los hombres, como muestra de agradecimiento. Algunos de ellos llegaron a altas cotas en el fútbol. Vamos a ver que, como mínimo, nos da para una alineación.
Bajo los palos vamos a situar al portero titular de la selección chilena durante el mundial de Francia de 1998, Nelson Antonio Tapia, que hizo toda su carrera sin salir de sudamérica.
Ha habido y habrá muchos Castillo en nuestro fútbol, pero para este equipo nos quedamos con Ezequiel Castillo, que jugó en el mejor Tenerife de la historia, procedente del Español. También hay varios Palacios, pero nos quedamos con un defensa nato, el navarro César Palacios, que en 2004 se fue al Numancia y ya le perdimos la pista. Otro que va a reforzar la línea de contención es Alfonso Cortijo, defensa fajador, duro y disciplinado, que defendió al Cádiz y al Sevilla. Y para cerrar la línea de cuatro, otro de la década de los setenta y ochenta, Fernando Molinos, que nació en Soria y jugó en la zaga del Español desde la temporada 1974/1975.
La línea de tres de la media tendrá al gijonés Iván Iglesias como organizador de juego, aunque tuviera cara de no enterarse de qué iba la película. Le flanquearán, por un lado, Esteban Granero, el Pirata, formado en la cantera del Real Madrid y retirado en el Marbella hace año y medio, y por otro Enrique Cárcel. Formado como centrocampista en la cantera del Barça, Cárcel jugó en L’Hospitalet, tras pasar por el Cádiz.
El tridente de este equipo igual hace que se le caiga una lagrimita a más de uno, porque en él volverán a compartir equipo la pareja de atacantes de la selección que ganó el Mundial de 2010. Fernando Torres, del que poco más se puede decir, David Villa, del que poco más se puede decir, y como acompañante situaremos a Gastón Casas, que no alcanzó las cotas de gloria de los anteriores, pero, con su parecido a Caniggia, fue pasando por el Recreativo de Huelva, Elche, Cádiz, Córdoba…
Para esta escuadra tenemos un banquillo nutrido, formado por gente como el Tato Abadía, Ángel Alcázar o el reciente ganador del Mundial con la albiceleste Leandro Paredes.
Nombres diminutos
Vamos allá con la alineación formada por jugadores conocidos por su nombre en diminutivo. Esto suele ser muy habitual en categorías alevines e infantiles (Jaimito, Pepito, Luisito..), pero muchos de ellos conservan el diminutivo durante su larga carrera, e incluso más allá de ella, con lo que el diminutivo ya no apela ni al tamaño ni a la edad, sino que se convierte en su nombre por derecho. Aquí va un once solvente con diminutivos:
No ha sido fácil encontrar un portero para este equipo, pero, finalmente, Monchi (Ramón Rodríguez Vermejo), el de San Fernando, se ha ofrecido a situarse bajo los palos.
La defensa, repleta de oficio, contará por la derecha con Marquitos (Marcos Alonso Imaz), lateral santanderino que ganó unas cinco copas de Europa con el Real Madrid. Por la izquierda, un lateral formado en el Barcelona, pero que despuntó en el Tenerife de Valdano. No es otro que Paqui (Francisco Nicolás Veza Fragoso). Con el número cuatro a la espalda, un clásico de la retaguardia azulgrana, el ceutí Migueli (Miguel Bernardo Bianquetti). Con 548 partidos, es uno de los jugadores del Barcelona que más encuentros ha disputado en Primera, tras 15 temporadas como titular en el centro de la zaga. Y flanqueándole, con el 5, Romerito (Antonio Manuel Ruiz Fernández). Su nombre deportivo fue Antonio hasta la temporada 1997-1998. En el Xerez había un compañero con el mismo nombre, y le empezaron a llamar futbolísticamente Romerito, como le conocían en su pueblo. Luego pasó a las filas del Mallorca y hasta le marcó al Real Madrid vistiendo la camiseta bermellona. No confundir con el Romerito de Cruyff.
Uno de los fijos en la media del Diminutivos FC es Manolito (Manuel Muñoz Ramírez) centrocampista del Cádiz de Irigoyen que compartió medular con gente como Pepe Mejías o Mágico González. Manolito no se vende. Por la parte derecha se desempeñará Joseíto (José Iglesias Fernández), quien ganó cuatro Copas de Europa en el Real Madrid como extremo derecho. Y para repartir juego vamos a situar a Pedri (Pedro González López), el benjamín de la alineación (nacido en 2002), fijo en el Barcelona y en la selección, y al gran Juanito (Juan Gómez), todo un emblema del madridismo. Hoy le damos el número 10.
La delantera va a estar copada por dos ex sevillistas: Antoñito (Antonio Ramirez Perez), díscolo y talentoso como él solo, que dio lo mejor de sí en el Xerez C.D., y Jesuli (Jesús Mora Nieto), sevillista errante y escurridizo que militó también en la Real Sociedad.
En el banquillo, quién mejor que Paquito (Francisco García), entrenador de dilatada carrera, que pasó por Rayo Vallecano, Villarreal, Valencia… entre otros muchos.
Jugadores con nombres de profesiones u ocupaciones
No ha sido fácil, pero al final hemos conformado una alineación la mar de coqueta con apellidos que referencian profesiones u ocupaciones del ser humano. Un poco defensiva, pero solvente.
Qué mejor portero para este equipo que Notario [Funcionario público autorizado para dar fe de los contratos, testamentos y otros actos extrajudiciales, conforme a las leyes]. Gran arquero que hizo sus mejores temporadas defendiendo los colores del Sevilla.
En la retaguardia tenemos nombres de sobra conocidos y ninguno jugará fuera de su posición. Por la derecha, Secretario [Persona encargada de escribir la correspondencia, extender las actas, dar fe de los acuerdos y custodiar los documentos de una oficina, asamblea o corporación]. Lateral portugués que no triunfó ni un ápice en el Real Madrid. Además, tenía más pinta de secretario que de futbolista. Por la izquierda jugará Sastre [Persona que tiene por oficio cortar y coser vestidos, principalmente de hombre]. Rafael Sastre se formó en la cantera del Mallorca, de donde pasó al Cádiz, y de ahí al lateral del Sporting de Gijón. Como central derecho, Ballesteros [Fabricante de ballestas. (Maravilla de oficio)], defensa nómada y fajador que coleccionó tarjetas de visita de los árbitros. Y como acompañante en el centro de la zaga, Ovejero [Que cuida de las ovejas], defensa central argentino que ganó dos Ligas y una Copa del Rey con el Atlético de Madrid, y lloró ante el zapatazo de Schwarzenbeck en 1974. Gran nombre de pila el suyo, Iselín.
Fraile (Religioso de ciertas órdenes, ligado por votos solemnes) jugará como stopper, aunque en sus tiempos no se estila el término. El Real Madrid le fichó jovencito en 1981 y fue titular varios años, antes de irse al Zaragoza. Otro centrocampista nato, que ascendió a Primera con el Levante, el Deportivo Alavés y el Málaga CF, le acompañará por el centro. No es otro que Carpintero (Persona que por oficio trabaja y labra madera, ordinariamente común). Como tercer centrocampista jugará un lateral diestro, Molinero (Persona que tiene a su cargo un molino), quien se formó en la cantera del Atlético de Madrid, de donde salió en 2006 para recorrer mundo.
El tridente de profesionales contará con un ariete nato como Soldado (Militar sin graduación), otro producto devorado por la trituradora de canteranos del Real Madrid, pero que supo rehacerse fuera de la capital. Verdugo (Ministro de justicia que ejecuta las penas de muerte y en lo antiguo ejecutaba otras corporales, como la de azotes, el tormento, etc.) se merece llevar el 10 a la espalda, aunque fuera lateral derecho. Sin duda es la estrella de la alineación. Se formó en el Real Madrid pero dió lo mejor de sí en el Español a finales de los 70, y fue internacional. ¡Con ese apellido, como para no serlo! Y con el 11 a la espalda jugará Herrero (Hombre que tiene por oficio labrar el hierro). Como hay muchos jugadores apellidados Herrero, coged el que más os guste: Chus en el Zaragoza, el jerezano Bruno, que perteneció al Sevilla, Manolo, mítico en el Jaén CF, e incluso el mítico Helenio Herrera.
Dos sílabas repetidas
Podemos afirmar que la siguiente alineación es un caramelito para locutores deportivos. Frente a los impronunciables Khidiatullin, Zygmantovich, Mjitarián… qué mejor que un once repleto de nombres cortitos, de dos sílabas, y además repetidas.
El cancerbero podría ser Tete. Alfonso Martínez Zambrano fue portero del Xerez CD en la temporada 2005/2006, equipo que dejó para marcharse al Salamanca y al Rayo, aunque nunca llegó a jugar en Primera División. Si no os gusta Tete, si no os cPonvencen sus características, podéis reemplazarlo por el marroqui que jugó en el Deportivo de la Coruña, Dudu.
En la defensa tenemos a dos zaguero auténticos y a dos reconvertidos, porque si no, no llegamos. Uno de los defensores natos, Pepe (Képler Laveran Lima Ferreira), que vuelve a aparecer en estas alineaciones, tras su fulgurante aparición en la de Nombres Comunes. Es que su nombre da mucho juego. El otro es un lateral izquierdo apellidado Coco. Francesco Coco, que llevará el número 3 en este equipo, pasó con más pena que gloria por el Barça, procedente del Milan, en la temporada 2001/2002. Completarán la línea de cuatro, por un lado, Nené (Anderson Luiz de Carvalho), que fue un delantero trotamundos del fútbol español (militó en Mallorca, Alavés, Celta y Español durante la primera década del siglo XXI), y, por otro, Yiyi (Francisco Pérez) (no se sabe qué es mejor, si su nombre o su apodo), otro delantero que jugó en el Sevilla de primeros de los 80, junto a ilustres como Montero, Bertoni, Super Paco o Biri Biri.
A ver si la media da el callo, porque si no, este equipo va a ser un coladero. Por la izquierda jugará Nono (José Antonio Frasquier Cobo) quien jugó en la banda izquierda del Jaén casi una década, desde el 92 hasta el 2001. Por la derecha, a pierna cambiada, pondremos a Momo (Jerónimo Figueroa), que llegó al Xerez en la temporada 2007/2008 cedido por el Deportivo de la Coruña, y el canario se destapó como un zurdo de mucha calidad, un jugador de Primera, pieza clave en el ascenso del equipo del año 2009. De ahí pasó al Betis y a Las Palmas. Como organizadores van dos con mucha calidad, aunque poca briega. Sisi (Sisinio González), manchego que juega actualmente en las filas del Ehime FC japonés, y que fue internacional en todas las categorías inferiores de la selección, jugando en el Valencia, Recreativo de Huelva, Valladolid, etc… Con el número 10, un balón de oro, Ricardo Izecson Dos Santos Leite, más conocido como Kaká, quien llegó al Real Madrid en 2009 con un reto nada fácil: sustituir el hueco dejado, en el campo y en el corazón de la parroquia madridista, por Laurent Faubert.
La delantera promete alegría, samba, y dos mundiales, los de 1958 y 1962. Didí (Waldir Pereira) llegó al Real Madrid en 1959, después de haber sido el cerebro del Brasil de 1958 en el que debutó Pelé. En España fue eclipsado por Puskas y Di Stefano y regresó al año siguiente a su país. Ahí empezó la leyenda que dice que ningún jugador negro triunfará en el Madrid. En el equipo rival de la capital jugó Vavá (Edvaldo Izidio Netto), ganador también de dos mundiales con la canarinha (marcó en las dos finales), y jugador del Atlético de Madrid entre 1958 y 1961.
Johnny Rep, por Dios. ¡Johnny Rep!