Opinión

Pagos del FC Barcelona: No nos merecemos que la justicia mire para otro lado

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La cadena SER desvelaba ayer en exclusiva que la Fiscalía está investigando un pago por importe de 1,4 millones que presuntamente el FC Barcelona había realizado a José María Enríquez Negreira, el que fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros entre 2016 y 2018. Precisamente las fechas donde cobró ese dinero del club blaugrana. También El País publicaba este miércoles que tenían la confirmación por parte de fuentes judiciales de dicha investigación. Por lo tanto, el primer punto que nos encontramos es que algo hay o al menos así lo aseguran dos de los medios más serios y prestigiosos de España.

De hecho, el club ha admitido dichos pagos por supuestos informes verbales. Es relativamente común que clubes profesionales cuenten con ex árbitros asesorando a los jugadores o al entrenador sobre nuevas normas, comportamiento en el campo hacia el árbitro, etc. Y parece ser que el Barcelona le ha dicho a la fiscalía que se trata de algo similar. Pero, obviamente, la historia no parece tan simple. Tenemos a un club que está dando dinero a alguien que fue dirigente arbitral y que tuvo un puesto de especial importancia dentro del órgano que se encarga del funcionamiento y organización del arbitraje español. Veremos la legalidad, pero feo, parece ser bastante feo.

Lo que se está investigando por parte de la justicia española es un delito de corrupción entre particulares. A partir de ahí, la fiscal presentará denuncia o bien archivará la causa. En el caso de que la fiscalía decida presentar esa denuncia y un juzgado acepte iniciar el trámite judicial, será bastante interesante ver la reacción de la justicia deportiva en un país donde muchos nos quejamos de que pasan «cosas raras» pero nunca se llega a nada. Podemos creer que en el deporte español somos unos santos y que los escándalos, la corrupción o el engaño es ADN del fútbol italiano o ser realistas y pedir seriedad. Quizá no solo hagan trampas los italianos o los ciclistas, quién sabe. Evidentemente, en este momento, el Barcelona es inocente de cualquier cosa que se pueda insinuar, ya que vivimos afortunadamente en una democracia liberal, pero, independientemente de la decisión de la justicia ordinaria, si el Barcelona ha hecho esos pagos a una persona que estaba ejerciendo un cargo arbitral, es necesario que la justicia deportiva no mire para otro lado. Por el bien de la credibilidad pública, de la competición y del propio Barcelona.

Según lo publicado, este tipo de pagos lo lleva haciendo el club azulgrana desde la época de Joan Gaspart, que se inició en el año 2000. Enríquez Negreira creó una empresa en 1995, Dasnil S.L., que es donde se depositaron dichos pagos. Según El País, «la investigación de la Agencia Tributaria a la empresa ha acreditado que esta recibió 1,4 millones durante el mandato de Josep Maria Bartomeu y que los pagos procedentes del club se detuvieron en junio de 2018, una fecha que coincide con la constitución de un nuevo Comité Técnico de Árbitros y con la salida de su hasta entonces vicepresidente».

Josep Maria Bartomeu

Desde el club se defienden diciendo que Negreira, que obviamente también fue árbitro, les realizaba informes verbales, el típico asesoramiento arbitral. Aunque lo lógico no es que esas personas estén trabajando en el fútbol cuando aconsejan a clubes. El Barcelona aparece como la máxima fuente de ingresos de Dasnil S.L. En resumidas cuentas, tenemos a un club que ha dado cantidades de dinero importantes a un responsable arbitral en activo. De leer las redes sociales sobre el asunto se vislumbra una desconfianza notoria hacia los responsables que se tienen que hacer cargo de la veracidad del asunto y de sus posibles consecuencias. Que esto, como todo lo que pasa en España, quedará en nada. Un país en el que, recordemos, que Ángel Luis Vizcay, exgerente de Osasuna, confesó el amaño de tres encuentros de Primera División entre 2013 y 2014, involucrando a Valladolid, Betis, Getafe y Espanyol. En todos esos encuentros hubo jugadas, digamos, polémicas. También se llegó a juzgar un LevanteZaragoza con 36 jugadores acusados y el propio club como imputado. El juez absolvió a todos, incluyendo al club. Se juzgaba entonces si el Zaragoza había pagado a los jugadores del Levante por dejarse ganar. En cambio, la justicia deportiva sí condenó en el Caso Osasuna a once personas y quedó acreditado que el club rojillo había pagado al Betis para ganar al Valladolid y luego dejarse perder con Osasuna. Pero el club no fue descendido.

Hay cierta sensación de agravio entre el aficionado al comparar esas situaciones con la inflexible mano dura que demuestra, por ejemplo, la justicia deportiva italiana. Este año había absuelto a la Juventus y otros clubes de falsear plusvalías de jugadores, pero cuando la justicia ordinaria encontró más pruebas, reabrió el proceso y ha castigado a la Juventus con quince puntos menos y se esperan sanciones todavía más duras y quizá no solo para la Juve. Además, todo el mundo recuerda el caso «Calciopoli» donde el club italiano fue descendido a Serie B. La Juve es el equipo con más títulos y aficionados de Italia. Muchos aficionados ven una quimera tomar represalias contra un grande en España haga lo que haga. Hechos infames, como cuando el Barcelona se negó a jugar un partido de Copa en el año 2000 y acabó siendo indultado, no ayudan a cambiar esa percepción de los aficionados. Debemos ser la liga más honrada del mundo porque hasta en Inglaterra y Francia parece que ya se han cansado de las maniobras financieras de PSG y City y ambos están siendo investigados.

Y es que realmente el deporte español tiene manchas que por mucho que intentemos ignorar hacen daño y no se olvidan. El caso de dopaje de Eufemiano Fuentes fue claramente una vergüenza que provocó el bochorno de periodistas internacionales. El amable lector puede disfrazarse de Tercio de Flandes y creer que todo es una conspiración de los enemigos de la patria, pero el dopaje fue y sigue siendo un problema enorme en el deporte español que no se quiso tratar ni en aquella operación que prometía mano dura. Durante la «Operacion Puerto», una investigación contra una red de dopaje dirigida por el médico canario supimos que trabajó con varios clubes de fútbol, que se habló de la Real Sociedad, que Real Madrid y Barcelona también contactaron con él. Y que, por supuesto, no solo había ciclistas involucrados aunque, para variar, fueron prácticamente los únicos que pagaron. Todos sabíamos quien era Urko. Todos, en realidad, sabíamos lo que pasó antes y después de Barcelona 92. Y también sabemos lo que pasó con la sentencia de la Operación Puerto. Esa inacción contra el dopaje ha perjudicado más a Madrid a la hora de buscar sus primeros Juegos Olímpicos que cualquier discurso negativo o cualquier otra circunstancia. España quiere organizar junto con Portugal y Ucrania, el Mundial del año 2030.

Insisto, el Barcelona es inocente hasta que se demuestre lo contrario y por supuesto, tiene derecho a que la investigación se haga acorde a los mecanismos democráticos que todos queremos en la justicia. Pedir que se abra una investigación, que igual luego no llega a nada y es sobreseída, no es atentar contra ese derecho, no es mancillar el nombre de nadie, es responder con respeto, transparencia y honestidad hacia el deporte español. Hay informaciones que hablan de Negreira asistiendo como espectador en el palco del Camp Nou en innumerables ocasiones. Otras informaciones ya destacan que durante el periodo de vicepresidencia de este al club catalán no le pitaron un penalti en contra en 78 jornadas. Nada de esto significa nada, tampoco se trata de contar los títulos ganados o perdidos en ese periodo. La propia Juventus condenada por influir y presionar sobre las designaciones arbitrales, sufrió a Pierluigi Collina en un partido en Perugia cuyo campo estaba absolutamente impracticable y donde los bianconeri se enfangaron en un empate a cero que acabó dando el título a la Lazio, que, cosas que pasan, era el equipo favorito de Collina, según admitió él años más tarde.

Pasan cosas raras muchas veces. Los rumores, las sospechas pueden ensuciar la Liga en un momento delicado con la sombra de la Superliga y el crecimiento desmesurado de la Premier. Pero lo que distingue un deporte serio del que no lo es, es el que no tiene miedo a buscar. Lo hizo la Federación Italiana y años después la Juventus logró una racha triunfal de Scudetti y llegó a dos finales de Champions. Lo hizo el ciclismo y hoy goza de una generación joven, valiente y descarada, que está enganchando al aficionado. Si la justicia deportiva abre una investigación y encuentra que lo que hizo el Barcelona es perfectamente legal, mejor, pero que no mire para otro lado, porque entonces el silencio es más peligroso que el peor de los gritos. Los que pagamos con nuestros sueldos de mileuristas hasta 30 o 40 euros por ver el fútbol español, siendo el más caro de toda Europa, no nos lo merecemos.

6 Comments

  1. Miguelón

    Un artículo valiente y certero.
    Es muy grave.

    El conflicto de intereses es tan claro, que avergüenza que no se exijan responsabilidades.

  2. Molinero

    Se podría añadir el no cierre del Camp Nou cuando el Madrid lo visitó con Figo, lo oscuro de la conversión de algunos clubes en SAD (Atlético de Madrid y Jesús Gil a la cabeza), lo de los de paralímpicos en Sidney, … ni siquiera el destrozo de las habitaciones del hotel de Londres donde se alojaban los del basket en los juegos de 2012,…
    Salvo comentar los partidos, los rumores de fichajes y cotilleos , la prensa deportiva española no hace otra cosa.
    Lo de la cadena SER y El País como serios y prestigiosos… bueno. Solo faltó añadir lo de independientes y objetivos.

    • Monica Fernández

      Bueno, creo que dentro del panorama español son de lo más fiable. Lo que no les quita de muchísimos fallos, por supuesto.

  3. Manuel P.

    Algo tan prosaico como el fútbol mueve a escribir esto y más. No, no considero que el Barcelona tenga que responder. Mi opinión es que el Barcelona, el Madrid, el Atlético y demás bestias deben desaparecer para volver a tener un deporte que no imponga esta clase de masas, racistas, homófobas, misóginas, apoyadas en el todo es la guerra. Con unos jueces que lejos de ser independientes está comprados según los escritos de la prensa. En serio, si queréis espectáculo id al teatro o al cine. El futbol es barato y cuesta caro. No es lógico.

  4. Miguelón

    ¿Pero qué dice usted? Es alucinante que uno pueda escribir semejante idiotez y quedarse tan ancho, torpedeando cualquier posible debate. Su comentario no dice nada. No se entiende, y casi mejor.

    Señor Manuel, aquí la noticia es que el FC Barcelona tenía a sueldo al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Con un salario desorbitado. Con numerosas retiradas en efectivo de cajeros, con un burofax lleno de amenazas del señor Negreira. De todo esto se desprende que:
    – El Barça incurrió en un conflicto de intereses claro, al contratar a un miembro en activo del comité arbitral, para obtener «neutralidad» del estamento arbitral.
    – Presuntamente, dicha relación económica pudo desembocar en favores arbitrales, ensuciando la competición y mereciendo, en mi opinión, una sanción severa (retirada de títulos, descenso deportivo, como la Juve en el Calciopoli).

    Más allá de la broma pesada de que «haya prescrito», con una ley del Deporte de risa y tramitada de urgencia hace escasas semanas, hay mil preguntas por resolver. ¿Hasta dónde llegará esto? ¿Se demostrará que hubo pagos directos a árbitros? ¿Es siquiera relevante, o solo tener a sueldo al vicepresidente del CTA es motivo suficiente para una sanción ejemplar? ¿Cuándo empezó? ¿Por qué ningún presidente lo destapó? ¿Debemos dejar que pase como si nada, como ocurrió con los casos de compra de partidos que menciona Mónica? ¿Por qué Tebas se pone de perfil? ¿Qué debe hacer el Madrid, viendo que a sus dos únicos socios en la aventura de la Superliga no paran de salpicarle escándalos?

    Su enigmático comentario destila envidia. «Barcelona, Madrid y Atlético y demás bestias deberían desaparecer». Ya, claro. Vea usted la Liga SmartBank o la 1ª Federación y déjenos en paz hombre. El fútbol es caro y cuesta caro. Y es deporte y espectáculo. Lo que debe desaparecer es la corrupción y las trampas, y debemos proteger lo que amamos (el deporte, la cultura, las instituciones democráticas) de los chorizos y aprovechados que asolan nuestro mundo, por mucho que le moleste a su petulante persona.

  5. Pingback: LaLiga de los nadie

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