El Barça no desaprovechó la ocasión y se colocó a ocho puntos del Real Madrid, que perdió en Palma, tras ganar al Sevilla. Queda muchísimo por delante y añadan todos los tópicos habidos y por haber a continuación, pero el equipo de Xavi es, desde ya, el gran favorito para ganar LaLiga. A los culés les costó porque enfrente tuvieron a un rival al que los modernos analistas califican como reactivo, que queda más fino y breve, a lo que los de toda la vida han llamado poner el autobús y a verlas venir. El Sevilla aguantó la primera parte gracias a Bono, que estuvo espléndido en dos ocasiones ante Lewandowski -especialmente la segunda en el 26’ despejando a córner del polaco desde fuera del área- y nada más. En la segunda los tantos de Alba, Gavi y Rapinha dieron la victoria a los culés y una ventaja que ahora mismo se antoja un mundo para un Madrid que ofrece cada día que pasa más señales de debilidad.
Para otro día queda pendiente el debate sobre el nivel del campeonato porque el Barça fue el único de los seis primeros clasificados que consiguió sumar tres puntos. No sólo pinchó el Madrid, sino que cayó también la Real Sociedad ante el Valladolid, empató el Atlético en el derbi con el Getafe, perdió el Villarreal contra el Elche y el Betis con el Celta. Una liga en la que la diferencia entre el primer clasificado y el cuarto es de 18 puntos en febrero da para reflexión, pero ese no es el problema del Barça ni le resta méritos a un liderato absolutamente merecido.
El efecto Mundial y el caso Vinícius
Se habló mucho de cómo afectaría un Mundial en pleno mes de diciembre. Y la primera respuesta ya la tenemos: los culés son los únicos que no fallan. Unas veces con mejor juego y otras con peor, pero con la única mancha del empate ante el Espanyol nada más regresar. De los seis partidos que se han disputado a la vuelta de Qatar, el Barça ha ganado cinco; el Madrid, tres y ha caído frente al Villarreal y el Mallorca y empatado ante la Real Sociedad. 16 puntos por 10 de los blancos. Y las sensaciones que dan los dos son opuestas: los de Ancelotti van con el gancho, les espera un calendario tremendo y el ‘plan B’ no funciona.
Ante el Mallorca el técnico dejó a Modric y Kroos en el banquillo, colocó a Valverde, Tchouameni y Ceballos en la media, Rodrygo jugó por el lesionado Benzema y Camavinga por Mendy. El angoleño fue el único que estuvo a tono y fuera de su posición además como lateral izquierdo. Nacho se marcó un gol en propia puerta, Courtois se lesionó en el calentamiento y Asensio falló un penalti, pero dejando a un lado las calamidades el Madrid no disparó entre los tres palos y así no es que sea difícil, sino imposible. Encima, se habla más de Vinícius que de fútbol, incluyendo dentro del propio Madrid, lo que no deja de ser una señal evidente de que hay un problema. Que los gestos de Maffeo y Raíllo sean feos, feísimos, o que reciba muchas faltas distraen del hecho, la evidencia, de que el brasileño esté ya señalado y todos se atrevan. Y quien parece más desubicado es él, que es lógico porque sólo tiene 22 años, pero para rebelarse ante una realidad así hacen falta inteligencia emocional y serenidad. Y ni lo uno, ni lo otro.
El debate sobre Vinícius servirá para alimentar tertulias de taberna y desviar la atención de lo que de verdad importa: el fútbol. Y el Real Madrid necesita urgentemente espabilarse y contrarrestar con argumentos futbolísticos lo que ocurre dentro del terreno de juego porque le vienen el Mundial de clubes, la Champions y la semifinal de Copa del Rey ante el Barça, que está lanzado.
Un Barça sólido
A estas alturas, con 53 puntos y encajando sólo siete goles en 20 jornadas, no se puede interpretar la solidez defensiva del Barça como una casualidad. A un Ter Stegen en forma se le une una zaga con jugadores como Christensen, Araújo o Koundé que son vitales y Xavi ha dado en la tecla con la fórmula de los cuatro centrocampistas. Busquets se lesionó nada más comenzar el partido ante el Sevilla y su repuesto, Kessié, se lució en la jugada del primer tanto en la que pisó, giró y picó una pelota dentro del área para que Jordi Alba -que llevaba cuatro partidos consecutivos siendo suplente- se estrenara como goleador esta temporada.
Sin enamorar ni entusiasmar debido a su juego intermitente (son capaces de ganar sin controlar el partido como en Girona y cuatro días después hacerlo de manera brillante ante el Betis) los números son incontestables y sin salir de la frontera no hay quien les tosa. En una semana y media descubriremos si el nivel actual les sirve también en Europa cuando se enfrenten al Manchester United en la Europa League, pero ahora ya nadie les puede quitar lo bailao.
Curioso, muy curioso que en esta columna, siempre atenta a señalar las vergüenzas del fútbol (mundial de Qatar, supercopa de Arabia, caso Dani Alves), se haga la vista gorda con la xenofobia y el acoso a Vinicius.
Empecemos por el principio. Soy del Real Madrid, y en esto del fútbol la polarización es inevitable. Eso no me impide reconocer que, como señala Gemma, el Madrid hizo un partido muy plano, sin apenas ocasiones. Desde el mundial falta frescura, movilidad e imaginación y quitando el día de la Real Sociedad y ratos contra el Valencia, nos cuesta un mundo crear ocasiones.
Dicho esto, apuntar dos cosas que la articulista ha obviado, espero que no a conciencia ni de mala fe.
1. En primer lugar , el caso Vinicius. Como dice sabiamente Ancelotti, hay que cambiar el foco. Encontrar titulares como este («El Madrid se distrae con Vinicius»), en una web como JotDown, me dan ganas de llorar. Decir que Vinicius provoca , es como aquello de «es que llevaba la falda muy corta» con el machismo y las violaciones. Vomitivo.
El nivel de bullying que estamos viendo con el brasileño, con trazas de racismo (otra vez se le llamó mono en Son Moix), es intolerable. Soprende ver que cuenta con la connivencia de público, periodismo y árbitros. Acabará mal. Ayer recibió 10 faltas (una cada 3:30 minutos de tiempo efectivo), múltiples provocaciones (Maffeo persiguiendole con gestos de llorón) y amenazas veladas (Raillo). ¿Es esto deporte? ¿Son los valores que queremos transmitir a nuestros hijos? Pero el titular es «El Madrid se distrae con Vinicius».
Únicamente vi niveles parecidos con Cristiano, con la diferencia de que el portugués tenía ramalazos de soberbia que, sin justificar tampoco el odio exacerbado que vivía en cada estadio, lo hacía menos execrable.
En fin. Desquiciar a Vinicius sale rentable. Y es vergonzoso. Como dice Ancelotti, tiene que cambiar el foco, aunque viendo que incluso en JotDown se justifica y minimiza, parece difícil.
2. En segundo lugar, Gemma habla de que solo un equipo de los 6 primeros ganó, y que hay 18 puntos entre el primer y el cuatro clasificado como ejemplo del bajo nivel de la liga.
Para mí la clave no es esa. Ayer el Mallorca-Real Madrid fue infumable para cualquier espectador. No ya por la estrategia de los de Aguirre (bloque bajo y 11 jugadores detrás del balón) sino las constantes faltas e interrupciones que hacen imposible el entretenimiento. El Mallorca hizo 29 faltas, por 14 del Madrid. En amarillas, 5-5. Hubo 35 minutos de tiempo efectivo. El fútbol español es cada vez es más aburrido, gracias a Tebas, y árbitros.
Perdón, corrijo un error en mi comentario. El tiempo efectivo del partido fue inferior a 48 minutos (aberrante) de los cuales el 74% (35:30) tuvo el balón el Real Madrid recibiendo una falta cada 1:15 minutos de posesión
“Únicamente vi niveles parecidos con Cristiano”. En fin, querido amigo, poco que añadir. O usted ha visto poco fútbol en estos últimos años o lo ha visto mal. Luego si quiere discutir de la temporada actual, podemos hablar de datos. Como penaltis señalados, faltas señaladas, amonestaciones cobradas, etcétera. Si no, vuelva al Marca, al As o a tomarse unas cañas al chiringuito, que ahí estará más cómodo con las teorías de la conspiración.
Iván, precisamente comento aquí para debatir, contraponer argumentos y datos que usted enumera pero no detalla. Le animo a que los ponga encima de la mesa. Es difícil evitar el fanatismo en el fútbol (yo mismo habré caído seguro en él, ya sea con la vehemencia o el tono o ambas), pero esperaba un poco más de nivel en las respuestas que su exabrupto (este sí, propio de As o Marca)
Le voy a dar algunos datos:
– Las 29 faltas hechas por el Mallorca suponen un récord en ligas europeas desde el 2020. El mismo Mallorca hizo 9 faltas en su partido este año contra el FC Barcelona. De las 5 amonestaciones al equipo bermellón, 3 fueron despues del minuto 80. Las mismas tarjetas amarillas que el Real Madrid (record de los últimos 8 años).
-Vinicius recibió ayer 10 faltas, record desde 2013. Lleva 79 faltas recibidas esta temporada, líder europeo con bastante diferencia. Le han sacado 5 amarillas. En Europa, en cambio, ha recibido 11 faltas (casi las mismas en 6 partidos que en el día del Mallorca!), y 0 amonestaciones.
No sólo es la persecución y provocación constante de rivales y la permisividad de árbitros; es también el hostigamiento constante del público y la doble vara de medir con actitudes racistas como las vividas en Pucela o Son Moix.
Vinicius es un chaval corto de entendederas, buen fútbol pero no excelso, sobrevalorado (mediática y económicamente) y con tendencia a hacer el idiota/payaso o como lo quieras llamar, más allá de si es negro/indio/asiático/vikingo. Es un provocador nato pero sin la capacidad de asumir las consecuencias de sus provocaciones. (Lo de la falda corta no deja de ser un mal chiste y totalmente desnortado en ese caso, déjame que te diga).
El Madrid anda en decadencia porque sus jugadores son mayores, los que les toca tomar el relevo no dejan de ser buenos jugadores pero que no van a marcar época y difícilmente se les pueda considerar de entre la créme europea. Hasta ahora pues se ha podido compensar con alguna Champions y alguna liga, pero está claro que en este mismo momento está un paso por debajo de su rival. El tema es que el rival está en fase de crecimiento y el Madrid no está parando su caída creando un nuevo bloque. Y eso es lo que hay por ahora.
Y sí, ese es el meollo del problema. El elefante en la habitación, el gran problema al que no nos queremos enfrentar y sale más a cuenta hablar de supuestas ayudas arbitrales al Barça, que si sufre racismo porque no sé qué, y demás cantinelas. Tiene huevos oír a los madridistas ir llorando por todos los medios de que la Liga quiere que gane el Barça y que si todo son ayudas, porque leelo bien, el Madrid ha cimentado gran parte de sus logros a base de trampear con ayudas arbitrales, al menos en lo que a Ligas y Copas del Rey respecta.
Y precisamente soy de un equipo pequeño que ha jugado años en Primera y que probablemente vuelva a ascender de nuevo este año, con lo que el mismo cariño tengo al Madrid que al Barça, ninguno. Porque son los dos equipos que realmente falsean la competición y así lo sentimos aficionados de tantísimos equipos.
Durísimo análisis a la vista de la recientísima Champions del equipo merengue (con liga incluida), que ha dominado en Europa en la última década. 5 Champions son muchas, demasiadas; tantas, que es imposible taparlas ni con toneladas de menosprecio sesgado.
Entiendo que en el fútbol manda la inmediatez, pero sigo viendo tu comentario algo precipitado. Por rescatar algo de tu durísimo comentario, preocupa que la nueva hornada no esté a la altura de la vieja guardia. Pero, ¿cómo iba a estarlo? Muchos de esos jugadores son irrepetibles.
Tema arbitral: en ningún momento menciono ningún complot ni queja en ese sentido. No creo en amaños ni conspiraciones, me aburre.
Si creo que hay una persecución brutal a Vinicius, bastante obvia, sólo tolerada por el odiado color blanco de su camiseta. El relato es clave y quien controla la narrativa tiene mucho ganado. Ahora el mantra es que Vini es un provocador.
Le animo a que venza su pereza y nos dé datos de las provocaciones del brasileño. ¿Besarse el escudo? ¿Bailar? Curioso que Vini no fuese un provocador en 2018, 2019, 2020 y 2021 y le diese por ahí desde este año (donde ya ha recibido más faltas en una vuelta que en toda la temporada pasada). Curioso también que sólo provoque en España, ya que en la Champions sus actuaciones han sido impecables (sin tarjetas y muchas menos faltas recibidas).
Haga el esfuerzo, se lo suplico, de ponerse en su piel. 22 años, un chaval de Brasil, inmaduro, con sus tonterías y cosas de veinteañero, pero buen chico al fin y al cabo. Ya le digo que no hay dios que aguante ese nivel de presión y provocación. De hecho ayer, bastante contenido estuvo.
Si lo de la falda no le ha gustado, ahí va otro símil: a los chavales que les hacen bullying, si todos los niños van a por él y no a por otro, ¿quizá es porque ellos se lo buscan?
Repito, pido datos sobre las provocaciones de Vinicius, si los tiene; no el relato antimadridista de siempre . Por cierto, con Neymar, por mucho menos, nos llevábamos las manos a la cabeza. Da vergüenza ajena ver a algunos periodistas que entonces pedían pena capital para los carniceros, justificar ahora incluso el racismo (https://twitter.com/Marc_Cornet/status/1622564497067216896?s=20&t=23qH1dOyL8npeKj9iUBXLw)
Respecto al pique contra los equipos grandes, hasta cierto punto me parece sano. El David contra Goliath, la proeza de derrotar al grande , al poderoso, tiene su mística. Pero creo que a veces se nos olvida que esto es «solo fútbol», lo más importante de entre las cosas menos importantes.
Un saludo