El regreso de LaLiga, con su marca renovada y su producto devaluado, nos trae también la paulatina reincorporación de estrellas al firmamento mediático. El domingo, al calor de la primera jornada, regresaron a sus puestos Juanma Castaño en El partidazo de Cope y Josep Pedrerol en El chiringuito de jugones. El primero ha estado a otras cosas durante sus vacaciones, como debe ser, lo que deparó un momento simpático en medio de las cuitas propias del tertulión de los domingos. Un colaborador recordó que Joao Félix ha dejado claro que quiere ir al Barça y Castaño creyó oler sangre fresca: «¿Ha dicho eso?» Tuvieron que explicarle que sí, y que no era precisamente noticia de última hora. Castaño admitió que no tenía ni idea y hasta el final del programa todo fueron bromas sobre su retiro veraniego. Chiringuito y periodismo hacen mala mezcla.
Pedrerol, decíamos, también volvió el domingo. Y como se espera de los cracks, por la puerta grande. El hombre de las exclusivas de oro no defraudó y desveló a sus fieles espectadores la noticia del año, por encima incluso del Caso Negreira: Kylian Mbappé, por lo visto, no va a fichar este año por el Real Madrid. Lo contrario no habría tenido sentido alguno pues, como todo el mundo sabe, Mbappé ya fichó el verano pasado.
"Exclusiva" dice. 🤣🤣🤣🤣🤣 https://t.co/7YXeF7wCOP
— La Libreta de Van Gaal (@lalibreta) August 15, 2023
Pedrerol, por supuesto, envolvió esta presunta novedad en su habitual parafernalia, consistente en calzar la palabra EXCLUSIVA allá donde se pueda, ya sea un rótulo parpadeante o una voz grave que rompe el silencio tenso del programa para anunciarnos el advenimiento. Pedrerol contó lo mismo que llevan semanas contando otros periodistas. No sabemos si le pasó como a Castaño, y fue víctima de la aconsejable desconexión vacacional, o es que vive en una burbuja. Tan dado a acusar al resto de medios de trabajar menos que él, tan propenso a creer que El chiringuito es el que marca la pauta de la actualidad, o se ha olvidado o quiere hacernos ver que no hay vida más allá de su programa.
Huérfano de estrellas como Pedrerol, el verano suele ser confiado a periodistas de perfil más bajo. Podríamos llamarles periodistas Mendilibar. ¿Recuerdan los elogios que recibió cuando entró con bien pie en el Sevilla? Los analistas, tan dados a colgar etiquetas a los entrenadores, decidieron que a él le correspondía la de «normalidad». Así que las odas fueron por esa línea. Se destacaba que Mendilibar no había hecho nada extraordinario, que simplemente se había limitado a poner orden, a dejarse de inventos, a colocar la nevera en la cocina, el sofá en el salón y la cama en el dormitorio.
Todas las radios y teles suelen tener alguno de estos profesionales y en ocasiones consiguen que, durante dos o tres semanas, los programas sean menos estridentes pero también más llevaderos. Uno de ellos es Aitor Gómez, que durante los dos últimos años ha presentado Radioestadio noche en Onda Cero. En todo este tiempo he tenido la sensación, avalada por el nulo esfuerzo que ha hecho la emisora en promocionar el programa, de que Gómez era un interino. Parecía que, en cualquier momento, José Ramón de la Morena iba a regresar de sus eternas vacaciones —cuando digo «en cualquier momento» me refiero en realidad a cualquier momento a partir del 15 de septiembre—.
La semana pasada, Onda Cero anunció que los nuevos copresentadores de Radioestadio noche serán Edu Pidal y Rocío Martínez. Aitor Gómez, según contó en una publicación en Instagram, seguirá en la radio, aunque en otras labores. Su programa no era memorable, no. No lo era. Tenía todas las taras sistémicas a las que aquí damos vueltas cada semana, pero creo que él puede estar tranquilo, más allá de no haber funcionado en audiencia, como tampoco lo hizo precisamente su millonario predecesor. Con unos colaboradores que no se lo pusieron nada fácil, intentó sencillamente que el oyente pasara un rato agradable antes de irse a dormir. Como director resultaba cercano, era tranquilo y educado. El sofá en el salón y la nevera en la cocina. Sin ínfulas, sin autobombo, sin falsas exclusivas para retener a los incautos. Lo raro es que durara dos temporadas, que no se lo hayan cargado mucho antes.