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Andre Turner: «En cuanto vi a Ricky Rubio con 16 años, le dije: ‘vas a ser especial’»

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En el Ourense

La aparición de Andre Turner en la ACB en la temporada 92/93 revolucionó nuestro baloncesto. No era habitual por entonces encontrarse en las canchas españolas con bases tan rápidos y espectaculares como el de Memphis. Alfred Julbe (su entrenador en Zaragoza, Joventut y Cáceres) nos cuenta que de él destacaba «su velocidad de ejecución, tanto en ataque como en defensa». Tal fue el revuelo que causó su llegada a Ourense, su primer club en España, que sus primeros entrenamientos fueron todo un acontecimiento para sus compañeros, que no estaban acostumbrados a compartir vestuario con un base tan rápido y con su extraordinario manejo del balón. Javier Pérez Iniesta (compañero en el Coren Ourense) nos dice que recuerda que «era alucinante, tenía una superioridad espectacular sobre el resto. Luego ya, cuando empezó la liga y vimos que con todo el mundo era igual, nos tranquilizamos un poco. Además, físicamente era un portento. Aguantaba, con aparente facilidad, prácticamente el partido completo. Sus más de 33 minutos por partido en las doce temporadas que permaneció en la ACB hablan por sí solos. Para ello, se exigía al máximo en cada entrenamiento. Llegaba el primero y se marchaba el último, su espíritu de sacrificio diario era un ejemplo para todos. La verdad es que entrenaba siempre muy duro. Le recuerdo especialmente cuando hacíamos los ‘Suicidas’, que consistía en correr sin balón de la línea de fondo al tiro libre y volver, del fondo al medio campo y volver, del fondo al tiro libre contrario y vuelta, por último, de fondo a fondo, es decir, toda la pista. Pues bien, Andre nos sacaba la pista entera al resto. Cuando él había acabado nosotros estábamos volviendo. Era rapidísimo».

Unos años antes de instalarse en nuestro país había sido elegido por los Ángeles Lakers en el puesto 69 del Draft del 86. A pesar de que lo intentó durante seis años en varios equipos de la NBA, no tuvo suerte y decidió probar fuera de los Estados Unidos. No era fácil para un base de poco más de 1,80 m hacerse un hueco en la mejor liga del mundo. Por suerte para nosotros, «El Pequeño General», como se le conocía en el mundo del baloncesto, acabaría creando escuela en España. Era el líder perfecto, aquel que predicaba con el ejemplo, sin necesidad de hablar mucho. Y esto no era fácil para un norteamericano recién aterrizado en España. A la mayoría les costaba adaptarse. Sin embargo, a Andre le encantaba España y el baloncesto, la combinación perfecta para aguantar tanto tiempo jugando aquí.

Para todos los que amamos este deporte ha sido un lujo disfrutar de un jugador como él durante tantos años y en multitud de equipos españoles. No son muchos los que pueden presumir de haber jugado hasta los 42 años en la ACB y retirarse a los 45. Y todo esto se lo debemos a Tim Shea, su descubridor, el hombre que lo trajo a España, que nos explica cómo tomó la decisión de traerlo: «Nunca me gustó fichar a jugadores de otros equipos. Tal es así que, cuando me ficharon en Ourense, me fui a Estados Unidos a buscar jugadores. Una vez allí empecé a hablar con unos contactos, sobre todo en la costa Este, y me llegó el nombre de Andre. Me decían que estaba en Washington, pero que no estaba muy feliz porque no jugaba mucho. Era el segundo o tercer base del equipo. Intenté pescarlo para que viniera a España. Creo que vendimos muy bien el club y él decidió aceptar nuestra oferta».

Junto a Tim Shea e Iván Rodríguez (La Magia del Basket), entrevistamos a uno de los mejores bases que han jugado de la ACB, Andre Turner, quien nos atiende durante una hora y media, vía zoom, desde Memphis.

Andre, estás igual que siempre.

No, no puede ser. Las piernas y todo el cuerpo no dicen lo mismo.

¿A qué te dedicas en actualidad?

Estoy bien. Estoy feliz. Hago lo que quiero todos los días, 24 horas cada día. Estoy muy ilusionado con el trabajo que tengo ahora mismo.

Estás entrenando en Memphis, ¿no?

A una hora de Memphis, en Jackson (Tennessee). El equipo se llama Lane College, es la segunda división de baloncesto universitario aquí en Estados Unidos. Es una universidad que no tiene mucho dinero. Muchos de estos jugadores son como los que estuvieron conmigo en el High School cuando estaba allí entrenando. Estoy enamorado de este sitio, aunque es un sacrificio para mi mujer y para mí porque estamos a una hora de casa y, a veces, estoy tres o cuatro días sin verla. Pero bueno, ella conoce este mundo porque también fue jugadora de baloncesto. Además, llevamos casados 36 años y como 42 años juntos. Sabemos perfectamente lo que es un sacrificio de este tipo. Ella está como yo, con ganas, esperando que tengamos éxito.

Con el CB Zaragoza

¿Cuándo fue la última vez que estuviste en España? ¿Has vuelto después de jugar?

Hombre, buff… Espero que me entiendas, pero la última vez que estuve allí fue en 2008. Con el Zaragoza, cuando el equipo estaba en segunda división. Ganamos y subimos a primera.

¿Esperas volver pronto?

Espero, tío, espero. Tengo muchas ganas. Yo especialmente, pero también mi familia, claro. Tengo dos hijas que han nacido allí y tienen muchas ganas de volver a España. Pero toda la familia también.

¿Cuántas hijas tienes?

Tengo cinco, que ya está bien. La mayor tiene 31 años y la más pequeña 19.

Eres un jugador que has dejado huella en España, sobre todo en Ourense, tu primer club aquí.

Seguro que mi primer entrenador en España, Tim Shea, recuerda todo esto muy bien. Eran, creo, 22 equipos en la ACB, y nuestro objetivo era que el equipo mejorara con respecto a la temporada anterior. Ourense fue una etapa muy especial para mí. Estuve dos años allí. La comida en Galicia quizá sea una de las mejores de España. Recuerdo casi todos los nombres de mis compañeros. Fue mi primer año fuera de mi país y no hablaba nada de español. Tampoco nadie allí hablaba inglés, excepto mis dos entrenadores allí, Tim Shea y John Washington, que me ayudaron muchísimo.

Tim, fuiste el culpable de que Andre viniese a España.

Tim: Sí, tuvo suerte. Hay muchas historias sobre Andre. Lo llamaban «El General». Andre era el jefe en la cancha, pero sin decir nada. Siempre por el ejemplo, no por sus palabras. No era de hablar mucho ni de discutir. Una mirada o una palabra le bastaba. Recuerdo una historia muy divertida. El primer mes, Andre y Chandler Thompson vivían juntos en un piso en un edificio muy pequeño, y en el portal siempre había un portero. Andre y Chandler no hablaban castellano y el portero tampoco hablaba inglés. Entonces, cuando entraban y salían de casa el portero siempre decía: «Hola, ¿qué tal?». Un día, John Washington y yo les preguntamos qué tal estaban en la casa. Y Chandler, con Andre al lado, nos dijo: «Ah, sí, el señor ‘hola ¿qué tal?’ cada día nos dice su nombre». Pensaban que el portero se llama «Hola, ¿qué tal?» Y ese fue el chiste de la semana. Había muchos (risas).

Andre, en su momento, puso una nueva definición de lo que era el base, es decir, una nueva manera de entender lo que era este jugador. Antes estaban los Javi Pérez, los Corbalán, que era grandes bases, pero Andre puso la moda con un nuevo estilo de jugador. Después vinieron grandes bases parecidos en su forma de jugar, como Darrell Armstrong o Elmer Bennett, pero Andre fue el primero. Yo tuve muchísima suerte de tenerlo, y además digo esto a todo el mundo. Como entrenador he aprendido yo más de Andre que Andre de mí. En la cancha era un ejemplo de profesionalidad. Había días en los que yo no quería entrenar, quería quedarme en casa, pasear o ir a pescar, pero Andre siempre me dio el ejemplo de ser lo mejor que pudiese todos los días, y esto también se lo dio a todo el equipo. Y por eso tuvimos el año que tuvimos. Para mí ha sido un placer haberlo visto jugar y haberlo entrenado.

Andre Turner: ¡Olé, olé! Tim y yo teníamos una relación muy especial. Hablábamos todos los días y me explicaba situaciones sobre cómo jugar allí. Yo todos los días intentaba aprender e intentaba ayudar a mis compañeros en todo lo que pudiera. También me acuerdo de una cosa muy divertida (risas). Yo creo que la palabra que mejor aprendí en España es «mañana». Siempre que preguntaba algo me decían: «Mañana». Y yo preguntaba: «¿Qué es mañana?». Me decían: «Tomorrow». Ah, el día próximo. Joder tío, mañana, mañana… (risas).

Luego retomaremos tu historia en España, pero ahora me gustaría ahondar en tus comienzos en el baloncesto. ¿Cómo empezaste a jugar? ¿Pasaste muchas horas jugando en la calle?

Hombre, claro que sí. Tengo dos hermanos 5 y 7 años mayores que yo, y siempre estaban jugando a todos los deportes, béisbol, fútbol y baloncesto. Yo también jugaba a estos deportes, pero el baloncesto me parecía un poquito más divertido. Jugaba en todos los sitios. Recuerdo que tuve mi primer equipo con 9 años. Era un equipo de una iglesia y fue una situación muy especial. Tenía un primo de 11 años que estaba jugando allí todos los años. Le dijo a su entrenador que tenía un primo que jugaba al baloncesto. El entrenador le pregunto: «¿Cuántos años tiene tu primo?». Mi primo le contestó: «9 años». «No quiero un chico tan joven», dijo el entrenador. Sin embargo, jugué mi primer partido con ellos y anoté 20 puntos, con muchos robos de balón. Ahí empezó el baloncesto de Andre.

Con el Joventut

Jugaba todos los días, por las mañanas, por las tardes, por las noches. Estaba botando el balón por las noches en mi casa y se oía a los vecinos: «¡Oye, por favor, decirle que no bote el balón tan tarde. Estamos intentando dormir!». Siempre estaba jugando y nunca necesitaba que alguien me dijera: «Oye, vamos a jugar, vamos a entrenar». Quiero mucho al baloncesto. Cuando una persona está enamorada de este deporte todos los días quiere mejorar. Aunque mis hermanos eran buenos, yo quería ser mejor que ellos. Por lo tanto, jugaba todos los días para conseguirlo.

No parabas nunca de botar el balón, incluso en casa.

Nunca, nunca.

Tim Shea: Y encima, allí las casas son de madera y se oye todo más.

Andre Turner: Exactamente (risas).

Háblanos de tu experiencia en la NBA. Venías de jugar a muy buen nivel tanto en el instituto como en la universidad. Fuiste seleccionado por los Lakers en el puesto 69 en 1986, pero finalmente te traspasaron a los Celtics. ¿Qué pasó?

He disfrutado mucho del baloncesto, pero de verdad, nunca tuve posibilidades de jugar en la NBA cuando llegué a la universidad. Cuando iba a alguna franquicia era para no jugar. Al llegar a la universidad fue una situación especial para mí. Necesitas mucho dinero para estudiar ahí y si no tienes una beca, no juegas en la universidad. Mis padres tenían poco dinero. Éramos siete hermanos. Creo que hay mucha gente que pasa por esta misma situación aquí y en otros sitios. Yo era un estudiante bastante bueno y eso era muy importante para mis padres. Si no hubiese sido así, no hubiese jugado al baloncesto. Eso me decían ellos todos los días. Gracias a mis padres, tuve más de lo que necesitaba para jugar en la universidad.

Sin embargo, llegué a la universidad para no jugar luego en la NBA. Tuve la suerte de jugar con equipos y jugadores muy buenos en la universidad. Estaba ahí para ser mejor, jugar y entrenar mucho. Cuando llegó la oportunidad de pasar por la NBA, realmente era un sueño, pero un sueño demasiado grande para mí. Los años que estuve allí fueron buenos y muy importantes, pero no fueron mis mejores años jugando al baloncesto. Aunque tuve la posibilidad de conocer a gente como, Larry Bird, McHale o Robert Parish cuando estuve en Boston, o a Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Cooper en mi etapa en Los Ángeles; en Philadelphia coincidí con Charles Barkley. Y en Houston con Olajuwon. Esta etapa fue muy buena para mí porque conocí a gente muy importante, auténticas estrellas de la NBA. Sin embargo, la etapa en que más disfruté jugando al baloncesto, con las ganas de jugar todos los días, fue en España.

Tim Shea: Andre fue clave en todos los equipos donde estuvo, pero la NBA es otro mundo. Por eso tuvimos suerte de que estuviera listo para hacer un cambio y venir a Europa. Ya es historia lo que ha hecho en España. Él ha cambiado lo que era un base puro.

¿Por qué decidiste aceptar la oferta de Ourense? ¿Conocías algo de España? ¿Tenías otras ofertas?

Tenía una oferta para volver a Washington, cuando eran los Bullets, pero por mi experiencia en Estados Unidos estaba acostumbrado a cambiar de equipo todos los años. Quería un poco de estabilidad. Así que cuando llegó la posibilidad de jugar en España hablé con mi mujer y le dije que creía que era una buena oportunidad para mí. Ella me dijo: «Si quieres, yo voy contigo». Después de esa conversación con mi mujer decidí ir a España a ver lo que pasaba. De verdad, no sabía nada de nada de español.

En el Caja San Fernando

Tim Shea: Recuerdo que hablé contigo e intenté convencerte. Tú entendiste que era una oportunidad. Era el momento justo y el sitio adecuado.

Andre Turner: Exactamente, claro que sí.

¿Cómo fueron tus primeros días en España?

Cuando llegué al aeropuerto de Madrid me recogieron para llevarme en coche a Ourense. Cargaron todas mis maletas y me dijeron: «Vamos a Ourense». Pensé que no estaría muy lejos, una hora o menos, ya que en Estados Unidos tardábamos media hora o así para ir del aeropuerto a otro sitio. Entonces, el chico que me recogió en coche empezó a conducir. Hablaba muy poco inglés, pero muy poco, y yo nada de español. Llevábamos una hora y pico y yo le pregunté en inglés: «¿Cuánto tiempo falta para llegar?». Y él: «Ah, no pasa nada. Un poco más». Hicimos una parada para comer y beber algo al cabo de las tres horas, y de nuevo en el coche, otras tres horas más. ¡Seis horas para llegar a Ourense! No puede ser, tío, seis horas en el coche, me repetía. Más tarde llegaron Chandler Thompson y Clarence Kea desde Vigo y La Coruña. Ellos tardaron una hora y media más o menos. Y yo seis horas desde Madrid en coche. «No puede ser, hay mucha distancia desde el aeropuerto a Ourense. No podéis llegar en una hora y media. Yo he tardado seis horas», les decía yo. «No, no, nosotros hemos llegado desde otro aeropuerto», me dijeron. «No puede ser», me repetía. Fue una experiencia muy divertida, en aquel momento no, pero luego sí (risas).

Tim Shea: ¿Recuerdas la anécdota con Fito, el presidente? Fito era bajito y cuando vio por primera vez a Andre me miró… Claro, los americanos eran todos altos en esta época. Todo el mundo quería americanos grandes. Entonces, me dijo: «Pero trajiste a un americano más bajo que yo». Era mi primer año en Ourense y Fito no me conocía de nada, pensaba que yo estaba loco. Mi respuesta fue: «Tú tranquilo, tranquilo».

Andre Turner: (risas).

Algunos de tus compañeros en España, como Javi Pérez, me han comentado que era impresionante entrenar contigo. A muchos se les ha quedado grabado a fuego la intensidad con la que te ejercitabas día a día.

Sí. Mi mentalidad es que si entrenas muy fuerte vas a ser muy fuerte en los partidos. En todos los entrenamientos yo llegaba para entrenar así, entrenar muy duro. Además, intentaba explicar a mis compañeros que si todos entrenábamos así, seríamos mucho mejores en los partidos. Y Javi Pérez era uno de los más competitivos también. Todos los días quería competir. Después de los entrenamientos jugábamos 1×1. Él también era muy amigo de Chandler y se iban a muchos sitios juntos. Javi era súper amable, pero la verdad es que lo eran todos. Yo los voy a recordar siempre porque era un equipo muy especial.

Tim Shea: Cuando fuimos a los primeros viajes y llegábamos a las comidas, Chandler y Andre a veces no comían casi nada. Resulta que ellos, como tenían hambre, cuando íbamos a ciudades como Madrid, se iban a un Burger King o McDonald’s antes de la comida, y por eso llegaban a la comida sin hambre. Eran cosas muy diferentes de Estados Unidos.

Andre Turner: Pero muy diferentes. Yo recuerdo que un día vi en Ourense un sitio que, por el nombre que leí, pensé que tendrían buenas hamburguesas, del estilo de las americanas. Y allí fui. Pero cuando me pusieron la hamburguesa me di cuenta que no tenía nada que ver con las de Estados Unidos. Era totalmente diferente. Por tanto, le dije al camarero: «Por favor, solo quiero las patatas fritas y Coca-cola. Ya está». Esa era mi comida muchos días, tío.

¿Cuál era tu comida española favorita cuando ya empezaste a comer de todo?

Ohhhh…. hombre, de todo. La paella, buff… Yo estoy encantado con la paella, pero yo soy un hombre de carne, de pescado no tanto. Me encanta la paella con carne. Mi mujer me dice muchas veces: «Eres español, tío». El arroz a la cubana también me encanta. Recuerdo que los primeros días que vi el jamón y el chorizo, decía: «¿Qué es eso?». Y luego me encantaba comer jamón y chorizo. La comida en España creo que es mucho más sana que en Estados Unidos. Aquí hay mucha obesidad. También me encanta el pan con aceite de oliva y tomate. En Estados Unidos no tenemos todo esto. En mi país son típicas las hamburguesas dobles, con todas las salsas y cosas así.

Enseguida te convertiste en un ídolo en Ourense. ¿Cómo era salir por la calle en esta ciudad?

Tim Shea: Andre es demasiado modesto, no te va a decir nada. Él salía con su mujer, con los niños y con sus compañeros. Y luego, cuidaba a Chandler y entrenaba. Cuando no estaba con el baloncesto o con la familia se quedaba en casa descansando. Andre es un hombre de familia. No era un Jackie Espinosa, que le encantaba salir. Jackie Espinosa tuvo problemas en todos los sitios donde estuvo. Sin embargo, cuando estaba con nosotros y con Andre no tuvo ningún problema en Ourense. Lo que quiero decir es que Andre tuvo muchísima influencia sobre el respeto en cómo comportarse como un profesional, y por eso jugadores como Chandler o Jackie Espinosa aprendieron de él. Andre no salía por las noches a las discotecas y todo eso. Era un profesional de los pies a la cabeza, siempre lo ha sido.

Con el Cáceres

Andre Turner: Gracias, Tim, pero también era especial salir por la calle en Ourense. Me gustaba, por ejemplo, pasar a las tiendas y comprar. Quería conocer a la gente porque quería ser una gran persona. Creo que la persona es mucho más importante que el jugador de baloncesto. Al principio, cuando llegué a España, no quería hablar nada de español. Solo quería irme a casa. Pero cuando intenté aprender me di cuenta que la gente también me ayudaba. Al final, éramos una gran familia. Mi segunda familia es la gente de España. Estoy enamorado de todos los sitios donde estuve, pero Ourense fue el primero y tiene un hueco muy especial en mi corazón.

Tienes el honor de haberte convertido en uno de los jugadores más veteranos en jugar en la ACB. Tu último partido en esta competición fue con 42 años. Además, atesoras una media de más de 33 minutos por partido en la máxima categoría del baloncesto español. ¿Cómo lo hacías para aguantar físicamente tantos años a tan alto nivel?

Andre Turner: Dios me ayuda todos los días. Soy creyente y siempre estaba entrenando. Cuando estaba en Estados Unidos esperando para que me fichara un equipo, estuve en casa corriendo, nadando en la piscina, en el gimnasio tirando, etc… Intentaba estar en forma para cuando llegase la llamada. Quería que mi físico estuviese listo para jugar. Volvemos a lo mismo, estoy enamorado de este deporte y siempre he entrenando para intentar mejorar. Nunca he estado fuera de forma, nunca. Esto mismo se lo digo a los jugadores de mi equipo: «Tíos, yo nunca estaba fuera de forma». Siempre estaba haciendo algo para estar listo.

Se te sigue viendo en forma, Andre.

Claro, con los 28 años que tengo (risas). Que no, 58, casi 59. Pero con los años que tengo ya, tío, yo sigo jugando con la gente de mi equipo. Me dicen: «Coach, no tienes 58». No se lo creen. Sí, sí, tengo 58 segurísimo, pero sigo corriendo. Suelo ir al gimnasio para correr un poquito antes del entrenamiento con ellos.

Tim Shea: Lo que tú das al juego el juego te lo va a devolver. Y Andre es un ejemplo importante de esto. Siempre daba lo máximo, siempre estaba en forma, siempre se cuidaba. Hasta cuando tuvo problemas físicos se esforzaba para recuperarse lo antes posible. Repito, ha sido un ejemplo de lo que es ser un gran profesional.

Háblanos de aquel tiro, casi siempre un triple, con el que solías empezar los partidos.

Andre Turner: Yo creo que empecé con este tiro cuando estaba en Estados Unidos. Era algo un poco psicológico. Si metes el primer tiro va a ser un gran día para el equipo (risas). A veces salía un mal tiro. Otras veces tenía dos jugadores para defenderme, sabiendo que la iba a tirar, pero a mí me daba igual, me la tiraba.

Tim me ha comentado que no intentó cambiar nada de tu juego, tampoco este tiro tan característico tuyo.

Tim Shea: No soy tonto. Cuando tienes un líder, no le cambies nada.

Has jugado en tantos equipos españoles que no sé si te acuerdas de todos. ¿Qué recuerdas de cada uno de estos sitios?

Hombre, claro. Hay momentos especiales en todos estos equipos. Después de Ourense, Alfred Julbe fue mi entrenador los siguientes cuatro años. Los dos primeros me fui a Zaragoza. Fue muy especial para mí porque luego volví a Zaragoza para retirarme y conseguimos el ascenso a la ACB. Después estuve dos años en el Joventut, donde ganamos la Copa del Rey. Recuerdo que en mi etapa en el Joventut estaba jugando en Barcelona un chaval de 17 o 18 años, Pau Gasol. Luego me fui al Caja San Fernando con mi amigo Javier Imbroda, que entrenaba con mucho fuego, tío. Pasé unos años muy buenos con Javier y el resto de compañeros. Estuve tres años en Sevilla y creo que fue el mejor equipo en defensa en los que he estado. Por eso ganamos bastantes partidos. Y después de Caja San Fernando, mmm… (se queda pensando).

Con el Forum

Si hablamos de equipos ACB, porque hay que recordar que también jugaste en LEB Oro, los siguientes fueron Cáceres y Valladolid.

Andre Turner: Valladolid. Creo que en el Fórum me entrenó Manel Comas, ¿no? Recuerdo el bigote de Manel. Estuve muy bien con él. También estuve en Cáceres, creo que con Alfred Julbe otra vez. Después también jugué en… (se queda pensando de nuevo).

También jugaste en Menorca.

Andre Turner: En Menorca, claro. Pero, ¿Menorca estaba en segunda división?

No, estaba en ACB.

Andre Turner: Buff… Ha pasado mucho tiempo. Los años, los años. Hombre, Melilla también. ¡Murcia, tío!

Conoces toda la geografía española, Andre.

Andre Turner: Todos los sitios, tío. También jugué en La Palma.

Incluso en la Complutense.

Andre Turner: Sí, es verdad. Allí en Madrid. Esa etapa fue muy importante para mí porque estaba en casa, en Estados Unidos, entrenando y pensando dónde podía jugar. Me llamó mi agente y me dijo: «Hay un equipo que se llama Complutense, es una universidad, pero no tiene dinero». Le dije: «El dinero no es importante, quiero volver a España para jugar». Me fui a la Complutense y fue una situación muy buena para mí. Tuvimos la posibilidad de subir a la ACB. Veía un poco de miedo de los otros equipos porque teníamos un jugador muy grande, que era Maciej Lampe, pero muy grande, y muy bueno. Fue una etapa muy importante para mí porque los otros equipos pudieron ver a Andre jugando otra vez. Después de esto tuve otra oportunidad de jugar allí. Creo que fui al Fórum Valladolid.

¿En qué equipo crees que has jugado tu mejor baloncesto?

Andre Turner: Es difícil. Normalmente la gente dice que cuando haces tu mejor juego es cuando se gana algo muy especial, como cuando ganamos la Copa del Rey con el Joventut. Creo que jugué bien allí, pero mis primeros años en España, en Ourense, fueron años muy buenos. Fueron momentos de aprender, aprender cómo jugar en España, y también aprender con los árbitros, cómo pitar los pasos, las faltas, etc… Cuando llegué a España quería defender muy duro y muy agresivo en toda la cancha, muchas veces pensaba que mis defensas no eran falta, pero el árbitro: «¡Piii! Falta». Las pitaban. Falta, falta. Hablaba con los árbitros: «Tío, no es importante, porfa. No es falta». Pero luego, poco a poco, aprendí a jugar con esta forma de arbitrar y, sobre todo, aprendí a defender sin que me pitaran tantas faltas. Estábamos en una liga de 22 equipos y llegamos a los playoffs. Además, pasamos la primera ronda eliminando al que se había quedado en sexta posición en la temporada regular, el Unicaja.

Tim Shea: Para ver el valor de un base como Andre también hay que mirar dónde estaba el equipo el año anterior y dónde acabó al año siguiente cuando él estaba. El año anterior jugamos el playoffs de descenso contra Granada. Y al año siguiente, con Andre, Clarence y Chandler, el equipo mejoró. Quedamos en mitad de la clasificación y pasamos la primera ronda de los playoffs. Andre hacía que los otros fueran mejores. Hubo jugadores del Ourense que tuvieron un año estupendo. Por ejemplo, sin Andre, Chandler no habría aguantado ni dos meses en España.

¿No te llegó ninguna oferta del Real Madrid o Barcelona o de alguno de los grandes equipos europeos de la época?

Andre Turner: Bueno, jugué en el Joventut que siempre ha sido uno de los grandes.

Sin duda. Dos años antes había sido el campeón de Europa.

Andre Turner: Exacto. Hace tiempo hablé con Miguel Ángel Martín y me dijo que había querido hacer una oferta para ficharme con el Estudiantes. Creo que toda mi vida he sido como el jugador Underdog, que es un jugador especial (el que no es favorito para ganar y no se esperaba tanto de él). Sin embargo, creo que podía haber jugado en cualquier equipo.

Tim Shea: Hay que tener en cuenta que cuando llegó Andre a España apenas había bases americanos en Europa. Era muy difícil que un grande lo llamara. Ya estaban Pablo Laso, Rafa Jofresa, Azofra, etc. El año que vino Andre a Ourense era el primer año que la ACB admitió tener tres americanos, y todo el mundo fichaba a dos grandes y a un alero pequeño. Nosotros fuimos los únicos que fichamos a un base americano, y esa fue la diferencia. Andre fue la diferencia para que el equipo se clasificara para la Copa del Rey. También ganó dos Copas de Galicia.

Ahora que están saliendo los nombres de algunos de los grandes bases que jugaron en la ACB, ¿cuáles han sido los mejores a los que te has enfrentado?

Andre Turner: Uff… Hombre, en España había muy buenos bases. Elmer Bennett, claro, era muy buen base. También Michael Anderson, del Caja San Fernando, Nacho Rodilla también era un grande. Y Nacho Azofra era muy buen base. También estuve con mi amigo Pepe Arcega en Zaragoza. Recuerdo también el que jugó en Barcelona. ¿Cómo se llamaba el base? Era de Yugoslavia.

¿Djordjevic?

Andre Turner: Djordjevic, exactamente. Era muy listo, muy buen base. Había muy buenos bases en España. Cuando llegaba el partido tenía que estar listo porque ellos iban a tope contra mí, segurísimo. Pero en esos momentos había un fuego dentro de mí que me hacía jugar como nunca. Quería ser el mejor. Además, si yo jugaba muy bien iba a ayudar a mi equipo. Siempre pensaba en mi equipo primero.

¿Es verdad que coincidiste en el Joventut con un chavalín de 15 o 16 años con el que flipabais todos?

Andre Turner: Hombre, hombre, Ricky Rubio. El chavalín era Ricky Rubio. Era muy bueno a los 16 años. Tenía muy buenos brazos. Sus movimientos no eran muy rápidos, pero sus brazos eran muy largos. Además, era muy listo. Con 16 años hacía unos pases increíbles para su edad. En cuanto vi a este chico, le dije: «Vas a ser especial». Tuve la oportunidad de jugar con él y contra él. Yo estuve en el Joventut otra vez en el 2005 porque creo que Elmer Bennett estaba lesionado y me llamaron para jugar en el Joventut, pero cuando se recuperó, me fui a Melilla y luego a Menorca, y allí tuve la oportunidad de jugar contra él. Sabía perfectamente que él era muy joven y no estaba muy fuerte, así que estuve muy agresivo en el juego. Fue una experiencia muy buena para los dos, para él también por jugar contra alguien que fue tan duro con él todo el rato.

Campeón de la Copa del rey del 97 con el Joventut

También jugaste con un jovencísimo Raúl López en tu primera etapa en el Joventut.

Andre Turner: Hombre, hombre, pero muy bueno Raúl López. Era muy rápido y también tenía muy buen tiro. Cuando hablo con gente de baloncesto sobre habilidades le pongo como ejemplo. Raúl López sabía cómo jugar entre la línea de tres puntos y antes de llegar al aro. Creo que ese espacio es muy importante para jugar, y creo que eso también me ayudó a mí para jugar muchos años en España.

Tim Shea: ¿Qué es lo más difícil en la transición de jugador a entrenador?

Andre Turner: Lo más importante y lo más difícil a la vez es conocer a mis chicos, conocer sus límites, conocer sus personalidades, conocer cómo tratar a cada uno individual y colectivamente. Antes, cuando jugaba, se hacía lo que se decía, y punto. Ahora, debo adaptarme a lo que tengo como entrenador y saber manejarlos individualmente, pero también saber cómo hacer un grupo. En definitiva, saber los límites de mis jugadores y estudiar sus personalidades para sacar el máximo rendimiento.

¿Había algún jugador en el que te fijaras para intentar mejorar tu juego?

Andre Turner: Yo creo que todos tenemos algún jugador en el que fijarnos. En mi caso era Isiah Thomas, el de mi época. En la Universidad de Indiana era uno de los mejores jugadores que he visto en mi vida. Siempre, en todos los sitios, me fijaba en este jugador. Era increíble cómo dominaba el balón, cómo lo pasaba, la energía con la que jugaba y también la alegría con la que lo hacía. Siempre estaba sonriendo cuando estaba jugando, pero compitiendo a tope. Siempre les digo a mis jugadores que es importante jugar muy duro, superagresivo, con pasión, pero también es baloncesto, tienes que tener alegría jugando, disfrutar de este deporte. Es un deporte. Vamos a jugar para disfrutar. Y la manera para disfrutar es jugando muy duro y ayudando a tus compañeros porque el baloncesto es un deporte colectivo. Tienes que saber qué hacer para ayudar a tus compañeros. Todos los días le estoy diciendo esto a mis jugadores. En mi caso, sabía que dominaba muy bien el balón con la mano derecha, entonces tenía que entrenar más con la mano izquierda para que fuera igual de buena. Siempre pensaba de esta manera para mejorar. Si no tiraba muy bien, me iba al gimnasio para tirar y tirar. Y no había gente para ayudarme en esos momentos, era mi propia iniciativa de ir a practicar para mejorar.

¿Un mensaje a la afición española?

Andre Turner: Te quiero, te quiero, te quiero. Este es mi mensaje para la afición española. Creo que he pasado los mejores momentos de mi vida deportiva y personal en España. Tengo dos hijas que han nacido en España, y la tercera casi nació allí, en Sevilla. Su nombre es Carmen, Carmen de Sevilla (risas). Estoy enamorado de España. Quiero mucho a la gente y al aficionado de allí. Me gustaría volver para abrazarlos, para hablar con la gente y para moverme por todos los sitios donde estuve. Parte de mi vida es en España, y creo que toda la afición española sabe que Andre, y su familia también, os queremos mucho.

Tim Shea: Si algún club está buscando un gran entrenador para el futuro, ahí lo tenéis en la pantalla. Para cualquier club, Andre será un ejemplo de profesionalidad y será un ganador, que es lo más importante. Él sabe ganar partidos.

11 Comments

  1. José Agustín García Talavera

    Magnífico artículo evolutivo sobre la extensa experiencia vivida por Andre Turner en España mediante entrevista colaborativa del experto comunicador baloncestista Javier Balmaseda y el profesional del basket Tim Shea, resaltando históricos momentos: ganar Copa del Rey, coincidir con otros grandísimos jugadores (algunos cuando empezaban su carrera: Rubio, Gasol…), tener como referencia de juego a Isiah Thomas, etc.
    ¡Muy bien extraída la información en la entrevista (interesante, relevante, útil, curiosa…) y desarrollada y amenizada con agilidad.
    ¡Chapó, Balmaseda!

  2. Era Líder hasta el los videojuegos de la época.
    Creo que era con el BasquetPC y jugando en el Coren Orense que el que elegia ese equipo ganaba siempre .

  3. Juan Rogelio

    Descubriendo detalles con Javi Balmaseda, genial 👏👏

  4. José Luis M.

    ¡Qué buenos recuerdos nos traes, Javier! Te superas con con cada nueva entrevista.

  5. Rodrigo Dalipagic

    Me he gozado esta charla con el base con más estilo de toda aquella época. Qué gran tipo y qué gran recuerdo dejo. Gracias por acercarnos su magia de nuevo.

  6. Ignacioa

    Fabulosa. Además he podido ver un poquito en vídeo a André Turner hablando. Me encantaba este jugador, está echo un chaval, que bien se conserva. Muchas gracias por entrevistar a estos jugadores que hace tanto tiempo que no se sabía de ellos. Esperando la siguiente.

  7. Gracias. Que recuerdos más buenos!!!! Lo que disfrutamos viendo aquel equipazo en el Pazo dos deportes Paco Paz de Ourense. Gracias!!!!

  8. Gran entrevista Javier. Has conseguido mostrarnos a un gran jugador y magnífica persona. Felicidades!

  9. Una leyenda en Ourense. Grande!!

  10. Alberto C. L.

    Gracias de nuevo, por una espectacular entrevista. Fue un verdadero privilegio tener a Andrés Thuner en nuestra liga. Un auténtico profesional y una gran persona. Gracias Javier B.G. y gracias Jot Down por tan grandes entrevistas.

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