En Alemania no dormirán muy tranquilos de aquí al viernes, el día en que se tienen que enfrentar a la selección española en los cuartos de final de la Eurocopa. Ellos vencieron a Dinamarca (2-0) con apuros y polémica, mientras España despachó a Georgia con un contundente 4-1. Por el camino ya se ha quedado Italia, la vigente campeona, y un golazo de chilena de Bellingham salvó a Inglaterra en el último minuto ante Eslovaquia, pero a los de De la fuente esto, por el momento, les da lo mismo porque están en la otra parte del cuadro, Alemania es el siguiente y si pasan se enfrentarán al ganador del Francia-Portugal. Ver para creer. Un equipo al que se miraba con cierta sospecha y mucha nostalgia de tiempos pasados, con un entrenador que parecía de entreguerras, con Lamine Yamal, un adolescente de 16 años, Nico Williams con 21 y con estrellas como Fabián y Rodri que juegan en el PSG y el City respectivamente, se ha convertido por méritos propios en la gran sensación de la Eurocopa. Así que sí: por muy anfitriona que sea, Alemania tiene motivos para preocuparse.
El partido ante Georgia empezó y terminó como un festival, aunque hubo algún bache por el camino. A los cinco minutos Pedri ya había chutado a puerta, a los ocho lanzaron el primer córner a favor, a los 10’ Mamardashvili atajó un cabezazo de Carvajal, pero a los 18’, la primera vez que Georgia salía de su campo, Le Normand marcó en propia puerta. A partir de ahí a España le pudo la ansiedad, no había pausa, se precipitaron en pases que debían asegurar y hubo momentos de excesiva tensión que quedaron desactivados cuando Rodri consiguió empatar en el 39’.
A la vuelta ya fue otra historia. Fabián, con un gran centro de Yamal, adelantó a la selección española en el 51’ y a partir de ahí fue coser y cantar. Era el momento de disfrutar: Nico Williams se dio un gustazo con el 3-1 a falta de quince minutos para finalizar el encuentro y Dani Olmo dio la puntilla. Hay recursos, calidad, juventud, empuje y alegría; argumentos más que suficientes como para soñar con hacer algo grande en esta Eurocopa a pesar de los pedruscos que se encontrarán por el camino.
La imagen al final del encuentro de Lamine Yamal y Nico Williams jugando al piedra, papel o tijera como apuesta para ver quién bebía agua antes, resulta reveladora: tienen toda la jeta del mundo y se lo están pasando bomba. El viernes les espera Alemania, bien arropaditos por su gente, con Kroos en su último baile y Musiala con tres goles de estrella, pero pase lo que pase ha brotado una ilusión que no se esperaba y se atisba un futuro prometedor, pero sobre todo, ya nadie les podrá quitar lo bailao.
Quizá al final no importe, pero dudo mucho que la UEFA permita que Alemania, como potencia futbolística y (sobre todo) país anfitrión, no pase a semifinales. Espero que el viernes me tenga que comer estas palabras.
Y geniales Yamal y Williams. Un gran futuro les espera a estos chavales, que van camino de convertirse en auténticas estrellas. Con sus actuaciones están poniendo en su sitio a ciertos personajillos vendehumos que desde la red X se quejan de su (color de piel) procedencia. Y estas palabras no me las pienso comer.
Creo que así será. Alemania tiene que estar en semifinales. Y ojo tiene un equipazo, pero en caso de duda el arbitro barrerá a favor de Alemania. Lo de Yamal y Nico es lo ilusionante. Los que se fijen en la melatonina son los que tienen una patología.
Los que se meten con Yamal y con Nico son los mismos que te atacan si no te gusta Vinicius.