Dopaje

Médicos del ciclismo en el fútbol: cuando el Real Madrid mandaba muestras de orina a Marcos Maynar

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Íñigo San Millán y el director general de Fútbol, Mikel González (Foto: Athletic Club)
Íñigo San Millán y el director general de Fútbol, Mikel González (Foto: Athletic Club)

Durante muchos años, Bilbao fue una ciudad gris e industrial, poco dada a despertar los amores de poetas, flaneurs o turistas, opacada sin duda por su vecina, la coqueta y señorial San Sebastián. Pero en la actualidad, Bilbao es una ciudad dinámica, que ha sabido regenerarse y convertirse en uno de los puntos más atractivos de la península ibérica.

Desde la gastronomía al arte, Bilbao es un lugar encantador para pasar unos días, también para los futboleros. San Mamés, el templo del Athletic, es pote y pincho, fútbol bravío, auténtico y el pasado mes de febrero fue una olla a presión que condujo a los vascos a su séptima final de Copa tras una brillante victoria por tres a cero contra el Atlético. Unas semanas después, por fin, acabó el maleficio y los leones pudieron levantar su ansiada Copa del Rey.

Corren buenos tiempos en la orilla del Nervión, ya que además de haber terminado con la sequía de títulos, el equipo está ofreciendo el mejor juego de los últimos años. Entre las novedades del Athletic para la nueva temporada, cabe destacar, por su trayectoria, el fichaje de un médico. Un profesional conocido por su labor en otro deporte, el ciclismo.

Íñigo San Millán es un investigador médico y profesor de la Universidad de Colorado, especialista en fisiología y metabolismo, que al mismo tiempo que dedicaba sus esfuerzos a la investigación contra el cáncer asesoraba al equipo ciclista de EAU, el mejor equipo del año 2023 según la clasificación de la UCI, a formar un palmarés de victorias brillante.

San Millán fichó por el Athletic en verano como asesor médico y a partir de la temporada que viene su dedicación será completa. Durante el tiempo que ha asesorado a EAU también se ha destacado por intentar aprovechar lo que aprendía del desarrollo de los atletas, en especial de la gran estrella de Emiratos, Tadej Pogacar, para poder usarlo en beneficio de la lucha contra el cáncer.

No hay ninguna duda de que San Millán es una persona muy competente en su campo que aportará conocimiento y sabiduría al Athletic de Bilbao. El médico vasco se une así a una lista de facultativos que trabajaron tanto para equipos ciclistas y equipos de fútbol. Es evidente que un deporte tan exigente y físico, el deporte más duro que hay, aporta bastantes enseñanzas que harían bien los futbolistas en adoptar. Por desgracia, el trasvase de profesionales entre el fútbol y ciclismo también ha propiciado momentos lamentables en el deporte español.

No es la primera vez que el Athletic se hace con los servicios de un médico que haya probado su talento en otros deportes. Eso hicieron en 1995 cuando contrataron a Sabino Padilla, que se había hecho conocido entre la población española por ser el médico de deportistas ilustres como Martín Fiz o Miguel Indurain.

Al principio todo fue bien e incluso fueron años de grandes éxitos deportivos para el club de Nervión. Pero en 2002 el futbolista Carlos Gurpegi dio positivo por norandostrerona, algo que le supuso al jugador una sanción de dos años a pesar de los ímprobos esfuerzos de su defensa de asegurar que la sustancia era producida de forma natural.

Sin embargo, el tribunal ratificó la sanción y unos años después, con un cambio de presidencia, Sabino dejó el Athletic. Para apoyar la tesis de la producción natural, los servicios médicos se apoyaron en un informe realizado por un médico y profesor de la Universidad de Extremadura, Marcos Maynar. Maynar hizo un doctorado en medicina deportiva sobre la fisiología metabólica del ciclismo, tenía junto a su hermano un laboratorio de bioquímica en dicha universidad. El caso es que Marcos Maynar es uno de los personajes más infames del deporte español.

En 2004 se desmanteló por parte de la Guardia Civil una red que vendía al por mayor drogas sintéticas (GHB), esteroides, anabolizantes y hormonas a través de un hipermercado virtual que se anunciaba en Internet. Por medio de intermediarios, estas sustancias acababan en manos de particulares relacionados con el culturismo y la musculación.

Los agentes hallaron efedrina, anabolizantes, esteroides y clembuterol. Uno de esos detenidos fue Maynar, al que la policía incautó en su domicilio esteroides y anabolizantes. No hubo ninguna condena para el médico porque alegó que esos medicamentos eran para sus investigaciones de laboratorio, así que siguió ejerciendo tranquilamente hasta que en el 2009 estalló el escándalo más grande relacionado con el doctor madrileño.

El 11 de mayo de 2008 un ciclista portugués llamado Bruno Neves se cae en la clásica de Amarante, disputada en tierras lusas, y fallece. En un primer momento, se achacó el deceso a la fuerte caída, pero la autopsia reveló que el ciclista había muerto por un paro cardíaco. La policía judicial empezó a investigar el suceso y descubrió en las instalaciones del equipo del muchacho, llamado LA-MSS, numerosos productos dopantes, desde hormonas de crecimiento y EPO hasta material para realizar autotransfusiones. El médico del equipo era Marcos Maynar.

Marcos Maynar (Foto: Televisión de Extremadura)

Acabó siendo inhabilitado diez años por las autoridades judiciales portuguesas, aunque nunca se pudo demostrar que la muerte de Neves fuera consecuencia directa del más que evidente dopaje de su equipo. A pesar de todos estos escándalos, Maynar lleva más de treinta años ofreciendo asesoramientos a diferentes deportistas y clubes y nunca ningún deportista «suyo» ha dado positivo.

En el año 2010, comenzó la Operación Galgo, una macroinvestigación contra el dopaje que entre otros se llevó por delante a Marta Domínguez. En esa época en el programa de la cadena Cope «Tiempo de Juego» del 12 de diciembre de 2010, Paco González afirmó textualmente «para que no quede ninguna mancha, [en los ordenadores incautados ha aparecido que] hasta hace dos años, el Madrid le mandaba al doctor Maynar los análisis de orina que se hacían a los jugadores del Madrid, pero solo eso».

Nunca supimos más de ese tema. Al mismo tiempo, un documental de una televisión alemana de más o menos la misma época demostró que Maynar se ofrecía para realizar analíticas similares a las de la UCI (la Organización Ciclista Internacional) porque disponía del mismo material. Esta circunstancia puede ser usada de buena fe para controlar que tus deportistas no se vayan dopando por ahí y, si lo hacen, comunicarlo con esa misma buena fe a las autoridades o para tomar medidas que eviten posibles sanciones ya no con tan demasiada buena fe.

Los argumentos para defenderse de un positivo suelen ser recurrentes. Los deportistas y/o sus clubes alegan contaminación fortuita, error sin mala intención (como el Papu Gómez alegando quizá muy absurdamente que tomó un jarabe para niños para tratarse un catarro común) o que el cuerpo lo produce naturalmente, como el ya mencionado de Gurpegui.

A veces los clubes o equipos se desvinculan totalmente como la Juventus con el positivo de Paul Pogba por testosterona o el Visma Lease a Bike con el del joven ciclista alemán Michael Hessmann con un producto diurético, productos que se pueden usar para eliminar y/o enmascarar la verdadera sustancia que aporte un rendimiento extra. Tanto el club italiano como el equipo ciclista neerlandés se lavaron las manos aduciendo que los deportistas habían tomado la sustancia con «médicos» (en el caso de Pogba fue una supuesta curandera) ajenos a ellos.

Mucho más comentado que aquellas muestras de orina de Marcos Maynar fue, sin duda, el caso más mediático de dopaje que habido en España, la Operación Puerto y las andanzas y desventuras de Eufemiano Fuentes, una mezcla de médico delincuente, vendehumos y personaje de prensa rosa. Fuentes era un médico especialista en medicina deportiva y ginecología que empezó a colaborar con la federación de atletismo y acabo convertido en el gurú sanitario del deporte español.

Todavía hoy se discute sobre a quién correspondía cada nombre en clave que guardaba Fuentes cuando fue detenido por su red de dopaje. Y entre esos nombres que por decisión de la justicia nunca vieron la luz, también se debatió infinitamente sobre las vinculaciones con el fútbol.

Eufemiano Fuentes (Foto: Cordon Press)

Durante un tiempo coordinó su labor como médico de Kelme con la Unión Deportiva Las Palmas. Cuando fue entrevistado en el programa de Jordi Évole en marzo del 2021, Fuentes aseguró haber colaborado con equipos de fútbol y señaló que mientras el ciclismo se llevaba toda la atención, otros deportes fueron más protegidos por la investigación.

Es difícil definir la frontera entre la sinceridad y el gusto por la atención que indudablemente siempre ha tenido Eufemiano Fuentes, pero en aquella entrevista explicó que, aunque no trabajó oficialmente para ningún otro club, extraoficialmente tuvo contactos con varios.

Negó tener relación con el Fútbol Club Barcelona más allá de un «par de contactos» pero dio la callada por respuesta cuando le preguntaron por el Real Madrid. Como en el momento en que se celebró el juicio el dóping no era delito en España, todos los acusados fueron absueltos. Nunca más se supo de los supuestos vínculos de Fuentes con el fútbol.

En los últimos 30 años el dopaje ha sido la gran sombra de deportes como el atletismo o el ciclismo, que han pasado épocas muy duras, con operaciones y positivos muy significativos. Como deportes de fondo de relativo éxito de audiencia han acaparado todas las portadas, pero no han sido los únicos deportes en sufrir la lacra del dóping.

Natación, esquí o tenis han tenido casos sonoros. En fútbol, quizá el positivo más significativo en cuanto a categoría de la persona implicada ha sido el reciente de Paul Pogba. Lejos quedan, sin embargo, los tiempos en que el dopaje, sobre todo en Italia implicaba a equipos enteros como lo sucedido con el probado uso de EPO por parte de la Juventus.

Durante los años noventa, la época en que la Juventus administraba dicha sustancia a sus futbolistas, el preparador físico era Antonio Pintus, que está empleado actualmente en el Real Madrid. A pesar de esto, es el ciclismo el deporte que más sospechas sigue levantando y cuando un equipo o un ciclista alcanzan una proeza histórica como está sucediendo estos últimos dos años, siempre existe el runrún del dopaje. A nadie parecen molestarle los despliegues físicos en continuas prórrogas del fútbol o cinco sets a tope en los grand slam de tenis. Solo se dopan los ciclistas.

Según este blog, en los últimos siete años ha habido trece pruebas positivas en controles antidopaje en la liga española, pero solo tres sanciones. La agencia española antidopaje (CELAD), que ya está en el ojo del huracán por su controvertido papel en los controles a atletas tras el reciente caso Mo Katir, no ha recogido muestras de sangre de futbolistas en tres de los últimos cuatro años, según el citado blog.

Si nos vamos a los datos de la Premier que aparecen, descubrimos que quince futbolistas han dado positivo, sin ninguna suspensión, pero que en categorías por debajo de la Premier ese porcentaje de positivos sube al 67 por ciento. Uno de los casos sancionados en España ha sido el de Papu Gómez (que dio positivo en un control unos días antes de ir al Mundial de Catar, que acabaría ganando su selección).

Sin hacer un análisis de sangre es imposible detectar la EPO. Muchos aficionados quieren creer que el fútbol es un deporte ajeno al dóping por su componente técnico pero el fútbol es un deporte extremadamente físico donde una diferencia en la velocidad o la resistencia puede ser clave, además de que el dóping puede paliar el cansancio tras temporadas repletas de partidos, una buena cantidad de ellos con tiempo suplementario, y algunos de ellos extenuantes o en condiciones extremas de calor.

Ninguno de los ciclistas de UAE que han estado bajo el cuidado de Iñigo San Millán han dado positivo por dopaje y todos, como pasa a los atletas o nadadores, están bajo normativas antidóping muy exigentes. El atleta Mo Katir ha sido sancionado por faltar a tres controles. Los atletas o los ciclistas tienen que estar permanentemente localizados para posibles controles sorpresa, incluyendo periodos vacacionales.

Es decir, si Tadej Pogacar decide un día casarse e irse de luna de miel a Bora Bora allí podría presentarse personal de la UCI a hacerle un control. El último ganador del Tour, Jonas Vingegaard, explicó hace poco lo relativamente fácil que es cometer un error. El danés se saltó un control por tener el móvil sin sonido en otra habitación.

Otros dos descuidos así le hubieran supuesto mínimo dos años de sanción. Si un ciclista necesita hacer un viaje profesional o personal, tiene que informar de ello en una app dispuesta para ello. Esto no ocurre así con los futbolistas. Pueden verse sometidos a controles sorpresa en los entrenamientos, pero sus vacaciones y días de descanso se respetan, su vida privada goza de bastante mayor protección que la de los ciclistas. Todos los futbolistas pueden casarse sin «vampiros» o dejar el móvil sin sonido, porque nadie se dopa en fútbol. Debe ser eso.

7 Comentarios

  1. Que de la Operación Puerto no se supo nada más por estar implicados grandes nombres del fútbol español, y probablemente el Madrid como club, es algo bastante obvio. Tan obvio como que Marcos Maynar y los clubes no intercambiaban muestras de orina por buena fe, o que la presencia de Pintus y la aparición de manchas en la cara de Jude Bellingham, en la temporada en que reconoce no ir a un test antidoping por tener «otras cosas que hacer», no son casualidad.

    • Este comentario ni siquiera llega al nivel de idiotez.

    • Bravo. No podría estar más de acuerdo, aunque se te pasó un ejemplo. No nombraste al exjugador del RM, Pep Guardiola, que, después de mil años en el club madrileño, tardó tres cuartos de hora en dar positivo en Italia.

      • Igual se te pasó, pero Guardiola fue absuelto por segunda vez · El CONI desestima el recurso de la Fiscalía Antidopaje contra el entrenador, que ya fue exonerado en 2007.

  2. Me parece que esto es un ejemplo de manipulación interesada. El autor menciona otros equipos en el artículo, pero le falta tiempo para meter al RM en el título.

  3. Artículo insidioso a más no poder en el que, aunque se citan varios equipos, está el RM bien visible en el título. En cuanto a Pintus, no recuerdo haber visto su nombre en el sumario del caso Juventus.

  4. Lo de siempre en el cochambroso periodismo deportivo español: soltar infamias contra el Madrid. De hecho el artículo es más bien un relato de las hazañas del tal Maynar, pero claro, el titular ya tiene que mencionar al Madrid. Luego, que cuando la Juve realizaba prácticas sospechosas con sus jugadores, estaba por allí Pintus, como dejando caer que claro, eso mismo lo estará haciendo ahora en el Madrid, como si él fuera el que pinchaba a los futbolistas. Desconozco la andadura profesional de la tal Mónica, pero seguro que cree que difamando al Madrid hará carrera en esta profesión tan desprestigiada precisamente por elementos como ella.

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