Lo del futuro de Xavi dejó de ser entretenido hace ya demasiado tiempo. A estas cosas, antes, se les llamaba culebrones, término que corre riesgo de caer en desuso. Ahora se suele decir que algo «da para serie de Netflix». Si se quiere exagerar, se puede añadir que «da para serie de Netflix con cuatro temporadas». O de cinco o de seis, pero siempre de Netflix, nunca de otra plataforma.
Hace unos días oí que Kylian Mbappé está grabando un documental y dijeron así, «un documental», a secas. O sea, que no debe de ser de Netflix, como el de Vinícius, que todo el mundo sabe que es un «documental de Netflix». Qué éxito tiene Netflix, un enorme mérito teniendo en cuenta el limitado interés de sus producciones recientes.
Si lo de Xavi y Laporta fuese una serie, del género que ustedes prefieran, la habríamos abandonado hace ya mucho tiempo. Habríamos acusado a los guionistas —porque ahora, por lo visto, todos somos críticos de televisión— de estirar demasiado ese chicle, de abusar de los giros, de exprimir a unos personajes que ya no resultan creíbles.
Pero desafiemos a la pereza y tratemos de centrarnos. Lo último que sabemos, o que creemos saber, es que Xavi es un cadáver andante. Laporta enfureció al escuchar los lamentos del entrenador sobre la situación financiera del club antes de visitar al Almería y, según todos los medios, se lo va a cargar en cuanto acabe la Liga.
Esto sucedió a tres jornadas del final, lo que significa que van pasando los días y no hay novedades. Es decir, el peor escenario posible para el periodismo deportivo español, adicto por naturaleza a contar novedades o, en su defecto, a repetir cosas de tal forma que parezcan novedosas.
Este lunes, tras el penúltimo partido del curso, contra el Rayo Vallecano, pudimos leer en Marca la última hora sobre este asunto interminable. «Laporta no cambia de idea: no quiere a Xavi». Es decir, que la última hora se parecía bastante a la penúltima.
El subtítulo de la información de Luis F. Rojo, no obstante, mejoraba al titular: «Desde el club nadie es capaz de descartar que su planteamiento varíe en los próximos días». De no producirse ese enésimo giro, siempre se puede seguir publicando más noticias para informar de que no hay novedad. «A día de hoy», naturalmente.
Toni Juanmartí, redactor de Sport, escribió en Twitter —o como se llame ahora— uno de los mejores descargos de responsabilidad que se recuerdan. Al compartir un artículo, precisamente, sobre el enfado del presidente, añadió: «Esto es lo que nos cuentan. Y así lo escribimos. Si nos engañan, desde un lado u otro, a veces cuesta mucho detectarlo».
Esto es lo que nos cuentan. Y así lo escribimos. Si nos engañan, desde un lado u otro, a veces cuesta mucho detectarlo.
Los motivos que, según relatan fuentes, habrían provocado un ‘in crescendo’ enfado/decepción de Laporta con Xavi.https://t.co/V3JCCJtJBi
— Toni Juanmartí (@tjuanmarti) May 17, 2024
Desde luego, no resulta fácil cantar minuto y resultado de algo que sucede en la cabeza de Laporta. Pero, por inexpugnable que resulte, algo hay que publicar, no vaya a parecer que no tenemos ni idea. Y con Xavi más fuera que dentro, se desempolva la lista con sus posibles sustitutos. Son exactamente los mismos que hace tres meses, pero eso no debe impedirnos usar el rótulo de «Exclusiva».
🚨 NOTICIA @JijantesFC
📌 Rafa Márquez, Hansi Flick y Thomas Tuchel, los principales candidatos para ocupar el banquillo del FC Barcelona a partir de la próxima temporada
🔜 El casting de los entrenadores ya está en su fase final pic.twitter.com/m4izT1KLRD
— Jijantes FC (@JijantesFC) May 18, 2024
Ya está tardando Netflix, o Enrique Cerezo, o quien sea, en producir un documental sobre esta industria. Para explicar, sobre todo, la enorme diferencia entre cómo funciona y cómo nos dicen que funciona. Y sobre esos periodistas que presumen de dar tantísimas noticias y a quienes no se les recuerda ninguna.