Cuando salió el emparejamiento ya se intuía que iba a haber un gran desequilibrio como así ha sucedido al final: el París Saint-Germain, a día de hoy, es muy superior al Fútbol Club Barcelona. Pero por el camino, han sucedido varias cosas.
Ha pasado que el PSG, un equipo que lleva todo el año encontrando su ritmo y que a partir de enero ya va con la velocidad adecuada, tiene un portero que no está a la altura de lo que se espera de él, y que Luis Enrique cometió el error en la ida de no ir a por la yugular culé. Y así, el PSG perdió.
El Barcelona sacó un resultado positivo y sobre todo sacó esperanza. Ganó con un Raphinha que llevaba debajo de su camiseta el 10 de Messi y tuvo la fortuna de golpear cuando era importante hacerlo. Pero quedaba la vuelta.
Y ayer, desde el minuto uno, el Barça no tuvo opciones de hacerse con el partido. Con el marcador sí, porque en el único desborde que tuvo Lamine Yamal a pase de Araújo el Barça encontró su gol. Pero la dinámica no era la del partido de ida. Luis Enrique pensó menos en el Barça y más en su equipo y así sus jugadores dominaron a placer.
Lucas Hernández controló a un Lewandowski que no fue ni la sombra de la ida (y que falló las que en Europa no se pueden fallar), Vitinha dominó el balón mientras De Jong y Pedri corrían detrás y además el Barça se quedó con diez porque Araújo ejecuta mal y corrige peor.
En el plan de Luis Enrique, quedaba claro que el uruguayo iba a ser el encargado de sacar el balón, porque al joven Cubarsí no le iba a dejar ni las migajas debido a su gran talento. El uruguayo comete un error y el equipo se queda con diez. ¿Pierde el Barça por quedarse con diez? Ese sería un análisis muy simple. Pierde porque tiene peores jugadores y porque además no tiene individuales que salven partidos.
Y eso, sí es un problema. El Barça y su masa social llevan varios años instalados en que tienen una plantilla mejor de la que es. Y la realidad en Europa te sigue diciendo que no. Que Araújo tiene unas grandes lagunas, que Koundé es un defensa correcto, que tu mejor defensa es un chaval con tres partidos en Europa, que Cancelo está y no está, que tu defensa no está al nivel de los equipos más grandes.
Que tu centro del campo es un erial donde se sigue esperando a jugadores que no dan la talla. Se puede argumentar que Frenkie De Jong salía de lesión, pero es que sigue sin dar el nivel de lo esperado. Y hoy ante el PSG, como ante el United el año anterior, no da para más. No es cuestión de entrenador, es que no eleva sus prestaciones.
Con Pedri se puede argumentar algo parecido, pero su recorrido es distinto: el canario ha llegado a la élite sin tener la calma necesaria para afrontarla. Es un fantasma que recorre los campos pero no tiene la regularidad que un equipo como el Barça demanda. Y mucho de lo que le ha sucedido no es responsabilidad única del jugador, pero está claro que el Barça no puede seguir echando a sus espaldas todo el equipo.
Gündogan, que ha venido de ganar todo en Manchester, está al final de su recorrido, no se puede construir todo sobre él. Gavi es una incógnita. Era fácil hablar de Busquets y de que estaba acabado, pero ya esa excusa no vale.
Si Lamine Yamal es la noticia agradable arriba, sigue sin quedar claro qué sucede con Joao Félix, más abúlico que brillante y que hoy salta con la eliminatoria casi sentenciada. O un Lewandowski que está, como Gündogan, pasado de vueltas ya.
El Barça tiene nombres, pero no tiene individualidades. Tiene jóvenes, pero los buenos son los más jóvenes. Tiene gente con mucho prestigio entre aficionados y redes sociales, pero siguen sin ser capaces de comandar al Barça.
Y luego, está Xavi. Un entrenador que apostó por un modo de jugar con cuatro en el centro del campo y que al final ha resultado que su equipo ha jugado mejor con dos extremos. Que ha exprimido a su equipo como ha considerado y al final su equipo ha dado la cara. Con poco fútbol en la vuelta, cierto, pero al menos mirando de frente sin tener que sufrir noches como las de Lisboa o Roma. El PSG era muy superior y pensar en que podía contrarrestarlo era mucho soñar.
Aún así, visto con perspectiva, se puede hablar de un Xavi que, en comparación a coetáneos como Pirlo, Lampard o Gerrard, sale mucho mejor parado. Que ha dado la oportunidad a jugadores como Cubarsí, que tiene una pinta de jugador de época, que ha ganado una liga y que si al final decide irse al menos lo hará con la conciencia tranquila y con la sensación de que ha hecho lo que ha podido. Es al Barça al que le toca encontrar un sustituto. Y veremos quién.
Pero no sólo deberá elegir al entrenador, deberá seleccionar con cuidado si quiere seguir apostando por jugadores que no dan la talla o empezará a dejar menos margen a futbolistas que copan fotos en galas y salen a relucir en las tertulias de bar año tras año sin que su nivel ni el del equipo suba.
Habrá que fichar y acertar. Y el Barça tiene la ventaja de que hay una hoja de ruta a pesar de la crisis institucional. Este año ya ha ganado un extremo y un central para una década. Ahora debe encontrar un pivote y dos interiores.
Porque, sin ellos, el Barça no es el Barça.
Como culé creo precisamente que la «masa social» tenemos claro que el equipo es justito.
Si el hecho de que los mejores sean chavales juveniles que a principio de temporada no conocía nadie no nos abriera los ojos lo suficiente, que nos cedan jugadores otros equipos «Champions» lo mismo indica que no son jugadores tan tan importantes, no?
Al final, estar entre los 8 mejores de Europa ya ha sido un éxito… pero cada vez que veo la expulsión de Araujo me parece menos falta. Y 11 vs 11, el Barça estaría en semis. Poca broma con lo que hay.
Análisis acertado excepto con Xavi, no te pueden expulsar tres veces casi seguidas , y el Barça en Liga ha tenido días sonrojantes , Girona, Villareal, Almeria, Granada ….con esos puntos estaría peleando la Liga que es menos liga desde antes de la Pandemia.
Ya está muy dicho, pero el Barça se hizo el hara-kiri con la expulsión. Tanto en la ida como en la vuelta llevó la inciativa y el verdadero peligro sobre el PSG. Lo del PSG es un escándalo de inoperancia, malos de solemnidad. El invento de meter a Mbappe por el centro, una bonita forma de que no rasque bola el mejor crack mundial del momento -brillante Luis Enrique- Y encima, y con todo esto, Gundogan la tuvo para volver a darle la vuelta. Una verdadera pena porque Xavi tiene mucho mérito lo que ha hecho con este equipo, aunque el contraste de un entorno hipercrítico y con unas expectativas desbordadas, como dice la crónica, lo ensombrezca, igual que su actitud histriónica y lastimera.
Este texto no existiría de haberse jugado 11v11, de la misma manera que no existió tras el partido de ida. El oportunismo de decir que en la ida el FCB ganó por Donarumma y por los errores de Luis Enrique en el planteamiento pero que ayer los parisinos ganan 1-4, cuando el resultado era de 1-0 estando en 11v11, porque el FCB es inferior, porque por fin LE miró a los suyos, y sentenciar que hubo un gran desequilibrio en la eliminatoria cuando hasta el minuto 90′ los azulgranas estaban a UN gol de la igualada (y oportunidades con el 1-3 tuvieron, eh) es bastante demencial.
El análisis es aparentemente acertado, pero en los entresijos del artículo hay unos cuantos errores de criterio y sesgos de opinión. El principal puede ser el análisis del PSG. En la ida fue un equipo muy ramplón y en la vuelta, aunque mejoró, no dio la sensación de ser un rodillo ni mucho menos. El Barça, con un juego de lo más simple, sacando el balón con un central que no sabe hacerlo y con sus medios casi desaparecidos, le complicaba la vida sobremanera por las bandas.
De todo el análisis, huele a chamusquina el elogio a Luis Enrique, un entrenador sobrevalorado, con más sombras que luces (recordemos su fracaso en Roma y que el «salto de calidad» lo dio en un Celta de Vigo que tenía una muy buena plantilla en aquel entonces y que tampoco tuvo logros relevantes). Si hablamos de la defensa, estaría bien fijarse en la del PSG, que no tiene, ni mucho menos, nivel Champions. Nuno Mendes es atlético y poco más, Lucas Hernández y Marquinhos…, en fin. Quizás Achraf sea el único que da la talla. Con esas credenciales, o Mbappé tiene el día (en esta eliminatoria su rendimiento ha sido muy decepcionante) o el PSG lo tendrá difícil. Claro que han pasado a semis los equipos más flojos, por lo que el Madrid, aún sin delantero centro y con dos mediocres como Nacho y Camavinga en el «roster», tiene todo a favor para volver a reinar. Únicamente con su gen competitivo puede llegarle para doblegar al Bayern, en horas muy bajas, pero con un formidable Kane y después, en la final, puede pasar cualquier cosa contra el PSG, que a buen seguro con lo que tiene y con un portero de chiste, eliminará al Dortmund.
El Barça del futuro? Pues debe deshacerse de los lastres, como los cedidos y Christensen, reducir los minutos de jugadores que están en el final de su carrera, por buenos que sean (que lo son), vender a buen precio lo prescindible (Araujo, Raphinha, Koundé…) y acertar con los fichajes.