La prensa deportiva

La última trola sobre el caso Mbappé

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Kylian Mbappe (Foto: Cordon Press)
Kylian Mbappe (Foto: Cordon Press)

Tras una década y media conviviendo con los smartphones, podemos concluir que limitar al máximo las notificaciones del móvil es un signo inequívoco de madurez. Es complicado sentarse a escribir un artículo, aunque sea uno breve como este (para que luego digan de Jot Down) expuesto a las llamadas del whatsapp y de las redes sociales reclamando un poco -más- de atención.

Nunca he sido, en cambio, muy amigo de las alertas informativas de los medios, cuya función inicial –avisar de una noticia de las denominadas «de alcance»– ha degenerado, como casi todo el resto de contenidos digitales, en una forma poco disimulada de arrancar un triste click.

La app de la Cadena Ser, por ejemplo, envía a veces alertas del estilo: «La opinión de Manu Carreño sobre las palancas del Barcelona». Como contenido viral es mejorable, sí, pero la intención es lo que cuenta. Este lunes, por ejemplo, la Ser intentó impactar a sus usuarios al filo de la medianoche, que decía Carrascal, con una noticia que otros medios llevaban ya todo el día contando: Kylian Mbappé, por lo visto, tiene un acuerdo con el Real Madrid. ¿O acaso pensaban que no íbamos a hablar hoy de esto?

El 8 de noviembre, la Ser adelantó –en exclusiva, claro– que el Real Madrid había descartado el fichaje de Mbappé. Dentro de Hora 25 Deportes, Jesús Gallego fue rotundo, inequívoco, sin un mal «a día de hoy» con que cubrirse las espaldas. El Real Madrid no quería a Mbappé ni regalado, por tres motivos: su elevado coste, su avanzada edad –sí, en serio, pues «llegaría al Real Madrid casi con 26 años»– y el riesgo que supondría para la actual armonía del vestuario blanco.

Ese mismo día de noviembre, Gallego compareció en El larguero y recibió palmaditas de todos los allí presentes, incluido Sique Rodríguez, que aprovechó para tirar una chinita: «El Madrid descarta a Mbappé… y yo descarto irme de vacaciones con Scarlett Johansson».

Parecía complicado que la Ser renunciara así, de golpe, a cambio de un ratito de protagonismo, de una sola noticia de caducidad inmediata –como todas hoy–, a quedarse fuera del juego de los medios en torno al futuro de Mbappé. Aun así, hay que subrayar que hicieron un esfuerzo. Cada vez que llegaba de Francia algo parecido a una noticia sobre Mbappé, en El larguero se esmeraban en desvincularla del Real Madrid. Una noche, hasta citaron al Liverpool como posible destino.

Hasta que Le Parisien, hace un par de semanas, publicó que el delantero había decidido irse de París, probablemente al Real Madrid. Ahí las fuerzas comenzaron a flojear. En Carrusel deportivo rebotaron la noticia sin más y la debacle se completó a los pocos días, cuando el PSG filtró que sí, que Mbappé se marcha.

«Cuando sea oficial y Mbappé salga en un comunicado diciendo ‘No sigo, me voy’, pues ahí se abrirán las opciones y una de las posibles opciones será el Real Madrid», tuvo que admitir Gallego en su programa. De repente, Mbappé ya no salía tan caro y había dejado de ser Matusalén. No hubo ni una mínima explicación de este viraje.

Ni el más mínimo aprecio por ese oyente al que hace tres meses dijiste una cosa y ahora, sin el menor rubor, le cuentas la contraria. ¿Será esto una muestra de «el poder de la conversación»? Por la noche, Manu Carreño abundó en el maltrato a la audiencia, pues además de no explicar nada decidió, por enésima vez, tomarla por tonta: «Os hemos contado, y lo contó Gallego en su día, que el Madrid no se va a volver loco, ni va a mover un dedo hasta que Mbappé no diga: ‘Me voy del PSG. Quiero irme a Madrid y esta es mi propuesta’».

Entre lo que dijo Gallego y lo que Carreño dice que dijo Gallego, hay una diferencia como de Cafú a Vitor. Qué pena que la Ser no enviara una alerta esa noche: «Escucha la nueva trola de Manu Carreño sobre el Caso Mbappé».

3 Comments

  1. Vaya canteo de artículo no? Qué eres, perfecto tú o qué?

    • Alberto

      Entre la perfección y un mínimo de dignidad en el periodismo deportivo español está la distancia más parecida al infinito

    • La edad de oro del periodismo. Unos mamarrachos, que dicen ser periodistas, contando trolas. Alguien les pone frente al espejo y todavía hay gente que le parece mal.
      Dale una vuelta al tema Chema

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